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Sentimientos encontrados por mei yuuki

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Notas del capitulo:

Hola chicas, primero ke nada, les pido disculpas por tardarme tanto en actualizar el fic, si ya se keme demore como dos meses, pero eske con este me costo mas ke con los otros, gomen >.<

kiero agradecer todos sus reviews, de verdad lo aprecio y los he leido todos ^^

sin mas demora, aki va el segundo capi

En medio de un silencio un tanto incómodo se hallaban cierto castaño y cierto peliplateado, éste último mirando hacia la nada con gesto impasible y evitando a toda costa la mirada del otro que, muy por el contrario, no dejaba de observarlo con una mirada divertida; aparentemente disfrutando de la incómodidad y molestia ajena.

 

“no puedo creer que esto  me esté pasando“ -pensaba Zero mientras intentaba inútilmente otra vez abrir la puerta del almacén donde se encontraban ambos encerrados.

 

-¿Qué estás mirando?, ¡ayúdame!, no me quedaré aquí toda la noche contigo

 

Kaname esbozó una ligera sonrisa a la vez que lo contemplaba de arriba a abajo al darse cuenta de que tal vez eso no sería tan mala idea después de todo

 

-eso podría no ser tan malo -masculló en voz baja para si mismo

 

-¿qué dijiste? -preguntó Zero mirándolo de soslayo

 

-nada, ahora te ayudo -se acercó a el, llevó su mano a la manilla de la puerta, pero como estaba oscuro, no vio que Zero aún tenía puesta su mano sobre ésta; de ese modo su mano se posó sobre la del peliplateado.

 

Nada más tocar su piel, Zero se sobresaltó y pasados unos segundos apartó su mano dando  también un paso hacia atrás

 

-lo siento...-musitó Kaname algo sorprendido por la reacción del peliplata

 

-n-no importa -contestó éste sintiendo arder ligeramente sus mejillas y agradeciendo en silencio que en aquel lugar hubiera poca luz y por ende el castaño no pudiera ver su sonrojo

 

-inténtalo tu de una vez

 

-esta bien -kaname tomó la manilla e intentó varias veces abrirla, sin conseguirlo y luego trató de empujar la puerta con todas sus fuerzar, pero nada. Aquella vieja puerta estaba atascada y probablemente habría algo del otro lado que la trancaba y les impedía abrirla.

 

Pero, ¿quién habría hecho eso y por que?, ¿los habían encerrado en ese almacén oscuro y donde casi nadie iba, a propósito?

 

Esas eran  algunas de las preguntas que rondaban por sus mentes mientras seguían intentando abrir la puerta e ignorar el creciente nerviosismo que sentían los dos al estár solos en un espacio oscuro y reducido.

 

-No se puede, está totalmente trancada. Debe de haber algo del otro lado que la está atascando -dijo el castaño luego de unos minutos de intentos fallidos de abrir la puerta de madera

 

-tsk, ¿qué haremos entonces? -Zero se sentó en el suelo apoyado contra la pared

 

-tendremos que esperar a que alguien venga, no tenemos de otra -contestó Kaname tranquilamente cruzandose de brazos y recárgandose en la puerta

 

-no puedo cree que algo tan estúpido como esto me esté pasando -añadió Zero soltando un bufido

 

 

~Unas horas antes ese mismo dia~

 

 

 

-Entonces, ¿quieres que le pida a Kiryuu-kun que vaya a buscar algo a la bodega que está detrás de la escuela mientras tu le pides lo mismo a tu hermano para así dejarlos a los dos solos allí? -preguntó un tanto confundida Yori, la mejor amiga de Yuuki

 

-exacto, pero para que esto funcione tienes que ser creíble y que no se vaya a dar cuenta de que yo estoy involucrada o podría sospechar algo -contestó Yuuki con una sonrisa

 

-lo que no entiendo es para qué quieres hacer esto

 

-eso es obvio, para que se acerquen más y se den cuenta de una buena vez de lo que sienten el uno por el otro

 

¿eh..?, ¿ellos se gustan? -preguntó la chica si comprender nada -¿de verdad?

