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Vacaciones............ ¿Amorosas? por arual venica

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Notas del capitulo:

Bueno pues los personajes de Katekyo Hitman Reborn no me pertenecen son de Akira Amano n.n

Perdón por no haber actualizado antes, pero la inspiración no mas no hacia acto de presencia T.T

en fin espero que este capitulo sea de su gusto n.n

sin mas a leer...

Hum maldito sol lo morderé hasta la muerte… cuando logro por fin recobrar un poco más la conciencia me doy cuenta de que, nuevamente, el herbívoro ha dormido sobre mí… no me desagrada en lo absoluto… pero sé que eso es solo por un momento pues en cuanto despierte las cosas volverán a lo de siempre… se supone que no debería de sentir nada por ti herbívoro pero hasta un carnívoro como yo necesita alguien a su lado… me gustaría tomarte entre mis brazos sin que tú te negaras… pero… por este sentimiento que te tengo no me atrevo…

-Mmm… que hora es

Nuevamente ya has despertado… y ni te has dado cuenta pero así es mejor… si con eso consigo tenerte un poco más entre mis brazos… te amo tanto Gokudera Hayato…

**********************************************************EN OTRA PARTE DE LA MANCIÓN****************************************

-Bueno y que proponen

-Bianchi-san no creo que sea lo más conveniente por favor dejen eso ya de lado…

-Claro que no Tsuna inútil tenemos que hacer todo lo posible por que esos dos terminen juntos…

Y como no quería terminar con algún golpe mejor me quede callado… sé que es imposible hacerlos razonar… después de algunos minutos su discusión o “planificación” por fin termino y la idea no me agradaba del todo pero si me ponía a darle la contra a esos tres no iba a librarla tan fácilmente.

Una vez que la conversación termino todos fuimos al comedor, en él ya se encontraban casi todos.

-Buenos días Tsuna

-Buenos días Yamamoto

-Buenos días Tsuna-san

-Buenos días jefe.

-Buenos días Chrome-chan y Haru.

Después de saludarnos comenzó el desayuno, este día nuevamente lo habían preparado Haru, Chrome, I-pin, Yamamoto, Mi esposa Kyoko y Gokudera-kun el cual después de muchos intentos y alguna que otra reparación en la cocina había aprendido a cocinar y debo de admitir que no lo hacía tan mal.

-Hayato

O no ya van a empezar…

-Que quieres aniki.

-Bueno pues quería ver si por favor puedes ir al pueblo que está cerca y comprar unas cosas.

-Y por qué no vas tú o por que no mandas al Caballo Salvaje.

-Por favor Hayato hazlo por mi si…

Después de mucho Gokudera-kun acepto pero estoy seguro que nada bueno saldrá de esto…

Al finalizar el desayuno Reborn se acercó a Hibari-san y seguramente le dijo algo muy bueno o no se pues Hibari-san salió muy feliz del lugar…

*********************************************************** Narra Gokudera***************************************************

Tsk maldita sea parece que mi aniki no puede mandar a alguien más por sus cosas, es más porque rayos no manda a su marido para eso está no, además no conforme con eso tengo que ir caminando y la ciudad esta como a una hora, bueno eso no es lo que me molesta, lo que me molesta es el maldito sol que quema como el infierno…

-Hey herbívoro – perfecto lo que me faltaba ese bastardo me viene siguiendo que no tiene vida…

-Qué demonios quieres Hibari – aunque le conteste no detuve mi andar por el contrario apresure mi paso.

-Hum…

-No digas hum bastardo mejor dime qué demonios quieres – bueno era obvio que ese tipo lograba sacarme de quicio en numerosas ocasiones, pero aun así me gustaba su compañía, si debo de admitirlo, cuando estaba en el instituto de Namimori y me saltaba algunas clases, solía ir a la azotea y ahí se encontraba él… lo bueno era que ninguno de los dos era muy platicador, el tiempo pasaba y ninguno decía una sola palabra a veces sentía como que el silencio decía todo… lo que queríamos decir.

-Hum a dónde vas herbívoro.

A caso es idiota, que no escucho a mi hermana decirme u ordenarme que fuera a la ciudad a conseguirle no se qué cosas.

-Tsk no te incumbe y tú que demonios haces aquí, acaso ahora eres un acosador aparte de exhibicionista -  creo que mi comentario no le ara mucha gracia y que terminare siendo mordido hasta la muerte, pero últimamente mi suerte está por los suelos que ya no se ni que no esperarme.

