Sabaku No Gaara un bello doncel, se encontraba tomando un baño en su hermosa tina, de su departamento. Gaara bajo la cabeza tras leer el diario, lo coloco en un banquillo que estaba a un costado de la tina. Sus manos le temblaban y comenzaron a brotarles las lagrimas, estaba perdiendo el control era fuerte siempre lo había sido. Susurro las palabras que una vez escucho de su padre.
-Oh Dios, ¿Estas en alguna parte?
Jamás imagino que aquel diario tendría un gran impacto en el. No solo había sido el diario que lo sumió en un estado de confusión y sentimientos encontrados.
No, había sido el diario que Naruto había escrito para Yue
Se imagino a Naruto en su hermosa casa
Luego se imagino al pequeño Yue de doce meses con un par de ojos negros como la noche.
Y finalmente a Sasuke
El padre de Yue
El esposo de Naruto
El ex-amante de Gaara
¿Qué pensaba ahora de Sasuke? ¿Acaso podría perdonarlo? No estaba seguro, pero comprendía algunas de las tantas cosas que habían pasado. El diario le revelo ciertas cosas que necesitaba saber así como secretos dolorosos que tal vez no debería conocer.
Gaara se hundió más en el agua, recordando en el día en que recibió el diario... Fue el 12 de julio y comenzó de nuevo a llorar.
LA MAÑANA DEL DOCE DE JULIO, Gaara sintió deseos de viajar, por el rio Hudson; así que se dirigió a Circle Line, el paseo en barco alrededor de la isla de Manhattan que él y Sasuke tomaron por primera vez y lo disfrutaban tanto que lo repetían tanto como fuera posible.
Abordo el primer barco del día. Se sentía triste y también molesta, ya ni el mismo sabia como se sentía.
El primer barco no iba muy lleno de gente. Se sentó en la cubierta superior y contemplo la Nueva York. Una que otra persona lo observaba sentado ahí, solo.
Gaara resaltaba entre la multitud. Era alto medía un metro setenta y sus ojos agua marina eran muy vistosos. Se sentía poco atractivo y creía que la gente se le quedaba viendo por razones equivocadas. Sus amigos no estaban de acuerdo; decían que era muy bello. Gaara no lo creía. Era un chico normal. En el fondo no era nada más un chico ordinario de Carolina del Norte.
Su cabello café rojizo resaltaba mucho, esos bellos ojos aguamarina que aquel día se vieron opacados por unas horribles ojeras y unos ojos hinchados de tanto llorar por horas, y eso no lo hacía ver hermoso como siempre.
El motivo por el cual se encontraba así era porque en la noche anterior, el hombre que amaba decidió terminar su relación con el sin ninguna explicación. No se lo esperaba. Le parecía imposible que Sasuke lo dejara.
Maldito! ¿Como me pudo hacer esto? ¿Me mintió todo este tiempo? ¡Claro que sí! ¡Desgraciado!, reflexiono Gaara.
Quería pensar en Sasuke, encontrar el motivo de su separación, pero termino recordando los buenos momentos que vivieron juntos.
Molesto se dio cuenta que podía hablar con el de cualquier tema. Conversaba con Sasuke de la misma forma en que lo hacía con sus amigas. Entonces ¿Que paso? Estaba ansioso por saber.
El había sido amable... Por lo menos lo había sido. Como cuando cumplía años en Enero 19. El le envió una rosa cada día de lo que le llamo su mes de cumpleaños. Siempre notaba los más pequeños detalles, desde los zapatos que usaba, su humor hasta esos días de estrés. Compartía con Gaara muchas aficiones, como algunos programas de televisión, las exposiciones de pinturas, las películas antiguas.
Atesoraban las tardes de domingo que pasaban en el departamento de Gaara, en las que el leía el New Times y Sasuke corregía sus poemas, mismos que se extendían sobre la mesa, la meseta hasta en la tabla de picar de la cocina.
