Capítulo 8.- La verdad sobre Hyoga
Esa semana Shun fue invitado junto con Shion a la cena de cumpleaños de Ian, solamente el joven peliverde asistió y llegó para encontrar la casa de Aioros llena de niños, Shun no tenía ni idea de dónde salieron tantas criaturas, Seiya luego explicó que eran los niños de la guardería donde estaba ahora Ian, fue una cena muy divertida, el castaño tenía un pastel, gorritos para todos, serpentinas, millón cosas de comer y tomar, juegos de todos los tipos y toda la cosa, al momento de cortar el pastel le pidió a Shun que cargara a su hijito para que sople las velas porque él no podía hacerlo y tomaron muchas fotografías, a Shun le dio mucha pena que Ikky no haya podido compartir esto, ellos en buenas cuentas tenían planeado algo similar pero en menor escala para el día siguiente, lo que le sorprendió al peliverde fue ver llegar a un hombre joven de cabellos negros cortos, porte elegante, alto, distinguido, era aquel al que Ikky le había hecho referencia y era el abogado de Seiya, Shura hizo su aparición casi a las ocho de la noche, tenía un regalo en sus manos y saludó a Aioros con familiaridad, cargó a Ian que no se hizo el quite y permaneció tranquilo en sus brazos jugando con su corbata mientras el abogado conversaba muy animado con Seiya, hasta aceptó que el castaño le pusiera uno de los gorritos de papel para las fotos, esto en verdad le parecía muy extraño a Shun, Seiya no le había comentado nada de esto, bueno… tal vez no había nada que comentar y solo eran buenos amigos, pero esa no era la vibra que daba a notar el experimentado abogado, se notaba a leguas que Seiya le gustaba por la manera en que lo miraba y se comportaba a su alrededor
Al día siguiente en la fiesta de cumpleaños de Ian organizada por Ikky, el peliazul escuchó parte de la conversación de Shun y su padre, el joven le estaba contando como fue la reunión del día anterior y llegó a la parte en donde Shura hizo su aparición y se quedó ahí la historia porque hasta que Shun se fue el abogado no se iba, a Ikky se le movió el piso bajo sus pies y un arranque de rabia como nunca había sentido le invadió, así que esa era la movida de Shura eh???, pues no… nadie le iba a quitar a Seiya pero… Seiya ya no era suyo como para que se lo quiten… rayos!!!
Luego de dejar a Ian en casa de Aioros y solo saludar cortésmente a su ex suegro, Ikky sacó su teléfono y llamó a Milo, no se habían visto mucho este tiempo que ya estaba saliendo oficialmente con Shun y no habían conversado muy profundamente de nada pero él ya no podía seguir así, Shun tenía razón y esta indecisión lo estaba matando
- Aló? – contestó el psiquiatra al segundo timbrazo
- Milo es Ikky, estás ocupado?, quieres tomarte un trago?
- Claro… Shun tiene no se que trabajo y está en la casa de uno de sus compañeros, solo tengo que ir a recogerlo cuando me llame pero no se a qué hora, ya sabes como es tu hermano, si no te importa eso pues… soy todo tuyo
- Genial, en dónde estás?, te paso a buscar
- Estoy en la Universidad, en el edificio de los post grados (que son los únicos que funcionan en domingo)
- Estoy ahí en cinco minutos
Ikky llegó para encontrar a Milo que estaba parado afuera de la cafetería fumándose un cigarrillo el cual apagó con su zapato cuando vio llegar a su viejo amigo
- Vamos?
- Mejor un café en vez del trago, ven… aquí hay máquina de expresos nueva y unos sánduches fantásticos, la verdad tengo hambre
- Está bien
Los dos mayores entraron a la cafetería y ordenaron un par de cafés y unos sánduches, empezaron a hablar de todo un poco, desde los resultados del último partido de futbol hasta lo que había dicho Shion al saber que Shun salía con uno de sus profesores
- Tu papá no ha cambiado en nada – dijo el profesor con una sonrisa al recordar el muy incómodo almuerzo en donde Shun lo había presentado como su novio
- Mi papá es complicado, quiere mucho a Shun y por eso se porta así contigo, no tienes una idea de los desplantes que le ha hecho a Seiya, yo no se por qué lo hace pero a su criterio nadie es lo suficientemente bueno para cualquiera de sus hijos
- Pues si… y dime… has visto a Seiya?
