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AUN TE AMO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el nuevo capitulo, aqui las cosas en verdad se complican y todo está por explotar, espero que les guste

Capítulo 4.- Sospechas

 

En los días que siguieron las cosas cambiaron en la casa de Ikky y Seiya, eran cambios sutiles pero que estaban preocupando al castaño, Ikky llegaba tarde, se mostraba distante y un poco mas irascible, no le tenía mucha paciencia al niño y ellos ahora discutían por cosas que antes nunca discutían, a Seiya le parecía que Ikky andaba en algo, al principio Seiya estaba solamente un poco preocupado pero este cambio de actitud de Ikky se fue afianzando mientras pasaban los días y las semanas, ahora ya no solo con él era el problema, todo esto estaba empezando a afectar al pequeño Ian porque Ikky no le hacía mucho caso y los ignoraba a ambos

 

Ikky buscaba la manera de ver a Hyoga lo mas seguido posible, el abogado por mas buenos propósitos que tuviera de terminar todo con el rubio no podía, Hyoga no se lo permitía, el rubio tenía una manera de envolverlo que era imposible de resistir, Ikky hablaba de todo con Hyoga, como solía hacerlo hace tantos años, ellos habían recuperado la confianza y la intimidad que antes tenían, para Ikky era reconfortante tener a un adulto con el que conversar, Seiya era muy diferente, muy joven para algunas cosas y la brecha generacional a veces era muy grande, no solo era cuestión de que ambos pertenecían a épocas diferentes en cuestión de música, programas de tv y esas cosas, Ikky y Seiya tenían formas de pensar muy diferentes en varios aspectos, el peliazul tenía muchas mas cosas en común con Hyoga porque eran de la misma época, conocían a las mismas personas y habían compartido muchas vivencias juntos, Hyoga en verdad lo entendía y no le peleaba las cosas como Seiya lo hacía (en su relación con su padre por ejemplo, Seiya siempre trataba de suavizar las relaciones entre su esposo y su suegro e insistía que sea Ikky el que vaya a verlo, el que ignore los comentarios maledicentes, el que deje pasar las cosas… Seiya no entendía la dinámica de su relación con su padre, Hyoga si… )

 

Por todas estas cosas, por las llegadas tarde de su esposo, por sus comentarios medios extraños de que era muy joven para esto, muy joven para aquello, que no entiende tal o cual cosa, por las últimas semanas Seiya tenía muchas dudas y sospechas aunque él se decía a si mismo que su esposo solo debía estar estresado por el trabajo o algo así, pero habían muchas cosas raras que estaban pasando y la más grave eran las evasivas que Ikky le daba cuando él osaba preguntarle cualquier cosa, eso nunca había sido así, Ikky era muy comunicativo y bastante descuidado, ahora el peliazul estaba siempre a la defensiva y no había como decirle nada porque al primer reclamo era pelea segura, por lo que el castaño se acabó de convencer de que sus sospechas si tenían fundamento cuando un sábado el peliazul salió muy temprano de casa y regresó a las dos horas con un auto nuevo que tenía un listón azul, llamó todo emocionado a Seiya y le entregó las llaves

- Y esto?

- Es para ti, te gusta? – Seiya vio el auto con la boca abierta, era un auto nuevo de paquete de un modelo todo aerodinámico muy hermoso que ya tenía instalada la silla del bebé en el asiento de atrás, asientos de cuero, radio último modelo con un juego de parlantes de envidia, era rojo brillante y muy hermoso, si Seiya hubiera tenido que escoger un auto sin duda habría escogido ese auto

- Por qué?...  – preguntó el castaño mirando a Ikky con duda

- No te gusta? – Ikky frunció el ceño, él estaba seguro de que le gustaría el auto a Seiya y así lo mantendría distraído de su constante preguntadera sobre su paradero, sobre su cambio de humor, sobre las razones de su falta de intimidad… la verdad Ikky como a niño de escuela quería comprar a Seiya para que le dejara en paz un rato siquiera

