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AUN TE AMO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capitulo a Ikky se le despejan las dudas, espero que les guste

Capítulo 10.- El amor de mi vida…

 

- Y esa es la historia de mi vida, esos son mis dos amores, esos son mis dos tormentos y ahora estoy partido a la mitad – dijo Ikky

- Tu dices que los amas a los dos pero de lo que me has contado tu no estaban necesariamente enamorado de Seiya cuando te casaste con él

- No exactamente… pero con él todo se fue dando, Seiya es muy dulce y divertido, me hace sentir bien, me ama y yo siento que él es feliz de estar conmigo, no me cuesta complacerlo él es… la razón por la que me daba gusto volver a casa, yo sé que él igual tenía días pesados, que se preocupaba por sus materias y exámenes, que Ian es un latoso, que su papá lo llama para todo, yo sé que él igual que yo tiene una vida complicada y un horario imposible pero Seiya lo hace todo parecer tan fácil… yo no se cómo lo hace todo y con una sonrisa, aparte de todo lo que tiene que hacer siempre me recibía a mi con una sonrisa y un beso, él llegó a mi vida como un ángel y me desarmó completamente, me enamoró totalmente, Seiya hacía de ese departamento un hogar, y yo lo arruiné todo por un simple capricho

- Osea que Hyoga es un capricho?

- No… Hyoga despierta en mi algo que yo creía que ya no tenía, Hyoga es el sentido de la aventura, de la juventud, de la pasión… yo nunca lo dejé de amar, yo creo que nunca superé su partida, hay cosas que… Hyoga entiende mejor de mi que yo mismo, a veces el hecho de que Seiya sea tan joven es un problema, hay cosas que él no entiende, no sabe y es lógico… - esto no era un problema serio pero si representaba complicaciones de vez en cuando

- Hyoga te comprende mejor porque es de tu edad, crecieron juntos, maduraron juntos, eso es lo que me estás diciendo?

- Algo así… en muchos aspectos Seiya es aún un niño, yo sé y estoy consciente de que le robé la juventud a Seiya, puse en sus hombros una carga muy pesada, yo a fin de cuentas disfruté de mis años de universidad, salía a vagar a tomar y farrear con mis compañeros, Seiya no, a veces creo que eso le hace falta por eso yo intentaba compensarlo pero sus salidas eran a la final conmigo y a cosas de pareja, Seiya no tiene muchos amigos salvo Shun y no ha tenido la oportunidad de ser joven y estúpido, yo a la final soy 10 años mayor, lo hice madurar casi a la fuerza para que se pueda acoplar a mi, y lo peor es que él… lo hizo

- Hyoga y tu están en armonía con su manera de ver la vida, forma de pensar y todas esas cosas mientras que Seiya no?, ese fue el problema?

- No exactamente… cuando volví a ver a Hyoga sentí un vacío en el estómago, me sentí atraído nuevamente, la manera en la que él me miraba, como me tocaba, como me besaba… era real sed, necesidad…

- Seiya no te necesita entonces?, se perdió la pasión en su relación?, el niño les robó intimidad y tiempo de pareja? – preguntó Milo dando un sorbo a su café

- No es eso… arghhhh… no se como explicarlo… todo estaba bien con Seiya, no habíamos perdido la pasión como dices tu ni mucho menos, Hyoga simplemente era… diferente… - dijo Ikky todo frustrado, Milo le estaba dando la vuelta a todo lo que él decía y era frustrante, sus razones de peso ahora parecían insignificantes

- Nahhh… lo has hecho muy bien, ahora respóndeme algo… pero quiero que lo hagas en serio, deja a un lado a tu hijo, a tu padre, a tu hermano, a tu trabajo, a todo, absolutamente todo y concéntrate solo en ti, en lo que tu quieres, olvida el resto y respóndeme esto:

- Ok., - Ikky dijo automáticamente

- Solo piensa y cierra los ojos, solo quiero que me digas si o no, primera pregunta, has tenido una charla tan amena o has estado pasando el tiempo con alguno de los dos pero te has sentido tan bien que el tiempo se te fue las manos y las horas parecieron minutos?, puedes ver con quién?