- Si lo he visto un par de veces, hablé con él una sola vez pero no me dio chance de nada
- Y que te dijo?
- Nada… solo que quería una relación civilizada por el bien de nuestro hijo, esto ha sido muy duro para él y me resiente, lo pude ver en sus ojos
- Pues un matrimonio fallido es un fracaso para ambos, no le dijiste nada mas?
- No… no tengo cara para hacerlo, ese día en el hospital me di cuenta cuánto lo había lastimado, solo pude ver dolor en sus ojos, eso… no lo podría soportar otra vez
- Y Hyoga?
- Lo vi el otro día en un bar, no hablamos mucho, solo me pidió un taxi porque yo había estado tomando pero enseguida se fue, tampoco me dio chance a nada
- Pero si ya tenías el camino libre por qué no lo buscaste?
- No lo se…
- Ok., yo asumo que no me llamaste ni para hablar de Shun o del clima, si tu quieres yo puedo ayudarte, pero si lo vamos a hacer lo tenemos que hacer seriamente, yo creo que estás listo, tu que crees?
- Yo ya no se que hacer, me quiero morir… todo es mi culpa…
- Tal vez si, tal vez no… eso es lo que vamos a averiguar
- Ok.,
- Muy bien, háblame de Hyoga
- Y por qué de Hyoga primero?
- Él llegó primero a tu vida Ikky, a él lo amaste primero, y a consecuencia de ese amor llegó Seiya, o por lo menos es lo que me ha dicho Shun, pero quiero escucharlo de ti, así que, háblame de Hyoga…
- Ok., todo empezó así…
Ikky estaba en la Universidad, estudiaba derecho y cursaba el segundo año de su carrera, una noche en los juegos del novato organizado por la facultad de Comunicación social, el peliazul con sus compañeros fueron a uno de las chamarascas que se habían organizado en busca de “carne fresca”, a lo que llegaron se tomaron un par de cervezas y se paseaban por ahí haciendo nuevos amigos y uno que otro levante y fue que ahí lo vio por primera vez, al otro lado del fuego estaba uno de los chicos mas atractivos que habían en el salón, era rubio y tenía unos ojos celestes muy hermosos, Ikky no lo pensó mucho y se acercó a él cerveza en mano para entablar conversación, allí se enteró de su nombre… Hyoga… había entrado ese año a la Universidad y estudiaba lengua y literatura, quería ser escritor y estaba de paso en la Facultad de Comunicación Social, la química entre ellos fue palpable para todo el que los rodeaba, charlaron mucho esa noche hasta que Hyoga dijo que quería irse, que su madre le cerraría la casa si no llegaba a tiempo, Ikky le dijo que no se preocupara que él lo llevaría a casa y así lo hicieron, a Hyoga le encantó la vieja camioneta de Ikky y fueron lentamente por las calles de Tokio hasta el barrio residencial en donde vivía el rubio, ahí Ikky le pidió su número de teléfono y lo invitó a salir al día siguiente, Hyoga aceptó y como despedida le dio un suave beso en la mejilla, ese fue el comienzo de su relación
En las semanas que siguieron empezaron a salir, se veían en la Universidad, salían a comer, los amigos de Ikky pasaron a ser amigos de Hyoga y viceversa, pasaban todo su tiempo juntos usualmente en la casa de Ikky mientras el peliazul arreglaba su camioneta, ese carro siempre tenía algo dañado pero Hyoga le hacía compañía a su novio mientras trabajaba en su auto, el peliazul amaba a ese auto, sabía decir que era una extensión de si mismo
- Pásame ese destornillador por favor – Ikky estaba totalmente debajo del carro y Hyoga estaba apoyado en la pared tomando una gaseosa
- Cuál este?
