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Vacaciones............ ¿Amorosas? por arual venica

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Notas del capitulo:

Bueno pues antes que nada n.n tengo que decir que los personajes de katekyo hitman reborn no me pertenecen son obra de Akira Amano n.n

realmente lamento la demora pero aqui esta la continuacion se esta fic n.n

sin mas a leer n.n

El silencio se estaba haciendo por demás incomodo… pero o no, no caería y le hablaría al bastardo que prácticamente me había secuestrado, para llevarme no sé a dónde… al principio creí que iríamos al pueblo, pero Hibari tomo un camino diferente, la curiosidad estaba haciendo de las suyas y estaba seguro de que no iba a aguantar mucho más, antes de preguntar ¿a dónde vamos?

En todo el rato que llevábamos juntos, Hibari no me había dirigido la mirada ni una sola vez, comenzaba a desesperarme y estaba seguro de que el cualquier instante explotaría, el paisaje era el mismo, plantas, plantas y más plantas, y un calor del vil diantre que te sofocaba y así que tu respiración se volviera mucho más pesada… justo cuando mi paciencia estaba a punto de irse a la basura el desgraciado detuvo la camioneta, no dijo nada solo se bajó y fue a la parte trasera del vehículo, si el imbécil pensaba que me iba a bajar del auto solo por su linda cara estaba muy equivocado… a estas alturas del partido el decirle gracias o lo siento se habían ido tal cual habían venido…

-Hum… que esperas para bajarte Gokudera Hayato – no supe en que momento el bastardo había llegado a donde me encontraba, y además había abierto la puerta y me miraba tan penetrantemente… no quise hacer una escenita, así que baje de la camioneta, lo ignore y camine sin un rumbo fijo… si el bastardo creía que yo iniciaría una conversación o que lo perdonaría tan fácil estaba muy pero muy equivocado…

-A donde crees que vas herbívoro – a donde sea, con solo alejarme de ti y de tus estupideces, aunque solo lo pensé me moría de ganas por decírselo en su cara, pero tuve que contenerme y hacer un uso extremo de mi autocontrol – herbívoro te estoy hablando – seguí mi camino y no le hice caso… hasta que sentí como alguien me jalaba por el hombro asiéndome girar hasta quedar frente al bastardo… - no sé qué rayos te sucede herbívoro pero tienes que comer algo.

-Ja no me vengas con esas cosas desgraciado, yo podía haber comido cualquier cosa en la mansión, no entiendo cuál era tu intención al traerme aquí y además en contra de mi propia voluntad, que te has creído he bastardo – explote, su cara era de total indiferencia, pero sus ojos antes fríos como el hielo… ahora mostraban tristeza… me sentí mal…

-Hum perfecto herbívoro, si no quieres mi compañía, puedes irte no te detendré… - Hibari giro y me dio la espalda, sin decir una palabra se alejó, me sentí fatal, sé que había sido muy duro con él en los últimos días, pero es que el maldito colmaba mi paciencia… me quede en el mismo lugar, mientras Hibari seguía avanzando sin decir una sola palabra…

No sé en qué momento mi cerebro le ordeno a mis piernas que se pusieran en marcha y tampoco quise saberlo, lo único que tenía presente era que le debía muchas disculpas al estúpido carnívoro que tenía por compañero, uno de los pocos que me conocía tan bien y se atrevía a decirme las verdades en mi cara…

En menos de lo que canta un gallo lo alcance y lo rodee con mis brazos, en este momento odiaba mi estatura pues aunque odiara admitirlo era mucho más bajito que Hibari, Mukuro, el cabeza de césped, incluso el décimo estaba mucho más alto que yo… pero volviendo a lo importante… sentí como Hibari se sobresaltó, pero enseguida recobro la compostura.

-Yo… Hibari… este… bueno – genial buen momento escogí para que mi voz me traicionara y todo gracias a mis nervios – yo… - las palabras no querían salir por más que lo intentara, las malditas no salían.

-Hum que quieres herbívoro – sentí como empezaba a girar y sabía que su intención era que quedáramos frente a frente…

-NO TE MUEVAS… - Oho la regué – yo… mejor quédate así – y esperaba que el desgraciado lo hiciera sino el vería como mi rostro luchaba en una competencia con un tomate por ver cuál de los dos estaba mucho mas rojo…

 -Como quieras, pero podrías soltarme herbívoro – inmediatamente lo solté y trate de comenzar con mi discurso… pero nuevamente las palabras me habían abandonado – herbívoro que rayos quieres si no dices nada…

-Cállate infeliz sabes por todo lo que he pasado el día de hoy – y toda la amabilidad se fue al carajo – claro que no verdad, pues déjame iniciar por decirte que eres un maldito imbécil que se mete en mi vida como si fuera la suya, eres un maldito que me dice todo lo que piensa sin detenerse a pensar que puedes lastimar a alguien con tus comentarios, hoy te busque desde la mañana por que un idiota me abrió los ojos y me dijo que debería estar agradecido por tener a alguien como tú a mi lado y sabes que es lo peor que el idiota tiene razón… yo lo siento Hibari… no quise hacerte sentir mal… yo en verdad lo siento… y no esperes que lo vuelva a repetir imbécil por qué no lo are.