- Si…

- Cuando te has sentido solo a quien quisieras tener junto a ti?, lo puedes ver?

- Si…

- Si quisieras ir de viaje a quién llevarías?, lo puedes ver?

- Si…

- Cuando te sientes mal, cuando algo ha pasado en el trabajo o con tu familia, a los brazos de quien ansías llegar para hallar consuelo?, lo puedes ver?

- Si…

- Cuando algo bueno ha pasado y estás feliz, a quien es tu primer impulso por llamar, a quién no puedes esperar para contar las noticias?, lo puedes ver?

- Si…

- Si algo te pasara y necesitaras ayuda, a quién llamarías en un primer impulso?, lo puedes ver?

- Si…

- Si enfermaras de gravedad o necesitarías muchos cuidados, a quién querrías a tu lado?, lo puedes ver?

- Si…

- Bueno si el rostro que vino a tu cabeza es consistente pues ahí tienes tu respuesta – dijo Milo chequeando su celular, Shun le había mandado un mensaje de texto

- Wow… - Ikky abrió los ojos con una clara imagen en su cabeza, ahora se le había aclarado el panorama y podía ver… por primera vez en meses supo lo que en verdad quería, el haber hablado tan abiertamente de sus dos amores ayudo a poner las cosas en perspectiva en su vida

- Bueno… me tengo que ir a recoger a tu hermano, piensa en lo que hemos hablado, piensa en lo último que hicimos y si ya encontraste tu respuesta pues… ve y búscalo

- Si solo fuera tan fácil… - Ikky al fin sabía qué era lo que quería, el problema ahora era conseguirlo… eso no le resultaría nada fácil, las cosas se habían complicado muchísimo

- Ohhh… yo se que es una de las cosas mas duras que vas a tener que hacer porque los tres salieron muy lastimados de todo esto pero… si no lo haces lo perderás, ya ha pasado mas que suficiente tiempo, las aguas están tranquilas, ahora es el momento de actuar Ikky, si aún te ama volverá a ti – Milo se puso de pie y se puso su saco, tomó sus llaves y sacó dinero de su bolsillo para ponerlo en la mesa

- Tienes razón… gracias Milo, no sabes cuanto me has ayudado, mi ototo tiene suerte – Ikky sonrió y estrechó la mano de su cuñado en verdad muy agradecido

- Nahhhh, el que tiene suerte soy yo, nos vemos amigo

 

Ikky salió de la cafetería y manejó por horas sin rumbo por la ciudad, no quería ir al nuevo departamento, no quería ir al viejo departamento, no quería ir a un hotel, solo quería ir a refugiarse en esos brazos que tantas noches lo acunaron, quería sentir esos suaves y cálidos besos que le robaban el aliento pero lo que mas ansiaba era volver a ver esa mirada de amor en esos hermosos ojos que ahora solo lo veían con dolor y resentimiento, si bien era cierto él tuvo la culpa de todo pero aún había amor entre ellos, y lo recuperaría… así sea lo último que haga, no podía dejar que la felicidad se le fuera de las manos otra vez…

 

