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Capricho por CupcakeSmile

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Notas del fanfic:

Bueno c: este lindo y pornoso Himlo lo hice para mi hermosa Noona Lani~ Aquí, Misa Tsukamoto~ Porque en realidad, es ella la del capricho con Zelo y su saco de red~ Yo sólo la complací escribiendoselo c: Espero lo disfruten~ 

 

Notas del capitulo:

Benditas sean las madres que los parieron a estos dos, y benditas sean las ideas de mi Lani ♥ 

 

         La sonrisa de Himchan aumentó mientras el vaso de cristal lleno de whisky era llevado a sus labios, disfrutando del espectáculo que tenía justo frente a él, con las piernas cruzadas, recostado en el sillón de cuero negro y bebiendo un escocés que dios sabe de dónde lo había sacado el pequeño. La música de fondo era de Jay Park, Do What we do, y aquel considerado maknae de B.A.P se la bailaba sólo a él, sensual, provocativo, usando movimientos sugestivos mientras su ropa iba quedando en el olvido.

 

Himchan se preguntó, como habían llegado hasta esa situación, la respuesta llegó cuando recordó que, en medio de las grabaciones de uno de los programas, el ver a Zelo con aquel saco de red había ocasionado que algo dentro de él se revolcara, causándole múltiples sensaciones que no podía describir, no estaba seguro de porqué se sentía así viendo al menor, pero de lo que si estaba seguro es que era un pedófilo.  Porque ¿Quién no se sentiría un pedófilo siendo pareja de un niño de diecisiete años? Pero es que ese niño era sensual y hermoso aunque él no quisiera, inconscientemente, le provocaba.

 

Debía, tenía y quería ver a Zelo con sólo ese saco de red encima, eso y nada más, pero en el departamento no podía, los demás iban y venían a cada rato, jamás tendría un momento de intimidad con su pequeño si se ponía a esperar a que los dejaran solos, además, nadie sabía de su relación. Y Zelo tampoco se quedaba atrás, anhelaba entrar en contacto con Himchan, sentir su piel y besarlo; sabía de las ganas que éste tenía de verle con aquel dichoso saco y él también tenía un pequeño capricho con la vestimenta de No Mercy de su compañero, así que aprovecharía la oportunidad para cumplir su capricho también; se citaron mutuamente en un hotel no muy lejos del apartamento, y Zelo le puso a Himchan una condición “Usa el traje rojo de No Mercy”

 

Y cuando entró… ¡Dios que sorpresa se llevó al ver a Zelo sentado en la cama de esa manera tan provocativa! La música de fondo, el aroma en la habitación, todo era perfecto, Aunque algo andaba mal, estaba vestido, por completo, saco incluido. Zelo le sonrió apenas le vio cruzar la puerta y gateó hasta el como una pantera hambrienta, le examinó con la mirada y se bajó de la cama, caminando hacia él sin darle oportunidad de que éste le tocara, guiándolo hasta un sillón de cuero negro, le señaló la mesita al lado de éste, en el cual descansaba una botella de whisky junto a un vaso de cristal lleno del mismo, y un recipiente con hielo.

 

Himchan sonrió, tomó el vaso y en el momento que Zelo se alejó de él, comenzó un baile sensual al ritmo de la canción que ahora sonaba. Y ahora, así se encontraba, observando un baile sensual del pequeño y aparentemente inocente robot,  quien comenzaba a un ritmo lento, a sacarse pieza por pieza la ropa, comenzando con la gorra y luego el pañuelo del cuello, derritiendo a Himchan con cada uno de sus movimientos.

El comandante se mordía los labios, los relamía cuando el sabor del whisky pasaba por ellos, tenía miedo de pestañear y perderse ese hermoso espectáculo que le estaban dedicando,  no todos los días le hacían un Strep Tease privado ¿O sí? Aunque…si él se lo pedía, aquello podía ocurrir todos y cada uno de los días, cuando quisiera y donde quisiera. Se imaginaba tocando esa piel, besándola, tenía tantas ganas de pararse de ahí y lanzarlo a la cama, pero se resistió, le excitaba el juego que tenía el menor, además, le veía tan divertido y dedicado con el baile que le partía el corazón interrumpirlo.  