- Ajá
Hyoga tomó una de las herramientas y se puso de cunclillas para pasársela a Ikky que se hizo visible moviendo una especie de tablilla que tenía ruedas en la que estaba recostado, el mayor tomó la herramienta pero se puso de pie y jaló a Hyoga para besarlo, el rubio quería zafarse pero no pudo, estaban en sus juegos y por ahí hubo un mal paso y ambos cayeron al césped quedando Hyoga sobre Ikky entre sus piernas, en eso estaban cuando escucharon que alguien se aclaraba la garganta, Hyoga de un salto se puso de pie y se sonrojó furiosamente porque Shion, el papá de Ikky había salido al patio
- Solo vine a decirles que me voy, hoy hay reunión de padres de familia en la escuela de Shun, adentro queda tu hermano con su amiguito, por favor… no les den espectáculos
- Lo siento Sr. Takamura
- No es tu culpa hijo, estaba hablando con Ikky, hablé con Aioros y él dijo que no puede venir a recoger a Seiya, si yo no llego hasta las 8 lo podrían dejar en su casa?, no es muy lejos
- Y lo vamos a dejar solo en su casa?, Aioros no va a la reunión que vas tu?
- No… yo soy de la directiva del curso, él me dijo que va a estar en casa a las 7 pero Seiya pidió permiso hasta las 8, sobre el microondas hay dinero para la cena, nos vemos mas tarde, adiós hijo…
- Hasta luego papá – contestó el muchacho de ojos azules mecánicamente
- No hablaba contigo, hablaba con Hyoga – aclaraba el formidable peliverde con expresión seria
- Hasta la noche Sr. Takamura – dijo Hyoga diligentemente haciendo rabiar a Ikky
Ambos muchachos vieron a Shion alejarse, subirse a su auto e irse, Ikky lanzó al balde de la camioneta la franela con la que se estaba limpiando las manos y acorraló a Hyoga contra el auto para besarlo, el rubio se resistía juguetonamente pero finalmente abrazó a Ikky rindiéndose a sus besos y a sus caricias
- Me parece el colmo que mi papá te quiera mas a ti que a mi, en serio me estoy convenciendo de que soy adoptado
- No no no, no eres adoptado, yo he visto las fotos, yo creo que te pareces mucho a tu otro papá y por eso Shion es tan duro contigo, en cambio como Shun se parece a él pues… lo consiente
- Puede ser y ahora resulta que estamos de niñeros
- Ay Ikky no seas quejumbroso que tu hermano y su amiguito nunca nos dan problemas, ellos se entretienen solos, oye… si vamos a ir este fin de semana con todos al día de campo verdad?
- Si… por eso estoy arreglando la camioneta, no quiero quedarme varado en medio de la nada
- No importa, nos atrasamos y nos vamos los dos solos, si nos quedamos varados pues hacemos un día de campo mas… íntimo, no crees que sería divertido estar solo los dositos, acostados junto a un fuego, asando masmelos para dormir bajo las estrellas… eso suena mejor no crees?
- Si me dices eso en serio pues voy a boicotear la camioneta para en serio quedarnos varados por ahí
- Mmmmmm genial… - Ikky y Hyoga se besaban nuevamente cuando la puerta se abrió y los dos niños salieron al patio
- Hey!!!... a dónde creen que van? – llamó el peliazul y los dos niños bajaron la cabeza y con sus caritas todas culpables fueron hasta donde estaban los dos muchachos mayores, Shun y Seiya eran dos niños muy hermosos de mas o menos 10 años que pícaramente estaban esperando su oportunidad para escaparse a la tienda de la esquina a comprar dulces
- Solo íbamos a la tienda nissan… no nos demoramos nada, podemos ir?, por favor por favor por favor por favor…
- Ok., vayan que de aquí los veo y tráigannos unas gomitas si?
