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AUN TE AMO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, este es el final del fic, Seiya está dando saltos porque ganó en la encuesta pero su final tendrá que esperar un poquitito, este final es el original que yo pensé para la historia, espero que les guste 

Capítulo 11.- Consecuencias…  (primer final) 

 

- En serio Ikky? – el castaño se cruzó de brazos y miró a su ex con incredulidad y por qué no decirlo, con ira

- Seiya por favor… yo se que no te merezco pero… ha pasado ya un tiempo en el que he podido pensar y analizar todo, yo se que te he fallado pero si me das otra oportunidad no me alcanzará la vida para compensarte todo lo que te he hecho sufrir

- Y por qué habría de creerte?

- Porque es la verdad, yo te amo chiquito con todo el corazón

- Dónde está Ian?

- Olvídate de Ian, él está con Shun, esto es entre tu y yo, me tomó mucho tiempo aclarar mis confusiones y sentimientos, yo erróneamente creía que mi lazo contigo era Ian pero no es así, Milo me ayudó mucho y me hizo ver que te amo, a ti… no tomemos en cuenta al niño, yo te amo a ti, es a ti a quien extraño, no te voy a negar que extraño a mi hijo también, yo lo amo pero separándolo de todo este enredo es en ti en quien pienso, son tus brazos a los que quiero volver, son tus besos los que quiero sentir y mas que todo son tus ojos, lo que mas anhelo en esta vida es que tus ojos vuelvan a mirarme con amor, yo no soy nada sin ti, tu sacas lo mejor de mi, solo por ti yo quiero ser mejor persona, te amo Seiya…  - Ikky estaba hablando con el corazón y se le notaba, pero cada palabra que el peliazul pronunciaba al castaño le caía cual patada a su orgullo

- Ok., osea que tu esperas que con un “te amo” y una disculpa yo me voy a lanzar a tus brazos y a decirte que estoy tan agradecido a la vida que te has dado cuenta que me amas?, ubícate… lo nuestro se rompió, era un cristal muy fino y bien labrado, hermoso… que tu de un manotazo lanzaste al piso y lo hiciste añicos, tu crees que en la vida voy a poder olvidar la escenita entre tu y tu amante en tu oficina?, vete Ikky, solo vete… tráeme a mi hijo a tiempo, nosotros no tenemos nada mas que decirnos salvo que sea algo que pase con Ian  - Seiya estaba en verdad molesto, una rabia como nunca había sentido lo envolvía, le provocaba boxear ahí mismo a Ikky pero se estaba conteniendo, no le iba a dar el gusto de verlo así

- Seiya por favor… yo te prometo…

- No te atrevas ni siquiera a decirlo porque no quiero escucharlo, vete de mi casa, de este tema yo ya no voy a hablar contigo

- Pero Seiya… solo escúchame… yo estoy dispuesto a…

- Me tiene sin cuidado lo que sea que estés dispuesto a hacer, dime la verdad Ikky… ya lo intentaste con tu amante y te mandó a volar verdad?, por eso vienes a mi puerta…, que soy para ti?, tu plato de segunda mesa?, tu obligación?, aquel con el que te tuviste que casar porque lo embarazaste? – el tono de Seiya era entre irónico y dolido, Ikky solo negaba con la cabeza y quería explicarse pero al paso que Iban Seiya no lo iba a permitir

- No Seiya… por supuesto que no… yo te amo… en todo este tiempo te juro por lo mas sagrado que no he buscado a Hyoga, me he dado cuenta lo tonto y estúpido que fui, es cierto que perdí mi rumbo y por mucho tiempo no sabía que hacer, pero ahora todo es claro para mi, yo…

- Soy tu brújula entonces???, mira Ikky ya te lo dije, todo lo que teníamos se acabó, yo ya me cansé… vete con tu amante y déjame a mi en paz, yo no quiero nada contigo, las cosas entre nosotros son irreconciliables – el castaño sonaba terminante

- Por favor Seiya no digas eso… dame una oportunidad, danos otra oportunidad… por ti, por mi, por nuestro hijo – Ikky trató de tomar las manos de Seiya que dio un paso hacia atrás y no se dejó tocar

- No te atrevas a mencionar a Ian ni a meterlo en esto, ahora me juras que me amas y no te detuviste a pensar en eso mientras te revolcabas de motel en motel con ese estúpido?

