Era un ensayo más. Aburrido. Cansado. Llevabamos dos semanas enseyando el comeback, teníamos la canción, teníamos el baile. ¿Por qué se empeñaban en seguir ensayando? Cada vez que bailabamos, acababamos haciéndolo sin ganas. El coreógrafo terminó por hoy, dio un par de palmadas como si fuese una especie de timbre anunciando el final de aquel agotador día. Minho y Onew fueron los primeros en salir, seguidos por Key. Yo me tiré al suelo de la sala, boca arriba, llena de gotas de sudor.
Jonghyun mojó un poco de agua en una toalla y se la pasó por la cara y el cuello. El corazón me latía con fuerza. Ver a mi querido Jonghyun todo sudado... hacía que mi cuerpo se estremeciera y ardía en deseor por tenerlo. Mas bien, que él me tuviera a mi.
-Tae, ¿estás bien? -me dijo acercándose.
Yo apenas pude asentir con la cabeza, mi respiración era demasiado fuerte, me faltaba el aire. Logré levantar el torso, pero seguía con el corazón a mil. Jonghyun se estaba acercando demasiado, y yo estaba demasiado cansado como para atender a mi conciencia. Puso su frente junto a la mia.
-¡Tae! Estas ardiendo.
-Ardo en deseos por tí.
-¿Qué dices? Estás delirando.
Negué con la cabeza y tomé una bocanada de aire. Jonghyun se quedó allí, frente a mi, y me acerqué hasta él robandole un beso. Jonghyun no se apartó, lo que me hizo extrañarme y sonreir a la vez. De hecho, me extrañó que pusiera sus manos en mi cintura y me atrajera. ¿Qué?
Jonghyun se quitó la camiseta y pronunció mi nombre sensual y lentamente mientras me volvía a besar. Un momento. Aquí el pervertido soy yo. ¿Acaso Jonghyun sentía lo mismo por mí? ¿Porqué no me había dado cuenta hasta ahora? Le correspondí de la misma manera, y notaba como mi miembro poco a poco se endurecía y me pegó mas a él. Reprimí un gemido y lo ahogué con un beso. Aquello dolía, en parte por que los pantalones me impedían dejar que mi miembro tuviese libertad, y más aun por que no entendía los sentimientos de Junghyung.
Al notar mi incomodidad, Jonghyung me tumbó en el suelo, me continuó besando, jugueteando con mi lengua, mientras con una mano me bajaba el pantalón, ya que iba en chandal.
Los calzoncillos azules se notaban muy abultados, y Jonghyung metió la mano dentro haciéndo que se pusiera todo lo duro que se podía poner. Mi cara estaba totalmente roja. Moví un poco las caderas e hice que mis calzoncillos bajaran un poco. Mi miembro asomaba endurecido, y me quedé mirándolo. Al rato me fijé en la cara de Jonghyun, que miraba a la puerta sonriendo pero en seguida me devolvió la mirada. ¿Qué hacía a la puerta tan interesante? Vah, no importa. Solo quiero quitarme el calentón de encima...
Él también se quitó los pantalones y tiró los calzoncillos a un lado de la sala, y me fijé en que él estaba en la misma situación que yo, con un buen calentón. Le miré con ojos deseosos, y empezó a frotar su miembro contra el mio. Yo abrí un poco las piernas dejándole paso. Al poco tiempo noté como metía uno de sus dedos por mi entrada, e hizo que mi cuerpo se extremeciera. Grité su nombre, el cual me calló con un beso. Cuando me metió el segundo dedo no pude evitar soltar un pequeño gemido placentero.
Mi cara estaba como un tomate, lo notaba, me ardian las mejillas. Jonghyun se cansó de meter y sacar el dedo por mi entrada, o eso parecía. Empezó a lamerme el miembro y reprimí unos gemidos mordiéndome el labio inferior con tanta fuerza que me hice herida.
Notar la lengua de Jonghyun en mi miembro se siente genial. Tan caliente... Jonghyung se detubo, yo no pude evitar cerrar los ojos con fuerza cuando empezó a introducir su miembro en mi entrada. Dolía y era placentero a la vez. Volví a llamarlo por su nombre, más fuerte esta vez.
No interfirió cuando lo llamé, me dejó hacerlo, mientras le pedía más, y gemía de placer. ¿En qué clase de persona me había convertido? Pero eso daba igual, por que yo estaba con mi querido hyung, y hacerlo con él era la maravilla que siempre había deseado. No se podía comparar a Minho o a Onew... Era especial. Me sentía especial.
Jonghyun lo hizo lento, hasta que ambos nos acostumbramos a aquella maravillosa sensación que nos producía hacer el amor en medio de la sala de ensayos de la SM.
-Hy-hyung... me corro... A-ahh -dije con una respiración entrecortada.
-Espera un... poco más... Yo también me corro...
Le dije a Jonghyun que se corriera dentro de mi. Y no le hizo un feo a mi proposición. Ambos nos corrimos; yo en mi pecho y en el suyo, y él dentro de mí. Tenía su esencia dentro de mí, estaba feliz por ello. Al acabar, se tumbó encima de mí. Besándome y limpiándo los restos de la sangre que había producido la herida de mi labio.
Por fin sacó su miembro de mí, y fui yo esta vez el que se puso sobre él, pero no precisamente me ponía de cara a él. Agarré su pene, ahora algo más flácido, que con mi roce se volvía erecto otra vez, y empezé a masajearlo. Cuando ya estaba algo más duro lo metí en mi boca. Sabía genial. Huebiese llorado de alegría, y mi corazón latía muy deprisa. Pensé que iba a morir, que mi pulso no era normal. Lo ignoré.
Jonghyun reprimió un par de gemidos. Lo deducí por los casi imperceptibles ruidos de su boca. No paré hasta que hizo lo mismo conmigo. Se llevó mi miembro a la boca y empezó a masajearlo y a lamerlo despacio, no como había hecho antes.
-Tae... me corro...
-Y-yo también...
Soltamos unos gemidos mientras nos masajeabamos mutuamente, y nos corrimos en la cara del otro. Yo quedé impregnado de su semen y él del mío. Caí rendido al suelo. No volvimos a decir palabra alguna. Estuvimos unos minutos recuperando el aliento cuando fue Jonghyung el que se levantó primero. Parecía algo enojado. No dije nada.
-Tae, me tengo que ir. Nos vemos mañana en el ensayo -dijo subiéndose los pantalones . Se limpió la cara con la toalla que había mojado anteriormente y desapareció cerrando la puerta, no sin antes dedicarme un sonrisa.
Al menos parecía no ser culpa mía. No le di muchas vueltas al asunto y me limpié la cara con la camiseta que había dejado tirada Jonghyun. La miré y sonreí. Al menos tenía una escusa que no sonara extraña para hablar con él al día siguiente.