- Listo nissan… vamos…
Seiya y Shun fueron a la carrera a la tienda bajo la atenta mirada del peliazul que estaba de pie en la puerta de su casa para no perder detalle de los niños, se escuchaban muchas cosas en las noticias, no los vayan a raptar o algo, pero nada de eso pasó, los niños regresaron a la casa, entregaron las gomitas y se fueron adentro a seguir jugando sus videojuegos
La noche en la que iban a ir a acampar llegó pero Ikky se desvió en el camino alejándose del grupo de sus amigos y llegó a un claro junto a un lago, Hyoga solo sonreía, él si se lo había dicho pero no pensó que su novio en serio lo hubiera hecho, Ikky prendió una fogata y asaron masmelos acurrucados en una manta, la noche era despejada y las estrellas brillaban con fuerza, todo el ambiente era muy romántico y así como Hyoga había dicho la primera vez que hicieron el amor fue frente a ese delicioso fuego, esa noche fue mágica, la primera para ambos, Hyoga había hecho las aclaraciones de que él no era virgen, Ikky le había dicho que él tampoco pero que sería la primera para ellos como pareja, que nada de lo que haya pasado antes importaba, que ahora solo contaría el presente y su futuro juntos…
- Te amo Ikky… no te lo había dicho antes verdad? – Hyoga estaba acurrucado en en fuerte pecho de su novio bajo la bolsa de dormir que los cubría, Ikky estaba acariciando sus cabellos y sonrió
- No me lo habías dicho pero yo ya lo sabía, yo te amo Hyoga, con todo el corazón… - el rubio se volteó y buscó los labios del peliazul y así se besaron bajo la luz de la luna dando inicio a un nuevo inicio en su relación, esa noche fue la primera vez que se habían dicho que se amaban, la primera noche que hicieron el amor, y la primera vez que Ikky en serio contempló su futuro con alguien, el peliazul había tenido varias relaciones antes pero nunca se había enamorado, ahora era diferente, su corazón latía con violencia de solo pensar en el rubio que ahora estaba entre sus brazos
La relación de Ikky y Hyoga era bastante normal, ellos salían, iban a comer, Ikky pasaba a buscar a Hyoga en su casa para llevarlo a la Universidad y el rubio por lo regular esperaba hasta que Ikky saliera de clases para irse juntos, Hyoga pasaba sus tardes libres y en los fines de semana en la casa de la familia Takamura usualmente acompañaba a Ikky mientras él trabajaba en su camioneta, a veces jugaban juegos de mesa con los niños de la casa (Shun y Seiya), Shun se llevaba muy bien con Hyoga, el rubio era todo consentidor con el hermanito de su novio y con su amiguito que siempre estaba en casa de Ikky, Shion veía al rubio como un hijo mas, la verdad al peliverde jefe de familia le complacía mucho y apoyaba la relación de su arisco hijo con ese muchacho tan dulce y divertido, las pocas veces que Shion había visto reír a Ikky con soltura era porque Hyoga algo había dicho o algo había hecho
La vida universitaria de Ikky fue libre de estrés, a Hyoga le gustaba viajar mucho y en la camioneta de Ikky iban a donde el camino los llevara, a veces se quedaban con el auto dañado en la carretera pero todo esto a Hyoga le parecía una aventura y hubieron muchos viajes truncados por problemas técnicos como decía Ikky, ellos estaban muy enamorados, a la mamá de Hyoga no le hacía mucha gracia el novio de su hijo pero el rubio no le hacía el menor caso y la pareja pasaba tardes enteras haciendo planes para el futuro, el sueño de Hyoga era ser escritor pero eso tenía una razón muy poderosa, lo que en verdad quería el rubio era viajar, no soportaba la idea de quedarse su vida entera en un solo lugar, sabía decir que como flor se iba a marchitar y que él como ave quería volar libre como el viento, con Ikky a su lado claro está, a Ikky la verdad le daba igual, él quería estar con Hyoga, el dónde no le interesaba…
