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Sólo en sueños por Cifer

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Notas del fanfic:

Los personajes de Bleach le pertenecen enteramente a Tite Kubo~ 

Notas del capitulo:

Hola, ya se... tengo abandonados mis otros fanfics... pero espero actualizar pronto, sólo hoy me nació inspiración para este y realmente no quería dejarlo así :) espero lo disfruten. 

 


¿Cuantas veces lo observaba a hurtadillas? Quizás diario, en cada junta, cuando pasaba a su lado y aspiraba ese dulce aroma. Siempre pendiente de los movimientos de aquel ser que robo su atención hacía tiempo…


 


En un principio se intentó convencer de que aquello que le atraía de “ese” espada no era más que repulsión, no había que ser un genio para notar lo opuestos que eran. Él era como el frío invierno y aquel como la cálida primavera… Quizá no tan cursi, pero así de opuestos eran ellos dos.


Poco después se cuestionó los verdaderos motivos que lo llevaban a observarlo cada vez que se presentaba una oportunidad, y es que su razón ya no le creía aquel cuento del odio. Pero volvía al principió ¿Qué rayos sentía?


Y vaya lio en que se metió su razón, cuándo en aquella reunión de espadas su mirada cruzo por unos brevísimos instantes con la azulada de Grimmjow. ¡Oh sí! Fue tal su confusión que cuando Souske Aizen les encomendó aquella misión al mundo humano, él no opuso ninguna clase de resistencia como probablemente habría hecho meses atrás, aunque claro no pondría tantas objeciones como Jeaguerjaques. Anteriormente se limitaría a fruncir un poco el entrecejo, nada tan notorio, o habría bufado con suavidad mirando de manera asesina a la sexta. ¡Pero no! ¡Nada! Escucho los uno y mil reclamos del otro y sólo sintió la necesidad de ir ya a esa dichosa misión, sintió la enorme necesidad de tenerlo unos días a su lado, aunque seguía sin saber porque demonios él querría algo así. Se levantó cuando hubo terminado la reunión y camino aún perdido en sí hasta sus aposentos. Se acomodó en la única silla de su habitación, frente a su escritorio lleno de libros que en algún momento Aizen le había obsequiado. Todas las horas que estuvo allí no le sirvieron, más que para ponerle ansioso y era completamente anormal que él, Ulquiorra Cifer, tuviera esa clase de “sensaciones” tomando en cuenta que seguía en su postura de no tener un corazón, o que él no podía sentir como lo hacían los humanos o shinigamis.


 


-         Es hora enano –su ensoñación no se esfumo, ni siquiera se molestó en mirarlo mal, o ignorar su comentario, esta vez trataba de hallar un sentido a lo que las palabras de esté le hacían sentir… Momento… ¿seguía con eso de sentir? Él no sentía ¡no señor!


-         ¿Te vas a quedar allí? o tu cerebro al fin se fundió de tanta presión y has olvidado como jodidos caminar… -Una sonrisa triunfal estaba en esos rosados labios y él al fin descubrió que estaba inmóvil en el marco de la puerta de su habitación


Siguió con la caminata hasta que pudieran salir del palacio, y aunque a Jeaguerjaques no le parecía nada anormal el que Cifer le ignorará por el simple hecho de hacer comentarios tan idiotas, lo que no era normal era ese comportamiento de quinceañera enamorada. Sí, sabía cómo eran esas cosas de colegialas enamoradas, había tenido la oportunidad de reírse de algunas. Y esta vez lo veía en la cuarta. Esté jamás se había permitido fallos como quedarse embobado en su habitación, o volver a quedarse embobado y dejar de caminar… O Cifer se había vuelto idiota o él había incrementado su inteligencia, cosa que no era nada creíble… Y allí estaba de nuevo aquel, actuando como estúpido, estaban fuera de las noches ¿Por qué no abrió la garganta? ¿De verdad estaba esperando a que él lo hiciera? Con lo perfeccionista, psicópata, pulcro y jodidamente sexy que era ese tipo ya estaría dudando de sus capacidades para que los enviará a la ubicación correcta y por consecuencia él se estaría quejando de no ser tan idiota, cosa que volvía a lo mismo, sí era.


-         ¿Me dejarás enviarnos a Rusia? ¿Esta vez no pondrás peros acerca de que no soy apto para manejar la garganta? –Lo miro realmente preocupado, y el que Grimmjow entrará en estado de preocupación ocurría cada mil millones de años


Los ojos de Cifer siguieron la trayectoria de sus labios, admirando el movimiento tan sutil que tenían ¿Dijo admirando? Su cursilería se estaba desbordando… Eso de haber leído Romeo y Julieta no le había dejado nada bueno, ahora se sentía con ganas de profesar poesías por toda su mente, divagar en campos floreados mientras se deleitaba con la única visión que le estaba perdiendo: Grimmjow Jeaguerjaques.