Hyoga estaba sentado en su sillón en su oficina, tenía en las manos una fotografía bastante vieja en la cual se podía ver a Ikky que estaba de pie en el borde de un acantilado, Hyoga había tomado la fotografía en uno de sus viajes cuando estaban en la Universidad, ese fue el primer viaje de tres días que hicieron, a su madre casi le dio un infarto pero él igual se fue, siempre había sido así, cuando a Ikky se refería el rubio no tenía el menor reparo de hacer lo que sea, Hyoga no podía precisar qué era lo que le atraía del peliazul, tal vez su seriedad, su modo de decir las cosas, su manera de ver la vida, lo seguro que se sentía en sus brazos, Ikky tenía la facilidad de hacerle sentir amado y deseado con los detalles mas simples, por eso no había creído… es mas, se negó a creerle las veces que le decía que amaba a Seiya y que quería acabar con su romance, el rubio nunca se convenció o lo creyó siquiera hasta que vio a su peliazul salir corriendo tras Seiya cuando éste los había cachado in fraganti en su oficina, eso fue una bofetada a su orgullo, a Ikky no le importó nada y fue tras su esposo, rayos…, Seiya era su esposo… cuando ellos estaban juntos nunca hablaban de la vida en familia de Ikky, el abogado había mencionado muy pocas veces a Ian del que ni siquiera había visto fotografías y de Seiya nunca hablaban salvo las veces que Ikky reunía el coraje de intentar terminarlo todo con él

 

Hyoga se puso de pie y se acercó a la ventana, suspiró y miró otra vez la fotografía, lo que no daría por volver el tiempo atrás y no haber permitido que Ikky salga de su vida, estos meses habían sido fantásticos si Hyoga obviaba el hecho de que Ikky nunca se quedaba a dormir y no habían hecho sus tan famosos viajecitos como solía hacerlos cuando estaban en la Universidad, lo que si habían recuperado es su dinámica anterior, hablaban, se bromeaban, se amaban como hace tiempo, el rubio en verdad pensaba que esta vez las cosas serían diferentes y ellos podrían estar juntos, pero con lo que pasó en la oficina de Ikky todos sus planes se fueron al suelo, en especial porque Ikky lo dejó ir tan fácilmente, él solo dijo que se iba y se fue, Ikky no movió un dedo para detenerlo, todo esto le daba una curiosidad tremenda de hablar con Seiya, no podía aceptar que un muchachito tan simple y callado haya podido conquistar a alguien tan fogoso como Ikky, esa idea había tomado forma las últimas semanas y la concretaría uno de estos días…

 

Hyoga estaba caminando por la Universidad, él sabía que Seiya estudiaba medicina y lo estaba buscando pero esa facultad era grandísima, así que caminó sin rumbo por como media hora hasta que vio al castaño sentado en el césped tomando sol mientras leía un libro, el rubio respiró un par de veces para tomar fuerza y se acercó

- Seiya… siento interrumpirte

- Qué quieres? – El castaño alzó la mirada y todo su rostro cambió, se endureció del coraje, el joven empezó a guardar sus cosas en su mochila y se puso de pie para mirar todo desafiante a Hyoga

- Solo hablar contigo – el tono del rubio era tranquilo, él no quería pelear con Seiya

- Si vienes a decirme que ganaste y que Ikky ya está contigo pues déjame decirte que no me importa, lo que te dije esa vez era en serio, te lo regalo, con tu permiso… - Seiya pasó junto a Hyoga rumbo al edificio, en un acto reflejo el rubio lo tomó del brazo para detenerlo pero él no sabía que lo había agarrado de su brazo herido por lo que Seiya hizo una mueca de dolor, soltó la mochila que cayó aparatosamente al suelo y se zafó del agarre de Hyoga sujetando su brazo herido con su brazo sano

- Cielos… lo siento… no era mi intención lastimarte – Hyoga estaba totalmente mortificado por esto y se puso pálido, Ikky si le dijo que Seiya había tenido un accidente pero se lo veía bien, no pensó que lo lastimaría con algo tan simple por lo que se agachó y tomó la mochila de Seiya que el castaño le quitó de las manos con su brazo sano

- No crees que es un poco tarde para eso, pero qué quieres?, para qué me viniste a buscar? – Seiya no quería mostrarse débil ante el amante de su ex pero le estaba resultando difícil si justo le había sujetado su brazo herido

- Solo… quiero hablar contigo un momento, por favor… te prometo que no serán mas de cinco minutos

- Está bien… - Seiya bajó un poco su tono defensivo, el rubio se veía preocupado por él pero el castaño quería causarle todo a Hyoga menos pena

- Hay una cafetería por aquí cerca o algo?