 

Yuuki asintió con una sonrisa

 

-estoy segura de que es así. Sólo que ambos son demasiado tercos como para aceptarlo así como así e intentar algo, y por eso voy a darles un empujoncito

 

Después de meditar en silencio por unos minutos las palabras de su amiga, yori asintió y contestó con un sonrisa:

 

-ya que lo dices de ese modo, creo que tienes razón. Me convenciste, te ayudaré a acercarlos

 

 

-bueno, ¿entonces entiendes lo que tienes que hacer?

 

-si, déjamelo a mi. Haré que vaya a la bodega después de clases como dijiste, ya pensaré en alguna excusa que sirva

 

-¿excusa?, ¿para que se supone que necesitan una excusa ustedes dos? -las sobresaltó de repente una voz desde atrás mientras caminaban por el pasillo.

 

Se dieron la vuelta de golpe y se encontraron con Ichiru, que las miraba con curiosidad

 

-¡nada!, no es nada -negaron las dos chicas al mismo tiempo; esperando que no hubiera escuchado la otra parte de su plan

 

Ichiru las miró a las dos alternadamente con una pizca de sospecha e incredulidad

 

-bueno, de todos modos no es mi problema. Lo que sea que vayan a hacer, tengan cuidado -añadió con una sonrisa y echó a andar de nuevo luego de unos tensos segundos de silencio

 

-¡que no vamos a hacer nada! -gritó Yuuki enfurruñada a su espalda, pero este ni se inmutó

 

-uff, que bueno que no escuchó lo demás -las dos respiraron hondo, aliviadas

 

-como sea, creo que ya se como hacer que onii-chan vaya a la bodega. Se me acaba de ocurrir una idea

 

-a veces me dan um poco de miedo tus ideas -añadió Yori con una gotita estilo anime en la cabeza y una sonrisa tensa

 

-esta idea es buena, estoy segura de que va a resultar -se defendió Yuuki con un puchero

 

De repente sonó el timbre que anunciaba el final del receso y el inicio de la última hora de clases. Todos los estudiantes empezaron a encaminarse hacia sus respectivas salas; Yuuki y Yori también hicieron lo mismo mientras discutían en voz baja los últimos detalles de su estrategia.

 

 

~Aproximadamente tres horas después de esto~

 

 

 

Tocaron el timbre que marcaba el fin de las clases por ese día y en las aulas todos guardaban sus cosas para irse a casa. Kaname guardaba sus libros y cuadernos en su bolso como todos los demás cuando se encontró con un sobre rosa dentro de este

 

-¿y esto? -lo observó detenidamente y se percató de que estaba sellado por la parte de atrás con un corazón rojo. Aparte de este detalle no tenía remitente ni nada escrito encima

 

-¿qué es eso?, ¿te han dejado una carta de amor? - dijo Aidou Hanabusa, un chico rubio y de ojos azules que se sentaba cerca de el en calses y que de repente estaba a su lado

 

-no lo sé, pero eso parece ser -contestó el castaño observando el sobre de lado a lado

 

-¿una carta de amor?, ¿y quién te la envía? -se acercó también Takuma con curiosidad

 

-no dice, quizás lo pone adentro

 

-seguramente la chica que la escribió es demasiado tímida y no se atrevió a entregartela personalmente -opinó también Kain akatsuki que se acababa de unir al grupo

 

-oigan ustedes, ya dejen de estár molestando a Kaname-san con eso, no es asunto tuyo -intervino de pronto Ruka, molesta

 

-pareciera que estás celosa, o no será que más bien que, ¿tu escribiste la carta? -contestó Aidou a propósito

 

-por supuesto que no, idiota. Yo no haría algo tan estúpido como eso, si vas a confesarte a alguien entonces debes hacerlo cara a cara -dijo ella con superioridad cruzandose de brazos y mirando despectivamente a Aidou

 

-bueno, Ruka riene razón, no es asunto nuestro, pero tampoco hay para que pelear -Takuma tratando de calmar los ánimos

 

Mientras discutían, Kaname ya había ido hasta la salida escabullendose rápidamente de sus amigos

 

-esperame un poco -Takuma lo siguió, ya que casi siempre se iban juntos a casa

 

-esta vez me voy solo, tengo algo que hacer -contestó el castaño con una sonrisa misteriosa y alzando el sobre rosa entre dos de sus finos dedos.

