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Fotos en la pared por Ocbssesed

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 Baekhyun siguió pensando lo mismo aún treinta minutos después de haber puesto un pie en la que ahora era la casa de sus nuevos vecinos.

 Y, dando un vistazo a la sala, parecía ser el único que pensaba eso. Suspiró profundamente, observando como Zitao tomaba un sorbo de su taza de té mientras escuchaba atentamente a las dos mujeres parlotear enérgicamente.

 La madre de Chanyeol era una mujer alta, con bucles color negro cayendo desordenadamente sobre su espalda, y con una sonrisa que hizo poner en vergüenza a la brillante sonrisa de su hijo. Ambos los recibieron con unas masas dulces y té, seguidos de una serie de disculpas debido a al desorden que parecía haber. Aunque Baekhyun no sabía a que se referían con desordenada, esa casa hacía ver a la suya como una pocilga.

 Baekhyun aceptó las masas dulces y declinó la oferta del té – de todas las infusiones, ésta era la que menos le agradaba al chico –, sintiéndose inmensamente incómodo por alguna razón.

 Cuando las dos mujeres comenzaron a platicar acerca del cómo la hermana de Chanyeol vivía en Seúl ya que el trabajo de la chica se lo exigía, Baekhyun sintió una punzada en el pecho. Zitao le echó una mirada rápida antes de seguir degustando su quinto – o sexto – dulce.

 La punzada se incrementó cada vez más hasta transformarse en un dolor agudo en su interior, y no ayudaba nada el echo de que las mujeres estaban de acuerdo en todas las ventajas que las ciudades grandes tenían, de cómo la gente podía crecer allí, de cómo podrían llegar a ser gente importante tanto dentro como fuera del país. Llegando a aquel punto Baekhyun se disculpó para retirarse al tocador – tercer puerta a la izquierda del pasillo –.

 Observó su reflejo en el espejo del pequeño baño. Su rostro parecía salido del antes de una propaganda de antidepresivos. Ojeras de varios días, cabello un poco sucio, los labios resecos y expresión apagada. Suspiró hacia su propia figura, abriendo el grifo y dejando el agua correr un poco antes de cerrarla y salir del lugar.

 Al dar un paso fuera fue sorprendido por una silueta alta apoyada en la pared de en frente.   Chanyeol, cómo Baekhyun recordaba al chico haberse presentado, lo observó desde allí con una sonrisa resplandeciente.

– Hola – saludó éste simplemente.

–…hola – respondió Baekhyun unos segundos después – ¿Sucede algo? – preguntó luego, debido a que el chico frente a él sólo se dedicó a observarlo, sin dejar de sonreír.

– ¿Cantas porque te ayuda a dormir? – fue lo que el otro le contestó. Baekhyun abrió su boca, y la volvió a cerrar, sin saber que decir.

– Yo. ¿No? – contestó miserablemente, aún algo perdido. – No lo hago por eso.

– ¿Entonces es un hobby? ¿Piensas dedicarte a eso? ¿Lo tomas como un oficio?  –

– ¿Es así como haces amigos? – soltó Baekhyun un poco irritado.

– No. ¿Se supone que quieres ser mi amigo?  – Baekhyun trató de ignorar el entusiasmo en el tono del chico.

– Yo no dije…  ¿Qué? –

– ¿Baekhyun? – llamó alguien desde el pasillo, y Baekhyun creyó que podría haber besado a Zitao por haberlos interrumpido, quien apareció al final del pasillo.

– Si, aquí estoy. – Zitao le brindó una curiosa mirada que Baekhyun prefirió pasar por alto – ¿Pasa algo? – preguntó para desviar la atención del chico.

– No  – contestó el otro simplemente – Sus madres comenzaron a hablar de cantantes famosos de su época, y me excuse diciendo que venía a ver porqué tardabas tanto. Creo que tu madre entendió – explicó dirigiéndose a Baekhyun.

– ¿Tu no eres su hermano? – habló Chanyeol, y Baekhyun trató de no sorprenderse al ver que el chico aún seguía allí.

