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Déjalo ir por NENI

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Notas del fanfic:

Los personajes de este One-shot le pertenecen a Masashi Kishimoto. 

Notas del capitulo:

Gracias por leer... opinen...

Las flores de cerezo cubrían el suelo en un
manto rosa. Algunos pétalos se
acumulaban en su cabello negro en una
perfecta combinación.

La paciencia
envidiable con la que las observaba caer era
casi una hazaña; viéndolo de lejos nadie
podría si quiera sugerir lo qué pasaba por
su mente; su rostro inexpresivo era todo
un reto.

De repente la banca del parque se
le hizo demasiado cómoda. Se sacudió
algunos pétalos y se removió
acomodándose mejor.

Un pequeño pasó corriendo junto a su
banca dándole un molesto golpe en el codo
izquierdo. La acción del niño
le hizo deshacerse de su rostro monótono y
con el ceño fruncido observó como el
chiquillo se alejaba corriendo sin tomarse
la molestia de disculparse. La impertinencia
del niño lo hizo pensar en él, el motivo
que lo tenía ahí callado y con ganas de que
llegara.

Tomó el libro que estaba a su lado sobre la
banca; ni siquiera le había dado una
ojeada, llevarlo para entretenerse había
sido innecesario. El paisaje lleno de niños
correteando en el parque le bastó para que
el tiempo se fuera rápido.
Después de varios minutos se levantó
dispuesto a marcharse; de repente se le
había cruzado por la mente que era
absurdo esperar, que llegara era como un
extraño sueño que nunca había soñado,
pero no significaba que no lo deseara, lo
deseaba tanto como había deseado que se
fuera, porque él comprendía que era un
alma libre, con un espíritu inquebrantable
y estaba seguro de que él era la única
persona capaz de alejarlo de sus sueños y
no era capaz de hacerlo.

Ya cruzaba el límite del pequeño parque
cuando escuchó que le llamaban, el tono
con el que fue pronunciado su nombre
tenía un ápice de desesperación, en ese
momento fue consiente del efecto tan
molesto que esa voz le producía. Se sintió
ridículo y muy seguro de que nadie se iba
enterar de lo que le producía.
Se mantuvo quieto mientras esperaba el
acercamiento del otro que al voltearse,
corroboró, corría.

—Bastardo —espetó con voz entrecortada
el recién llegado. Se puso una mano en la
boca y se agachó tratando de recuperar el
aliento—. Tenía la fe de que vendrías —dijo
ya recuperado y mirándolo con calidez,
acto que no fue correspondido.
Sabía de sobra que Sasuke sólo le ofrecería
una mirada helada como respuesta. Lo
contempló un rato más como esperando lo
imposible; una sonrisa, un gesto de
felicidad, pero de eso nada y más bien
observaba como su rostro se mostraba más
disgustado.

—¿Por qué no te fuiste? —Su voz salió tan
fría como su mirada.
Su interlocutor sólo sonrió genuinamente,
tanto que sus ojos se cerraron, pero
Sasuke notó la tristeza en su actuar, como
si intentara ocultarlo.

—No podía irme. —No abandonó su
sonrisa, pero ahora se podía apreciar el
brillo en sus ojos azules—. No podría irme
por tanto tiempo sin verte por última vez
antes de hacerlo. —Esta vez no ocultó su
tristeza.
Ignorando el mal gesto de Sasuke pasó sus
manos sobre sus hombros y lo guió hasta
la banca más cercana; la cúal, era
justamente en la que estuvo Sasuke sólo
unos minutos atrás, a pesar de caminar
casi a rastras sabía que Sasuke lo seguiría
de todos modos, entonces lo soltó y
caminó junto a él muy quieto.
Una vez sentados su expresión cambió por
completo. Ambos se miraban como
intentando penetrar el la mirada del otro.

—Me cuesta aceptar que no me quieras —
dijo acabando con el silencio. Siguió
mirándolo, buscando indicios de que se
equivocaba, pero bajó la vista al toparse de
frente con una muralla; una que creyó
haber derribado hacía ya mucho tiempo—.
¡Mierda! —Tomó con fuerza sus cabellos
rubios—. Dime que fue porque no querías
que dejara de lado lo de ir a Europa —dijo
suplicante.

—Ya te dije lo que te tenía que decir —
contestó con calma.

—Pero ¿por qué de la noche a la mañana...