- Seiya por favor… yo quiero un futuro contigo, yo se que hice mal y ahora haré lo que sea para ganarme tu perdón, solo necesito que me des otra oportunidad, no te arrepentirás – Seiya cerró los ojos y respiró profundamente un par de veces para calmarse un poco y luego hablar en tono calmado pero lleno de convicción

- Ikky… yo te amaba mas que a mi vida misma, por ti yo hubiera estado dispuesto a todo, yo te entregué mi vida, mi amor, mi virginidad, mi inocencia, mi cuerpo y mi alma, yo traté de hacer un hogar para ti, de formar una familia y hacerte feliz, no estoy diciendo que yo haya sido perfecto, yo pude haber tenido muchos errores y fallas pero no me merecía la puñalada en la espalda que me diste, no te das cuenta que me despedazaste Ikky?, tu… lo eras todo para mi, yo lo pude haber hecho todo por ti, yo hubiera dado mi vida por ti, lo que mas me duele es que si tu hubieras hablado claro con respecto a la situación con Hyoga, si lo hubieras hecho con respeto, yo me hubiera hecho a un lado y te hubiera dejado ser feliz, pero no… tu tenías que destrozarme en el proceso… y para colmo ahora tienes la osadía de venir con esto?, vete Ikky… solo vete…, si Ian no estuviera de por medio créeme, me encantaría nunca mas ver tu rostro otra vez

 

Seiya no dijo nada mas y cerró la puerta en las narices del abogado que se quedó estático, era lógico se lo merecía pero no pensó que Seiya fuera tan terminante en sus decisiones, eso era extraño en él, si era cierto que no lo había visto en varias semanas pero… antes… él lo podía convencer de todo, vaya… esto le iba a resultar difícil, Seiya no lo iba a perdonar tan fácilmente si estaba tan dolido aún, pero eso le daba una esperanza, si Seiya estaba así era porque lo amaba todavía, lo opuesto del amor no es el odio, es la indiferencia

 

En los días que siguieron Ikky hizo todo lo que se ocurrió para lograr que Seiya lo perdonara, le mandó flores, chocolates, lo llamaba todo el tiempo, le mandaba mensajes, le llevó serenata un día hasta que le llegó una orden de restricción la que el mismísimo abogado de Seiya le fue a dejar al peliazul en su oficina, Ikky temblaba de la rabia al leer el pedazo de papel mientras Shura estaba sentado cómodamente en uno de los sillones

- Esto fue idea tuya Kotara… admítelo – recriminó el dueño de oficina con rabia

- No no no, yo no le he dado ninguna idea a Seiya, él simplemente no quiere verte, por qué no lo entiendes de una buena vez, todo estaba tranquilo entre ustedes, Seiya está saliendo adelante y ahora tu lo vuelves a molestar, déjalo en paz, no arriesgues las visitas que le puedes hacer a tu hijo porque hasta eso lo vas a perder si insistes con esto

- Con Ian no te metas – dijo el peliazul y le salían chispas de los ojos

- Yo no me estoy metiendo con Ian, pero no puedo decir lo mismo de Aioros, últimamente ha desarrollado un sentido sobreprotector con su hijo y a ti te odia con pasión, yo te recomendaría alejarte de Seiya, por tu propio bien, mira que Aioros puede hundirte y acabar con tu carrera, no lo ha hecho a pedido de Seiya, pero ahora Seiya está podrido con tu insistencia

- Él me ama… aún me ama… yo lo se

- No… él ya no te ama, rompiste su corazón y como no puede perdonarte ha decidido que prefiere olvidarte y ahora con tus patéticos intentos de volver con él lo único que haces es enfurecerlo

- A él le gustan los detalles

- Si… pero le gustan los espontáneos que salen del corazón no los que le mandas tu, si quieres mi consejo…

- No lo quiero

- Igual te lo voy a dar, busca a tu amante, vete con él a donde sea que te quieras ir y olvídate de Seiya, él quiere rehacer su vida y no te quiere cerca, solo lo pones de mal humor y lo ofendes

- Yo lo amo

- A veces eso no es suficiente, dale espacio… él ahora tiene muchas cosas en la cabeza y lo que menos necesita es que tu lo rondes

- Muchas cosas en la cabeza?

