¿Qué es ser un Nivel E?
Es el hecho de ser alguien indeseable, alguien que para otros es un error, un mal cometido que no tiene retorno ni una razón de ser. Algo que simplemente debe desaparecer. No importa quien haya sido en su vida pasada, ni que haya hecho, si era un gran científico, una hermosa bailarina de ballet, el panadero amable de la tienda de la esquina o un simple joven estudiante como es mi caso.
Cuando nace un nivel E, muere un humano con sueños y aspiraciones, se convierte en un perseguido, una abominación de la naturaleza, creada por un ser sediento de sangre que no le importa cometer pecado, porque simplemente nacen del pecado hecho en su mejor expresión, el pecado puro y sin sentido, que marca el momento del inicio, la sed de sangre, la plaga que corroe al mundo y lo convierte en un lugar sin sentido, una casita del terror, cuando te topas con ellos de frente.
Hace varios años caí en desgracia al toparme con una mujer indeseable, una vampiresa sangre pura que no tuvo ningún problema en acabar con mis padres y alejarme de mi querido hermano, además de eso me arrebató lo más sagrado que tenía… mi vida humana.
Al pasar los años, conocí a otro sangre pura, Kaname Kuran. Simplemente lo odie desde el momento en que lo conocí, porque él representa a lo que más daño me ha ocasionado, a la destrucción de mi alma, a la tristeza que día a día me consume.
Me siento como un monstruo, que se alimenta de las vidas humanas, de seres inocentes que no tienen la culpa de mis desgracias.
Sin embargo, aunque he perdido lo más importante para mí que es la esencia humana, irónicamente no he perdido lo más valioso… el corazón. Aunque no lo crean, descubrí que mi corazón aun es capaz de amar a pesar de todo, a pesar del odio, el miedo y la frustración que podía sentir, entendí que aun hay sentimientos que puedo brindar.
Desafortunadamente, esa persona no los puede recibir, porque él está mucho más arriba que yo, porque se supone que es mi enemigo, porque el ya tiene a quien amar, a quien darle todo lo que yo quisiera recibir.
Lo amo sí, pero no por eso puedo esperar que él sienta lo mismo por mí. Sé que siempre fui una porquería con él, y que ahora tengo lo que merezco, además está con alguien que también es importante para mí, y a quien no podría hacer infeliz por más de que me esté matando lentamente de manera inconsciente.
Hoy me he sentido peor que otros días, mi cuerpo me exige sangre a como dé lugar. Ya no puedo seguir fingiendo, las malditas pastillas no me sirven de nada y mi corazón se ha acelerado de una manera aterradora, siento que estoy perdiendo el control de mí mismo, y me da miedo, aunque no lo puedo aceptar ante los demás, siento físico y real terror al pensar que en cualquier momento dejaré de tener control sobre mis actos, y que podré hacerle daño a las personas a las que quiero.
Todo se nubla a mi alrededor, siento como caigo de espaldas contra el pasto y mi respiración se acelera, todo se pierde dentro el abismo de mi alma corroída por la inmundicia del deseo por algo prohibido y repugnante; solo puedo ver de manera borrosa la copa de los arboles, grandes y majestuosos, mientras se cuela entre ellos la figura difusa de la enorme luna, totalmente redonda y brillante, quien presencia el despertar de mi otro yo.
Tengo frio, solo deseo que todo esto termine, soy un cazador, pero en estos momentos deseo ser cazado.
He perdido todo, a mi verdadera familia, a la que intentó serlo durante los últimos años, y el amor que nunca tuve, pero que a pesar de todo me reconfortó.
En estos momentos cierro mis ojos, y evoco su imagen, su hermoso cabello castaño, sus ojos de hechicero, su boca deseable, su piel perfecta, y su voz, segura, suave, única.
Quiero luchar, no quiero convertirme en un ser aun más despreciable de lo que soy, quiero pelear por él, pero mi cuerpo ya está cansado, mi alma adolorida y mi corazón destruido. ¿Cómo puedo levantarme y continuar cuando mi ser ya no desea seguir?