-Hum – al levantar mi mirada vi que el desgraciado se había dado la vuelta sin que yo me diera cuenta… y para acabarla me había visto al decir todas esas cosas… ahora si trágame tierra… - baya herbívoro no creí que fueras a decir eso, pero me alegro de que vuelvas a ser el mismo explosivo y rebelde herbívoro que conocía…

Ahora si me sentía acorralado, sentí mis mejillas arder… y mi corazon estaba todo desbocado, sentía que en cualquier momento saldría de mi pecho… pero que es esto… acaso el imbécil de Hibari es el que provoca todo esto… o no claro que no, no lo permitiré me reúso… pero  porque de un tiempo a la fecha, ya no siento lo mismo que sentía por el estúpido potro salvaje ahora esos sentimientos se han ido con… con… con Hibari…

-Hum herbívoro ven antes de que tu estomago vuelva a hacer de las suyas…

Pero que… cuando reaccione Hibari ya había colocado sobre el pasto una manta y en él había comida, se veía muy apetitosa… pero no quise comer solo…

-Hum herbívoro que esperas – el tomo un plato y comenzó a servirse pasta, agarro algo parecido a un filete y se dispuso a comer.

Yo imite sus acciones, tome un plato le puse pasta y agarre un poco de seviche, di el primer bocado, debo de admitir que estaba rico… la comida continuo y ninguno dijo ni una palabra…

Al terminar Hibari se paró, yo hice lo mismo le ayude a recoger las cosas, el silencio empezaba a ser incómodo, pero no había de otra, o eso es lo que yo pensaba…

-Herbívoro… - las cosas ya estaban en el coche y Hibari había sido el valiente en quitar el incómodo silencio que se sentía en el ambiente… - te gustaría dar un paseo por el lugar…

Su pregunta me desconcertó un poco, pero accedí después de todo se la debía, aunque no me sentía obligado a nada…

Sin decir nada mas dim9os un recorrido por el lugar, debo de decir que era precioso y el clima era agradable, los dos llevábamos el mismo paso, las palabras salían sobrando, extrañaba esta sensación, era la misma que sentía en la escuela, cuando Hibari y yo pasábamos tiempo en la azotea. Al final llegamos a un lago, se veía hermoso con la luz del sol que se reflejaba en sus aguas cristalinas… estaba tan ensimismado que cuando reaccione el bastardo me había tomado en sus brazos y

¡PUM!

Fui a dar contra el agua… al principio no me hizo gracia, ya que por poco y moría ahogado…

-Maldito estúpido que pretendías ganar al arrojarme así al lago – o si mi mal humor no se hizo del rogar he inmediatamente salió.

-Hum fue divertido herbívoro – se acercó un poco a la orilla con su sonrisa burlona, en un momento vi que se distrajo y aproveche esa pequeña oportunidad para jalarlo y hacer que terminara en las mismas circunstancias que yo – pero que te pasa herbívoro – y mágicamente su expresión cambio de una de completa burla a una de furia.

-Jajaja te lo merecías bastardo – era muy graciosa su expresión, tanto que no podía parar de reír, pero había algo malo, durante ese momento de vulnerabilidad, le daba a Hibari la oportunidad de vengarse, y vaya que no la desaprovecho, de la nada salió un chorro de agua que me dio de lleno en el rostro, no se necesitaba ser un adivino para saber que el bastardo se había molestado y ahora se desquitaría.

-Hum que te pareció herbívoro te das por vencido.

Ja este tipo estaba loco si creía que por un simple chorro de agua me iba a dar por vencido… así que decidí seguirle el juego. El agua nos salpicaba en la cara, el pelo, en fin más empapados ya no podíamos estar… creo que cualquiera que nos hubiese visto no creería absolutamente nada de los hechos, pues quien diría que los guardianes de Vongola más “antisociales” o “solitarios” estarían jugando, como un par de niños, en un lago…

El sol ya había avanzado bastante para cuando decidimos salir a secarnos, solo que había un pequeño inconveniente, no teníamos toallas, por lo cual el secado tendría que ser al natural…o eso creí, porque Hibari después de un rato llego con dos toallas en las manos  sin palabras me ofreció una… la acepte, cuando dirigí mi vista hacia el vi algo que me dejo en shock, el bastardo se estaba desvistiendo sin pudor alguno…

-PERO QUE CARAJO… - y mi grito no tardó en hacerse escuchar – que demonios estás haciendo desgraciado…

-Hum bueno herbívoro supongo que si me quiero secar tendré que quitarme la ropa mojada no así que  mejor deja de estar quejándote y has lo mismo antes de que te resfríes.