- Sígueme…

 

El rubio y el castaño entraron a la cafetería mas cercana y pidieron dos cafés de máquina, se sentaron en la mesa de la esquina, Seiya sacó de su mochila una pastilla y se la tomó para luego mirar a Hyoga en actitud desafiante

- Ok., que es tan importante que me tienes que decir?

- Yo se que debió ser muy duro para ti descubrirlo todo de la manera en que lo hiciste, yo… no me detuve a pensar en ti cuando estaba con Ikky, me porté egoísta y lo lamento – Hyoga había pensado mucho sobre que decir a Seiya, él quería hablar con él, quería “explicarse” si cabe el término, todo lo que había pasado en el oficina de Ikky lo dejó muy mal en especial cuando se enteró del accidente del castaño

- Lamentas haber sido egoísta pero no lamentas en lo absoluto el haberte acostado con mi esposo ah? – Seiya sonrió irónicamente y meneó la cabeza, a Hyoga realmente le sorprendió la actitud del castaño, no se parecía mucho al muchachito callado e inseguro que recordaba, Seiya se mostraba seguro de si mismo, dolido… de eso no había duda pero no era para nada el jovencito sumiso que esperó encontrar, la verdad Ikky no hablaba mucho de Seiya y él tampoco preguntaba, al parecer los años no pasan en vano, ahora el castaño estaba mas alto a como lo recordaba, joven y muy hermoso, Seiya era indudablemente muy atractivo nada que ver a cómo él lo recordaba

- Yo lo amo Seiya… siempre lo amé, ahora que lo vi pensé que era mi segunda oportunidad de tenerlo a mi lado

- Y tanto lo amas que no te importó destruir todo lo que se hallaba en tu camino verdad?, solo fuimos daño colateral según tu – Seiya mantenía su tono irónico

- Las cosas se dieron así simplemente, y te repito, yo lo amo – Esto le estaba costando a Hyoga mas de lo que pudo pensar, el enfrentar la mirada de Seiya fue muy duro para él

- Si tanto lo amabas por qué carajo te fuiste y lo dejaste entonces?, tu fuiste el que lo dejó en primer lugar y lo hiciste cuando estaban en el peor momento de sus vidas por la enfermedad de Shion y con todo y eso… sabías que él te fue a buscar cuando estabas por América del Sur?

- No… me fue a buscar? – eso Hyoga no lo sabía, pero… si lo fue a buscar por qué???... por qué no se habían visto hasta ahora?

- Si… te fue a buscar y te encontró en no se que playa de no se que isla con alguno de tus amantes, no era mucho tiempo después de lo que te fuiste de Japón, unos tres meses a lo mucho, Shion estaba mejorando y dejó ir a Ikky para que sea feliz y él fue a buscarte pero volvió despedazado ya te podrás imaginar – Seiya se recostó en su silla y miraba intensamente al amante de su marido, los años lo habían tratado muy bien, se veía exactamente igual a como lo recordaba, todo este tiempo Seiya se había roto la cabeza pensando qué diablos Ikky le veía a Hyoga, era cierto que era muy atractivo pero era básicamente una persona egoísta que siempre puso sus necesidades y deseos por sobre los de los demás, por eso se fue apenas pudo alzar el vuelo y no esperó a Ikky, por eso lo había buscado ahora sin importarle destruir su familia

- Y encontró consuelo contigo no? – el rubio entre cerró los ojos, ahora entendía de mejor manera el actuar de Ikky, el despecho lo llevó a lo primero que se le cruzó y ese fue Seiya

