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AUN TE AMO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capitulo se ve como fue que empezó la relación de Ikky con Seiya, espero que les guste

Capítulo 9.- La verdad sobre Seiya

 

Milo ordenó otro café para él y para Ikky, el recordar todo lo que había pasado con el rubio lo había puesto muy triste, ellos no tuvieron problemas de pareja serios, las circunstancias se les interpusieron, eran jóvenes y estúpidos y no pudieron esperarse mutuamente, fue una relación intensa que acabó por falta de comunicación y entendimiento, ahora tres años después ellos se reencontraron y la llama volvió a arder el problema es que arrasó con todo a su paso, incluido Seiya y su familia

- Y no lo volviste a ver? – preguntó Milo todo interesado e Ikky solo meneó la cabeza y suspiró

- Si lo vi de lejos una vez pero él no me vio a mí, eso fue poco después de que se fue, hablé con él y toda la cosa la noche que me lo encontré en ese bar hace seis meses mas o menos, por mas de tres años no lo había visto, intenté bloquearlo de mi mente creo yo, lo bloqueé para no sufrir, cuando él se fue se llevó mi alma con él y yo me quedé con el corazón destrozado

- Y cuándo aparece Seiya en la película? – Milo no veía a Seiya en ninguna parte

- Poco tiempo después…

 

Los días que siguieron a la partida de Hyoga el peliazul quería morirse, estaba triste hasta la médula y con los ánimos por los suelos, lo único bueno era que Shion lentamente se iba recuperando, su nuevo tratamiento resultó exitoso en su caso y mas o menos un mes lo pasó en el hospital para luego salir a su casa, lentamente el peliverde mayor se fue reintegrando a su trabajo, Ikky había hecho un buen papel al estar al frente de todo, Shion sabía que su hijo estaba sufriendo lo indecible por la partida de Hyoga por lo que a los tres meses mas o menos de su vuelta a la oficina lo llamó a su despacho

- Qué pasó papá, problemas con esos contratos? – Ikky seguía trabajando en las empresas de su padre para distraerse en algo mas que nada

- No Ikky, quería hablar de otra cosa contigo, mira hijo, yo la verdad no se como agradecerte o pagarte todo lo que has hecho por mi y por tu hermano este pasado año, la verdad no esperaba menos de ti, eres digno hijo mío y me siento orgulloso de ser tu padre

- Papá por favor… - Ikky se puso todo incómodo, él se sentía mal cuando su padre le decía algo así porque él resentía con todo el alma y el corazón el hecho de que por su padre y su hermano el amor de su vida se le fue

- Pero… tu no estás bien, yo lo se y lo entiendo, yo ya estoy bien así que ve por él, busca a Hyoga, yo quiero que seas feliz hijito y si ese muchacho es tu felicidad pues yo te apoyo – Ikky bajó la cabeza y la meneó

- No sé en donde está Hyoga papá, él se fue y nadie ha sabido nada de él

- No puedo creer que te hayas dado por vencido tan rápido, llama a su mamá que ella debe saber en donde está él, o a su hermana, a la revista en la que trabaja, vamos hijo… es tu felicidad de la que estamos hablando – Shion insistía

- Pero y tu?

- Ya te dije que yo ya estoy bien, no te preocupes por mi o por tu hermano, ambos estamos bien, así que averigua en donde está Hyoga y ve a buscarlo

- Gracias papá – Ikky sonrió, la verdad si lo había pensado pero hasta ahora no lo había concretado, el empujoncito que le dio su papá era justo lo que necesitaba para decidirse

 

Ikky hizo sus averiguaciones y de la revista le informaron que Hyoga Nara estaba en las islas del Pacífico Sur en Sudamérica, mas específicamente las Islas Galápagos frente a las costas de Ecuador, así que el peliazul armó viaje, llegar hasta allá fue todo un reto, primero tuvo que hacer millón escalas y cuando llegó al país tuvo que esperar que sea Jueves para poder ir a las famosas Islas, una vez allá encontrar a Hyoga si fue todo un triunfo pero uno de los guías turísticos locales habló con todos los guías que estaban en la Isla mas grande del conjunto de Islas y por fin el peliazul pudo dar con el paradero de su rubio