Siento algo cálido que me abraza, algo que solo había sentido cuando era un niño y mi pequeño hermanito me abrazaba. Es reconfortante, especial y lleno de un aura de tranquilidad que poco a poco aleja mis miedos, mis inseguridades, y me tranquiliza de una forma que jamás creí posible.
Un suave murmullo llega a mis oídos, se escucha como una dulce canción de cuna que mece mis sentidos y tranquiliza mi alma, no sé que sea pero si es porque mi alma se está desprendiendo de mi cuerpo, entonces deseo mantenerme en esta transición por el resto de la eternidad.
Nuevamente escucho algo, es más claro, como si alguien me hablara, pero no logro distinguir de quien se trata, ¿a quién pertenece esta voz que me hace sentir en el paraíso?
Nuevamente siento algo cálido que intenta entrar en mi boca.. es sangre!!! Y no cualquiera, pertenece a él, estoy seguro, su olor es inconfundible, despego mis labios con cierto temor, pero este se disipa cuando siento el delicioso líquido bajar por mi garganta y me hace desear más y más. Abro mis ojos lentamente y lo que veo me deja asombrado, es él con su rostro serio, pero su mirada… está cargada de preocupación y tristeza, jamás en lo que llevo de conocerlo lo había visto así y me siento vulnerable, no sé qué pensar, ni que hacer o sentir…
El retira su muñeca con suavidad de mi boca ya que he bebido demasiado de su líquido vital. Llevo mi mano a su rostro, y con suma suavidad delineo las facciones de su rostro, a lo que él cierra sus ojos y se deja llevar por la suave caricia. No sé en qué piensa, ni la razón para que este aquí, pero no me importa, solo sé que está a mi lado ahora, y eso es lo único que vale para mi pobre corazón deseoso de un poco de su cariño.
Toma mi mano que aun está en su rostro con delicadeza y la lleva a sus labios los cuales besan cada uno de mis dedos con suma dedicación y ternura haciendo que en mis mejillas se agolpe un calor sofocante y delirante. Ahora dirige mi mano hacia su corazón, el cual siento que está acelerado.
- ¿Sabes por qué está así? – me pregunta mientras lo miro a los ojos y me sonríe sutilmente.
De mi boca no sale nada, pero muevo un poco mi cabeza para indicarle que no lo sé.
- Es porque estoy ahora contigo, porque temí que algo malo te pasara, porque me sentí fatal al pensar que si caías a Nivel E… que te perdería para siempre –
¿Qué ha dicho? ¿Acaso le importo? No digo nada, pero mis ojos se abren al máximo después de semejante confesión y solo trato de enfocar mi mirada para buscar algún atisbo de burla, pero no veo nada de eso, solo una mirada dulce y una suave sonrisa, quizás la primera real que veo en su rostro.
- Ayúdame a sentarme – le digo casi en un susurro, por lo que el baja la mirada y se entristece.
Imagino que pensara que voy a irme y rechazar sus actos. Cuando quedo bien sentado, siento que el trata de levantarse, por lo que tomo su mano y lo halo para que se siente nuevamente y poder recostarme un poco sobre su pecho. Aun mi cuerpo está débil, pero mi corazón se ha fortalecido, he podido leer entre líneas, y he comprendido que a pesar de todo, quizás aun tenga oportunidad de convertirme en algo mejor que una plaga para la humanidad.
El me rodea con sus brazos y besa mi cabeza con una ternura abrumadora. Yo solo me limito a levantar mu cabeza y mirarlo fijamente a los ojos, expresándole todos mis sentimientos a través de mi mirada. Veo como el acerca su rostro al mío y roza mis labios con los suyos; es una sensación inigualable, y aunque no es un beso profundo es como él, simplemente perfecto.
Ya no me importa Yuuki, no me importan los demás nobles, ni las reglas de los vampiros, me he dado cuenta de que debo luchar por esto que siento, sin importar nada, sin miedos o remordimientos. Esto es lo que debo hacer, daré todo por él.
La verdad no comprendo como de ser enemigos declarados llegamos a esto, pero creo que es lo de menos ahora. Hemos llegado a un punto sin retorno, el fin de la incertidumbre, y quizás el comienzo de algo especial.
FIN