—Deja eso —interrumpió—. Hemos tenido
la misma discusión antes y sabes lo que
diré.
—Escucha. —Tomó las manos de Sasuke—.
Podemos intentarlo.

Sasuke no respondió, se soltó bruscamente
del agarre.

—Siempre serás un impulsivo —Observó su
alrededor. Sólo habían dos viejecillas a
espaldas de ellos y más lejos los niños
jugando en los columpios—, esa es una de
las cosas que no me gusta de ti, eres un
cabezota que no piensa —siseó.

Naruto le dedicó una mirada dolida y
agachó la cabeza, no iba a luchar más, lo
había intentado muchas veces.
Estaba dispuesto a dejarlo todo por él,
inclusive su carrera como actor, no le
importaba tener que trabajar como
camarero, conserje o de lo que fuera con
tal de quedarse, si bien él no era un genio
superdotado como Sasuke que pronto sería
médico cirujano, al menos podría
mantenerse de alguna forma. Esa vez iba a
ser la última; su último intento.

—Sasuke yo...
En un movimiento rápido Sasuke se levantó
temiendo a lo que se aproximaba.

—No creo que haya más que decir —le
interrumpió.

Naruto jamás se lo había dicho, pero sabía
de sobra lo que sentía por él. A diferencia
de Sasuke, Naruto mostraba sus
sentimientos y era tan obvio que al
escuchar el tono que estaba utilizando
supo lo que venía.

Naruto viendo su último intento truncado
se levantó y cabizbajo se fue por donde
llegó sin siquiera permitirse llorar.

***

Londres, UK.

—¡Oye, imbécil! ¡Apúrate, vamos a llegar
tarde!

—¡Con un demonio, Kiba, estoy listo, sólo
quería escuchar la contestadora!

—¡Al diablo la contestadora! Uzumaki, sólo
vinimos hasta aquí por tu billetera, tienes
que llegar temprano al menos una vez.
Desde el gran ventanal se podía apreciar
una hermosa vista de la ciudad. Suspiró
cansado y dejando de lado la contestadora,
tomó sus cosas y salió de ahí con pasos
pesados.

…sa posiblemente iba a ser su última
semana ahí, después de un año sin
descanso desde su llegada a ese país, sólo
quería regresar. No logró acostumbrarse a
ese lugar y no negaba que era hermoso,
pero agradeció que no tuviera que estar
más tiempo por ahí.

Sakura era la única
que lo llamaba de vez en cuando, se
notaba a leguas cuando recibía sus
llamados, porque después de ello se la
pasaba más entusiasta y sus ojos azules
brillaban alegres. Se sentía feliz de saber
que aun le quedaba alguien que se
preocupaba por él.

***
Finalmente había llegado el ansiado día de
su regreso. Al despedirse de los amigos que
había hecho tomó sus cosas y sabiendo
que sólo los iba a extrañar a ellos, se
marchó con una sonrisa.

El aeropuerto, era la parte que más odiaba
de regresar —la única—. Sin avisarle a
nadie tomó un avión a Tokio. Ni siquiera
Sakura sabía de su regreso, pensó en darle
una sorpresa a su amiga, estaba ansioso
por verla.

Después mandar su equipaje al que fuera
su apartamento antes de marcharse, tomó
un taxi; iría a ver a su amiga al trabajo.

Sakura constantemente le hablaba del
hospital en el que trabajaba y de lo bien que
le iba después de mucho esfuerzo; él se
sentía muy orgulloso de ella.

Hubo un
tiempo en que su amistad con ella peligró
debido a su relación con Sasuke, a ella no le
caía bien y no estaba de acuerdo con la
forma fría con que lo trataba, después de
muchos problemas al menos empesaron a
hablar y todo se arregló, aunque todavía no se llevaban tan bien.

Y es que, la relación con Sasuke nunca fue
fácil. Al principio pensó en no decirle lo que
sentía, pero las constantes peleas entre
ellos y sus impulsos sin frenos lo llevaron a
besarlo, terminó con un morete tan azul
que cuando Sakura lo vio casi gritó de la impresión, pero
para él había valido la pena y siguió
insistiendo, el valor que obtuvo de su
primer encuentro le aumentó lo suficiente
para seguir adelante y nadie podría acabar
con alguien tan testarudo como él. Al final
su necedad dio fruto cuando en un
encuentro violento Sasuke correspondiera
en un beso que rompería con la batalla
que sintió se desataba su interior.