 

Ikky estaba caminando hacia uno de los acantilados en donde le habían dicho que estaba Hyoga y efectivamente a lo lejos lo pudo ver con una cámara fotográfica tomando fotografías a los piqueros de patas azules, Ikky sonrió pero de pronto su mundo se volvió a hundir cuando vio a un hombre de cabellos oscuros mas alto que Hyoga que se acercó a él, algo le dijo en el oído que lo hizo reír y luego lo tomó en sus brazos para besarlo con pasión, se recostaron en la arena y siguieron en sus jugueteos románticos por largo rato, a Ikky le parecieron horas hasta que pudo recuperar el movimiento en sus piernas y salir de ahí, el viaje de regreso a Japón fue una tortura, el peliazul no podía creer que Hyoga que decía amarlo lo haya olvidado tan rápidamente, ellos habían hecho tantos planes para su futuro, su futuro juntos… y el amor de su vida no había esperado ni seis meses para conseguirse a alguien mas, eso… lo acabó de despedazar, ya nada tenía sentido en su vida, nada…

 

A lo que Ikky volvió y le contó a su papá como le fue en su viaje el nombre de Hyoga no fue mencionado mas en su casa, la sola mención del rubio lo ponía del mal humor y el joven abogado se dedicó a la bebida, salía casi todas las noches con sus ex compañeros de la Universidad, y cuando ellos no estaban o no tenía quien le acompañe bebía solo, iba a distintos bares y llegaba en calidad de bulto a casa, empezó a faltar al trabajo y cayó en una rutina autodestructiva tenaz, empezó a tener muchos problemas con Shion que no podía ver cómo su hijo se iba muriendo poco a poco y las peleas en esa casa se hicieron mas frecuentes, la situación no era la mejor en especial porque cada vez que discutían Ikky demostraba su resentimiento con su situación, su inconformidad con la vida y la rabia que le guardaba a Shion por mantenerlo en la empresa, Ikky quería renunciar e irse pero Shion le ponía todo tipo de pretextos lastimeros y a la final con manipulación y todo no lo dejaba…

 

Una noche cerca de la medianoche Ikky entraba todo sigiloso por la puerta trasera que daba a la cocina, si había tomado unos tragos pero no mucho, se había reunido con sus amigos a ver un partido de futbol y mas que tomar el grupo se dedicó a la conversa, a la cháchara y fue una noche muy divertida, Ikky al abrir la puerta notó una silueta delgada y pequeña que estaba sentada en la mesa de la cocina, no en la silla sino trepada en la mesa

- Shun… por qué sigues deambulando?, es tarde…

- Hola Ikky… Shun está dormido, yo tenía un poco de hambre… - contestó el castaño amigo de Shun algo avergonzado de ser descubierto

- Ohhh… hola Seiya y qué comes? – Ikky aseguró la puerta trasera y se sacó el abrigo

- Cereal, quieres un poco? – el joven le acercó el posillo al mayor que meneó la cabeza

- No… yo no se como pueden comer esa cosa, parece engrudo

- Es que Shun la mezcla con leche, yo lo como sin mezclarlo, a mi tampoco me gusta el cereal mezclado con nada y así sabe rico, quieres un poco?

- Chico inteligente, vamos a ver, déjame probar… - Ikky tomó algunos cereales con la mano y se los llevó a la boca – Mmmm nada mal… y no tienes sueño?

- No puedo dormir con hambre

- Y cómo así te quedaste aquí, no que Shun se quedaba ahora en tu casa?

