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AUN TE AMO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capitulo Ikky piensa mucho ent odo y en todos, en su hijo, en su vida de hogar y Shun tiene muchos consejos útiles

Capítulo 7.- La vida sigue dando vueltas

 

Ikky llegaba todas las noches a su vacío departamento a comer comida congelada y a ver televisión, había llamado a Seiya un par de veces sin obtener respuesta, solamente veía a Aioros cuando iba a buscar a su hijo, Seiya le había mandado a decir con su abogado que podía llevarse a Ian los domingos y en ese tren habían estado el último mes, el castaño con todo y yeso ya había vuelto a la Universidad y por Shun se enteraba de sus novedades de manera general porque su ototo se negaba a contarla nada mas especifico, en todo este tiempo el peliazul no había tratado de contactarse con Hyoga ni el rubio lo había buscado aunque no había podido dejar de pensar en él, Hyoga no tenía enteramente la culpa de lo que había pasado y no sacaba nada poniendo culpas donde no correspondían, la verdad no sabía si el rubio había tomado su antiguo trabajo y volvió a viajar o si seguía en Tokio, Ikky no se sentía digno de buscar a nadie, esta situación se degeneró de tal forma que ya no había arreglo posible y había herido profundamente a las dos personas que amaba y lo peor del caso es que ninguna se lo merecía, Seiya podía pensar erróneamente que Hyoga destruyó su matrimonio pero no era así, por lo menos no enteramente…

 

Una de esas tardes Shun  estaba saliendo de la Facultad hacia la cafetería y caminaba lentamente porque estaba mandando un mensaje de texto poniéndose de acuerdo para encontrarse con Milo y salir mas tarde cuando vio a Ikky parqueado en su auto, el peliazul tenía la mirada perdida en el edificio de Ciencias Médicas por lo que Shun se acercó y le golpeó la ventana, Ikky saltó un poco pero le abrió la puerta a su ototo el que entró al auto y se acomodó en el asiento

- Sabes nissan que lo de acosador no va contigo, estás a plena vista de todo el mundo – Shun dijo esto en tono divertido

- Solo quiero verlo, aunque sea de lejos, estoy preocupado por él, no lo he visto desde aquel día en el hospital – dijo Ikky con tristeza volviendo su vista hacia el mismo edificio, Shun suspiró y tomó la mano de su hermano y la apretó en señal de apoyo

- Bueno nissan te atrasaste, hoy es jueves y Seiya sale a las tres y media, a esta hora debe estar llegando a casa

-  Cómo está él?, y por favor ototo no me salgas con evasivas

- Seiya es mi mejor amigo así que no me pidas que te cuente nada, ya hemos hablado de esto nissan – Ikky había intentado por todos los medios que Shun le contara mas cosas de Seiya pero el peliverde siempre se había negado categóricamente, eso era punto muerto, Ikky sabía que a Shun no le iba a sacar ni una sola palabra

- Pero yo soy tu hermano – insistió Ikky por enésima vez

- Si… pero la confianza es la confianza, yo le prometí a Seiya que no te contaría nada así que no me insistas

- Ya ya ya, no quiero discutir contigo también, Seiya contrató a Shura Kotara como abogado, si te lo conté? – Ikky consideró que sería mejor cambiar de tema pero al solo recordar el nuevo abogado de Seiya la sangre le comenzó a hervir de las iras

- No… no lo sabía, solo sabía que había cambiado de abogado pero  no me dijo por qué o a cual había contratado – Shun  no entendía la súbita rabia del peliazul, en que influía que Seiya cambie o no de abogado?

- De todos los abogados de Tokio Seiya tenía que contratar a es estúpido???, lo que pasa ototo es que Shura es un imbécil, es un tiburón literalmente, el muy sínico fue a informarme que él estaba hecho cargo de mi divorcio, lo hubieras visto Shun, tenía una sonrisita que yo la quería borrar un puñetazo de su horrenda cara en especial cuando me dijo en su tono autosuficiente que su cliente no está interesado en nada de los bienes de la sociedad conyugal pero que él lo iba a pelear de cualquier manera solo para verme como me retuerzo del coraje, ese es un desalmado y trata sus casos con una frialdad única, es muy agudo y no le importa golpear bajo para sacar el mayor beneficio para sus clientes, en la Universidad estaba un año mas o menos después de mi, el muy imbécil se llena la boca diciendo que se graduó con honores y es el jefe del área civil de su firma, uyyyy… lo detesto