 

El saco cayó al piso, y Himchan arqueó una ceja, justamente quería ESE saco; la camisa fue abandonando el cuerpo, dejando a la vista el torso desnudo del menor, jaló de ella y cuando por fin se la sacó, jugó un poco con ésta, acariciando su cuerpo con la tela de la camisa negra.

Se dio la vuelta y se inclinó mostrando su trasero en dirección a Himchan, acarició sus piernas mientras volvía a subir, jaló con sus dedos la pretina del pantalón negro y lo bajó lentamente,  meneando su trasero mientras cantaba en un murmullo la canción de fondo. Himchan sintió que el alma se le iba cuando vio la diminuta ropa interior de Zelo la cual apenas guardaba a su semi-erecto miembro, dejando ver la cabeza; el robot se mordió el labio inferior y tomó el saco para colocárselo de nuevo, el mayor sonrió y dejó el vaso de whisky a un lado, llamando a Zelo con un movimiento de su dedo; éste se negó, moviendo aún sus caderas sensualmente, tomando el pañuelo y restregándolo contra su cuerpo, camino hasta él, sentándose en sus piernas, pasando las suyas a los costados de él y frotándose contra el cuerpo contrario. Himchan subió sus manos para tocar el cuerpo de Zelo, pero éste le dio un manotazo.

—No se toca— dijo entre dientes Zelo, bailándole sensualmente en las piernas, Himchan bajó sus manos y se dejó hacer.

Zelo se movía con destreza, después de todo era uno de los mejores bailarines del grupo, rodeó el cuello de Himchan con el pañuelo, se inclinaba hacia él y le gemía en el oído, trataba todo lo posible de hacer que sus miembros se tocasen, Himchan no se pudo resistir más y lo besó, necesitado, colocando sus manos en el cuello contrario, acariciándolo y bajándolos por sus brazos, apegándolo más a él; Zelo soltó el pañuelo y éste quedo en el olvido mientras enredaba su lengua con la contraria, explorando la cavidad bucal del mayor, el beso tenía el sabor del whisky de por medio y  podía sentir el miembro erecto de Himchan por sobre los pantalones rojos, movía sus caderas simulando pequeñas embestidas, necesitando sentir el roce de sus intimidades. Himchan cortó el beso con una pequeña mordida en el labio inferior del rubio, jalándolo un poco hacia si, comenzó a  bajar en un camino de besos, pasando por la comisura de sus labios hasta su cuello, mordiéndolo y chupándolo con desconsideración, jalando su piel y volviendo a besar para seguir bajando con sus besos.

 

A Zelo la piel le quemaba, cada lugar donde Himchan tocaba era invadido por un fuego excitante, el cual se esparcía por toda su anatomía, y aquello le encantaba más que nada. Adoraba sentir las manos de Himchan recorrerle todo el cuerpo, hurgando en lugares que ni el mismo conocía; la lengua del mayor volvió a su cuello, jugando con su nuez, succionándola y logrando que Zelo comenzara a jadear, haciendo esto que su cuello vibrara a causa de sus cuerdas vocales. El mayor bajó con su lengua a su pecho, al menos hasta donde su columna le permitió inclinarse, el menor arqueo su espalda, permitiéndole esto también a Himchan tener mejor alcance de su cuerpo; hizo círculos con su lengua en las tetillas del menor, jugando con su boca mientras que una de sus manos estimulaba la otra, jalándola y retorciéndola entre sus dedos.

El menor llevo sus manos a los hombros del contrario, y una de ellas viajó hasta su boca para morderse uno de los dedos mientras los gemidos salían, se retorcía y Himchan temía que en una de esas se cayera al suelo.

— Zelo, Zelo— llamó subiendo su vista para mirarle a los ojos, Zelo movió sus caderas, deseoso de que continuara – Vamos a la cama.

Zelo negó,  logró deshacer el agarre que Himchan tenía sobre él, rodeó su cuello con sus brazos y se inclinó para posar sus labios en la oreja contraria, mordiendo su lóbulo.

 —No quiero—protestó como niño caprichoso, Himchan sonrió y acarició su espalda, colando su mano por la diminuta ropa interior, acariciando sus nalgas.