- No es eso es solo que…

- Vamos Seiya, tu necesitas un auto, te movilizas en autobús y con el niño, yo no se como haces pero así lo harás mas cómodamente no te parece? – Ikky tomó en sus brazos a su esposo y le levantó el mentón con un dedo y lo besó suavemente

- Si… pero…

- Solo di gracias Ikky, eres el mejor marido del mundo – dijo el peliazul con una sonrisa que hizo sonreír al castaño que abrazó al mayor y suspiró

- Gracias Ikky, no tenías por qué hacerlo…

- Es que quiero que estés seguro y cómodo, eres mi esposo y yo me preocupo por ti, no te gustó el color cierto?

- El auto me encantó Ikky, no me hagas caso, gracias…

 

Esa noche Seiya le demostró a Ikky cuanto le gustó el auto e hicieron el amor con abandono hasta quedar exhaustos, como solían hacerlo antes, el peliazul sostenía el cálido cuerpo de su dormido esposo mientras la culpa lo carcomía, las cosas no estaban bien entre ellos y el responsable directo era él… no Seiya, el auto fue un regalo que nació del remordimiento por el engaño y por todo lo que estaban pasando a diario, Seiya se había mostrado sorprendido pero sospechoso, ahora el abogado estaba pensando que tal vez no fue una buena idea hacerle un regalo tan caro a su castaño si lo primero que preguntó fue: “Por qué?”, no saltó a sus brazos y lo llenó de besos como cuando le compró una jirafa de peluche que había visto en una de las tiendas pero no se había animado a comprar, claro que Seiya estaba embarazado en esos momentos pero… siempre había aceptado cualquier cosa que Ikky le hubiera dado con una sonrisa y total naturalidad, así haya sido la cosa mas simple (como el sánduche sin tomate ordenado especialmente para él porque no le gustaba el tomate) o la mas significativa (como el dije que llevaba en su cuello que perteneció a su abuelo, al papá de Shion), no… las cosas se le estaban saliendo de las manos, su romance con Hyoga lo estaba complicando todo

 

El lunes siguiente Seiya estaba sentado en la cafetería de la Facultad, tenía la mirada perdida y no estaba comiendo su pasta, era la hora del almuerzo y Shun aún no llegaba pero el peliverde no demoró en hacer su aparición y se acercó muy sonriente a su cuñado y le palmoteó la espalda

- Dime que ya fuiste a dar la vuelta inaugural y que trajiste el auto hoy, ese sistema de sonido estaba veneno… Seiya… qué te pasa? – preguntó el sonriente peliverde al ver el desánimo de su amigo

- No me pasa nada – contestó el castaño haciendo a un lado su plato, no había comida casi nada y la pasta era una de sus comidas favoritas

- No me digas que no te gustó el auto, si yo mismo acompañé a Ikky a escogerlo

- No es el auto, el auto es genial – contestó Seiya un poco cansado de responder lo mismo todo el fin de semana

- Entonces que te pasa?, y no me digas que nada que yo te conozco muy bien

- Ikky te contó que me iba a comprar un auto y te llevó a ti a escogerlo?… qué mas te ha contado tu hermano? – Seiya estaba tanteando el terreno, la verdad en sus años de amistad no habían hablado mucho de Ikky, su relación había funcionado bastante bien y no habían tenido problemas por lo que Seiya nunca había intentado sacarle información de su esposo a su cuñado

- Nada en especial, qué está pasando entre ustedes dos? – ahí Shun se preocupó, ya había notado a Ikky extraño y ahora Seiya por fin le estaba confirmando que algo pasaba, si lo había sospechado pero Seiya no decía nada que de una idea de las razones de su preocupación y Shun erróneamente lo atribuyó a sus clases o algo así

- Nada Shun… no pasa nada… - dijo Seiya con un suspiro de cansancio y empezó y guardar sus cosas en su mochila