- Osea que él es así como tu? – a Shun le hizo gracia la manera en la que Ikky describió a este abogado si todo Tokio sabía que uno de los abogados mas fieros era el imponente Ikky Takamura, el peliazul hizo una mueca y asintió

- Si… así como yo, por eso nos odiamos mutuamente, no me sorprendería que al saber que me estoy divorciando fue a ofrecer gratis sus servicios a Seiya solo para molestarme, aunque siempre cabe la posibilidad de que lo haya hecho como favor  su muy buen amigo Aioros, es muy amigo de mi suegro, tal vez lo hayas visto alguna vez en casa de Seiya, es un tipo alto de cabello negro, sabes de quién te estoy hablando ototo?

- Un tipo de ojos negros que en aquel asado al que fuimos todos estaba asando la carne con Aioros?

- Ese mismo

- Ohhh… - Shun recordó a aquel sujeto y sonrió muy pícaramente, a él le había parecido muy atractivo, alto, de tez clara, ojos y cabellos negros, se notaba que era un tipo educado por sus modales, vaya… con razón Ikky estaba tan molesto por el cambio de eventos, Ikky se quedó mirando a Shun que parecía perdido en sus pensamientos y cuando el peliverde se dio cuenta que era observado dijo para salir del apuro porque su nissan se iba enfureciendo - Bueno, evítate el juicio y cédele el departamento a Seiya

- Ya hice los papeles si se lo iba a dar de todas maneras, el auto también, hablé con la aseguradora y me van a dar un cheque por pérdida total, pensé en comprar otro auto pero no se si Seiya me lo tome a mal, ese auto era suyo y se lo compré para que se pueda movilizar con Ian

- Bueno… es lo mínimo que puedes hacer, y no te preocupes que si no lo quiere aceptar voluntariamente yo me daré modos y haré que lo acepte

- También estas de su parte eh? – Ikky sonrió con tristeza

- Yo estoy de parte de los dos, tu eres mi hermano y Seiya mi mejor amigo, me duele que estés sufriendo pero lo que te está pasando tu mismo te lo buscaste, me da pena porque Seiya igual sufre por toda esta situación, Aioros está muy preocupado por él

- Por qué? – al fin se le había salido algo de información a su ototo pero esto lo dejó mas preocupado que antes

- Ya te dije lo que no debía, mejor me voy pero nissan… te puedo decir algo?

- Qué ototo?

- Yo creo que tu estás sufriendo porque no sabes que hacer, yo creo que deberías hablar con alguien de manera objetiva, que te de sus punto de vista sin ningún tipo de conocimiento previo y sin favoritismos, piensa en todo lo que ha pasado, analiza la situación, tu dices que amas a Seiya pero lo engañas con Hyoga, dices que amas a Hyoga pero aquí estás esperando ver a Seiya de lejos cual colegial enamorado, esta indecisión te va a matar y vas a acabar con las posibilidades que tienes de rehacer tu vida con cualquiera de los dos, no soporto verte así nissan, tienes que decidir qué es lo que quieres, a quien quieres y luego poner todos tus empeños en conseguirlo, pero eso si nissan, esta decisión tiene que ser hecha pensando solamente en ti, olvídate de mi, de papá, de tu trabajo, o de la noción de lo que dirá la gente, que nada te importe, se egoísta porque es de tu felicidad de la que estamos hablando – Ikky no se lo esperó, Shun hablaba con mucha seguridad y apretaba su mano mientras lo hacía, sin duda alguna su hermano menor lo quería y estaría ahí para él así haya cometido la peor de las estupideces, como acababa de pasar

- Cuándo te me volviste tan inteligente y analítico ototo?  - Ikky sonrió y acarició el rostro de su hermano menor y Shun solo sonrió

- Voy acabando mi primer año de psicología nissan, algo debo haber aprendido además las charlas con Milo son super interesantes, él tiene una forma de ver la vida muy objetiva y racional, sabes nissan y creo que deberías hablar con él

- No no no, yo no le voy a ir a contar todas mi cosas a tu novio – a eso Ikky se negaba, nunca había ido a terapia y eso no le convencía pero en cambio Shun se mostraba tan seguro…

- Milo no es solamente mi novio, es psiquiatra titulado y con licencia de práctica además es profesor universitario y lo mas importante es amigo tuyo y te conoce pero no sabe nada de los detalles de tu vida, piénsalo… es perfecto

- Lo pensaré, quieres que te lleve casa?