Él lo ayudaba a sentirse tranquilo. Nadie más lo hiso sentirse así.
¿Que podría ser mejor, que estar enamorado de Sasuke?
El deseaba estar con él todo el tiempo. Era algo cursi pero muy cierto
Cuando él se iba a Martha's Vineyard, donde vivía y trabajaba, podían hablar por teléfono durante muchas horas cada noche o enviarse correos electrónicos. lo llamaban romance a larga distancia. Sin embargo Sasuke nunca le permitió que lo visitara. Tal vez aquella fue debió haber sido la primera señal de advertencia.
De alguna forma funciono casi un año. Gaara esperaba que le propusiera matrimonio a la brevedad posible. Estaba seguro que lo haría. Incluso se lo menciono a su hermana Temari, ya que su madre había fallecido tiempo atrás.
De pronto Gaara comenzó a sollozar y que en cubierta todos lo observaban.
-lo lamento mucho- murmuro sintiéndose como un tonto-. Estoy bien.
Claro que era mentira. Nunca se había sentido tan mal en toda su vida. Había perdido al único hombre que amaba. ¡Y vaya que era cierto!
Gaara no pensó en ir a trabajar ese día. No se sentía tan bien para ver a la gente de la oficina. Ni siquiera a los extraños del autobús. Ya había recibido suficientes miradas de lastima, que le durarían toda la vida.
Cuando volvió a su departamento, después de su paseo, encontró un paquete en la puerta. Pensó que se trataba de un manuscrito de la oficina. ¿Acaso no lo podían dejar en paz ni un día? Tenía derecho de tomarse un descanso. Trabajaba duro, ellos sabían de su pasión por los libros.
Gaara se encargaba de de las publicaciones de la editorial Konoha especializada en la edición de poesía y novelas. Le encantaba su trabajo ahí conoció a Sasuke.
Gaara se había entusiasmado cuando adquirió los derechos del primer volumen de los poemas de él en una pequeña agencia literaria de Boston, casi un año antes.
Cuando se inclino a recoger el paquete, reconoció la escritura. Era la letra de Sasuke. No le cabía la menos duda. Estuvo a punto de dejarlo ahí, pero no lo hizo. Solo miro el paquete, por fin lo recogió y al quitarle la envoltura vio que contenía un pequeño diario. Gaara no comprendía. Entonces sintió un hueco en su estomago.
En la portada había un escrito " Diario de Naruto para Yue". No era la letra de sasuke.
¿Naruto?
De pronto a Gaara le dio un leve mareo y se quedo inmóvil. Sasuke nunca le quiso hablar de su pasado. Una de las cosas que descubrió en una noche después de tomar varios vasos de vino fue había tenido esposo llamado Naruto, pero él nunca quiso hablar de él.
La única vez que discutieron fue por culpa de su silencio, Gaara insistió en saber más, pero solo hizo que Sasuke se mostrara más distante. Era algo tan ajeno a su manera de ser con él. Cuando el asunto se convirtió en una pelea, él le aseguro que ya no seguía casado con Naruto. Lo juro, pero solo eso estuvo dispuesto a decirle.
¿Quien era Yue? ¿Y porque le había enviado Sasuke el diario? Los dedos de Gaara temblaron cuando abrió la primera página. Ahí encontró pegada una nota de Sasuke. Comenzó a leerla.
Querido Gaara:
No hay palabras para describir lo que estoy sintiendo ahora. Lamento mucho lo que paso entre nosotros. Fue toda mi culpa. Acepto la responsabilidad. Tú eres perfecto, maravilloso, hermoso.
Tal vez este diario te explique mejor las cosas de lo que yo podría hacerlo. Si tienes fuerza para hacerlo, léelo. Es sobre mi esposo, mi hijo y sobre mí. Sin embargo, te advierto que habrá partes que tal vez te sean muy difíciles de asimilar.
Nunca pensé en que me enamoraría de ti pero así fue.
Sasuke