- Seiya… yo sé que tu marido es mi hermano pero yo soy tu mejor amigo y desde el jardín de niños, aurita mismo me dices que rayos te está pasando – Shun le quitó su mochila y la puso al otro extremo de la mesa, le tomó de la mano y se la apretó, lo miró muy fijo a lo ojos y se dio cuenta de la tristeza que su amigo había intentado ocultarle estas ultimas semanas

- Ay Shun… son cosas… muy íntimas…

- Ok., si yo nunca te hubiera mis “cosas íntimas” como las llamas tu tal vez tendrías el derecho de negarte a contarme todo pero ese no es el caso y tu lo sabes, no quiero verte así, has estado como apagado por algún tiempo, dale cuéntame y te vas a sentir mejor, te prometo que no le digo nada a mi nissan, ya me conoces yo soy una tumba

- Lo que pasa es que… yo creo que… Ikky está en algo

- Está en algo?

- Yo creo que tiene algo con alguien más

- Tu crees que mi nissan te está engañando?, ok., por qué lo crees? – eso le cayó como baldazo de agua fría a Shun, Ikky siempre había tratado muy bien a Seiya y en verdad parecía que lo amaba, a qué venía todo esto?

- Las cosas han cambiado últimamente, él está ausente, tu me entiendes…

- No… no te entiendo, habla claro Seiya, si exteriorizas tus temores y los formas en palabras e ideas coherentes puedes poner en perspectiva lo que sea que estás pensando y analizar todo de una manera más lógica y racional

- No juegues a psicoanalista conmigo Shun

- No estoy jugando, eso lo vi en una de mis clases de esta semana, además lo que yo propongo es bastante lógico no?

- Ok., te lo voy a contar y solo porque me prometiste que no le vas a decir nada a tu nissan, bueno… primero Ikky ha llegado tarde por algunas semanas, antes llegaba tarde algunas noches a la semana y ahora llega tarde casi todas las noches

- Puede ser asuntos de trabajo

- Eso es lo que él dice pero yo no lo creo… llega todo cansado y molesto, invariablemente se da una ducha muy muy rápida, se pone pijama y se acuesta a dormir, eso sonará lógico pero lo que me molesta es que… - Seiya bajó la cabeza y miró sus manos, estos eran en verdad detalles muy íntimos de pareja pero Shun le volvió a apretar la mano y le sonrió dándole ánimos

- Ya dale… sin vergüenza… - Seiya respiró profundamente y prosiguió

- Como esto había pasado muchas veces y no habíamos hecho el amor en varios días, una de esas noches que Ikky estaba por entrar a la ducha pues… yo me ofrecí a tallarle la espalda, eso le gusta mucho, él se relaja en la bañera y le gusta mucho que yo le lave el cabello y talle su cuerpo con una esponjita y todo eso, pero cuando se lo dije casi me salta al cuello y me dijo que “NO” todo molesto y terminante

- Tal vez estaba cansado esa día o estaba muy estresado – eso Shun lo dijo sin convencimiento, a Ikky en verdad le gustaba que lo mimaran y no iba a decir no a un mimo

- Nunca ha estado cansado antes para el sexo, además hay otra cosa, Ikky es todo calientito entonces solía dormir solo con su pantalón de pijama o de plano en boxers, ahora solo le falta ponerse gorrito para dormir, se forra entero como si no quisiera que lo vea, y cuando logro convencerlo de hacer el amor apaga todas las luces, eso… nunca lo había hecho, a él le gustaba hacerlo con la luz encendida, le gustaba mirarme a los ojos mientras lo hacíamos pero ahora casi no hay contacto visual y hay otra cosa también

- Qué mas?