- No es necesario nissan pero gracias… Milo va a salir en unos 15 minutos y quedamos de ir a comer – dijo el peliverde chequeando su reloj

- Ok., te hago compañía entonces y así me cuentas mas de tu noviecito, ya se lo contaste a papá?

- No todavía, pero ya le dije que tengo novio, que no es uno de mis compañeros, que es profesional y trabaja, no le dije que era mi profesor pero igual ya lo va a saber porque lo invitó a comer el domingo para conocerlo

- Almuerzo con papá, uy… paso la verdad

- Ningún “paso” que tu también tienes que ir, necesito un escudo en contra de tu padre, ya sabes como se sabe poner de vez en cuando y ahora anda de un genio insoportable

- Por que?, qué le hiciste ototo a nuestro pobre e inocente padre? – Ikky rió con ganas cuando dijo esto haciendo reír a Shun

- Nada… lo que pasa es que estoy saliendo mas seguido y papá está preocupado, es el primer novio que me ha durado mas de una semana y papá está entrado en pánico – explicó el joven con una sonrisa cómplice

- Uy… dile a Milo que vaya el domingo a casa con una armadura o algo…

Ikky esperó con Shun en el auto hablando de todo y nada hasta que Milo se desocupó y lo recogió, luego el abogado se fue a casa, no tenía la menor intención de volver a su oficina, él sabía que estaba descuidando su trabajo pero era una de las cosas que menos le importaba en los precisos momentos, en el camino pensaba que la idea de Shun tenía su mérito, tal vez le haría bien contarlo todo a alguien ajeno a toda esta situación y tal vez Milo lo ayudaría a poner todo en perspectiva

 

Un poco mas de dos meses habían pasado desde la última vez que Ikky vio a Seiya en el hospital, las veces que había ido a la Universidad no lo había podido ver y luego desistió de ir, Shun tenía razón, lo de acosador no le iba bien, una de esas  tardes el peliazul en el camino a casa pasó por el supermercado que quedaba cerca de su trabajo porque ya no tenía nada de tomar en su casa y necesitaba leche, así que entró, tomó una cesta y fue por los estrechos pasillos que no eran muy largos pero se quedó estático al ver a Seiya que empujaba un carrito en el que su niño estaba sentado, al parecer el castaño se había repuesto totalmente de su accidente, ya no tenía el yeso en el brazo y lucía totalmente normal, un poco mas delgado tal vez y ausentemente le iba repitiendo palabras a Ian que trataba de decirlas, su hijo estaba por cumplir dos años y aún no hablaba, Seiya sabía decir que por vago y mimado pero uno nunca sabe, Ikky se escondió para que Seiya no lo viera pero él si los miraba desde el otro lado del pasillo (Ikky iba paralelamente en el pasillo de al lado) y su corazón latía con fuerza, Seiya no estaba haciendo nada especial, había tomado una caja de mezcla para hacer panqueques, un six pack de coca cola, una funda de manzanas, una de naranjas, una bandeja de uvas verdes y rojas, Ian estaba abrazado literalmente una caja de sus cereales favoritos y repetía como podía las palabras que su papá le iba diciendo hasta que lo vio a él al final de pasillo, lo señaló y dijo “Papá Ikky”

 

- Si… papá Ikky, ahora di papi Seiya – dijo el castaño sin voltearse, la verdad no pensó que Ikky estuviera allí

- Papá Ikky – repitió el pequeño y Seiya le sonrió, le acarició el rostro y le besó la cabecita

- Extrañas a tu papá verdad?, yo también lo extraño – dijo el castaño con un suspiro pero sin voltearse – ok., ahora di chupete

- Pete

- No… chupete, chu-pe-te…

- Pete

- Si no dices chupete no te compro nada

 