- Si… al inicio tal vez haya sido consuelo lo que Ikky buscaba en mi, luego las cosas fueron cambiando, vaya… sigues siendo tan arrogante como siempre Hyoga, en verdad crees que solo tu ocupas el corazón de Ikky?, crees que nadie mas pudo enamorarlo?, crees que porque soy joven yo no se nada ni entiendo nada verdad?, pues déjame decirte que no soy ningún niñito estúpido que no se da cuenta de las cosas, yo conozco a Ikky muy bien, siempre supe que te recordaba de una u otra manera, tu fuiste su primer amor eso es innegable, y si tu crees que él te ama a ti pueda ser que no te equivoques del todo pero… no creas que yo solo estoy pintado en su vida y no represento nada, eso no es así y tu lo sabes, aunque te duela… él me ama, tu representas su pasado, yo soy su presente y su futuro, el hecho de que Ikky haya sido lo suficientemente estúpido de enredarse contigo no cambia ese hecho – dijo Seiya con una sonrisa autosuficiente, él no estaba convencido de sus palabras o de lo que Ikky haría pero por lo menos se iba a dar el gusto de hacer rabiar a Hyoga

- El niño lo ata a ti

- Yo no se lo que Ikky te haya dicho de nuestra vida y nuestra familia, y la verdad no me importa,  si eso es lo que quieres creer para que puedas conciliar el sueño en las noches pues créelo pero deja a mi hijo fuera de esto, si yo hubiera querido en verdad molestar a Ikky le hubiera negado las visitas y no lo he hecho, yo no he utilizado a Ian para tratar de atar a Ikky, eso me parece una táctica baja y desesperada digna de ti, yo a Ikky lo dejé ir y no le he puesto reparos con el niño, le dejé el camino libre para que te busque y se saque de una vez por todas la espina que tiene clavada en el corazón – Hyoga sonrió incrédulo, vaya… así que eso es lo que Seiya estaba haciendo…

- Tu en verdad crees que volverá a ti?, no seas iluso Seiya, si no ha vuelto a ti es porque ya no lo va a hacer, él no era feliz, por eso me buscó, por eso no me ha podido dejar, él nunca dejó de amarme, yo soy el amor de su vida -  Hyoga no podía permitir que el niño aquel lo insulte y lo humille como lo estaba haciendo

- Iluso eh??, bueno… tu dices que eres el amor de la vida de Ikky pero al parecer tampoco ha vuelto contigo, y si a lo que has venido es a ofenderme pues puedes irte a la mismísima mierda, yo no tengo porqué escuchar nada mas, y si consigues que Ikky vuelva tu cama pues disfrútalo mientras dure, no te has puesto a pensar que los papeles se voltearon y ahora el ex soy yo?, y el ejemplo mas patético del refrán que dice que “Donde hubo fuego cenizas quedan” pues… eres tu…, si me lo hizo a mi que no te sorprenda que te lo haga a ti, eso sería justicia poética no te parece? – Seiya sonreía de una manera muy especial cuando dijo esto, el castaño estaba consiguiendo poner verde de las iras al rubio

- Estás dolido… - Hyoga hizo puño sus manos por debajo de la mesa, aunque le diera coraje este niñito idiota tenía razón

- No me avergüenza admitirlo, claro que estoy dolido si mi matrimonio se fue al carajo por tu culpa, no deja de sorprenderme el grado de cinismo que tienes al venir a buscarme, y si lo que querías era limpiar tu consciencia al hablar conmigo pues muérete Hyoga, nada de lo que digas arreglará lo que destruiste y lárgate de aquí, no tolero verte… - Seiya hablaba en un susurro cargado de ira, no gritaba porque estaban en un lugar público y no quería que toda la Universidad se enterara de su vida sentimental

- Si Ikky me buscó es porque algo le faltaba en tu tan perfecto hogar… tu lo sabes… si no fuera así, si él hubiera estado satisfecho con su vida no me hubiera buscado tan insistentemente