- Si pero Shion tuvo que ir al hospital y mi papá tampoco estaba, entonces nos quedamos aquí los dos hasta que tu llegaras porque supuestamente ibas a llegar temprano

- Mi papá está en el hospital? – Ikky se puso pálido, su papá de algo había querido hablarle en la tarde pero él le había ignorado

- No… tenía chequeo pero el doctor no lo podía ver antes de las 7 de la noche, está arriba durmiendo no te apures

- Ohhh… me asusté, cielos… estoy tan cansado – Seiya seguía sentado sobre la mesa e Ikky estaba de pie de frente a él, el peliazul se llevó las manos a las cienes y se las empezó a frotar, masajeándolas en señal de cansancio

- No no no… lo estás haciendo mal, ven mas acá yo te indico como lo haces bien – dijo el castaño poniendo su posillo de cereales a un lado

- Y tú como sabes?

- Mi papá está en la onda naturista y me enseñó – Ikky se acercó a Seiya que se incorporó mejor en la mesa y acercándose al filito el menor abrió las piernas para que Ikky se acerque mas y puso sus manos en las cienes del mayor y le empezó a masajear con movimientos circulares fuertes al inicio y suaves al final, Ikky no sabía si en verdad Seiya sabía lo que hacía pero si se fue relajando y cerró los ojos, respiró profundamente y se pegó mas al cuerpo del castaño poniendo sus manos en la cintura del menor, como estaban ya tan cerquita Ikky podía sentir el calor que desprendía Seiya y sin mayores explicaciones, la verdad Ikky no supo que fue lo que lo impulsó a hacerlo pero abrazó suavemente a Seiya, levantó su rostro y buscó sus labios para unirse en un suave beso, el menor rodeó el cuello del peliazul con los brazos y se rindió al beso que le estaban dando, a Ikky le parecía muy gracioso pero Seiya no sabía besar muy bien que digamos y fue ahí que se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se separó del castaño que se llevó una mano a los labios y sonrió

- Seiya… lo siento…

- Por qué?

- Yo no se…  - Ikky estaba algo incómodo, Seiya era una criatura si tenía 15 años igual que Shun pero sería por la cercanía, porque lo estaba masajeando o  quien sabe que pero… Ikky miró a este muchachito con otros ojos, ya no era solamente el amiguito de su hermano, Seiya estaba muy atractivo y al sentirlo entre sus brazos Ikky se sintió bien, como no se había sentido en mucho tiempo, el mayor se sentía muy solo y la cercanía de este dulce jovencito le movió algo en el corazón

- A mi me gustó, no me habían besado así antes – dijo el menor todo sonrojado

- No habías tenido novio antes?

- No… lo que se dice novio… pues no… wow… - Seiya sonrió otra vez y tomó la mano de Ikky que se volvió a acercar a él y lo besó nuevamente,  esta vez lo pegó de mejor manera a su cuerpo y su lengua se abrió paso en la boca del castaño que correspondía lo mejor que podía, todo esto era nuevo para él, a Seiya siempre le había parecido atractivo el hermano de su amigo, no era secreto para nadie que tuviera ojos que a Seiya le gustaba Ikky, pero no era solo eso, el castaño siempre estuvo enamorado de él y ahora no podía creer que el hombre que le gustaba lo estaba besando en la cocina, Seiya estaba simplemente feliz…

 

Shion no entendía a su hijo, simplemente no lo entendía, a lo que Ikky volvió del nefasto viaje en el que fue a buscar a Hyoga que solo complicó sus vidas aún mas de ser posible, su primogénito se hundió en la desesperación pero un día sin ninguna razón aparente, sin ninguna explicación el peliazul como que se tranquilizó, dejó de faltar al trabajo aunque se fugaba en las tardes de vez en cuando, Shion no se preocupaba mucho porque empezó a llegar a casa temprano en las noches, ya no bebía, era cierto que casi no salía pero no porque estuviera en plan suicida sino porque estaba pasando mucho tiempo con Shun, esto tenía un poco mas tranquilo a Shion que ni se imaginaba en sus sueños mas salvajes que Ikky estaba entretenido con Seiya, el peliazul no era que no estuviere tomando en serio su romance con aquel dulce jovencito pero tampoco se lo estaba tomando muy a pecho que digamos, había habido unos besos por aquí, unas caricias por acá, a Ikky le gustaba la simpleza de la relación, Seiya era muy divertido y tenía una vibra genial que lo ponía de buen humor y de solo verlo lo alegraba, eso no le había pasado en mucho tiempo, era como si él hubiera estado helado y Seiya traía consigo la luz y el calor del sol, pero por obvias razones todo se mantenía en secreto, ni Shun lo sabía, el peliverde sabía que su castaño amigo estaba con alguien pero la situación no le gustaba, Seiya nunca le había guardado ningún secreto antes, el peliverde estaba seguro de que el novio de su amigo no iba al mismo colegio de ellos por lo que debía ser mayor, eso tampoco le gustaba a Shun, Seiya era muy confiado y gil (a su criterio claro está)…