Con el tiempo se acostumbraron el uno al
otro, los besos se volvieron algo muy
común y a pesar de que no había palabras
que lo demostraran, una "relación" inició;
rara, pero lo era. Después de eso y cuando
no fueron suficientes los besos, pasaron a
algo más. Para Naruto fue una forma de
afianzar sus lazos con Sasuke y creyó que
nunca se romperían hasta que pasó.

El año
lejos de él sólo le hizo querer verlo con
más ganas y soñaba con él a diario.

La recepción del hospital estaba despejada,
al preguntar por Sakura lo desconcertó que
lo enviaran a Oncología, ya que la
especialidad de Sakura estaba en traumas.

Siguió a la enfermera que amable se
ofreció a guiarlo, cuando la mujer
tocó a la puerta de las habitaciones del
hospital se sintió nervioso.

Cuando Sakura salió de ahí no pudo
descifrar lo que vio en su expresión.
Después lo abrazó con tanta emoción que
sólo pudo reír encantado de tal
recibimiento.
Al separarse vio el hermoso rostro cansado
de la chica y unas ojeras rodear sus ojos
verdes.
—Estoy tan feliz de que estés aquí. —Puso
ambas manos sobre los hombros de Naruto
al cual vio más guapo y radiante. Le sonrió
con cariño antes de poner una mirada
sombría y queda—. Tengo algo que decirte
—dijo seria—, promete que no vas
explotar, —agachó la cabeza —, me pidió
no decirte nada, se lo prometí y la verdad
no fui capaz de faltar a mi palabra.
—¿De qué hablas Sakura?

Ella sólo dio unos pasos atrás y abrió la
puerta muy lentamente cediendo el paso a
un confundido Naruto que sólo entró.
Y lo comprendió al cruzar por la puerta,
todo parecía irreal, desde la falta de
cabello, la extrema palidez y las ojeras;
todo le pareció una pesadilla. Un nudo se
formó en su garganta, inclusive le pareció
que estaba muerto y lo hubiese seguido
creyendo de no ser por su respiración
pausada.
Casi inconscientemente caminó hasta llegar
a su lado, sus manos temblorosas tocaron
el rostro de su mayor motivo para regresar.

Sasuke dormido ignoraba toda acción.
Naruto tembloroso ni siquiera notó cuando
Sasuke abrió los ojos y lo miró con desconcierto
antes de quitar con brusquedad las manos
de Naruto de su rostro. Naruto al verse apartado
le miró con tristeza.

—¿Lo sabías antes de que me fuera? —
Naruto se secó una lágrima, tan rápido
como la sintió resbalar—. ¿Lo sabías? —
preguntó nuevamente histérico e
impotente.

—¿Qué diablos haces aquí? —La falta de
energía debido a su enfermedad no le restó
potencia a la voz de un disgustado Sasuke.

—Yo pregunté primero. —Naruto apretó
con fuerza los dietes.

—Sí, lo sabía, quería evitarme la imagen
deprimente que estoy presenciando ahora
mismo.

—No tenías derecho ¡Maldito imbécil!

Aprovechando la debilidad de Sasuke lo
abrazó, sintió el rechazo al principio, pero
la pesadez venció al cansado cuerpo de
Sasuke, quien de mala gana se rindió.
Sólo hubo silencio el tiempo que Naruto
abrazó a Sasuke, quien hubiera sido capaz
de hacer cualquier cosa para que Naruto no se enterara;
pero no pudo evitar sentirse bien siendo
rodeado por los brazos de la única persona
que amaba en el mundo.

—No vas a lograr que me aleje —susurró
Naruto lleno de determinación.
Levantó la
vista y vio el desacuerdo en el rostro
endurecido de Sasuke—. Me vale una
mierda si te gusta o no.
Sasuke no dijo nada, sólo se imaginó
saliendo de ahí lejos de Naruto, esperaría
un descuido y al mínimo se iría, aunque
estaba seguro de que Naruto le seguiría a
donde fuera y sin importar en qué rincón se
escondiera lo encontraría, porque así era
él, sólo esperaba que cuando lo encontrara
ya todo hubiera acabado.
Notas finales:

Se les agradece leer, tengan una linda vida y no sean unos malvivientes como Sasuke.


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