- Tu no tienes calidad moral de decir absolutamente nada, no tienes ni una pizca de respeto por ti mismo peor para los demás, tan poca cosa te crees que aceptas acostarte con hombres casados?, convertirte en el amante de alguien?, aceptar ser solamente el sucio secretito de alguien y revolcarte de motel en motel a conveniencia de esa persona?, tan poca vergüenza tienes?, pero ya te lo dije cuando estabas de rodillas en la oficina de mi esposo complaciéndolo cual vulgar meretriz, si lo quieres… te lo regalo, puedes hacer lo que te de la gana que a mi ya no me importa, ahora lárgate de una buena vez, esta es una Universidad en donde no son bienvenidos los tipos de calaña como la tuya…

 

Hyoga se quedó mudo… no podía digerir todo lo que ese muchachito le había dicho así que se puso de pie y sin voltear salió de la cafetería, no iba a aguantar mas insultos de este niño, Seiya esperó a que Hyoga se fuera para tomarse otra pastilla, el castaño se quedó sentado en la cafetería un par de minutos nada mas, se llevó la mano a su brazo herido, le dolía todo otra vez por lo que lentamente sacó su billetera para pagar la cuenta y cargando con cuidado su mochila en su hombro sano salió de la cafetería para prácticamente chocarse con Shun que venía corriendo y todo agitado

- Seiya… estás bien?, déjame llevar esto – el peliverde cargó la mochila de su amigo y juntos salieron del edificio

- Y por qué no iba a estar bien? – dijo el castaño en tono por demás fresco

- Porque vi salir a Hyoga hace un momento, no te vi en tu árbol y pensé lo peor

- Qué es lo peor según tu?

- Que él viniera a hacerte escándalo o algo – explicó el peliverde, Shun recordaba el carácter medio volátil que tenía Hyoga

- A eso vino pero ya no importa, si la cosa rubia esa cree que puede venir a decirme lo que le venga en gana está muy equivocado, él no merece ni mi atención peor mi preocupación, mejor cuéntame cómo es el hermano de Milo? – Shun iba a ir a cenar la noche anterior con el hermano de Milo, estaban en la fase de conocer a sus respectivas familias

- Es una persona muy interesante, pero yo quiero saber que dijo Hyoga

- Nada que valga la pena repetir Shun, déjalo… que no quiero ni acordarme, esta bien?, me vas a acompañar hasta el tercer piso?

- Si… te está doliendo el brazo verdad?

- Es que Ian estaba relajoso ayer y lo cargué solo un ratito pero está pesadísimo, y mira que lo cargué con mi brazo sano pero… es un monito, solo le falta la cola te lo juro, no está quieto ni un ratito, ayer me armó un escándalo de esos fantásticos y no comió nada, me regó toda la comida por la cocina y se lanzó al piso, mi papá es genial pero a veces yo creo que hace uso de toda su paciencia para no estrangular a mi chiquito, y creo que se acostumbró al silencio y a la paz que tenía antes de que nosotros volviéramos a su casa, el otro día Ian sacó todos sus discos del estante, yo solo me distraje un ratito pero antes de que yo lo arregle todo mi papá llegó y casi le da un infarto, hasta la vena de la frente se le saltó… mi hijo es un terremotito – Seiya dijo esto con una sonrisa, él amaba a su pequeñito y todo eso le parecía gracioso, por lo regular Ian era un niño tranquilo pero últimamente estaba molestoso, primero Seiya creía que le afectó el cambio de guardería (ni se diga el cambio de casa) pero lo mas importante era que extrañaba a Ikky…

- Yo creo que deberías mudarte, qué has pensado hacer con el departamento?