Seiya viró al final del pasillo en la dirección contraria y se perdió en la hilera de alado que tenía las cosas enlatadas, Ikky no lo resistió, dejó por ahí su canasta y salió sin mas del supermercado, le faltaba el aire y le latía el corazón con violencia, la verdad no pensó que tendría una reacción así al ver a Seiya, Ikky hubiera dado media vida si hubiera podido tomar al que aún era su esposo en sus brazos y besarlo, lo que más quería Ikky era estrechar al joven castaño contra su cuerpo y sentir su calor, escuchar de sus labios palabras de amor, las que antes con tanta frecuencia escuchaba y ahora le parecía algo tan lejano, el castaño estaba usando unos pantalones flojos de calentador y un buso que hacía juego, no estaba usando nada especial pero a Ikky se le hacía tan invitante su figura, Seiya no tenía una idea de lo sensual que era pero ahora el abogado solo podía soñar con tocarlo, por lo que el mayor se subió a su auto y esperó hasta que vio al castaño salir con dos fundas de compras en una mano y a su hijo de la otra, llegó hasta el auto de Aioros y puso las compras en el suelo, abrió la puerta trasera por la cual el pequeño haciendo todos los esfuerzos él solo se subió al auto, Seiya no lo podía cargar por su brazo herido y solo lo acomodó en la silla de bebé (que ya estaba algo pequeña) y luego puso las compras en la cajuela, se subió al auto y se fue tranquilamente

 

El peliazul arrancó su auto y a una distancia mas que prudencial lo siguió, la verdad no sabía por qué lo hizo pero no podía irse así como así, tal vez al llegar a casa hallaría el valor de hablar con él o algo, Seiya manejaba relativamente despacio hasta llegar a casa de su padre, ahí Ikky vio como el castaño bajaba primero a su hijo y lo llevaba adentro de la mano, el pequeñito aún estaba abrazado la caja de cereales y caminaba tranquilamente junto a su padre que le seguía repitiendo palabras, luego de dejar al niño dentro de la casa Seiya salió a buscar sus compras, las bajó, aseguró el auto y entró, Ikky se quedó en su auto por casi cinco horas, no reunía el valor para bajarse y hablar con Seiya pero tampoco podía arrancar el auto e irse, el abogado no sabía que hacer y casi a la media noche cuando hace mas de dos horas que todas las luces de la casa de Aioros estaban apagadas el peliazul finalmente manejó de regreso a su departamento

 

Al día siguiente rumbo a su oficina cuando el abogado estaba detenido en un semáforo algo llamó su atención, en uno de los cafés de la zona estaba Hyoga tomando un café tranquilamente mientras conversaba con una mujer algo mayor, tenía los cabellos rubios en la misma tonalidad que los del joven rubio y sus ojos eran exactamente del mismo color, aquella mujer era su madre, Natasha, ambos sonreían y charlaban amenamente, el semáforo cambió y le pitaron a Ikky que siguió camino a su oficina y en toda la mañana no pudo quitarse al rubio de la cabeza, será que seguía en Tokio en el trabajo que tenía antes o volvería a escribir y a viajar como quería??, bueno… solo una forma de saberlo, Ikky tomó el teléfono y llamó a la revista, preguntó por Hyoga pero antes de que le transfirieran la llamada colgó el teléfono, a qué llamaba al rubio??, a continuar con la tortura??, no… esto no era saludable

 

Esa noche al llegar a casa el peliazul botó sus llaves y se lanzó realmente al sofá, sintió algo que le pinchó el trasero y buscó entre los cojines para encontrar uno de los candelabros de plata que les había dado Aioros cuando se mudaron al departamento, el Juez había dicho que esos candelabros habían ido de generación en generación en su familia, cómo fue a para allí esa cosa si estaba guardada en uno de los cajones de la credenza de los platos??, seguramente Ian lo había tomado y lo había dejado en el sillón, su pequeñito ahora que ya caminaba se movía por todas partes y abría todos los cajones, Seiya había asegurado el departamento lo mejor posible pero su hijo era un diablito y se daba modos, Ikky sonrió mirando el candelabro ausentemente, el abogado extrañaba a su hijito con toda el alma, le hacía falta sentirlo por la casa, cómo alguien tan pequeñito puede abarcar tanto espacio?, Ikky sonrió recordando todos las noches que Ian las pasaba saltando en su cama hasta dormirse, cómo bailaba con las canciones de sus programas favoritos, como les hacía caras graciosas, cómo se acurrucaba en su pecho y apoyaba su cabecita en su hombro, toda la alegría que su hijito le había traído a su vida y ahora… solo lo podía ver los domingos…

 

Una de esas noches Ikky para romper con su muy solitaria rutina se fue a un bar, se moría de las ganas de un trago y rompiendo la promesa que había hecho de no tomar nunca solo o por penas entró al primer bar que se le cruzó y pidió un whisky en las rocas el que lo apuró de un solo trago y pidió otro y otro y otro, cuando iba en el quinto trago sintió una mano en su hombro, al voltearse era Hyoga el que lo miraba con ojos algo intensos

- Qué haces Ikky?