Claro que no todo era dulzura en esa relación, Ikky era por demás celoso y Hyoga en extremo sociable y coqueto, a veces tenían peleas épica por esta causa pero nada que una noche de pasión no arreglara, juntos ellos habían pasado muchas cosas, su relación era muy fuerte, se amaban, se tenían confianza y con el paso de los años llegaron a conocerse muy bien, Ikky tenía pensado proponerle matrimonio a Hyoga apenas acabara la Universidad y consiguiera trabajo pero… la vida se interpuso en sus planes
Las cosas se complicaron de una manera inesperada una noche que llegó a casa Shion algo pálido y dijo que tenía que hablar muy seriamente con sus hijos, ahí los sentó a ambos en la sala y les habló claramente
- Ustedes saben que no me he estado sintiendo bien últimamente y bueno estas semanas me he hecho todo tipo de exámenes y hoy me dieron los resultados – dijo Shion desde el sillón, Ikky estaba en su último año de carrera en esos momentos tenía 24 años recién cumplidos, Shun tenía 14 y aún estaba en la escuela secundaria
- Qué tienes papi? – preguntó el pequeño peliverde sentándose junto a su padre y tomando su mano
- Bueno… el médico dijo que tengo cáncer
- Cáncer??? – Ikky se puso pálido
- Hijo, hijo… tranquilo, según el médico lo encontraron a tiempo, me programaron la cirugía para dentro de 15 días y luego tendré que hacer varios tratamientos de quimioterapia, radioterapia y esas cosas pero mi médico está muy optimista
- Cáncer a dónde papá? – Ikky se puso de pie y caminaba por la sala
- Al hígado, yo sé que es agresivo pero yo soy joven y fuerte, verás que voy a salir adelante hijo, voy a estar bien – Shion se puso de pie y caminó hasta Ikky que solo se volteó y lo abrazó con fuerza, a Shion se le fueron las lágrimas cuando igual sintió que Shun lo abrazaba por la espalda, por varios minutos el padre y sus dos hijos permanecieron abrazados en la sala, los tres lloraban pero cuando se tranquilizaron hablaron mas sobre las opciones que le había dado el médico a Shion, esa noche Ikky no pudo dormir, esto era lo último que les podía haber pasado, hace ocho años tuvieron su última crisis como familia cuando Docko (su otro padre) se había ido de la casa para no volver, a Shion no le gustaba hablar de esa situación y ahora dijo que no lo llamaría, Ikky estaba de acuerdo, la separación de sus padres fue muy dura, hubo mucho drama y no solo los platos volaron
Hyoga al enterarse ayudó en lo que podía a su novio que estaba en verdad preocupado por su padre, el día de la cirugía de Shion, sus dos hijos y Hyoga estuvieron en la sala de espera, estuvieron ahí como por seis horas hasta que salió el médico con una expresión algo sombría
- Qué pasó doctor?, cómo está mi papá? – dijo el peliazul poniéndose de pie y caminando hasta donde estaba el galeno
- Lo siento mucho… la cirugía fue muy complicada, el tumor estaba extendido mucho mas de lo que se vio en las placas iniciales y no pudimos extraerlo entero, hicimos todo lo que pudimos pero la enfermedad está avanzando muy rápidamente
- Entonces?
- La única opción es empezar con tratamientos agresivos, vamos a empezar un ensayo clínico con unas nuevas drogas, ya puse a su padre en la lista de candidatos y no creo que me nieguen la autorización, es un tratamiento nuevo que en teoría surtiría los efectos deseados, luego podremos programar otra cirugía para sacar lo que nos faltó del tumor
- Usted dijo en teoría… cómo en teoría?