 

Una de las noches en las que el castaño se quedó a dormir en la casa de su amigo Shun, Seiya esperó a que todos estén dormidos y salió sigilosamente de la habitación de su amigo para ir a la de Ikky, el mayor estaba dormido pero despertó cuando sintió los labios de su niño moverse suavemente sobre los suyos, Ikky abrió los ojos y se hizo a un lado en la cama para hacerle un espacio a Seiya que se acomodó a su lado sin dejarse de besar

- No puedes dormir chiquito?

- No… quería un beso

Ikky sonrió y abrazó al joven castaño bajo las mantas y continuaron con sus besos y caricias, la verdad no habían llegado a mucho físicamente hablando, a Ikky le gustaba mucho la inocencia de Seiya y no quería pervertirlo pero eso le estaba resultando muy difícil al tenerlo en su cama y tan entregado como se mostraba,  cambiaron de posición varias veces en la cama hasta que Seiya quedó recostado sobre su espalda con Ikky entre sus piernas, el mayor acariciaba el pecho del menor por sobre su pijama hasta que llegó a su cintura y levantó la camiseta que el castaño estaba usando para sacársela, Seiya lo facilitó todo y se arqueó en la cama cuando Ikky le pasó los pulgares por sus pezones y los sopló

- Ikky… Ikky…

- Shhhh… si nos escuchan me asesinan…

- Mmmmm… Ikky

Seiya se retorcía en la cama porque ahora la hábil lengua de su novio estaba atendiendo sus pezones y luego fue bajando por su vientre hasta llegar a su ombligo, Ikky no lo pensó mucho y bajó los pantalones de pijama de Seiya dejándolo desnudo en la cama y antes de que el menor pudiera decir algo las hábiles manos del peliazul empezaron a estimular su miembro, Seiya tenía los ojos cerrados y se mordía los labios, pero Ikky tuvo que cubrirle la boca a su ruidoso niño para que no despierte a nadie cuando lo empezó a chupar y a atender con la boca, Seiya nunca había sentido nada que se le pareciera a lo que Ikky le hacía sentir, el menor gemía y se retorcía, se iba a venir e intentó apartar a Ikky pero el peliazul no se apartó y recibió en su boca la esencia de su amante que ahora se relajó totalmente en la cama, Ikky lo fue besando hacia el norte devorándolo todo hasta que llegó a su cuello y lo mordió, luego reclamó sus labios y se unieron en apasionados besos

- A eso sabe?

- Si… a eso sabe, no lo habías probado nunca?

- No…

- Ok., ahora ya lo sabes, y te gustó?

- Ikky… fue fantástico, nunca me había sentido así

- Y te falta mucho por aprender

- Yo aprenderé lo que sea si me lo enseñas tu…

 

Esa noche no hicieron nada mas, luego de un par de besos mas Ikky mandó a Seiya a la habitación de Shun, el castaño se fue con una sonrisa en los labios y de la emoción no pudo dormir, en las semanas que siguieron ellos siguieron con sus ardientes juegos, con la dirección técnica de Ikky el joven castaño iba adquiriendo práctica en muchas cosas diferentes y juntos pasaban noches deliciosas hasta que una de esas noches cuando estaban en medio de sus caricias y besos Seiya le susurró en la oreja a Ikky

- Quiero hacerlo… quiero hacerlo contigo…

- Seiya… estás seguro?