Ja como si le fuera a hacer caso… aunque tenía razón si seguía mucho tiempo con la ropa mojada en contacto con mi cuerpo terminaría por enfermarme, pero no lo aria delante de este idiota, eso sí que no, tome la toalla y me aleje lo más que pude del lugar, trate de esconderme detrás de unos árboles que parecían perfectos para evitar que el imbécil me viera desnudo. Pronto toda mi ropa descansaba sobre el suelo y mi cuerpo solo se encontraba reguardado bajo la toalla que me había dado el bastardo ese… cuando regrese a su lado lo vi sentado sobre una pequeña roca con la ropa tendida sobre el pasto y el sol dando sobre ella tratando de evaporar toda el agua que contenía, solo había una cosa que me molestaba… porque el bastardo traía amarrada la toalla hasta la cintura, un sonrojo cubrió mis mejillas… enserio que ni yo mismo me entendía días atrás me sentía de lo peor por mi amor no correspondido de más de 6 años, y ahora mi corazon latía desbocado por un idiota que sabía cómo sacarme de mis cacillas fácilmente…

Sin decir nada coloque mi ropa en un punto sobre el pasto, esperaba que se secara rápido  pues me era incomodo el estar solo cubierto por una toalla…

-Hum herbívoro que hacías con el detective en la mañana

Su pregunta me desconcertó, la duda no se hizo esperar ¿detective? A qué demonios se refería, en eso una imagen se posiciono en mi mente… Alaude-san…

-Nada que sea de tu incumbencia – creo que la respuesta no fue pero para nada correcta, podía ver como nuevamente esa mirada azulina dejaba ver que su dueño no era el maldito insensible que pretendía ser.

-Hum tienes razón no es de mi incumbencia… - y nuestro fiel amigo volvió y ninguno de los dos hizo nada para hacer que se alejara y era mejor así… me sentía terrible no debía de haberle dicho eso a Hibari, pero no había vuelta atrás, lo hecho estaba hecho…

Su mirada no abandonaba mi mente, porque, porque solo a mí me mostraban lo que realmente sentía su dueño, rayos detesto esto… y por si fuera poco de repente sentí como el viento se hacía presente y el calor salía corriendo dejando a su antagónico ocupar su lugar, en eso las nubes de la nada aparecieron y la lluvia llego con ellas, ambos salimos corriendo como pudimos agarramos la ropa, ahora ya empapada, no sabíamos el rumbo lo único que queríamos era resguardarnos de la inoportuna lluvia…

Un árbol fue, el que al final, nos resguardo de la lluvia, pero aún faltaba bastante para llegar a la camioneta y los dos estábamos empapados de nuevo… el frio aumentaba, sentía como el calor estaba abandonando a mi cuerpo, al girar un poco mi cabeza vi como Hibari parecía estar en las mismas circunstancias.

-Herbívoro no podemos quedarnos aquí, tenemos que llegar lo más pronto posible a la camioneta.

-Eso ya lo sé idiota, pero como pretendes que lo logremos si el clima no ayuda en nada.

-Hum pues solo hay una opción – una sonrisa se posó en sus labios, eso no reflejaba nada bueno – tendremos que correr herbívoro.

No me dejo ni remilgar, cuando me tomo de uno de mis brazos y me hizo correr como si mi vida dependiera de ello, el camino estaba muy resbaloso, de hecho en innumerables ocasiones sentía como terminaría por besar el suelo lodoso… aunque el agarre de Hibari lo impedía, llevábamos bastante tiempo corriendo y la camioneta no hacía nada por aparecer, al final después de mucho, hizo acto de presencia. Hibari se detuvo

-Hum herbívoro el lodo está muy resbaloso así que avanzaremos cuidadosamente – yo solo logre asentir. Avanzamos lentamente, pero en eso lo inevitable paso, Hibari se resbalo y yo caí sobre él…

-Herbívoro estas bien.

-Yo… si, lo siento caí sobre ti sin que pudiera evitarlo…

-Hum no hay problema, herbívoro levántate pero con mucho cuidado.