– Creí que habías dicho que no parezco su hermano – dijo Zitao elevando una ceja con expresión divertida.

– No, pero iba a ser demasiado embarazoso si lo volvía a preguntar en la sala y resultaba ser que sí lo eras. Quiero decir, no es que la adopción sea embarazosa, pero una vez revelé que mi primo lo era y al parecer él no lo sabía, y la relación con mis tíos desde ese momento se volvió algo incómoda, ya ves. – Baekhyun trató de no parecer tan asustado como lo estaba. Zitao soltó una sonora carcajada.

– ¿Te han dicho alguna vez que eres muy raro? – preguntó el más joven al dejar de reír. Chanyeol le dirigió una mirada con una mezcla entre recelo y curiosidad.

– Toda la vida – contestó en un tono extraño.

 Zitao pareció no sentir el cambio en su voz.

– Pues lo eres. Es divertido. Yo soy Huang Zitao, el mejor amigo de esta persona. – Baekhyun  le dirigió una mirada molesta,  al mismo tiempo que el chico le estiraba su brazo al más alto – Espero que nos llevemos bien.

 Chanyeol lo observó con los ojos muy abiertos antes de sonreír de nuevo con la misma intensidad con la que unos momentos atrás le había sonreído a Baekhyun.

– Yo también. – Baekhyun no pudo pasar por alto la sinceridad con la que el chico parecía haber soltado esto. Y la suave sonrisa que Zitao le brindó al chico le hizo saber a Baekhyun que él también se había dado cuenta.

 En ese momento Baekhyun sintió como algo en el bolsillo de su pantalón se movía, y pegó un pequeño brinco por la sorpresa. El otro par lo observaron confundidos, y el sonrió en disculpa.

– No me acordaba que había traído mi móvil. Lo siento – se disculpó, buscando en su bolsillo delantero el aparato. Era un mensaje de texto.

De: Tae noona
Hay buen clima aquí ¿qué tal allá?
Apuesto que te estás muriendo de frío.
Te extraño.

 El molesto dolor que parecía haberse ido volvió, con más intensidad. No tenía que mirar para saber la expresión preocupada que tendría su amigo. Después de unos minutos de un incómodo silencio, enfrentó su mirada con la que sabia era una de sus peores sonrisas.

– Es Taeyeon – informó a su amigo, aunque sabia que no era necesario – dice que el clima allá es bueno – terminó, aún con la fingida sonrisa en sus labios – Es raro, aún vivimos en el mismo país, pero allí tienen mejor clima.

– Baekhyun… – pero Zitao no pudo terminar lo que estaba apunto de decir debido al sonido de su propio celular. Zitao maldijo entre dientes, buscando en sus propios pantalones hasta encontrar el teléfono – ¿Si? Oh, abuela. Si – habló rápidamente – Si, está bien – Baekhyun no pudo dejar de notar el tono de disgusto que se dejo entrever en el tono del chico – En unos minutos estaré allí. Si. Adiós. – un segundo después, el chico cortó el teléfono y lo observó con recelo, como si fuese el culpable de lo que sea que se le había informado. Luego, suspiró, echándole un vistazo a Baekhyun – Lo lamento, tengo que irme. 

– Me lo había imaginado – sonrió Baekhyun.

– ¿Sucedió algo grave? – escucharon preguntar a una voz, y esta vez ambos chicos fallaron en ocultar la sorpresa de ver a Chanyeol aún allí.

– Oh. – soltó Zitao, con los ojos muy abiertos – No. Es sólo que mi padre está preguntando por mi. Tengo que irme.

 Baekhyun le dirigió una cortamirada, examinando el semblante de su amigo. Su rostro estaba impasible, pero muchos años de amistad le dieron a Baekhyun el conocimiento suficiente para saber que la leve arruga entre las cejas del chico decían que éste estaba irritado.

– Oh. Está bien. Déjame acompañarte a la entrada. – ofreció el dueño de la casa. Baekhyun los siguió de cerca, esperando poder llegar a poder lograr una rápida escapada de vuelta a sus mantas y la soledad de su habitación.