El menor le gimió en el oído al sentir su tacto sobre sus nalgas, depositó suaves besos por el mentón contrario, suspirando contra su piel, Himchan podía sentir el calor corporal de Zelo fundirse con el propio, las caricias se volvían un poco más agresivas, logrando rasguñarse mutuamente la piel, dejando marcas rojizas. Zelo se separó y se arrodilló frente al comandante de B.A.P, acarició sus piernas, relamiendo sus labios, sus manos llegaron hasta el sexo del mayor, apretó por encima de la tela, causando esto suaves suspiros de parte de Himchan, movía con lentitud su mano, haciendo dibujos en la tela, jugando hasta que sintió la mano del mayor acariciar su cabeza, bajó la cremallera del pantalón y liberó su miembro.

Himchan gimió cuando sus ropas dejaron de aprisionar a su miembro, no dejaba de darle mimos a la cabeza de Zelo, quien restregaba su rostro contra la intimidad del comandante, la tomó con una de sus manos y comenzó un bombeo suave, delicado, junto a él se unió su lengua, la cual le daba pequeños lametones a la punta, causando distintas sensaciones de placer en el mayor, comenzaba a forzar un poco más las caricias en el cabello del joven, jalando de el en pequeñas ocasiones.

Engulló por completo su miembro y Himchan echó su cabeza hacia atrás mordiéndose el labio inferior, Zelo movía su cabeza de arriba hacia abajo, de manera lenta y pausada, jugando en el interior con su lengua, rodeando el sexo contrario con ella, esforzándose en darle todo el placer posible a su pareja, y vaya que lo estaba logrando, pues Himchan se sentía en la gloria al estar tan bien consentido por el pequeño, si por un momento se sintió mal de estar escondiéndolo de todos y aparte, andar con un menor de edad, ahora se retractaba ¿¡Dónde había aprendido a ser tan bueno con la boca!?

Bajó su vista para observar a su pequeño, y oh dios, podían matarlo ya por pedofilia, pero veía endemoniadamente sensual cometiendo ese pecaminoso acto, jugando con su intimidad y disfrutándola como si fuera un helado de limón, riendo divertido; lo sacó de su boca y continuó con un bombeo mucho más rápido que el inicial, usando su boca ahora para estimular sus testículos, y justo en el momento que Zelo lamió desde la base hasta la punta, Himchan le sostuvo la cabeza con fuerza, impidiéndole seguir moviéndola con la libertad de antes, trató de volver a engullirlo por completo, pero los dedos del comandante se aferraron con fuerza a los cabellos del menor, jalándolo hacia atrás para alejarlo de su miembro.

Zelo le miró molesto, con un puchero de desaprobación que a Himchan le causó ternura, tomó el vaso de whisky de la mesita y bebió un poco, mirando a Zelo a los ojos con lujuria, desde esa posición se veía tan…deseable, aunque, para él siempre lo estaba. Zelo se volvió a subir a las piernas del mayor, frotando su intimidad aún cubierta por la diminuta prenda contra la de Himchan, le sacó el vaso de whisky de las manos y bebió un poco para después besarlo con agresividad; Zelo no lo había tragado del todo cuando le besó, así que Himchan pudo sentir como el licor se adentraba en su cavidad bucal, el mayor disfrutó ese beso embriagante, y se dejó tocar por el otro, quien le subió la camisa negra para tocar su cuerpo, acariciando con apenas la yemas de sus dedos y rasguñando un poco a los costados, por sus costillas.

Jaló de la camisa sin recordar que traía un saco rojo encima, cortó el beso y le quitó el saco para luego sacarle la camisa y morderse el labio de la ansiedad que tenía, deseaba hacer tantas cosas con él pero tenían tan poco tiempo, aunque, por ahora, a esos dos se les habían olvidado todas las obligaciones del día sólo por estar juntos; volvieron a juntar sus labios, el robot rodeó con sus piernas el cuerpo de Himchan cuando éste se paró para ir hasta la cama, la cual tenían justo al lado. Cayeron los dos ahí,  el mayor encima del menor, quien mantenía una sonrisa algo estúpida, digna de un adolescente enamorado, aunque eso era; Himchan acarició sus piernas mientras le besaba el cuerpo, sus manos llegaron hasta su miembro y le sacó la diminuta prenda para rozarlo con sus dedos, masajeando su vientre y tocando apenas el sexo de Zelo, quien se retorcía de placer, ansiado que lo tomara del todo de una sola vez, su pecho subía y bajaba con fuerza mientras Himchan jugaba con sus pezones, sentía a su corazón latir a mil por segundo, su sangre hervía y el placer aumentaba cada vez más, apretó con fuerza las sábanas y arqueó su espalda, levantándola de la cama, cuando Himchan iniciaba a jugar con su lengua en el interior de su ombligo, simulando pequeñas embestidas que el menor quería sentir en otro lugar, entonces sintió que todo se detuvo de la nada y gruño en desaprobación ¿¡A donde se había ido Himchan!? Lo vio levantarse de la cama e ir hasta el sillón, para tomar el pañuelo y sonrió con malicia cuando caminó de regreso a la cama, posándose encima del pequeño y le levantó los brazos, pasándolos por encima de su cabeza, atándolos a la cabecera de la cama con el pañuelo.