 

 

 

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Poco después de eso, cerca de allí, Zero se dirigía a una especie de almacén que estaba ubicado detras del edificio principal de la escuela. De más está decir que no tenía ganas -en lo más mínimo- de ir, pero esa chica, Wakaba Sayori, le había insistido tanto en que por favor le trajera una caja con unos libros que necesitaba para quién sabe qué y que supuestamente estaban allí, pero que era demasiado pesada como para traerla ella sola y por ende no había podido decirle que no. Después de eso apareció Yuuki diciendo que tenía algo urgente que hacer y que necesitaba que Wakaba la acompañara, y por esto Zero había terminado haciendo ese estúpido encargo solo.

 

Nada más llegar a aquel lugar se dio cuenta de que la puerta estaba abierta y al entrar se encontró con Kaname, que estaba apoyado en la pared y con las manos en los bolsillos

 

-¿tu qué estás haciendo aquí?

 

El castaño en ese momento se dio cuenta de la presencia de Zero, abrió los ojos sorprendido al oir su voz y lo miró

 

-eso debería preguntartelo yo, a mi me citaton a venir aquí en una carta anónima que alguien dejó en mi bolso

 

-lo que sea, no es que me importe realmente. Yo sólo vine aquí a buscar algo que me pidieron -se adentro en el almacén, que era bastante pequeño, buscando la caja con los libros. Pero por más que miró, no vio nada como eso a la vista

 

-¿qué es lo que estás buscando? si quieres puedo ayudarte mientras tanto espero -se acercó a el y puso una mano sobre el hombro del peliplata

 

-se supone que aquí debería de estár la caja con libros que vine a buscar, pero no veo nada  como eso-contestó intentando ignorar los latido repentinamente rápidos de su corazón ante la proximidad de Kaname

 

-no, no hay nada como eso en este lugar -miró por todo el lugar y se acercó a los rincones para revisar con detenimiento, pero sólo encontró muebles viejos y arrumbados además de mucho polvo y telarañas

 

-que estupidez, tiene que haberse equivocado. Me voy de aquí -estaba diciendo Zero cuando repentinamente la puerta se cerró de golpe a sus espaldas

 

-¿quié demonios...? -fue corriendo e intentó abrir la puerta

 

-¡hey!, ¡abran la puerta!

 

Kaname se acercó también e intentó lo mismo pero no tuvieron exito. No hubo forma de que pudiera abrirla.

 

 

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Y de ese modo, los dos habían quedado encerrados en el pequeño almacén. Ya habían transcurrido más de dos horas desde que estaban allí y después de múltiples intentos fallidos por abrir la dichosa puerta, se habían rendido y decidido (a regañadientes) esperar a que alguien viniera.

 

Por su parte, Kaname esperaba que la chica que le había escrito la famosa carta diciendole que tenía algo que decirle a solas y que la esperara allí, llegara y así pudiera abrir aquella puerta desde afuera. Pero nada, desde que habían quedado encerrados ahí, muy sospechosamente por lo demás, nadie se había acercado a aquel lugar. Nadie.

 

-¿por qué has estado evitandome el último tiempo? -preguntó el castaño de pronto rompiendo el silencio que se había creado entre ambos

 

-¿a-a que viene esa pregunta tan de repente? -respondió el peliplata repentinamente nervioso al escuchar eso y con la vista clavada en el suelo

 

-es que últimamente he estado pensando mucho en ti, a veces simplemente no puedo alejarte de mi mente, me pregunto por qué será -dijo el castaño en voz muy baja, casi inaudible, por lo cual Zero no pudo escucharlo

 

-¿dijiste algo? -preguntó alzando la vista del suelo

 

-no, nada -negó con la cabeza esbozando una sonrisa triste

 

Aquella sonrisa le produjo al peliplateado una sensación extraña, de repente se sintió algo triste y también sintió la necesidad de acercarse a el, de sentír su calor. Deseó saber lo que se sentiría abrazarlo.