- Si… ya habíamos considerado esta opción y con anterioridad ya lo hablé con su padre y él está de acuerdo, saldrá del hospital en dos días y necesitará muchos cuidados, lo necesitará a usted y a su hermano, el tratamiento es largo y costoso
- No se preocupe doctor, lo que sea necesario…
- Ese es el espíritu, bueno… mas tarde vendré a chequear a su padre, permiso…
Ikky se quedó de pie por algunos minutos, la situación era aún mas complicada ahora, se volteó y suspiró a ver a Shun dormido con su cabeza apoyada en las piernas de Hyoga que lo miraba angustiado, era mejor no contárselo a su hermanito era muy joven para afrontar lo que se les venía si la situación era así de grave, él haría frente a lo que fuera necesario…
El doctor no exageró cuando les dijo que el camino que les esperaba sería difícil, la enfermedad de Shion representó toda una nueva dinámica en la familia, cada vez Shion iba delegando las cosas de su empresa a su hijo mayor que con la ayuda de Aldebarán (el contador general) y Shaka (el jefe de personal) de las empresas de su padre iba saliendo adelante, Ikky cada vez mas se empapaba de las cosas e iba todas las tardes a ayudar con lo que sea necesario, su horario era sumamente complicado ahora porque hacía malabares para no perder sus clases en la Universidad, tenía que estar pendiente de Shun que la verdad no le daba mayores problemas y en eso Aioros ayudaba muchísimo, antes Seiya era el que pasaba en su casa ahora Shun era el que pasaba en casa de Seiya, eso facilitaba la vida del peliazul que casi no tenía tiempo ni de respirar
Hyoga se sentía un poco abandonado pero entendía la situación e intentaba ser ayuda y no carga para su novio, cuando su horario lo permitía él iba a buscar a Shun a la escuela así el peliverde protestara, Shion pasaba la mayoría de la semana en el hospital y cuando estaba en casa tenía una enfermera para que lo atienda, estaba muy delicado y necesitaba muchos cuidados, no podía hacerse cargo de las cosas de su empresa y eso le preocupaba pero Ikky sacaba la cara por la familia como sabía decir Shun
Con el pasar de las semanas el cuadro se iba complicando y Shion ya no iba al hospital, los días y las noches las pasaba en casa, usualmente acostado en su cama con su hijo menor Shun como compañía que se acurrucaba a su lado y le leía un libro, el pequeño peliverde le leía libros de todo a su padre para distraerlo porque a veces le molestaba la luz o el sonido del televisor además Shion apreciaba las molestias de su hijo menor que sacrificaba tiempo que podía pasar jugando videojuegos o con sus amigos en el parque disfrutando del sol, pero en cambio a Shun le gustaba estar con su papá, había sido un año muy duro y al parecer Shion ya estaba en la recta final, el tratamiento no le había hecho mayores efectos y estaba muriendo, Ikky con dificultad estaba acabando el último año de derecho, tenía que hacer las prácticas pre-profesionales pero a menos que la Universidad le hiciera paso su trabajo en la empresa de su padre no se iba a poder graduar, Hyoga le estaba ayudando a hacer esos papeles y al parecer al entender su situación el Decano de la Facultad lo estaba ayudando ya que ahora el joven peliazul estaba hecho cargo real y completamente de la empresa de su padre, lo que representaba que era prácticamente un fantasma en la vida de Hyoga, el rubio amaba a su pareja pero tenerlo de novio era como no tener nada, no quería romper las cosas porque lo que le vino a Ikky no era su culpa pero… las cosas ya no estaban funcionando, se veían poco, solamente solían encontrarse en un hotel del centro para pasar algunos momentos juntos y hacer el amor, conversar unos momentos, pero mas de eso nada… la situación no estaba bien
Una noche de esas cuando Ikky llegó a casa invariablemente fue a la habitación de su padre a verlo, Shun estaba dormido y acurrucado junto a Shion, Ikky sonrió y se iba a ir a su cuarto porque pensó que ambos dormían pero Shion estaba despierto
- Hijo… espera…
- Papá, pensé que estabas dormido – contestó el peliazul en un susurro para no despertar a Shun, el hijo mayor se sentó suavemente en el filito de la cama de su padre y le tomó la mano, Shion siempre estaba helado por lo que Ikky con sus dos manos tomó la de su padre para ver si la podía hacer entrar en calor
- No… te estaba esperando, quero hablarte de algo muy importante
- Qué pasó papá?
- Hoy vino el médico a verme y me dijo que el tratamiento no ha dado los resultados esperados, que hay otro ensayo clínico y ya me apuntó para ese también, yo no me puedo morir todavía así que ya firmé los papeles – Shion había padecido mucho en el último tratamiento pero no podía darse por vencido
- Nadie te ha dado permiso para que te mueras papá, yo se que te vas a poner bien… - Ikky le sonrió dulcemente a su padre que le correspondió la sonrisa y suspiró, él se intentaba mostrar fuerte para sus hijos pero a veces le ganaba el sentimiento, quería ser optimista con este nuevo tratamiento pero sabía que las posibilidades estaban en su contra
- Eso es lo que espero pero si no es así, hijo… yo quiero pedirte algo
- No papá, no me puedes pedir nada porque tu vas a estar bien – Ikky frunció el ceño, el solo pensar que su padre iba a morir y le estaba haciendo las últimas peticiones era demasiado para el arisco peliazul
- Primero escúchame antes de que te niegues quieres?