-Hum- otra vez ese monosílabo si es que se le puede llamar así – no es algo que te incumba herbívoro – perfecto el muy bastardo me lo ha devuelto, ahora veo que una sonrisa burlona aparece en sus labios, momento desde cuando el muy bastardo está caminando a mi lado – vaya herbívoro hasta que por fin no empiezas a gritar y tirar dinamita a diestra y siniestra.

Ok ahora si lo mato juro que lo mato que se ha creído ese bastardo, por eso mismo lo odio.

-Hum herbívoro te aconsejo que dejes a Cavallone ya en el pasado.

¡QUE!!!!!!!! Debo de admitirlo su comentario me ha dejado en completo shock… maldito infeliz como es que él sabe eso.

-Eso no te incumbe.

-Hum ya lo sé - entonces si ya lo sabe para que se mete en mi vida – pero te lo digo por tu bien herbívoro – sus palabras me han hecho enojar. Sin decir nada me detengo y agacho la mirada apartándola de cualquier lugar en el que su vista pueda dar con la mía.

-Eso no te incumbe, además ¡TU QUE SABES! ¡ES MI VIDA! – ya no lo aguanto mas no quiero mostrarme débil pero las lágrimas han empezado a recorrer mis mejillas me siento tan vulnerable.

-Sé que es tu vida pero estas actuando muy patético, por dios mira que Cavallone no te va a hacer caso en toda tu vida el ya formo una familia, aunque sabes que es lo gracioso escogió a tu hermana una persona que si lo puede hacer feliz, no un idiota, no un mocoso que solo tiene las hormonas a todo lo que da, es divertido no – al final levanto la mirada y veo de nuevo esa estúpida sonrisa.

Me dan ganas de darle una paliza.

-cállate – digo lo más bajo que puedo ya que el llanto no me deja en paz.

-Enserio crees que me voy a detener…

-¡DIGE QUE TE CALLES! ¡TU NO SABES ABSOLUTAMENTE NADA! ES MAS NI SIQUIERA SE SI TIENES UN CORAZON, PERO ADIVINA QUE SEÑOR PERFECTO – no se en que momento comencé a gritar pero debo de admitir que me siento un poco mejor al estarle diciendo todo esto a ese imbécil – NO TODOS SOMOS COMO TU además adivina que para que tu ego crezca mas no me importa lo que digas soy patético y que, feliz – ya no tengo ánimos de nada pero como puedo me alejo de él y él se queda perplejo en el mismo sitio, las lágrimas aún siguen saliendo de mis ojos, creo que el ya no me va a seguir, es mejor así…

Estaba tan sumido en mis pensamientos que no sentí en que momento Hibari se acercó a mí, solo sentí como me tomaba de los hombros y me hizo girar hasta terminar cara a cara.

-Así que según tu yo no sé nada – en su mirada se veía una furia contenida que no había visto antes – pues sabes algo herbívoro me preocupas por que ya no eres el que eras antes, has dejado que todo esto se convierta en una obsesión, aunque cueste te toco perder herbívoro, aunque no imagino como te fuiste a fijar en alguien como él, se supone que eres el guardián de la tormenta y estas actuando por demás patético, herbívoro solo diré esto aún vez y tenlo muy presente todos están preocupados por ti, tu hermana no lo sabe todo pero los demás lo saben y solo te ven con lastima, así que levántate herbívoro y deja de parecer algo que realmente no eres…

Hibari me soltó y se fue, aunque me enojo bastante lo que dijo, en el fondo sabía que él tenía razón, él y Yamamoto eran los únicos que se atrevían a decirme la verdad por más dura que esta fuera.

Después de unos minutos volví a retomar el camino, no sé si el imbécil se detuvo o si avanzo lo más despacio que pudo, por que logre alcanzarlo en muy poco tiempo. Cuando llegue a su lado no dijo nada y yo tampoco quise iniciar una plática con él, el ambiente se volvía cada vez más tenso. Debo de reconocer que su sola presencia me hacía ponerme nervioso, en que momento empezó a ocurrir esto… ni yo mismo lo sé.

Ya habíamos recorrido muchos kilómetros, cuando estaba a punto de estallar de la frustración apareció la ciudad…

-Herbívoro a donde vamos primero.

-Que – su pregunta me dejo fuera de lugar, cuando se decidió que seriamos equipo o que él y yo éramos amigos para hablar con tanta confianza.

-Hum, se puede saber que te pidió tu hermana.

-Eso no te incumbe…- o si ya estábamos volviendo a lo de antes.

-Haber herbívoro el niño me dijo que te acompañara pues ibas a traer muchas cosas.