 

“un momento, ¿qué se supone que estoy pensando?, ¿abrazarlo?, que rayos, ¿quiero abrazar a Kuran?, ¿por qué?, ¿Y por quéc uando estoy cerca de el pienso y siento estas cosas?...tengo que alejarme de el, debo salir de aquí“

 

Se puso de pie y fue hasta la puerta en donde todavía estaba apoyado Kaname

 

-quítate -dijo fríamente con la vista oculta por su flequillo

 

-no tiene caso que sigas intentándolo, está atorada

 

-sólo quítate, Kuran -le dio un empujon y lo echó a un lado, forcejeo con la puerta freneticamente de nuevo, luchando con la manilla que parecía querer burlarse de el y no dejarlo salir de allí a propósito

 

-cálmate un poco, no vas a conseguir nada así y vas a acabar rompiendo la manilla -le tomó por la muñeca para que detuviera el zarandeo.

 

Su cálido contacro lo hizo estremecer ligeramente y finalmente soltó la manilla

 

-no me toques -bajo la vista repentinamente sonrojado

 

-¿qué te sucede?, ¿acaso tienes claustrofobia?, estás actuando muy raro -alzó su otra mano y le tocó la mejilla

 

-tu rostro está caliente, ¿te sientes bien? -deslizó su mano hasta su mentón y lo alzó para que lo mirara

 

-n-no es nada -sus ojos se clavaron en los contrarios y sus pensamientos perdieron toda coherencia y razón. Quería zambullirse en esos ojos y abrazar su calor

 

 

-Zero...-susurró sin despegar sus ojos de los de el y acercando su rostro al contrario, más y más mientras volvía a apoyar su mano en la mejilla del peliplata.

 

Como si estuviese bajo algún tipo de hechizo, no reaccionó hasta que sintió los suaves labios de Kaname sobre los suyos. Abrió los ojos de par en par debido a la sorpresa e intentó apartarse, pero entonces el castaño lo abrazó y poco a poco se fue dejando llevar por aquel beso suave y dulce

 

-mmm...-se había preguntado hace escasos minutos atrás que sentiría al abrazar a Kaname y ahora ya lo sabía. Se sentía cálido, tanto como si se derritiese entre sus brazos a causa de ese delicioso fuego a la vez que su mente se enturbiaba.

 

Kaname pasó su lengua sobre los labios de Zero pidiendo permiso para entrar, permiso que fue concedido rápidamente, e inciaba así la lucha de lenguas en su boca mediante la cual el fuego iba aumentando entre ambos, como una llamarada descontrolada.

 

Envueltos como estaban en aquel beso incendiado de pasión, apenas notaron cuando de pronto la puerta a sus espaldas crujió y segundos después se abrió de par en par. Esto último si que lo notaron y Zero reaccionó primero empujando a Kaname del pecho

 

-¿qué hacen ustedes aquí? -preguntó Takuma que acababa de abrir la puerta

 

-¿nii-san?, a fin te encuentro. Te estaba buscando -Ichiru estaba al lado de el y los miraba a ambos

 

-nos quedamos encerrados -logró articular Kaname luego de un corto silencio teñido de sorpresa y algo de tensión.

 

Por otro lado, Zero aún intentaba regular su respiración y los latido freneticos de su corazón, eso además de el sonrojo en sus mejillas que esperaba que no notaran. Eso sin mencionar el caos que había producido en su mente ese beso.

 

Ante la mirada de todos, Zero salió del oscuro cuarto sin decir ni una palabra y sin mirar a nadie, con paso apresurado sólo queriendo alejarse de ahí lo más que pudiera y que se lo tragara la tierra.

Notas finales:

espero ke les gustara X3, el siguiente cap espero subirlo pronto (si, esta vez no me voy a demorar tanto XD)

bueno, gracias por leer y ojala me dejen algun review con sus comentarios/duadas/sugerencias o cualquier cosa ke se les ocurra ewe

chao ^^


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