- Si… te amo Ikky, quiero que me hagas el amor…

- Yo… también te amo

Y con esta declaración de amor esa noche en la habitación de Ikky el castaño le entregó su virginidad porque su corazón y su alma se las había entregado hace mucho tiempo, esa noche se amaron sir reservas, Ikky le había dicho a Seiya que lo amaba, eso no era enteramente cierto pero tampoco enteramente falso, si sentía algo por él, no era solo sexual, no solo era cariño, si habían sentimientos de por medio, el castaño con su dulzura y su amor incondicional había ayudado a pegar los pedazos de su roto corazón y lo hizo latir otra vez, le había devuelto en buena medida la sonrisa a su rostro, Ikky se sentía amado cuando estaba con Seiya y eso lo hacía sentir importante, todo era fácil con él, se acoplaban muy bien con todo y diferencia de edad, eso no importaba cuando estaban solos, Ikky acariciaba la espalda del niño que dormía acurrucado en su pecho y pensaba en todo, esa noche había sido muy especial…

 

A esa noche le siguieron muchas mas y todo estaba bien en apariencia, Seiya estaba contento e Ikky también, ahora el peliazul aprovechaba las tardes que Aioros no estaba en casa para ir a buscar a su niño, no le importaba fugarse de su trabajo y se escapaba con cualquier pretexto, ahí salían, iban al cine, a patinar, a jugar paint ball y claro que también habían días que se quedaban en casa y hacían el amor, todo fluyó con normalidad hasta que una tarde Aioros llegó hecho una furia con toda la mala intención de matar a Ikky, el peliazul estaba un poco preocupado porque Seiya había faltado al colegio por dos días, se había sentido mal y esa mañana iba a ir al médico pero aún no había llamado a Ikky para contarle como le fue, de cualquier manera el peliazul no esperó el puñetazo que le cayó en el rostro cortesía de Aioros y le mandó al suelo

- Desgraciado… infeliz… mal nacido… cómo pudiste???

- Aioros por favor… - Shion sujetó al castaño del brazo para que  se aleje de Ikky que aún seguía en el suelo

- Suéltame Shion que lo mato… - Aioros forcejeaba con el peliverde mayor mientras Ikky se ponía de pie, era bastante obvio que Aioros ya había averiguado lo suyo con Seiya

- Pero qué pasó? – Shun no entendía nada

- Pregúntale a este criminal – gritó Aioros que estaba rojo de la furia que lo envolvía

- Criminal? – Shion no entendía nada

- Abusó de mi hijo, abusó de su inocencia, lo engañó y lo violó!!!!!! – acusó Aioros y Shion lo soltó, eso no se lo esperó de su primogénito y lo miró con rabia e incredulidad

- No, eso no es así, déjeme explicarle – Ikky trató de calmar la situación pero no había poder humano que lo logre

- No hay nada que explicar, te voy a matar mísero gusano – Aioros se volvió a lanzar a Ikky pero Shion lo detuvo otra vez

- No vamos a arreglar nada así, tranquilízate por favor – el tono de Shion era conciliador pero él también quería matar a Ikky

- Cómo quieres que me tranquilice si mi Seiya está esperando un hijo de este perro… - Ikky abrió mucho los ojos y contuvo la respiración, cómo demonios pasó esto si él siempre fue tan cuidadoso y usaron siempre protección

- No puede ser… - dijo el peliazul cayendo sentado en uno de los sillones

- No te atrevas a decir que no es tuyo porque no te alcanzaría la vida para recuperarte de la golpiza que te voy a dar, te voy a romper todos los huesos luego de denunciarte y meterte preso, de esto no te salvas mísera alimaña – Aioros seguía amenazando a Ikky que solo respiró profundamente antes de ponerse de pie y decir:

- Si Seiya está esperando un hijo es indudablemente mío, nunca lo dudaría, en dónde está él?