A es eso… momento ha mencionado a Reborn-san… pero que empiezo a creer que tanto mi hermana como Reborn-san planean algo pero aún no sé qué es…

-Pero de que rayos hablas bastardo si solo me pidieron que fuera a hacer las compras.

-Hum como sea muévete herbívoro. – el muy imbécil me ignoro y siguió el camino que nos llevaría al centro comercial, momentos después logramos dar con el establecimiento, entramos tomamos un carrito y nos pusimos en marcha. La lista que me había dado mi hermana era un poco larga, como no sabía por dónde empezar, Hibari me arrebato la lista y me dijo que lo siguiera, primero llegamos al apartamento de frutas y verduras, en el conseguimos la lechuga, las manzanas, los chayotes, los jitomates, el aguacate, los duraznos para el antojadizo de Yamamoto, en fin logramos llenar un poco el carrito, después nos fuimos al apartado de carnes frías y tomamos charolas de carne, unos cuantos pescados, así seguimos el recorrido, al final eran demasiadas cosas que apenas si podía mover el cochecito.

Al momento de ir a la caja la señorita se nos quedó viendo raro, pero para mi suerte Hibari no hizo nada, así que pagamos todo y nos fuimos, ahora venía otro dilema como nos llevaríamos todas estas cosas cargando hasta la casa…

Justo cuando me iba a dar por vencido vimos que afuera nos esperaba Alaude-san.

-Hum…- o si debo de reconocerlo Alaude-san y el bastardo de Hibari eran tal para cual. – Me mandaron a darles esta lista y dejarles esta camioneta para que pudieran realizar todo, lo más rápido posible.      

Sin decir algo más Alaude-san se fue apenas Hibari recibió las llaves, bueno el problema fue solucionado pero aun así vi la lista y en ella venían más cosas. Para conseguirla tuvimos que pasar por una heladería a comprar helado de uva para la vaca estúpida, helado de vainilla, de chocolate y de piña, después fuimos a comprar un par de películas que algunas personas querían ver, en fin nos llevamos toda la tarde en cumplir capricho tras capricho de esos dementes que teníamos por compañeros he incluso por familia… cuando terminamos el sol comenzaba a descender y mi estómago rogaba por un poco de comida.

-Herbívoro será mejor que pasemos a comer algo antes de irnos – yo no pude decir ni pio cuando Hibari me tomo de la muñeca, después de haber dejado ya todas las cosas en la camioneta, y me llevo arrastrando hasta un pequeño local, entramos en él, escogimos o mejor dicho Hibari escogió una mesa que se encontraba cerca de un ventanal, no tardó mucho en llegar una camarera a atendernos sugiriéndonos platillos, al final el bastardo pidió pescado al mojo de ajo, yo por mi parte pedí pasta, la cual iba acompañada de camarones… no paso mucho cuando la señorita regreso con nuestros platillos. Hibari comenzó a comer apenas la camarera se retiró pero yo no me atrevía a tocar uno de los cubiertos, mucho menos a comer.

-Que sucede herbívoro no te gusto lo que pediste…

-No es eso es que esto me trae amargos recuerdos – y sí que lo hacía, durante un tiempo me fui a Italia y ahí me encontraba muy seguido con el potro salvaje, había veces en las que salíamos a comer pero debí de haberme imaginado que solo como camaradas, fui un idiota al hacerme falsas esperanzas…

-Herbívoro ya deja de atormentarte y come o quieres que yo te dé en la boca…

Apenas escuche esas palabras, no pude evitar que un lindo tono carmín apareciera en mis mejillas, sí que ese desgraciado era bueno para sacarme de mis casillas, pero no dije nada solo agarre los cubiertos y empecé a comer antes de que ese bastardo continuara con sus insinuaciones, debo de admitirlo la comida estaba deliciosa, momentos después ambos terminamos, la chica se volvió a acercar y Hibari pidió la cuenta, instantes después ella llego, le entrego un papel a Hibari, yo le ofrecí pagar lo que yo consumí pero…

-Claro que no herbívoro después de todo fui yo quien te invito a comer – bueno eso si yo no me lo esperaba, momento esto no puede quedar así, a penas la chica se alejó con una sonrisa encare a ese imbécil.