- Bueno… es cosa de posiciones, lo que pasa es que antes a Ikky le gustaba hacerlo y a mi también la verdad, nos gustaban las posiciones en donde quedábamos frente a frente mientras lo hacíamos, a mi me gusta mucho besarlo durante… “aquello”, ahora él de plano mantiene los ojos cerrados todo el tiempo o simplemente me voltea, como si no quisiera verme o algo así…

- No creo que sea eso…

- Ikky siempre ha sido un amante genial pero ahora está como que… lo hace con fuerza… no digo que no me guste es solo que es diferente, antes se sentía diferente porque yo sentía que nosotros hacíamos el amor, ahora… tenemos sexo de vez en cuando y solo cuando yo insisto, él no me busca bajo las sábanas como solía hacerlo, los pequeños detalles quedaron en nada y no se si yo tengo la culpa, será que no soy lo suficiente para él?... en la cama me refiero… será que se cansó de mi?... ya no se que pensar… - dijo Seiya bajando la cabeza, nunca antes lo había pensado y la verdad no le parecía algo importante pero Ikky había sido el único hombre con el que se había acostado, el castaño no tenía ningún tipo de experiencia entonces de sexo sabía lo que Ikky le había enseñado y nada más, nunca antes se le había ocurrido que eso no era suficiente, Ikky parecía satisfecho, pero ahora…

- Si son problemas en el dormitorio siempre pueden hablarlo, díselo… lo que me estás diciendo a mí díselo a él, endulza un poco la píldora pero díselo, si tu no dices lo que piensas él no va a cambiar y todo seguirá como hasta ahora y solo empeorará, ahora… a qué te refieres con los pequeños detalles?

- Ikky solía llamarme al menos una vez al día o me mandaba mensajes, cuando yo estaba estresado o preocupado me daba masajes para tranquilizarme, sin razón aparente solo me apretaba contra su cuerpo y me besaba como si no hubiera mañana, me traía chocopasas aunque se tuviera que desviar de su ruta a casa, me abrazaba por la espalda y me besaba la nuca mientras yo cocinaba o cambiaba a Ian o lo que sea que estuviera haciendo, ahora no me toma en cuenta en lo más mínimo, ya ni me toca, ya ni me mira…

- Cielos Seiya… la verdad cuando lo vi el sábado me pareció todo normal, no pensé que las cosas estuvieran así

- Eso solo es una de las cosas que están mal, Ikky anda de un genio insoportable, me arma problema por todo, que si llego tarde, que si llego temprano, que si hay algo de comer en casa, que si no hay, que si Ian está quejoso como si todo fuera mi culpa, yo soy todo pacífico tu me conoces pero todo tiene su límite

- Eso puede ser problemas en su trabajo

- Si pero yo no tengo la culpa de lo que sea que le pase, ya casi no juega con Ian, es como si estuviera fastidiado de todo, ya no me cuenta sus cosas, hace semanas que no salimos a ninguna parte porque él siempre está cansado, cuida a su teléfono celular mas que a su primogénito, nos lanzamos una pelea épica el otro día porque yo no tenía saldo y tomé su celular para llamar a un compañero por un trabajo, eso fue el peor de los pecados y ahora hasta me borra el historial de navegación del computador, recibe llamadas que sale a contestar al pasillo y cambió sus claves de absolutamente todo… ahora dime si yo estoy loco…

- En serio crees que mi hermano tiene a alguien mas?

- Yo creo que si, no le encuentro otra explicación, yo creo que me compró el auto porque se siente culpable, por eso no puede dormir

- No duerme?, pero tu dijiste…

- El que se acueste a dormir no significa que se duerma, tres años Shun… tres años Shun lo he mirado mientras duerme, yo siempre me quedo despierto hasta mas tarde, antes era por Ian ahora es porque estudio pero yo me doy cuenta de que Ikky no está dormido, solo finge dormir para no tener que hablar conmigo

- No serán esas ideas tuyas?