- No te le vas a volver a acercar en lo que te resta de vida o no respondo

- Eso no puede ser así Aioros, Seiya está esperando un hijo mío, su lugar es a mi lado, en dónde está, en su casa?

- Para qué lo quieres saber?

- Para ir por él, Seiya no está solo, me tiene a mi a su lado

- Si crees que voy a permitir que mi hijo y tu…

- Le preguntó a Seiya qué es lo que quiere hacer?, en dónde está?, necesito hablar con él

- Seiya está en el hospital del Centro – el pequeño peliverde respondió casi sin voz – Ayer me dijo que su papá lo iba a llevar allá

- Está bien? – preguntó Ikky todo angustiado, qué hacía Seiya en el hospital?

- Si… tiene que pasar la noche en observación pero está bien – dijo Aioros un poco mas calmado al ver la actitud del peliazul y su preocupación por el joven castaño

- Pero qué le pasó para que tenga que estar en el hospital?

- Lo que pasa nissan es que ayer estábamos jugando básquet en el recreo y uno de los oponentes le dio un codazo en el estómago a Seiya y pasó todo pálido el resto del día, luego en verdad todo le dolía y yo llamé a su papá para que lo lleve al médico, por eso no fue hoy a clases – explicó Shun que ahora entendía las razones de todos los dolores de su amigo por un simple codazo, Ikky no esperó nada, subió las gradas de dos en dos y bajó con su saco puesto y tenía las llaves del auto en la mano

- No no no, tu no te vas, esto lo tenemos que hablar – Shion se paró delante de Ikky en la puerta de la casa

- Eso puede esperar papá, tengo que ir a ver a Seiya que debe estar muy asustado, en qué habitación está? – Ikky miró a Aioros que luego de hacer una mueca solo dijo “301” y miró como el joven peliazul salía de la casa como alma que lleva el diablo, Ikky manejó lo mas rápido que le permitía su vieja camioneta y llegó al parqueadero del hospital, entró corriendo y no se detuvo hasta que llegó a la habitación de su castaño que estaba recostado con la mirada en la puerta, en una mano tenía conectado un suero y electrodos estaban en su pecho para monitorear su ritmo cardíaco, habían otros aparatos en la habitación lo que preocupó al peliazul pero se olvidó de todo cuando se acercó a Seiya que al verlo abrió mucho los ojos mitad asustado mitad contento

- Ikky…

- Seiya… por todos los dioses, por qué no me lo dijiste?, estás bien?, qué dijo el médico? – el peliazul se sentó en la cama junto a Seiya y se agachó a besarlo, lo besó en los labios, en la frente y en las mejillas

- Ya lo sabes?

- Si, tu papá me lo dijo, pero cómo estás? – Ikky sonaba algo angustiado, Seiya nunca lo había visto así, por lo menos no por él

- Estoy bien, el médico me puso algo en el suero y ya me siento mejor pero me duele si me muevo, me dijo que tengo que guardar reposo por una semana mas o menos y mañana me va a dar de alta, el bebé está bien – eso lo dijo el joven en voz muy baja, Ikky sonrió y acarició su rostro una vez mas

- Te dijo de cuantas semanas estás?

- Seis… Ikky… lo siento, yo no lo sabía, no me lo imaginé – Seiya se veía angustiado pero Ikky solo sonrió y puso su mano en su plano vientre

- Por qué lo sientes?

- Por esto – Seiya tocó la mejilla de Ikky que se estaba amoratando, ese regalito fue cortesía de Aioros, Ikky tomó la mano de Seiya y la besó

- Es lo menos que podía hacer tu papá si le robé a su mas preciado tesoro no?

- No me has robado

- Todavía no pero si lo voy a hacer

- En serio?, me vas a llevar a vivir en tu casa? – Seiya no lo podía creer, toda su vida cambió en un segundo

- La verdad no… si nos vamos a vivir juntos yo quiero un lugar que sea solo de nosotros dos hasta que sea de nosotros tres, no quiero vivir ni con tu padre ni con el mío, quiero empezar una nueva vida solos tu y yo, qué te parece?