- Emborrachándome… no es un poco obvio?, quieres un trago? – Ikky alzó la copa que tenía en su mano y se la bebió entera

-  No… y tu tampoco deberías tomar, vi tu auto afuera y no creo que sería prudente que manejaras

- Nahhhh… no te preocupes, con la suerte que tengo no creo que me pase nada hasta llegar a casa, no como a Seiya que casi se muere – Ikky hablaba en un tono que no denotaba emoción alguna

- Cómo que Seiya casi se muere? – esto era nuevo para Hyoga, pero era lógico si no había hablado con Ikky o con nadie relacionado con el abogado desde esa tarde que se fue de su oficina para no volver

- Tuvo un accidente, la tarde en la que… tu sabes que tarde… - dijo Ikky mirando a Hyoga que solo asintió, vaya… así que eso fue… ahora Seiya se había accidentado, “conveniente” pensó el rubio, por eso el peliazul no lo había buscado

- En serio?, y cómo está?

- Ahora está muy bien pero casi se muere, eso también es mi culpa… todo es mi culpa, lo siento Hyoga… lo que menos quería era lastimarte a ti también o a él, Seiya me odia al igual que tu

- No te odio… me dolió lo que pasó pero no te odio

- Ah si?... eso es bueno saberlo… hey cantinero… otro whisky…

- No… no le traiga nada mas, mejor un café, nos vamos a la mesa de allá

- Yo no quiero café

- Pero es lo que vas a tomar y no me discutas, ven conmigo – Hyoga guió a Ikky hasta una de las mesas en la que el abogado se sentó pesadamente y se cubrió el rostro con las manos recostándose en la silla

- Te vez fatal… - dijo el rubio mirando las ojeras de su antiguo amante

- Pues gracias

- Y el bebé?

- Ian no estaba en el auto con Seiya cuando ocurrió el accidente a Dios gracias, él está bien, Seiya lo tiene, se fue a vivir en la casa de Aioros, ahí están los dos – Ikky suspiró lastimeramente cuando dijo esto

- Me alegro que estén bien pero no me refería a eso… Seiya te deja ver a tu hijo?

- Sabes que esa es una de las cosas que me está matando?, Seiya le dijo al abogado que está manejando el divorcio que yo era un buen padre y que no me quería negar ningún derecho sobre mi hijo, encima de todo lo que yo le hago él me sale con esto?

- Qué esperabas?

- No se… que me pelee algo, que me haga llamadas amenazantes, que no me deje ver al niño, que me gritara a los cuatro vientos la alimaña que soy… algo… pero Seiya no ha hecho nada… nada…

- Que te de algún motivo eh? – Hyoga podía ver claramente que lo que le estaba carcomiendo el alma a Ikky era que quería echar la culpa de todo al castaño pero el joven no le daba chance, eso hacía sentir a Ikky peor, vaya… no solo él conocía muy bien a Ikky, Seiya también tenía lo suyo, lo que le estaba haciendo al abogado era digno de aplauso, una de las cosas que mas le atacaban a Ikky era precisamente la conciencia y Seiya lo estaba torturando por ese lado, muy escurridizo de su parte pensó el escritor

- Me conoces muy bien – concedió el peliazul

- Pues ya vez, son años Ikky… algo debía contar no crees?

- Si, pero tu sigues en Tokio?, yo pensé que después de la debacle ya habrías alzado el vuelo

- Pues para que veas que no, me comprometí con la revista por un año así que estoy enjaulado por algunos meses mas

- Lo siento… siento que ahora estés atrapado por mi culpa, siento todo lo que ha pasado…  - Hyoga bajó la cabeza y la meneó, esto se iba a repetir si él seguía allí

- Mejor te llamo un taxi, no puedes manejar así – el rubio se puso de pie y se puso su saco

- Tu ya te vas?