- No… no son ideas mías, Ikky se acuesta sobre su lado derecho de cara a la pared cuando se acomoda para dormir pero cuando en verdad se duerme se pone boca abajo y voltea su rostro a la izquierda de frente a mi y ya dormido se mueve mucho hasta que yo también me acomodo en la cama y me abrazaba confundiéndome con su almohada creo yo, ahora se queda inmóvil de frente a la pared y no hay poder humano que lo mueva, entonces no está dormido, solo no quiere hablar conmigo

- Ok., aparte de este cambio de actitud de Ikky has encontrado algo mas?

- Cómo algo mas?

- No se… fotos, recibos de hoteles, restaurantes, no lo has cachado en alguna mentira con sus compañeros de oficina?, si se escapa es porque tiene alguien que lo cubre, has ido por su oficina?, has hablado con su secretaria?

- La verdad no, yo conozco a sus compañeros de oficina por cenas y esas cosas, su secretaria es muy buena persona y trata muy bien a Ian cuando lo cuida pero yo no llamo mucho a su oficina, no quiero interrumpirlo, él es muy ocupado

- Pues que se desocupe, tu eres su esposo, debes ser su prioridad, por qué no le haces una visita toda sexy a la hora del almuerzo y le haces acuerdo de que eres su esposo, que lo necesitas y le haces un streap tease o algo así, yo creo que nadie se te resistiría amigo, tu tienes lo tuyo – Shun quería darle ánimos a Seiya que sonrió débilmente

- Le hago un streap tease a tu hermano en su oficina?

- Yo fuera vestido de bombero o algo así, es mas por que no le haces una cena romántica una de estas noches, si quieres yo me llevo a Ian hasta la mañana para que tengan el departamento para ustedes solos, si necesitas mi ayuda solo planéalo y yo te apoyo – Shun en verdad estaba preocupado ahora y haría cualquier cosa para ayudar a su hermano y a su mejor amigo

- Gracias Shun… yo creo que primero tengo que hablar con él antes de hacer planes sexys

 

Cuando acabó el almuerzo Seiya se fue para el edificio de los laboratorios y Shun para el de Audiovisuales,  tenía clases de “Comportamiento Humano”, el peliverde iba distraído porque estaba preocupado por la situación de su amigo, la verdad le sorprendía que Seiya no se lo hubiera contado antes pero había que considerar que Ikky era su hermano, eso lo complicaba todo, tan concentrado en sus propios pensamientos iba el joven que no se dio cuenta de nada y chocó de frente con otra persona, perdió el equilibrio y hubiera caído al piso si aquel con el que chocó no lo atrapaba y lo estabilizaba otra vez

- Dr. Omori, lo siento mucho… no lo vi – Shun se sonrojó al haberse chocado con su profesor y era precisamente aquel con el que tenía clases la próxima hora

- Sr. Takamura es una suerte que no haya tenido en mis manos mi café usual o se hubiera quemado, problemas?

- Pues si, una suerte, pero no… todo está bien

- Por la cara de preocupación que traía apostaría que no, pero tranquilo que todo tiene solución en esta vida menos la muerte y hasta en eso el diablo negocia – el mayor le sonrió dulcemente al joven que sonrió también, el Dr. Milo Omori era un hombre que debía estar al final de sus 20’s o al inicio de sus 30’s, era alto, de porte atlético, cabello y ojos azules y muy muy atractivo, tenía una sonrisa muy provocativa e invitante, Shun sabía decir que el Dr. Omori solito sacaba la cara por los profesores de la Facultad entera, era un hombre muy sexy, tenía la fama de coqueto pero nunca se le había escuchado ningún escándalo ni mucho menos, él respetaba mucho a sus estudiantes y tenía el don de que los muchachos confiaran sus cosas con él, como era uno de los docentes mas jóvenes era muy popular con todos, muy bien visto y querido en la Facultad

- Pues ojalá Dr., pero vamos que nos atrasamos

- Si leíste lo que les mandé a leer?