- Ok.,
- Quiero que Shun se quede contigo, no quiero que lo mandes a vivir con Docko – de todas las cosas que Shion le pudo pedir a Ikky, esta ni siquiera se le había cruzado por la cabeza, él nunca mandaría a vivir a su hermanito al otro lado del mundo, su otro padre… Docko vivía en América, en algún país del sur del continente pero ellos ni siquiera sabían en cual, así estaban las relaciones con su padre, cómo iba a mandar a su hermanito??
- No había pensado hacerlo papá, Shun se quedará conmigo siempre, y contigo también, mira… yo se que mi padre no es cuenta para nada pero para eso estoy yo, nadie me va a separar de Shun o de ti, tranquilo papá…
- Gracias hijo… ahora si cuéntame, cómo están las cosas por la oficina?
- Le debes un aumento a Shaka, él es fantástico…
En las siguientes semanas Shion empezó el nuevo estudio clínico y ahora tenía que pasar todo su tiempo en el hospital, se sentía tan débil que no podía salir a su casa, ese ensayo duraría mas o menos tres meses los que Ikky tenía de plazo para presentar la tesis de grado, sus amigos de la Facultad (a los que dio trabajo en las empresas de su padre por cierto) prácticamente le dieron haciendo la tesis y el peliazul pudo graduarse, fue una pena que Shion no haya podido estar presente pero Shun se lo filmó todo para que su papá en el hospital no se perdiera detalle, Hyoga si estuvo allí muy orgulloso del brazo de su novio, luego en la noche el rubio lo llevó a cenar para celebrar, es que aparte del grado del peliazul habían otras noticias
- Felicidades amor – dijo el rubio levantando su copa de champagne en el restaurante, Ikky lo imitó y ambos vaciaron las copas
- Entre todo lo que me ha pasado este último año es lo único bueno
- Ohhh pero yo te tengo noticias, conseguí trabajo
- En serio?, estabas buscando trabajo? – Ikky sonrió, la verdad si había estado ausente de todo pero un detalle como este cómo se le pudo pasar?
- Bueno… podríamos decir que el trabajo me encontró a mi, mi tío Hagen trabaja en una revista internacional sobre viajes y turismo y necesita un corresponsal para este lado del planeta, él vive en América pero quiere alguien aquí que escriba las piezas de esta parte del mundo
- De esta parte del mundo? – Ikky entre cerró los ojos, eso le sonaba a mucho viaje
- Si… te acuerdas que viajé por las costas de Japón el mes anterior?
- Cuando te fuiste dos semanas, claro que me acuerdo…
- Bueno es básicamente lo mismo pero ahora podré viajar por toda Asia, no es genial?
- Vas a viajar por toda Asia?
- En un inicio, al editor le gustaron mucho mis artículos, dice que lo de la escritura viene de familia, Hagen es su principal escritor del Occidente, ayer fui a hablar con Camus que vendría a ser mi jefe y me explicó todo lo de mi nuevo trabajo con detalle y la oportunidad es buenísima, el sueldo es magnífico y yo podré viajar a todas partes
- Vaya… eso suena genial, es lo que siempre quisiste… - a Ikky se le notaba la tristeza en la voz
- No amor… es lo que siempre quisimos, esta es la oportunidad, nuestra oportunidad, es lo que hemos planeado por años y ahora lo podremos cumplir, es nuestro sueño Ikky – el rubio le sonreía a su novio y tomó su mano apretándola pero Ikky se soltó y bajó la cabeza, todo esto fue un baldazo de agua fría, no pudo haber peor momento…
- Hyoga… no puedo… mi padre está grave, Shun está en la secundaria, yo estoy a cargo de todo, no me puedo ir así como así
- Yo se que tu situación es complicada, pero busca la forma de resolverla, esto es lo que hemos estado esperando Ikky… es el inicio de nuestra vida juntos, podremos ser libres, viajar… conocer todos esos lugares y nos pagan por hacerlo, es perfecto… - se le notaba la emoción el voz de Hyoga
- Y tu carrera?