Zelo ronroneó de manera sensual, levantando su cadera. Himchan sonrió y se estiró lo más que pudo hasta alcanzar la mesita para tomar el vaso de whisky, y volcó el contenido en el pecho de Zelo, quien gimió al sentir el líquido contra su piel caliente; Himchan tomó uno de los hielos y lo guió por todo el pecho del menor, parando en sus pezones y posando el hielo ahí por gran tiempo, al menos hasta que Zelo comenzaba a moverse desesperadamente para que lo quitara, mientras seguía jugando con el pedazo de hielo, lamió y chupó la piel, sintiendo el dulce sabor del licor unido a la piel de su pareja. Tomó otro de los hielos cuando el otro se derritió y bajó con él hasta su vientre y luego bajando más y más, tentando su miembro con el hielo, hasta que por fin se decidió a acariciarlo por completo con él, Zelo gimió sonoramente, mordiéndose los labios y retorciéndose, era exquisita la sensación del frío que le proporcionaba el hielo, contra su miembro duro y caliente, rápidamente pudo sentir como el hielo se derretía y las caricias ahora eran proporcionadas por las expertas manos de Himchan, para luego ser reemplazadas por su boca, mordió, besó y arañó sus muslos también, sin olvidar de seguir dándole buenas atenciones a su miembro.

El menor gemía sin cesar, jalando sus brazos, clavando sus uñas en la palma de sus manos; Himchan se alejó y volvió a recibir una queja de parte del menor, levantó el trasero, doblando su cuerpo y dejando a Zelo en una posición algo incómoda para él, Himchan apretó las nalgas del pequeño, masajeándolas y separándolas para llevar su boca hasta su entrada y la tanteó con su lengua, Zelo inmediatamente gimió, moviendo sus caderas levemente; el mayor comenzó a besar y lamer el sitio, la lengua de Himchan era ágil y se movía con experiencia, a veces logrando entrar haciendo que Zelo se perdiera en el placer que esto le provocaba. Le penetró con uno de sus dedos, lentamente, Zelo se mordió el labio inferior y luego lo soltó gimiendo, no podía contener la excitación, un segundo digito se unió, abriéndose los dos en el interior, expandiéndolo.

 

Himchan sacó los dedos y miró a Zelo, con las piernas abiertas, el cuerpo perlado en sudor, los labios rojos e hinchados, su mirada llena de lujuria y jalaba sus manos, buscando desatarlas para poder tocarse él mismo; sintió pena por él, así que le desató, inmediatamente se lanzó encima de Himchan para besarlo y saborear sus labios, desesperado le sacó el pantalón y la ropa interior por completo, lanzándolas al olvido , volvió a enredar sus piernas alrededor del cuerpo contrario, bajó su mano y unió los dos miembros, comenzando a masturbarlos juntos, necesitado y gimiendo en el interior de la boca contraría. El mayor le jaló la mano, apartándola de ahí, luchó contra él, puesto que Zelo se negó a parar de bombear los dos miembros, pero al final lo logró, logrando también tumbar a Zelo boca arriba en la cama.

 

Dobló sus piernas y el menor las tomó con sus brazos, alzando un poco su trasero, permitiéndole mejor vista al mayor quien dirigió su miembro a su entrada, tanteándola y acariciando el terreno.

— Ah…Him…Himchan— gimió Zelo— Entra de una…ah…vez. Por favor— exigió cegado por la excitación. Himchan comenzó a penetrarlo lentamente, Zelo cerró sus ojos y apretó con fuerza sus brazos contra sus piernas, le encantaba sentir a Himchan en su interior, pero no por eso dejaba de doler; Himchan se sentía en la gloria adentro de ese cuerpo, las estrechas paredes aprisionaban de una hermosa manera su miembro, espero un momento hasta que Zelo se hubiera acostumbrado— Hmmm… Muévete— pidió comenzando él mismo a mover sus caderas.