- Claro, pregúnteme… pregúnteme… - eso lo dijo Shun en el tono que lo dice el burro de Shreck lo que hizo reír y con ganas a su profesor

- Ok., pero voy a dejar las preguntas para la clase, mi mejor estudiante tiene que lucirse

- Dr., le tengo una pregunta… - el profesor y el alumno subieron las gradas hasta la sala de audiovisuales a la que se estaban dirigiendo y la clase pasó sin mayores contratiempos, Shun fue a sus próximas clases y ya al final de la tarde estaba en la biblioteca leyendo sobre trastornos de personalidad múltiple en un libro muy gordito, Milo entró en la biblioteca y sonrió al ver a su alumno enfrascado en su lectura y luego de devolver un libro que había sacado se acercó a él

- Lectura ligera? – preguntó el mayor arqueando una ceja al ver la seriedad del tema

- Dr. Omori… no, es lectura requerida, estoy haciendo un trabajo de investigación

- No es eso un poco avanzado para estudiantes de primer año?

- Puede ser pero es crédito extra y esto está super interesante

- Necesitas ayuda?

- En serio?... oh sería genial, eso de contar con una voz autorizada y no solo con lo que a mi se me ocurra es genial – Milo rió lo que le valió un shusheo del bibliotecario y se sentó mas cerca de Shun y empezaron a conversar del tema, en medio de la charla ambos reían por las preguntas extrañas que Shun hacía y las cosas que decía, mas o menos una hora después Shun tenía ya muchas notas sumamente útiles para su trabajo y ambos salieron de la biblioteca

- Muchas gracias Dr. Omori, no sabe cuanto me ha ayudado – dijo Shun con una sincera sonrisa

- No te acuerdas de mi verdad? – Milo sonrió también y lo miró de una manera muy especial

- Nos conocíamos antes? – eso Shun no se lo esperó, de dónde conocía a tan bello espécimen?, y lo peor de todo, cómo es que no se acuerda de él?

- Vaya… tan poca impresión he causado en tu vida que no te acuerdas de mi, pero eso está bien… fue hace muchos años

- En serio?

- Yo era amigo de tu hermano en la escuela, yo creo que la última vez que te vi fue hace como unos 8 años, tu tendrías unos 10 años verdad?

- Si… pero lo siento, en verdad no me acuerdo

- Yo he cambiado pero tu no, tienes los ojos mas hermosos que haya visto jamás

- Vaya… gracias… - Shun no sabía que hacer, en verdad su profesor le estaba coqueteando?

- Estás ocupadísimo o tienes tiempo para un café?, ahí me cuentas como está tu hermano – Milo señaló su auto a Shun que asintió y mientras hablaban caminaban hacia allá

- Claro… mi hermano está bien, es abogado ahora y trabaja en una firma bastante grande en el centro

- Y Hyoga?

- Hyoga? – Shun frunció el ceño, qué tenía que ver el ex de su hermano en la conversación si no lo había visto en mucho tiempo

- Si… cuando recién me fui y me cambié de ciudad si mantuve contacto con tu hermano, le perdí la pista cuando me fui a la especialización hace como cuatro años, ellos siguen juntos verdad?, se casaron?

- No… Hyoga se fue la ciudad hace mucho tiempo, mi nissan si se casó pero no con Hyoga, su esposo se llama Seiya y tienen un niño de un año y medio que se llama Ian

- Ah si?

- Si…

- Ohhhh… mi error, bueno cuéntame como sigue tu papá – el peliazul solo se encogió de hombros lo que tranquilizó al peliverde y continuó con su charla

- Él está bien, los tratamientos dieron resultado y su cáncer está en remisión, es muy cuidadoso con los chequeos y eso pero dentro de todo está bien

- Sigue tan aterrador como antes?