- Es mejor que me vaya, cuídate Ikky, no quiero verte así, tómate el café que te ordené y vete a casa, come algo que estás pálido y la comida congelada no es comida real

- Ya lo se

- Adiós – sin mas el rubio caminó a la salida del bar no sin antes advertirle al cantinero que no deje manejar a Ikky y que por favor le llame un taxi, que ya no le de mas whisky y de ser posible lo mande a casa, el peliazul estuvo en ese bar por una media hora mas, el cantinero le confiscó las llaves y le llamó un taxi, pero Ikky no podía llegar a ese departamento frío y vacío otra vez así que de la puerta del edificio se volvió a subir al taxi y lo dirigió para la casa de su padre, era casi la media noche cuando llegó y llamó a Shun a su celular, el peliverde medio dormido bajó a abrirle la puerta a su hermano que no dio mayores explicaciones y solo fue a su antigua habitación y se lanzó a la cama

 

A la mañana siguiente Shun despertó a Ikky con un jarro de café en la mano, el peliazul abrió los ojos pesadamente y se acomodó en la cama incorporándose para tomar el jarro, se veía fatal, no se había cambiado de ropa y su traje estaba todo arrugado, su cabello revuelto y ahora estaba con un dolor de cabeza tenaz, su imagen no era alentadora

- Qué pasó nissan?

- No puedo seguir viviendo ahí… el departamento me grita

- Cómo que te grita?

- Todo me recuerda a Seiya y a mi hijo y estar ahí sin ellos es absolutamente insoportable, no puedo mas ototo, no puedo mas…

- No me dijiste que le ibas a ceder el departamento a Seiya?, pues cédeselo y múdate, si quieres volver aquí no creo que papá se oponga, pero si el estar ahí te hace mal pues múdate, honestamente nissan… tu sufres porque quieres

- Me lo merezco

- Eso no está es discusión pero ya no te castigues tu mismo, no es saludable, no me gusta verte así, cómo puedo ayudarte?

- Necesito hablar con Seiya… no puedo dejar las cosas así, necesito hablar con él – Ikky se dejó caer en las almohadas y cerró los ojos

- Medio difícil nissan porque él no quiere verte

- Eso es lo que me va a matar

- Qué quieres de Seiya?, quieres que vuelva contigo?, quieres tener una relación civilizada de divorciados?, quieres ser amigo?, o solo quieres lavar tu conciencia consiguiendo su perdón?

- Todo… nada…

- Ok., hasta que no te decidas no te atrevas a acercarte a él, eso es en serio nissan

- Lo se…

- Y Hyoga?, no lo has visto?

- Si lo vi ayer, me lo encontré en el bar en el que estaba

- Te mandó a volar? – Shun preguntó cisañosamente, si su nissan llegó a su casa es porque no pasó la noche con el rubio

- No… me llamó un taxi, todo esto es tan… arghhhhhhhhhhhh – Ikky tomó una de las almohadas y se la puso sobre el rostro, Shun se la quitó y le puso un paño humedecido con agua en su frente, Ikky agradeció el gesto y suspiró

- Tu solito entraste en el hoyo en el que estás, ahora tu solito tienes que salir a flote, me sorprende que alguien tan inteligente como tu se de vueltas en lo mismo por tanto tiempo

- No es tan fácil ototo

- Yo se que no es fácil pero Ikky… por todos los dioses… decide algo y decídelo ya

- Si si ya ya…

 

Seiya estaba en la cafetería de su Facultad, tenía un sobre abierto y unos papeles en la mesa, Shun se acercaba todo apurado con su bandeja del almuerzo y se sentó al frente de Seiya que reaccionó cuando el peliverde lo llamó por su nombre

- En qué te hallas? – preguntó el joven tomando su burrito y dándole un mordisco

- Esto me llegó hoy, mi abogado vino hace un momento y me lo trajo

- Qué es?