- No lo se, ni siquiera he ido a verlo la verdad, no se cómo lo dejó Ikky

- Él solo sacó su ropa, se pasó a un nuevo departamento mas pequeño y mas cerca de su oficina que se lo rentaron amoblado, él dijo que todas las cosas del departamento las habías escogido tu y que por ende te pertenecían, me parece que solo se llevó unas fotos, su computador portátil y ese sillón reclinable en el que ve la tele – dijo Shun haciendo memoria de las cosas que había visto en el departamento nuevo de su nissan

- Ohhh… pensé que ya lo hubiera quemado todo o vendido o algo

- No… mi nissan no es así, y tu lo sabes…

- Si… eso si…, pero mejor cuéntame de Milo, no me has contado nada interesante últimamente

- Milo es genial, lo bueno es que como ya mismo acabamos el semestre nos podremos dejar de esconder aunque ya es secreto a voces que salimos juntos, a ti te han dicho algo?

- La verdad me lo han preguntado pero yo he alegado demencia, nadie tiene derecho a meterse en tus asuntos, solo ten cuidado para que no los cachen los otros profesores, si lo hacen Milo se queda sin trabajo

- Bueno él me dijo que si le gusta ser profesor universitario pero que de darse el caso pues renunciaría y abriría su propio consultorio o algo, él no se estresa por nada ni le importa nada, dice que yo soy mas importante – dijo Shun con una sonrisa soñadora

- Perfecto para ti

- Pues si, oye Seiya yo quería preguntarte algo… tu crees que… lo que pasa es que no hemos salido por mucho tiempo y pues… él quiere… tener sexo y yo pues… no se… estoy indeciso y no se por qué…

- Y me lo estás preguntando a mi?, al rey de la irresponsabilidad cuando a sexo se refiere?, mis consecuencias fueron tan graves que tienen nombre, se llama Ian

- No te hagas el chistoso…

- Bueno… el tiempo no tiene nada que ver, el asunto es si estás listo para eso, tu lo amas?

- Si…

- Ok., si lo amas, si confías en él, si tu también quieres hacerlo pues… no te estoy diciendo que vayas aurita a su oficina y “a lo que vinimos”, no…, tampoco te puedo amarrar para que no lo hagas, solo… piensa en las consecuencias, cuídate a menos que ya tengas pensado el nombre que quieres ponerle a “tus consecuencias”, a mi siempre me gustó Ian

- Gracias Seiya… has sido de mucha ayuda… - dijo todo irónico el peliverde

- Ay… no te enojes conmigo, pero es que esas decisiones son tuyas solamente, y en especial en tu caso debes estar seguro de lo que vas a hacer

- Cómo en mi caso?

- Ni siquiera podría ponerme a pensar cuántos novios has tenido y mira que a mi es a quien cuentas tus cosas, pero no te has acostado “acostado” con nadie

- Tu sabes que no…

- Por eso sé que eso es algo importante para ti, como debe ser… entonces lo que yo piense no necesariamente tiene importancia, solo tus sentimientos cuentan conjuntamente con los de Milo claro está, yo te podría dar mi opinión muy personal y decirte que yo creo que él en verdad te ama, es que se le nota a tu noviecito que se muere por ti, pero ya vez, yo no soy tan buen juez de carácter porque yo estaba convencido que tu hermano me amaba – dijo el castaño con tristeza, la conversación con Hyoga había sacado a relucir toda su rabia al pensar que Ikky nunca lo amó y solo lo utilizó de paño de lágrimas o algo así, el pensamiento de que Ikky se conformó con él no lo dejaba vivir

- Si te ama…

- No estamos hablando de mi sino de ti… piénsalo y si decides hacerlo busca un buen ambiente, en donde no vayan a ser interrumpidos, algún lugar cómodo en el que te sientas bien, ahora una recomendación práctica y mira que te lo digo yo… si duele, siempre duele y es incómodo al inicio pero si te relajas todo se vuelve mas llevadero y si en verdad Milo sabe lo que está haciendo te hará ver estrellas – dijo Seiya con una sonrisa pícara

- Aunque no me creas todo esto me asusta, él es mayor a mi

- Por eso te digo, él sabe lo que hace, tu solo confía y déjale hacer

- Eso es lo que hiciste tu?