- Aterrador?, mi papá?... ok., sigue igualito, un poco mas mal genio que de costumbre pero está muy bien

 

Milo llevó a Shun a una cafetería cerca de la Universidad y entre cafecitos y pastel hablaron por casi tres horas, Shun se dio cuenta del tiempo que había pasado por que anocheció, la conversación con su profesor fue por demás estimulante y divertida, ahí Milo le había pedido que lo llame por su nombre (por lo menos cuando estuvieran solos o se vieran socialmente) y le encargó muchos saludos a Ikky cuando fue a dejar a Shun en su casa, el peliazul no necesitó que Shun le recordara la dirección de su casa y ya en la puerta el mayor le dio un suave beso en la mejilla, Shun se sonrojó (eso no le pasaba nunca) y el mayor solo sonrió muy complacido y se fue con una sonrisa en los labios

 

Seiya fue por la oficina de Ikky a recoger a Ian, eran las cinco de la tarde y la conversación con Shun lo había puesto a pensar en muchas cosas, era muy cierto que él solo había tratado muy superficialmente con los compañeros de oficina de Ikky, bueno… era hora de cambiar eso, así que el castaño con paso decidido y su niño en brazos subió al onceavo piso y caminó por los pasillos, saludó con algunos de los abogados que por ahí estaban hasta que llegó al escritorio de Marin que se levantó de su puesto para saludar apropiadamente al esposo de su jefe

- Seiya que gusto… qué lo trae por aquí?

- Hola Marin… está Ikky?

- Ohhh si… aurita no creo que esté ocupado, pase… - la muchacha aplastó un botón y la puerta eléctrica dio un zumbido, Seiya entró y vio a Ikky de pie junto a la ventana y sonreía de una manera muy especial, estaba hablando por teléfono pero su semblante entero cambió cuando lo vio en la puerta, sin decir mucho mas colgó abruptamente el teléfono y trató de sonreír aunque se veía muy incómodo

- Seiya… pasó algo? – el castaño puso en el suelo a su hijo que caminó a Ikky y le extendió los brazos, el peliazul lo cargó y besó su mejilla pero miraba todo aprehensivo a su esposo que le devolvía la mirada con duda

- No… te puedo venir a visitar no? – Seiya se acercaba pero no llegó hasta donde Ikky estaba, se quedó de pie junto al sillón y se cruzó de brazos

- Claro… cómo te fue en la Universidad? – Ikky quería cambiar el tema o distraer a su castaño

- Bien… con quién hablabas Ikky?, por qué colgaste así? – Seiya ya no estaba para juegos, aquí estaba pasando algo y era mejor hablarlo de una vez

- Con un cliente, nadie importante y la verdad como tu nunca vienes aquí me asusté al verte llegar, pensé que algo había pasado

- No… no pasa nada y de eso quería hablarte

- No podemos hablar en casa?

- No… no podemos hablar en casa porque tu nunca estás y cuando llegas estás tan cansado que no me tomas en cuenta, ya no hablamos de nada ni hacemos nada – el tono de Seiya era calmado, no quería hacerle una escena a Ikky en su trabajo pero esa llamada de teléfono lo descolocó, la idea original era llevarse a Ikky a comer o algo

- Vas a empezar con eso otra vez Seiya? – preguntó el abogado en tono cansado y molesto, esta discusión ya la habían tenido varias veces en los días pasados

- Yo se que no quieres hablar de esto pero tenemos que hablar, las cosas no están bien y estoy muy preocupado, Ikky… quiero preguntarte algo y necesito que me respondas con la verdad, de eso depende todo

- Qué me quieres preguntar? – Ikky sonaba molesto y contrariado

- Tu… me amas? – Ikky no se lo esperó… la verdad esperaba que Seiya le reclamara a voz en cuello su infidelidad, que le lanzara el jarrón de la mesita o algo y no esto, su esposo se veía vulnerable y muy joven a sus ojos, eso lo conmovió

- Claro que te amo Seiya – Ikky puso en el suelo a Ian que caminó al sillón y abrazó a su dragón de peluche, el peliazul se dio la vuelta y caminó a la ventana pero Seiya lo siguió y lo volteó, con su mano tomó su rostro y lo obligó a que lo mirara