– Llámame cuando puedas. – pidió a Zitao cuando este estaba cruzando el umbral de la entrada.

– Está bien. – accedió éste, rodando los ojos, pero dándole una pequeña sonrisa de despedida. – Tú discúlpame con tu madre por haberme ido así. Lo mismo para ti, Chanyeol-ssi. Y  por favor, hagas lo que hagas no lo dejes volver a su casa. – se dirigió Zitao al chico que estaba sosteniendo la puerta, quién sólo le brindó una mirada extrañada. Antes de que Baekhyun pudiera reaccionar y gritarle, el mas joven ya estaba corriendo y desapareciendo al voltear por la esquina.

 Baekhyun miró con recelo unos segundos hacia el lugar por donde su – supuesto – amigo había desaparecido, antes de darse cuenta que otra vez no estaba sólo.

 Chanyeol lo observó de manera penetrante otra vez, haciendo que Baekhyun se removiera incómodo en el lugar.

– No le hagas caso a Zitao, sólo le gusta molestarme – rompió el silencio éste, tratando de brindarle una sonrisa amistosa para poder salir rápidamente de allí.

– ¿La persona del mensaje es tu novia? ¿O lo era? – y allí iba otra vez, preguntando cosas que hacían que Baekhyun le dieran ganas de golpearlo sin ninguna razón aparente.

– ¿De verdad esa es tu manera de acercarte a las personas? – preguntó éste a su vez, con enojo irracional en su voz.

– Lo siento. A veces hablo sin pensar cuando algo me da curiosidad. – se disculpó Chanyeol sin parecer demasiado sincero – Pero… ¿Lo era, verdad? Jamás me equivoco.

 Baekhyun miró al chico de corto y oscuro cabello por unos segundos sin dar crédito a sus oídos. Luego soltó un sonoro e irritado suspiro antes de dar media vuelta, encaminándose hacia su propio hogar.

– Dile a mi madre que me sentía mal del estómago y me tuve que volver. Discúlpame con tu madre, también. – soltó, caminando sin mirar hacia atrás. Escuchó cómo la puerta de la casa se cerraba, y volvió a soltar un suspiro, ahora aliviado. No fue hasta el momento en que estuvo a unos pasos de la verja de su casa que escuchó los pasos de alguien más tras de él.

 Se volteó sin poder creer que volvía encontrarse otra vez con la figura del chico que ya se le hacía familiar.

– ¿Estás enojado porque es un tema sensible? – preguntó Chanyeol, parado incómodamente en el espacio que dividía la parte de su casa y la del propio Baekhyun. – No soy bueno con los temas sensibles. Lo siento – a su favor, esta vez el chico parecía de verdad apenado.

Pero Baekhyun ya estaba demasiado irritado como para que eso le importe.  

– Escucha, en serio tuve un mal día, y tú sinceramente lo estás haciendo mucho peor. Lamento que estés sólo y seas nuevo y tengas que rogar por amistad, pero yo ya tengo suficientes amigos. Así que déjame en paz. – con esto, Baekhyun se volteó, arrepintiéndose cada vez más de sus palabras pero tratando de ignorar el peso de la culpa que se formó en su pecho.

 No fue hasta que su mano tocó la perilla de la puerta que escuchó la simple respuesta del chico.

– Vaya. Es la primera vez que me equivoco. – Baekhyun tuvo que poner toda su atención en las últimas palabras, ya que la voz que hasta ahora había sido fuerte y grave del otro chico se convirtió en un susurro apenas audible.

– ¿De qué estás hablando ahora? – Baekhyun volteó su cabeza con fastidio, sólo para encontrarse con la cabizbaja silueta del alto chico, su negro y espeso cabello cayendo sobre sus ojos. Había algo en su postura que causó que el pecho de Baekhyun se encogiera aún más de lo que ya lo sentía.

– Es sólo que nunca me equivoco. Y tenía la teoría de que alguien con una voz como la que tienes no podría llegar a ser un imbécil. Pero creo que siempre hay una primera vez – terminó de decir Chanyeol sin la menor saña en su voz, cosa que sólo hacía que Baekhyun se sintiera cada vez peor – Lo lamento. No volveré a molestarte. Te disculparé con mi madre, no te preocupes. – terminó, ahora enfrentando sus ojos y brindándole la sonrisa más triste que Baekhyun jamás había visto.