Hice lo que me ordeno, poco a poco logre quedarme en pie, después le tendí mi mano a Hibari, él la acepto ambos terminamos de pie, llenos de lodo, pero bien…

Logramos llegar a la camioneta sin más problemas, nos subimos, tratando de no manchar demasiado los asientos, pero creo que al final fue inútil…

La camioneta se puso en marcha, no era muy tarde pero la lluvia hacia que la hora no importara mucho.

-Hum herbívoro…

-Hibari yo gracias por lo de este día, la verdad es que en la mañana me encontraba buscándote, pero no te encontré, me temí lo peor y como ya lo dije hace unas horas yo bueno lo siento, en verdad me divertí mucho este día – sé que lo había interrumpido y que a lo mejor eso no le vendría en gracia pero tenía que hacerlo.

-Hayato…

-Que pa... – no pude decir nada algo o alguien me lo impidió, era Hibari… Hibari… él me estaba besando… el asombro era bastante, nunca me imaginé que mi primer beso lo tendría con él, ni en mis más remotos sueños, aunque la sensación era indescriptible, a la vez era agradable… sus labios tenían un sabor único. Todo se detuvo incluso sentí como la camioneta detuvo su marcha, los brazos de Hibari rodearon mis cintura, las mías terminaron en su pecho.

Llego el momento de separarnos, yo no quería abrir mis ojos, tenía miedo, tenía pánico, temía escuchar la voz de Hibari diciéndome que lo sentía… que había sido un error aquel encantador beso…

El silencio duro hasta que llegamos a la mansión…

-Hayato yo…

-No lo digas…

-Hayato escúchame yo…

-¡NO! Te dije que no dijeras nada, no hace falta – sentí como mis ojos se humedecían, creo que al final termine por sentir algo por ese imbécil…

-Hayato por favor tienes que escucharme.

-¡NO! – y sin decir nada deje a Hibari con la palabra en la boca, baje del auto abrace mi ropa y me fui a la entrada de la mansión… pero rápidamente escuche las pisadas de Hibari a mi espalda.

-Hayato espera deja que te explique…

-No tienes por qué hacerlo déjame ir… - ni siquiera espere una palabra, salí corriendo de ahí, pero otra vez resulto inútil sentí sus brazos rodear mi cuerpo – dije que me sueltes no te quiero escuchar.

-No me importa lo aras quieras o no, Hayato por favor deja que te explique las cosas, lo de hace un momento no fue un error, yo bueno lo siento si te ofendió pero, ya no podía resistir más… yo realmente te amo herbívoro… y…

No me importo la razón, solo seguí mis instintos, me gire y atrape los labios de Hibari en un beso, que ridículo sonaba, pero mi primer y segundo beso había sido con él y esperaba que los siguientes fueran también de él y solo de él…

***************************************************pero bueno creo que llego la hora de ir con otro par**********************************

-Mukuro-kun porque te peleaste con Hibari, si tú y el son guardianes y por lo tanto familia…

-Kufufu lo siento mucho Giotto-san pero eso es algo que no le incumbe…

-Claro que me incube, pudieron haber muerto los dos o terminar con heridas serias, y sabes que no estoy bromeando – y claro que lo sabía Primo era igual que Tsunayoshi, cuando las cosas se ponían serias, ellos olvidaban todo y sus palabras y semblantes eran serios y de temer…

-Mukuro-kun deja que te cure esas heridas – me deje hacer el dolor era escaso, solo había una persona a la cual dejaba que se acercara tanto a mí y esa era mi adorada Chrome, pero Primo Vongola de buenas a primeras se había logrado colar en mi vida y la sensación no era para nada desagradable, al contrario amenazaba con comenzar a gustarme…

Al final termine con banditas por todo mi cuerpo o al menos lo visible. La tarde la pasamos conversando sin cosas de interés, ahora me daba cuenta de que Primo Vongola había llamado mi atención desde hace muchos años, en la prueba de mi amada Chrome… en la cual me vi obligado a intervenir para evitar que la dañaran… ese rostro jamás abandono mi pensamiento, a pesar de que me encontraba resguardado en aquel lugar ese pensamiento no me dejaba en paz, aun después de que salí de ahí con ayuda de los demás, rápidamente me reintegre y pase a ser el guardián de la niebla junto a Chrome. Al final no pude resistir más, me puse frente al Vongola y sin decir nada junte nuestros labios, al principio pude notar como el asombro recorría su cuerpo, pero después él también se unió a mi locura, el beso se volvió apasionado, el sabor de sus labios se había vuelto algo indispensable y embriagante…

 

Notas finales:

Bueno espero que aya sido de su agrado n.n

cualquier duda, comentario o sugerencia sera bienvenido n.n

solo quiero agradecer una vez mas a todas las personas que leen esta historia en verdad gracias n.n

bueno espero que pueda subir pronto la continuacion n.n

sin mas adios n.n nos vemos n.n


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