- No no no… Ikky mírame a los ojos y respóndeme, yo te amo por sobre todo y estoy dispuesto a hacer lo sea que tengamos que hacer para recuperar lo que hemos perdido pero nada de eso importará si tu ya no me amas, así que te lo pregunto otra vez, me amas Ikky? – Seiya miraba intensamente a su esposo que dejó su pose defensiva y se relajó, tomó la mano de Seiya y la besó, lo miró a los ojos y le dijo

- Te amo Seiya… claro que te amo – el castaño sonrió porque vio en los ojos de su esposo aquella mirada que antes con frecuencia le dedicaba y que había estado ausente estas últimas semanas, Seiya lo abrazó y se unieron en un suave pero profundo beso

- Tienes mucho trabajo hoy? – Seiya susurró aún sin soltar a su esposo que le acariciaba la espalda en medio de su abrazo

- Lo usual

- Llegarás temprano a casa?

- Trataré de hacerlo

- No trates… llega temprano a casa, yo… te extraño y quiero pasar la noche contigo, necesito que me abraces y me ames, yo quiero amarte, ya no quiero discutir… solo quiero hacer el amor con mi esposo como solíamos hacerlo no como lo hacemos ahora – Seiya se separó un poco y miró a los ojos de su esposo cuando dijo esto, Ikky solo asintió

- Suena bien… - el mayor sonrió y acarició el rostro de su joven esposo y se besaron una vez mas, ese beso fue diferente, Ikky se mostraba ansioso y la manera como sostenía y acariciaba a Seiya le complació mucho al castaño, le hizo recordar como se solían besar, cuando el beso se rompió Seiya abrazó a Ikky que le besó el hombro y le acarició los cabellos

- Ok., te dejo trabajar para que llegues temprano a casa, te estaremos esperando Ian y yo

- Está bien chiquito… nos vemos en la noche entonces

 

Seiya con un último beso tomó al niño de la mano y salieron lentamente de la oficina del abogado que ahora en verdad se quería morir, el castaño no era ningún tonto y se daba perfecta cuenta de lo que estaba pasando, él era el tonto por creer que podría mantener esta mentira, a la final habían pasado casi dos meses desde que Hyoga se había radicado nuevamente en Japón, su relación con el rubio se iba consolidando y por ende había descuidado a su familia, rayos!!!... su familia, esta situación lo estaba matando, en realidad se podía amar a dos personas a la vez??, a Ikky eso nunca le pareció posible pero eso era lo que le estaba pasando, Hyoga si representaba su gran amor, aquel que se le fue, aquel que por circunstancias de la vida perdió pero Seiya… Seiya era su niño, él recogió los pedazos de su roto corazón y a base de cariño los fue juntando hasta que Ikky pudo decir que estaba funcional otra vez, su castaño le dio un hijo y una vida tranquila llena de momentos dulces y risas, Ikky era feliz plenamente hasta que Hyoga volvió a aparecer en su vida, no le había mentido a Seiya… si le amaba, era un tipo de amor diferente al que sentía por Hyoga pero era un sentimiento igual de fuerte, por eso se sentía tan culpable y había tratado de alejarlo, de pelear con él, de enojarse pero… Seiya no le daba motivo, con paciencia había aguantado todos sus cambios de humor y desplantes, su indiferencia y malos tratos, no… él no se merecía lo que le estaba haciendo, y su hijo tampoco, tenía que terminar su romance con Hyoga… eso era lo que debía hacer pero… Hyoga… demonios!!!

 

 

Notas finales:

No se pueden perder el capitulo del lunes, ese está veneno, yo ofrecí el capítulo nuevo para mañana viernes pero me voy de viaje y vuelvo el domingo, entonces como soy mujer de palabra y no quería dejarles sin capitulo nuevo me adelante y lo publiqué

Muchas gracias por leer y comentar, saludos, bye


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