 Con esto dicho, Chanyeol se volteó, los hombros caídos y los pasos apresurados. Para el momento en que Baekhyun pudo reaccionar el alto chico ya había desaparecido.

 

+

 

 – Parece ser un buen chico. – comentó la madre de Baekhyun una vez ya estaba en casa, preparando la cena.

Baekhyun sólo asintió con la cabeza, no muy seguro de qué contestar.

– Parece serlo – dijo simplemente luego de unos segundos, recordando el triste semblante que había tenido el que ahora era su vecino hacía sólo unas horas atrás.

– La mujer también lo es, es decir, la madre. Parece ser que va a ser tu nueva profesora de matemáticas. Han tenido que buscar trabajo aquí ambos. Quiero decir, sus padres. Creo que el padre consiguió un puesto de operario en la fabrica del señor Huang. – comentaba su madre, con Baekhyun no prestándole mucha atención a su lado – Me comentaron que el chico que nos recibió, el tal Chanyeong-

– Chanyeol – corrigió Baekhyun distraídamente

– Oh, si, Chanyeol, su hijo, estuvo muy feliz con la noticia de la mudanza. Al parecer le gusta viajar. Parece ser que no tenía muchos amigos donde vivían antes, pobrecillo – Baekhyun levantó la cabeza, prestando atención – O al menos eso es lo que me dio a entender su madre. Dice que no era fácil leer a su propio hijo, ya que éste siempre parece estar feliz. Pero siempre le pareció raro que se dedicara más en sus trabajos de ciencia que en salir y divertirse. Con cómo esta la juventud ahora, yo también me hubiese preocupado…-

 Pero la cabeza de Baekhyun otra vez había volado hacia otra parte, sintiendo un gran peso en su pecho. Con cada palabra dicha por su propia madre, las palabras que él mismo le había dedicado el desgarbado y alto chico de al lado le sonaban cada vez más horribles.

 Quizás si había sido un imbécil, después de todo.

 

+

 

– Eres un imbécil. – fue lo primero que comentó Zitao al día siguiente luego de escuchar la historia, sentado la cama de Baekhyun con los brazos cruzados y una expresión entre incrédula y encolerada.

– Gracias. Ese si es un comentario muy útil. – se quejó Baekhyun con ironía sentado sobre su escritorio, frente a su amigo. Pudo sentir como la mirada penetrante del chico lo juzgaba. Resopló audiblemente – Lo sé, en serio. Me siento peor de lo que crees. Sabes que no soy así.

– Sé que no eres así. Nunca eres así, ni siquiera cuando te sacan de las casillas. – opinó Zitao con voz afilada. Baekhyun suspiró, observando el techo de su cuarto.

– Lo sé. No sé que me pasó. No sé que hacer.

– Pasó que estás siendo una reina del drama.

No lo soy. ¿De qué lado estás?  – Baekhyun observó como el menor elevaba una ceja  con condescendencia – ¿Qué me quieres decir con esa mirada?

– Que lo eres. Estás exagerando. ¿La extrañas? De acuerdo, lo entiendo, pero te estás comportando como un niño y…–

– ¡Lo sé! – cortó Baekhyun con rapidez, cubriendo su rostro con sus brazos. Suspiró con irritación, respirando profundamente – Lo sé. Sé que es así. Pero no puedo hacer otra cosa. Yo… no sé que hacer ahora. Y que se entrometiera de esa manera, sin siquiera conocerme…

– Pues desde el primer momento fue así. Tendrías que haberle dicho que no se metiera en tus asuntos de buena manera. Por más raro que parezca el chico, siento que no es una mala persona. – Zitao suspiró – Escucha. Te entiendo. Pero hay algo en Chanyeol que me resultó interesante.

– ¿De qué estás hablando?

– No lo sé – el chico se encogió de hombros – es distinto a todos los niños de aquí.