-         Está bien… ¡Joder! Siempre me ignoras pero esto ya es demasiado


-         ¿Qué esperas? ¿A que nos salgan raíces? –Sí, técnicamente estaba confiando en aquel peli azul, cosa que jamás había hecho… Pero dicen que siempre hay una primera vez, aunque seguía pensando que esas eran palabras humanas que demostraban fracaso… ¿Eso quería decir que él era un fracaso en esos momentos?


Su mente estaba hecha un nudo…


Y justo cuando llegaron al mundo humano no pudo cometer peor error que ese… Un paso en falso, se vio a si mismo cayendo en lentitud, miraba como el piso se acercaba cada vez más a su rostro y antes, sí, antes. Aquello no habría representado reto porque para empezar ¡NO HABRÍA RESBALADO! Como seguía describiendo su mente, mente que por cierto estaba muy atrofiada para poder reaccionar y poner siquiera los brazos… Pero unos brazos no tan lentos le sostuvieron a dos milímetros de estamparse con el suelo, unos brazos que supo inmediatamente eran de Grimmjow… Claro, era lógico ¿no? ¡Hasta para eso su mente estaba lenta! Un shinigami primero habría reído y luego le habría cortado en dos, no le hubiera sostenido como si él fuese una señorita.


-         ¡Tsk! Cifer eres idiota o estas probando mi paciencia en venganza por todas mis excusas para no venir contigo


-         No seas ridículo… - Y por alguna razón su voz no sonó tan fuerte y agresiva… ni siquiera un poquito molesta o fría, sonó más bien como si fuera el ser más tímido que existía.


Los ojos de la sexta denotaron más sorpresa que antes, de verdad que le habían cambiado al ojiverde. Y el susodicho había descubierto todo… Grimmjow Jeaguerjaques le gustaba, y una vocecilla en su mente grito, o quizá alguien más lo hizo… Pero su mente sí giro y su nulo corazón en el pecho brinco, aunque como era posible sí él se había negado la posibilidad siquiera de tenerlo.


-         Tú… ¿Crees en eso de tener un corazón?


Y allá iba la mandíbula de la sexta, a buscar magma bajo tierra… Sí, estaba empezando a pensar que se había quedado dormido y que aún no era hora de ir a la misión y que por ello estaba teniendo la clase de sueño con Cifer, donde esté era tímido y sonreía, donde tropezaba y él le sostenía… La clase de sueño que terminaba en su cama, la clase de sueño romántico que si los espadas se enteraban sería el hazme reír de Hueco Mundo, aquello del romanticismo era algo que nadie pensaba él tendría en su ser, pero allí estaba, guardadito única y exclusivamente para el Ulquiorra de sus sueños, porque al real lo enfrentaba con burlas, peleas, insultos… Algo así como lo que llamarían Bullying en el mundo humano, aunque claro el que salía perdiendo era él, por el motivo de que era sexta y Ulquiorra cuarta… Más claro que el agua.


-         ¿Me preguntas esto para reírte de mí? –Tenía que comprobar que estaba por decir


-         Sólo… tengo dudas –y allí iban sus fuerzas, si eso era su sueño que más daba, en ellos siempre era correspondido


-         Pues creo que tenemos algo con que sentir


Y la poca inteligencia que creía extinta en la sexta no era más que mera falla de su mente, al parecer necesitaba una limpieza mental.


Procesaba cada cosa, cada momento, cada gesto, cada todo… Y los labios ajenos se sentían suaves y deliciosos… Sí, no sabía en qué momento había terminado en esa situación, pero sabía que eso estaba apaciguando sus ansías y su necesidad de Grimmjow. Y claro que aquello le estaba haciendo sonrojar, después de todo seguían en el parque al cual habían llegado… El parque de Karakura donde al parecer una pequeña niña de cabellos negros les miraba con los ojos bien abiertos. Se suponía que nadie podía verlos pero allí estaba él besándose con quien se supone es su más grande opuesto, sintiendo la lengua explorar cada rincón de su cavidad… Allí estaban ambos mordiéndose los labios en un beso que cada vez se tornaba más pasional, en un beso que estaba demostrando las ansías que tenían el uno por el otro… Y allí estaba el sonido… ese sonido…


 


Una cabellera azul se levantaba de una almohada mientras que una negra se levantaba de un escritorio… Y unos golpecillos en las puertas de cada habitación les indicaban que era hora de su misión… Cifer había descubierto en sueños que lo que la sexta le hacía sentir era más que repulsión. Y la sexta, de esté ni decir que este sueño se lo habían interrumpido cuando comenzaba lo bueno… Tal vez dentro de su misión al fin lograrían concluir el sueño…


 


¿Fin?


 


 


 

Notas finales:

Espero les haya gustado y si no pues que le puedo hacer u u jajaja es broma, haganmelo saber para mejorar en los próximos. 


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