Himchan no esperó más, comenzó un vaivén lento, y el menor se acompasó al ritmo con sus gemidos, estocada que iba y gemido que salía. Los dos cuerpos parecían querer fundirse, el calor en la habitación aumentaba, habían olvidado por completo que había música de fondo, aunque, esta había quedado opacada por el volumen de los gemidos de Zelo. Himchan temía que quedara afónico y no pudiera cantar por un tiempo, o bueno, lo pensó, más no le importó mucho ¿Acaso otro se preocuparía por eso en una situación así? Lo dudaba.

 

El ritmo iba en aumento, aunque cada cierto tiempo Himchan paraba e iba lento, tocando con certeza la próstata de Zelo, haciéndolo vibrar de placer. El menor no paraba de gemir y gritar de placer, gritaba el nombre del comandante y cosas inentendibles, murmullos que Himchan no lograba descifrar; tomó sus piernas y las pasó por su costado, jaló a Zelo y lo sentó encima de él, siguiendo así las fuertes embestidas en un ritmo casi enceguecedor.

 

Tenía la vista nublada por el placer, ya ni veía bien, Himchan tocaba ese punto tan fuerte y con tanta frecuencia que Zelo sentía que se vendría en cualquier momento, llevó su mano hasta su miembro y comenzó a masturbarse mientras se besaban, mordiendo y chupando sus lenguas, necesitados de un orgasmo ya. Unas cuantas estocadas más y Zelo lo alcanzó, cortando el beso con agresividad y gimiendo justo en el oído del mayor, juraba que, quizás le había dejado algo sordo de ese oído, pues había gemido muy alto; Bastaron otras estocadas más para que Himchan eyaculara en el interior del menor, llenándolo por completo.

 

Cayeron laxos a la cama, agotados y sin fuerzas, respirando con dificultad, Himchan salió de Zelo y se acostó a su lado, lo rodeó con sus brazos, apoyando su cabeza en sus hombros, le besó la mejilla a Zelo, luego su mentón y su cuello, volviendo de nuevo a su rostro para besar sus labios de manera casta y tierna.

—Te amo— le susurró en el oído, con algo de dificultad pues aún no se recuperaba de ese orgasmo.

 —Yo también— Zelo llevó sus manos hasta la cabeza de Himchan y acarició sus cabellos de manera tierna.

Se quedaron ahí abrazados un buen tiempo, hasta que recordaron que tenían que irse, pues a la mañana siguiente tendrían una firma de autógrafos en una escuela de chicas,  y tenían que dormir bien. Y Vaya que dormirían bien,  estaban exhaustos, no querían ni pararse de la cama, pero tuvieron que hacerlo.

 

Al día siguiente, Himchan no podía evitar reírse al escuchar hablar a Zelo, pues como lo había previsto, había terminado algo afónico, parecía que las fans no lo notaban, pero a lo mejor no querían comentarlo. Zelo se movía algo incómodo en la silla,  y cuando tuvieron un descanso lo primero que hizo fue quejarse con Himchan.

 — Eres un idiota— se quejó dándole un pequeño golpe en el brazo, Himchan contuvo la risa, se oía chistoso.

 — Fue tu culpa. Me provocaste— sonrió con socarronería y algo de placer, recordar el evento del día anterior le encantaba.

— No puedo sentarme bien- se quejó casi con un lloriqueo— ¡Además me hiciste gastar en ese caro whisky y ni te lo tomaste todo!

— Estaba algo ocupado para eso. Y nunca te pedí Whisky…

—  Fue todo un capricho— murmuró con un puchero.

—   Me encantan tus caprichos, pequeño.

— A mí los tuyos, Hyung.

Sonrieron cómplices, recordando todo lo ocurrido el día anterior. Cuando deseaban poder repetirlos otro día, y Himchan planeaba encapricharse con algo más…pues si Zelo tenía tan buenas ideas para complacer sus caprichos, deseaba ver que más se le ocurriría. 

Notas finales:

Gracias por leer~ 

~Pasen a leer el Fic "No Mercy" y "Secret Love" de mi hermosa lani. YA. lalalalalala, son de B.A.P~


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