- Ohhh Ikky… me haces tan feliz – Seiya quiso incorporarse para abrazar al peliazul pero hizo una mueca de dolor y se recostó en las almohadas con la respiración entre cortada, Ikky se levantó, se sacó los zapatos y movió un poco a Seiya haciéndose un espacio, se acostó en la cama y recostó a su castaño en su pecho, el joven se acurrucó en él y suspiró, ambos estaban en silencio mientras entrecruzaban los dedos de sus manos y así los encontró Aioros cuando llegó al hospital, miró a su hijo sonreír feliz y a Ikky que tenía una sonrisa bastante particular en el rostro, el peliazul estaba pensando en el bebé que venía, nada había resultado como él lo había pensado pero la idea de un hijo suyo lo ilusionaba, Ikky no se movió en toda la noche y le sirvió de almohada a Seiya que cuando despertó en la mañana sonrió feliz de ver a su lado al amor de su vida…

 

- Quietecito… es mejor que no te muevas mucho… - dijo Ikky al sentir el movimiento en la cama de hospital

- Quiero ir al baño

- Vamos entonces, yo te ayudo

- No… me da vergüenza…

- Que no te de vergüenza conmigo, yo ya te he visto desnudo y aquí donde me vez soy muy buen enfermero, yo atendía a mi papá o ya te olvidaste?

- Es cierto

- Ven… vamos…

Ikky llevó al baño a Seiya por eso cuando Aioros entró a la habitación de su hijo casi se muere de un infarto al ver la cama vacía hasta que escuchó el correr del agua y luego vio como Ikky cargaba con mucho cuidado al castaño que tenía en las manos la bolsa del suero, el peliazul acomodó en la cama al enfermo y colgó el suero en el porta sueros, cobijó al jovencito y solo saludó con un movimiento de cabeza al que sería su suegro

- Hijito me asustaste…

- No papá, solo quería ir al baño, Ikky me ayudó…

- Hablé con el doctor y me dijo que te da de alta al medio día y nos podremos ir a casa – Aioros acarició el rostro de su hijo, el mayor estaba haciendo sus mejores esfuerzos de ignorar al peliazul que estaba de pie al otro lado de la cama del joven

- De eso quería hablarle Aioros, Seiya y yo nos queremos mudar juntos

- Qué????????, si crees que vas a ir a vivir en mi casa estás muy equivocado – Aioros habló con súbita rabia

- No pensaba ir a vivir en su casa – respondió Ikky tranquilamente

- Y deberías hablar con tu padre lo antes posible, él ayer me dejó en claro muchas cosas con respecto a ti y a Seiya – Aioros sonó molesto cuando dijo esto, Shion había sido muy grosero, él no estaba de acuerdo con nada, y según él no iba a permitir que Ikky hiciera nada por Seiya, a lo sumo reconocer al niño

- Lo que diga mi padre me tiene total y completamente sin cuidado, él puede decir misa si le parece, yo voy a buscar un departamento para Seiya y para mi, no voy llevar a Seiya a casa de mi padre ni mucho menos – Ikky hablaba con seguridad, tenía una muy buena idea de lo que su padre le pudo haber dicho a Shion, y no era que a su padre no le cayera bien Seiya, es que nadie estaba bien para sus hijos y además la noticia le cayó cual bomba

- Y cómo vas a costear eso?

- Tengo ahorrado algún dinero, son casi dos años que he trabajado en las empresas de mi padre, por eso no se preocupe, yo puedo mantenernos muy bien a nosotros tres, yo ya soy profesional y no necesito la ayuda de mi padre, si él me cierra las puertas pues yo me puedo abrir campo por mi mismo, para mi familia

- Ahhhh… ya veo, tu… quieres hacerte responsable del niño? – Aioros no estaba muy seguro de la actitud que tomaría Ikky escuchando todo lo que Shion le había dicho

- No… no es solo eso, Aioros yo amo a Seiya y quiero que estemos juntos, nosotros y el bebé, formar una familia

- Mi hijo es muy joven – protestó el castaño mayor

- Pero el bebé ya viene en camino, eso solo acelera un poquito las cosas, nosotros nos amamos y la verdad yo creo que sería mejor formalizarlo todo lo antes posible, que nuestro bebé llegue a nuestro hogar, que dices tu Seiya?