- Si… básicamente si… Ikky siempre fue un amante muy complaciente, no teníamos problemas por ese lado, salvo lo que te conté aquella vez, y no me preguntes más que me niego a darte mas detalles de eso

- Ok., Ok., es solo que estoy nervioso, quiero que sea perfecto

- No existe el sexo perfecto, las primeras veces en verdad duele, luego hasta que se acoplen como pareja pasará un tiempo, pero cuando hallen su ritmo todo fluirá… en eso confía en mi

- Y cuánto tiempo tomó eso contigo y con Ikky?

- Bueno tomando en cuenta que nosotros lo hacíamos a escondidas cuando Ikky iba a mi casa o cuando yo me quedaba en tu casa y no podía hacerlo muy seguido o se levantarían sospechas pues… no  lo se… todo encajó de mejor manera cuando ya nos fuimos a vivir juntos luego de casarnos – Shun le había hecho pensar en Ikky como quien no quiere la cosa, Seiya sonrió al recordar lo cuidadoso que era el peliazul con él en especial cuando su pancita iba creciendo, Ikky tenía la facilidad de hacerlo sentir hermoso gordito como estaba… habían muchas cosas que Seiya extrañaba de Ikky y eso era lo que mas rabia le daba, todo fue un castillo de naipes que a la primera brisa media fuerte se fue abajo…

 

Hyoga estaba caminando por las calles de Tokio, fumaba un cigarrillo mientras pensaba en todo lo que le había pasado, su conversación con Seiya lo había desubicado, él no era ese tipo de persona, cómo fue a caer tan bajo y llegar a ser “el otro”???, no… eso no cuadraba con él, pero Ikky… Ikky representaba al amor de su vida, él nunca lo dejó de amar, se fue por las razones equivocadas, renunció a la felicidad sin pelear por ella, por mucho tiempo se había arrepentido de sus decisiones, en su momento las razones que lo significaban todo ahora no significaban nada, el dejar a Ikky fue el primer error y a ese le siguieron muchos, pero nunca lo dejó de amar, eso era claro para él, por eso esta vez que se lo encontró no dudó en jalarlo otra vez a su vida, aunque eso le haya costado tanto… su orgullo, su dignidad, la mirada de Seiya se la había ganado, a los ojos del castaño él era el culpable de la destrucción de su matrimonio, él se metió y los separó, a él no le importó el pequeño niño que sufriría las consecuencias de crecer sin uno de sus padres , se había portado cual desalmado, hasta esos límites lo había llevado su amor por Ikky…

 

Ese domingo Ikky reunió el valor para hacer lo que tuvo que haber hecho hace mucho tiempo y manejaba decidido, Milo tenía razón y ya era hora de hacer lo que tenía que hacer, iría a buscar al amor de su vida ahora que Ian se había quedado con Shun en casa, el peliazul llegó a su destino, se bajó del auto y tocó el timbre, la puerta se abrió y dejó ver aquellos ojos que tanto extrañaba que igual lo miraban con una mezcla de sentimientos, Ikky no lo puedo resistir mas y tenía que decir lo que tanto ansiaba

- Ikky… qué…?

- Te amo… te necesito en mi vida… no soy nada sin ti… perdóname por todo, por Dios… dame otra oportunidad, sin ti… me estoy muriendo…  

 

Notas finales:

A dónde fue Ikky???, a quién fue a buscar??? y lo mas importante, será que obtiene el perdón de su amado???, eso es el lunes

Como la diplomacia es lo primero, el final será el que ustedes escojan, Seiya, Hyoga o ninguno de los dos, voten ahora y podrán leer el final que quieran el lunes

Muchas gracias por leer y comentar, nos vemos el lunes, saludos, bye


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