- Acabo las clases este fin de mes, hablé con mi tutor de tesis y dijo que me puede ayudar con las correcciones y demás cosas por correo electrónico, mi hermana va a hacer todos mis papeles en la Universidad, eso no es problema…
- Cielos Hyoga…
- Ikky… solo piénsalo, yo me voy la primera semana del mes que viene, si no puedes irte conmigo enseguida no importa, yo te espero y nos reunimos luego… todo depende de ti…
Esa noche luego de la cena Ikky y Hyoga fueron a su hotel habitual y pasaron la noche juntos pero Ikky no pudo dormir, esto no se lo esperaba y lo complicó todo aún mas porque eran precisamente estos momentos cuando su padre y su hermano mas lo necesitaban, Hyoga dormía en sus brazos e Ikky pensaba en su incierto futuro, en buenas cuentas Hyoga le había dado un plazo, tenía mas o menos tres semanas para decidir lo que haría
Las semanas volaron y el viaje de Hyoga se acercaba, Shion seguía en el hospital, el ensayo clínico lo habían hecho con 12 personas de las cuales 8 habían muerto en el proceso, solo cuatro seguían con vida y de esas cuatro Shion presentaba en mejor cuadro clínico, el médico estaba muy contento, el peliverde mayor se sentía igual, él no notaba ninguna mejoría pero en cambio todos los médicos estaban emocionados con los resultados, al parecer si las cosas seguían así el cáncer entraría en remisión pero esto era información confidencial, los familiares aún no lo sabían y el constante ir y venir de los médicos de la habitación de Shion tenía muy nervioso a Ikky
Hyoga estaba en el aeropuerto de pie con su maleta junto a él esperando a Ikky que debía llegar en cualquier momento pero no llegaba, el rubio sonrió complacido cuando vio al peliazul correr hasta él
- Ikky… por todos los dioses, casi no llegas, dónde está tu maleta?
- Hyoga… mi amor… - Ikky trató de tomar las manos de su novio que no dejó que el mayor lo tocara
- No me digas nada… hasta cuando tendré que esperarte Ikky?
- Es que ahora no puedo pero yo te prometo que…
- No Ikky… he creído tus promesas todo este año, yo no soy lo suficientemente importante para ti
- Hyoga por favor entiéndeme, ahora no puedo, mi padre…
- Tu padre es tu excusa para negarte, y si no es tu padre es tu hermano, yo se y entiendo que lo que te ha pasado no es tu culpa pero yo ya no puedo mas con esta situación – esta discusión la habían tenido incesantemente estas últimas tres semanas, Ikky le había prometido a Hyoga arreglar su situación pero esa mañana Shion tuvo una recaída, el peliazul venía del hospital pero Hyoga no le daba chance a que le explique nada, el rubio estaba molesto y dolido
- Me estás dando un ultimátum Hyoga?
- Tómalo como quieras, pero si no te subes en ese avión conmigo olvídate que existo
- Hyoga… yo te amo… no me hagas esto…
- No me hagas esto tu a mi… ese es mi avión… - por los altoparlantes ambos chicos escucharon como llamaban al vuelo que salía en los próximos cinco minutos
- Hyoga… no te vayas, quédate conmigo, cásate conmigo – Ikky tomó las manos del rubio y las llevó a su pecho
- No Ikky… tu ven conmigo… vámonos juntos… - Hyoga insistió una vez mas
- No puedo – dijo el peliazul derrotado
- Yo tampoco – contestó el rubio, se soltó del agarre de Ikky, se dio la media vuelta y caminó hasta el counter donde entregó su boleto de avión y sin regresar a ver atravesó la puerta de acceso al avión, Ikky solo se quedó ahí de pie por un largo tiempo, solamente trataba de respirar porque no encontraba la voluntad de moverse, tenía una angustia en el pecho que se lo oprimía, lágrimas amenazaban con escapársele de los ojos, el formidable peliazul se quedó en ese aeropuerto con el alma vacía y el corazón roto…