- Estás hablando de matrimonio? – el joven se puso pálido, todo estaba pasando muy rápido

- Si… quieres casarte conmigo Seiya?

- Ohhhh… yo… si… si quiero…

 

Aioros quedó en llevar a Seiya a su casa al medio día e Ikky fue a su propia casa, tenía que hablar con su padre y cuando llegó se encontró a Shion que le reclamaba las cosas cual pantera, el peliverde mayor le dijo a su primogénito hasta de lo que se iba a morir, que era un irresponsable, que no merecía llevar su apellido, que acababa de arruinar su vida y que si en algo lo respetaba se retractaría de la palabra que ya le había dado a Seiya (Ikky le dijo que se casaría con el castaño), que un matrimonio con Seiya solo lo estancaría y muchas muchas cosas más, a esto Ikky respondió que él no iba a hacer eso, que era de su hijo del que estaban hablando y que si a él no le gustaba el rumbo que estaba tomando su vida pues que pena, que él igual iba a hacer lo que consideraba correcto y que así él se oponga pues no le importa, Ikky subió a su habitación, en una mochila guardó unas dos paradas de ropa, juntó lo que tenía de dinero por ahí, solo abrazó muy fuerte a Shun que lloró en sus brazos y sin decir nada mas salió de su casa la que no volvió a pisar por casi un año, esa misma tarde Ikky llamó a todos sus compañeros de Universidad, a sus profesores, a todo el mundo para que le ayude a buscar trabajo, su profesor de Derecho Penal lo recomendó con un amigo suyo en una de las firmas mas grandes de Tokio y al fin de esa semana el peliazul ya tenía trabajo en la oficina de la que ahora era jefe, Ikky le dijo a Seiya que los planetas se alinearon para facilitar su vida y esa noche puso en su cuello un dije muy hermoso que había pertenecido al padre de Shion, era una joya muy hermosa y antigua que había pasado de generación en generación en su familia, pero que ahora ellos conformaban una familia, Seiya durmió esa noche en los brazos de Ikky que dentro de todo estaba contento con la manera como se dieron las cosas y sentía por fin algo de paz, Seiya lo amaba… todo estaría bien…

 

Ikky pasó pocas noches en casa de Aioros, el castaño mayor sabía que Shion había botado al joven abogado de la casa y le había quitado el empleo pero se mostraba contento porque Ikky estaba muy empeñado en buscar un departamento que le gustara a Seiya, con muebles a su gusto y todas esas cosas, Aioros arregló los papeles y Seiya se casó con Ikky en una ceremonia muy pequeña en la casa de Aioros, de parte de Ikky estuvieron algunos de sus compañeros de trabajo y amigos además de su hermano Shun, luego de la boda finalmente Ikky y Seiya se mudaron juntos al departamento en el que vivieron felices por mas de dos años, aquel lugar que fue testigo de un comienzo muy dulce en su relación, de sus primeras peleas por cosas sin importancia, de como se fueron acoplando poco a poco como pareja, de cómo la pancita de Seiya iba creciendo, de como se convirtieron en padres, de los primeros pasos de su hijo, sus primeras palabras, ese departamento representaba su crecimiento como personas y como pareja, por eso era tan duro para Ikky vivir ahí si Seiya ya no estaba, por eso le cedió el departamento y por eso Seiya aún no había vuelto a poner un pie desde que se fue…

 

Notas finales:

Y esas fueron las dos historias de los amores de Ikky, ahora Ikky tendrá que decidir, pero eso es el viernes, no se pueden perder ese capítulo, habrá una que otra sorpresa y el encuentro mas esperado Seiya y Hyoga

Nos vemos el viernes, muchas gracias por leer y comentar


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