– Obviamente. Creo que no vi un chico tan alto desde Wu fan-hyung – a la mención de su pareja, Zitao sonrió de medio lado.

– Kriss es más alto – informó con una pizca de orgullo en la voz el chico, Baekhyun sólo rodó los ojos con una media sonrisa – Pero no hablo de su altura. Es algo más.

– Creo que sé de que hablas. – dijo Baekhyun luego de unos segundos.

– Bueno, entonces ¿Qué esperas?

– ¿Eh? –

– Ve a disculparte. Yo necesito mandar algunos correos, así que te esperaré aquí mientras uso tu portatil. –

– Pero Kyungsoo iba a venir con Jongin y Sehun y yo…–

– Yo los recibiré. No te preocupes. Ve.–

 

+

 

– Oh, Baekhyun-ssi – Baekhyun bajó la mano con la que estaba por tocar la puerta frente a él, ahora prestándole atención a la cabeza Chanyeol emergiendo de un arbusto ubicado al costado de su casa.

– Oh. Uhm. ¿Hola? – saludó tentativamente Baekhyun, aún sin poder cambiar del todo su expresión. El otro caminó hacia él, parpadeando y llevando algo en una de sus manos. –

– ¿Hola? Uhm. ¿Necesitas algo? – preguntó el otro, curiosamente.

– Oh. Ah, sí, claro. Yo vine a traerte. Uhm. Mi madre hizo Yugwa. Mi madre y yo pensamos que… Bueno, en realidad Zitao pensó que yo tal vez...– Baekhyun sintió como sus mejillas quemaban – Por favor acepta esto – terminó patéticamente, extendiéndole la abultada bolsa que llevaba en su mano izquierda. Chanyeol parpadeó un par de veces, pareciendo no entender muy bien del todo lo que Baekhyun acababa de decir, pero al final alcanzó a tomar el obsequio con una pequeña sonrisa.

– Yo. Uhm. Gracias– dijo educadamente, echando un vistazo al paquete. – A mi madre le encantarán, seguro, y a Haeryun también, a ella siempre le gustan los postres, aunque diga que no debe comerlos. – parecía estar hablando más para el mismo.

– Uhm ¿Haeyun? – inquirió sin poder frenar su curiosidad. Chanyeol lo volvió a observar como si no supiese de que estaba hablando, pestañando un par de veces.

– Si, mi hermana – contestó luego – Está de visita por esta semana, vive en Seúl – 

– Oh. – Baekhyun recordaba oírla mencionar la tarde anterior. – Ya veo. Oh. Entonces quizás. Iba a invitarte a… – Baekhyun pasó una mano por su cabello, frustrado – Iba a invitarte a pasar el rato en mi casa. Vienen unos amigos, quizás quieras conocer a más personas que no sean unos completos idiotas. – dijo esto mirando al piso, creyendo no poder soportar enfrentar los ojos del chico.

– Te llamé imbécil. – fue lo que escuchó en respuesta.

– ¿Disculpa? – preguntó Baekhyun, levantando la mirada, sin entender completamente lo que le había dicho.

– Te llamé imbécil, no idiota. No creo que seas idiota. –

– ¿Pero crees que soy un imbécil? – dijo el otro con una pequeña sonrisa. Creyó ver a Chanyeol esquivar su mirada un segundo antes de responder.

– Obviamente. Nunca me equivoco. –

– ¿No habías llegado a la conclusión de que era un imbécil por una equivocación tuya? – replicó Baekhyun, con una sonrisa socarrona. Chanyeol lo miró entrecerrando los ojos y frunciendo un poco los labios.

 Baekhyun podría haber pensado que era una expresión graciosa, pero no lo hizo. No lo pensó. Nop.

– Quizás si eres un poco idiota. –

– Creo que tú también lo eres.  – le devolvió el insulto, sin malicia. – Bueno, si quieres aparecer un rato por mi casa, sabes donde vivo – dijo, con una sonrisa amable.

 La sonrisa que le brindó Chanyeol le dio a saber cuál era la respuesta. 

Notas finales:

Espero que les guste ;u;


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