-Dije que yo pagaría mi parte imbécil ya que no quiero deberte ningún favor…

-Tómalo como quieras herbívoro pero yo no pienso aceptar una sola moneda de tu parte – al final volvió esa sonrisa que tanto me hacía enojar, aunque esta vez fue diferente, esta sonrisa no mostraba burla mostraba algo más…

-Aquí tiene señor, gracias por su elección – la chica se fue tan pronto dejo el cambio en la mesa… Hibari se paró y me hizo un gesto de que lo siguiera… ambos salimos del local, el sol ya había caído y el manto oscuro había tomado su lugar, había una brisa agradable, pero no podía quedarme como idiota, así que seguí a Hibari hasta que llegamos al lugar en donde habíamos dejado la camioneta, nos subimos y nos pusimos en marcha… el recorrido no duro más de 25 minutos, cuando por fin divisamos la mansión… cuando llegamos afuera se encontraban todos disfrutando de una fogata… al vernos se acercaron y nos ayudaron a bajar las cosas, para nuestro alivio la nieve y las demás cosas no llegaron descompuestas, pero por si las dudas inmediatamente todo lo guardamos en su lugar correspondiente.

Al final, todos regresaron a la fogata esta vez con botanas, solo quedamos Hibari y yo en la cocina, ninguno decía nada y esperaba que el silencio siguiera presente…

-Herbívoro espero que sigas mi consejo…

Decidí ignorar ese comentario y seguí con mi trabajo de acomodar las cosas que me tocaron en su correspondiente lugar. Estaba tan absorto en lo que hacía que me sobresalte al sentir una mano posarse en mi hombro, poco falto para que tirara todo lo que traía en las manos.

-Herbívoro hablo enserio deberías de reconsiderar lo que te dije hace algunas horas.

-Eso no te incumbe si lo sigo o no es mi problema.

-Herbívoro – sentí como Hibari se apoyaba en mi debo de reconocer que su presencia, de un tiempo a la fecha, me resulta agradable, pero no esto no puede ser acaso, el imbécil este empieza a GUSTARME. Haber Gokudera debes de reconocer que no es nada fuera de lo normal antes te gustaba un hombre, momento he dicho GUSTABA, bueno creo que ya fue suficiente por un día, como puedo dejo las cosas que traigo en las manos en su lugar y sin decir nada me alejo de Hibari lo más rápido que puedo y de forma brusca, solo volteo un instante y veo en los ojos de Hibari algo que jamás creí ver… vi dolor y tristeza…

Sin pensar en nada mas salgo corriendo y me dirijo a mi habitación pero en el camino me encuentro con mi hermana la cual me mira sorprendida, pero no dice nada y creo que ha de ser por el lindo tono carmín que nuevamente vuelve a posarse sobre mis mejillas sin que yo se lo permita.

Como puedo llego a mi habitación, y me meto a la ducha, el agua me relaja y me destensa todos los músculos, cuando termino y estoy a punto de salir para cambiarme afuera del baño, caigo en cuenta de que algo anda mal… no hay ni una maldita toalla en el lugar… pero tengo que salir de aquí… así que con todo la vergüenza del mundo decido salir a buscar una aunque este todo desnudo, de todas maneras no hay nadie más, atravieso la puerta y me dispongo a buscar la toalla tranquilamente…

-Vaya herbívoro y luego dices que el exhibicionista soy yo…

O no eso no el bastardo está aquí y me ha visto des… desnudo…, agarro lo primero que encuentro, creo que es una sábana, me la enrollo en la cintura y me dirijo al lugar donde está el bastardo infeliz que tengo por compañero de cuarto.

-Que rayos haces aquí desgraciado además por si no lo sabes salí a buscar una toalla no es que me guste estar desnudo paseándome por el lugar.

Una vez dicho esto y con la cara más roja que un tomate, busque una toalla, agarre mi cambio de ropa y me volví a meter en el baño. Esto es bochornoso, aunque bueno los dos somos hombres, pero aun así deseo que la tierra se habrá y me trague. Una vez ya más tranquilo salgo y para mi sorpresa Hibari está dormido… se ve tan tranquilo, no se parece en nada al prefecto sediento de sangre que algún día conocí…

-herbívoro – eso eso fue un suspiro, porque el bastardo suspiro y después dijo eso… sí que es extraño y más aún su actitud hacia mí. Sí que Hibari es una caja de sorpresas y hace bien su papel de guardián de la nube pues aunque sea un solitario de primera siempre está ahí cuando lo necesitas, aunque aún sigo sin saber cómo el muy imbécil se enteró de mis sentimientos por su estúpido tutor, con mucho cuidado me acerco a la cama y sin más me dejo caer en ella y permito que Morfeo me lleve en sus brazos…    

Notas finales:

Bueno espero que este capitulo les aya gustado n.n.

se aceptan comentarios de todo tipo... sin mas quiero agradecer a todas aquellas personas que siguen leyendo esta historia n.n

bueno nos vemos en el siguiente capitulo n.n

 


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