- Las escrituras del departamento y los papeles del seguro del auto, solo tengo que firmarlos, Ikky me lo cedió todo, es más… como mi auto quedó despedazado del accidente con el dinero que le rembolsó la aseguradora a Ikky él me compró otro nuevo, misma marca mismo modelo, solo que es azul, está ahí afuera… ya lo vi…

- Si me dijo que lo iba a hacer

- Yo no quiero esto Shun…

- A la mierda con lo que quieras o no, esto te corresponde y es tuyo por derecho, tuyo y de Ian, no es solo de ti de quien estamos hablando así que firma los papeles y yo mismo te acompaño a dejarlos al juzgado – Shun se puso todo serio lo que sorprendió a Seiya que solo suspiró

- Por qué no me lo dijiste? – Seiya no le estaba reclamando, su tono era mas bien curioso

- Porque sabía que te ibas a oponer pero… no Seiya, ya lo hablamos esa vez y esto es tuyo, mira no te estoy diciendo que te mudes a tu antiguo departamento pero lo puedes rentar y tener un ingreso extra, tu tienes muchos gastos, esta carrera es cara y mantener a Ian también, tu papá es un sol y nadie te lo discute pero es lo menos que el idiota de mi hermano podría hacer así que firma lo que tengas que firmar y vamos de una vez

- Tengo clases tarde

- Pues a lo que salgamos, esto es bueno Seiya – el peliverde insistía y e castaño finalmente asintió y firmó todos los papeles para guardarlos en el sobre y luego en su mochila

- Si… supongo que si… - Seiya suspiró y se puso de pie para ir a sus clases con Shun a su lado

 

Ese domingo Ikky fue a dejar a Ian en la tarde, había pasado con su pequeño en la casa de Shion todo el día, dentro de todo la separación de Ikky y Seiya había obligado de cierta manera a que el abogado pase mas tiempo con su familia, esa semana el peliazul se había mudado a un nuevo departamento, no se había llevado nada del otro departamento, solo sacó su ropa y algunas fotos, documentos y libros de leyes pero el resto lo dejó todo, no le iba a vaciar la casa a Seiya, eso hubiera sido bajo, de cualquier manera al llegar a la casa de Aioros y tocar el timbre fue precisamente Seiya el que salió a recibir a su hijo, Ikky se quedó estático, él había visto de lejos a Seiya algunas veces pero no habían hablado, de todos sus asuntos legales se encargaban sus abogados y no se habían visto frente a frente

 

- Seiya… que gusto verte, cómo estás? – el corazón del mayor latió con fuerza y habló torpemente cuando lo hizo, se le notaba nervioso, eso era en verdad extraño para un abogado tan diestro

- Estoy bien… hola bebé – el castaño se agachó y abrazó a su hijo, no lo podía cargar porque aún no estaba 100% bien y tenía que hacer rehabilitación por lo que tomó la mano del pequeñito que se abrazó a su pierna

- Seiya… yo…

- Espera Ikky… yo se que no hemos hablado estos meses y eso ha estado bien, yo la verdad no quiero escucharte si lo que quieres es disculparte o algo, yo quiero dejar todo eso atrás y tratar de tener una relación civilizada contigo por el bien de nuestro hijo, firmé ya los papeles del departamento y del auto, muchas gracias pero eso no era lo que yo quería, yo no quiero tu dinero, nunca lo he querido – el tono del castaño era sereno pero bastante frío

- Lo se…

- Bien… solo quería aclarar eso, puedes venir por Ian el próximo domingo, adiós Ikky…

- Espera Seiya, el próximo sábado es su cumpleaños y quería saber si… le vas a hacer una fiesta de cumpleaños o algo?, tu la querías hacer y yo…

- Solo haremos una cena, nada muy grande pero tu puedes hacerle una fiesta el domingo si quieres – Seiya lo excluyó de su cena tajantemente o eso le pareció a Ikky que tenía la extraña esperanza de formar parte de las celebraciones

- Ohhh… ok., adiós Seiya y cuídate mucho

- Tu también, bye

 

Seiya se dio la media vuelta y entró a la casa, Ian se volteó y se despedía con la manito de Ikky, eso le partió el alma al peliazul que hizo uso de toda su fuerza para no llorar, él extrañaba a Seiya, su vida en familia, el ver a su hijo todos los días, extrañaba su hogar, su vida de hogar y todo lo que ello conlleva, Seiya era indiscutiblemente su hogar pero… eso en donde dejaba a Hyoga??, Ikky igual extrañaba al rubio pero qué era él?, su casa de campo??... no… no lo era y ese era radicalmente el problema

 

Notas finales:

En el capítulo de Lunes Ikky busca ayuda y del mas indicado que le ayudará a poner en claro su corzón y su cabeza, empezando por Hyoga

Muchas gracias por leer y comentar, cuidense mucho, disfruten su fin de semana, saludos, bye


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