- Quiere obtener una beca y está muy presionado por sus notas, Aioros le vive diciendo que el paga su universidad con gusto pero ya sabes lo orgulloso que es Seiya y no quiere ser una carga muy pesada para su papá, el tiempo que pasó en el hospital por su accidente afectó su promedio, no va a perder el semestre pero tal vez no alcance el puntaje para la beca que quiere

- Pero yo le deposito dinero suficiente para eso, Seiya no tiene que preocuparse por dinero para la Universidad

- Lo se… pero él dice que eso es para el niño y no lo está utilizando, lo tiene todo guardado en el banco, mira… yo ya no le digo nada, si él quiere una beca pues quiere una beca…, tu sabes lo terco que es entonces es mejor no discutir con él cuando una idea le taladra el cerebro – Shura hablaba con seguridad de cosas muy personales del castaño, esto a Ikky no le agradaba para nada, será que Seiya tenía algo con ese abogado de quinta??… tal vez así era, por eso no quería ni oír volver con él, será que lo perdió para siempre???

- Dioses…

- Por eso te digo Ikky, déjalo en paz, él ya no quiere verte, ha decidido que ya no quiere amarte y se ha dedicado a permanecer ocupado, él es joven y saldrá adelante, solo quiere dejarte atrás, no crees que le has hecho mucho daño ya?

- Yo solo quiero que sea feliz – dijo Ikky con tristeza sentándose en su sillón y cubriéndose la cara con las manos, Seiya se le iba y no había nada que él pudiera hacer para impedirlo

- Si eso es así escucha lo que te está diciendo, diablos te lo está gritando… no quiere verte, no quiere nada contigo, quiere ser libre y vivir en paz, estudiar, cuidar a su hijo, y tener una vida tranquila

- Está bien… dile que… lo amo, que cuando quiera yo… aquí estaré para él

- Ok., se lo diré

 

En las semanas que siguieron Seiya tuvo algo de paz porque Ikky cumplió su palabra y solamente lo había visto y hablado brevemente con él cuando iba a dejar y a recoger a su hijo los domingos, este fue un buen cambio, poco a poco ellos hablaban un poco mas naturalmente de cosas referentes a su hijo, Ikky podía ser civilizado cuando quería, pero fue muy claro para el peliazul abogado que en verdad había perdido a su Seiya, era muy cierto que cada vez encontraba menos resentimiento en su mirada pero también era evidente que el amor que el castaño le tenía se iba esfumando, Seiya era muy racional y civilizado pero no le daba chance a Ikky de nada, tal vez Shura tenía razón y Seiya no lo pudo perdonar, así que decidió olvidarlo y lo estaba consiguiendo

 

Una de esas tarde sin saber cómo Ikky se halló a si mismo estacionado frente a la revista en la que trabajaba Hyoga y de los nervios estaba fumándose un cigarrillo, estaba esperando que el rubio saliera pero el corazón se le hundió cuando lo vio salir con otro hombre…

 

Hyoga había estado muy triste y deprimido las últimas semanas, Ikky ya no había vuelto a aparecer en su vida y se sentía solo, se sentía como un trapo sucio y viejo, Ikky solamente lo había utilizado y aunque no había vuelto con su esposo tampoco lo había buscado a él, en verdad el peliazul amaba a Seiya, con esto se lo había demostrado, el rubio estaba sentado en su oficina un día con la mirada perdida en la ventana cuando llegó Camus con una caja de gomitas azucaradas

- Gomita?

- Gracias Camus – el rubio tomó una

- Oye Hyoga, quieres ir esta noche al cine o algo?

- Al cine?

- Hay una exposición de arte en el museo del centro, podemos ir a patinar si quieres, no quiero verte así, prácticamente vives aquí y eso no es bueno, que dices?, vamos?

- No sería una buena compañía para nadie Camus, pero gracias

- No te subestimes, mira… tu eres joven, hermoso, y si te equivocaste con el abogado ese pues no es momento de echarte a morir ni mucho menos no te parece?

- Lastimé a muchas personas en el proceso, eso fue…

- Ya no te castigues tu mismo, date otra oportunidad, todos merecemos una no?, vamos Hyoga… te hace falta salir… vivir… te estás muriendo aquí, además te quedan tres meses de estadía en Tokio, déjame enseñarte las cosas hermosas que tiene esta ciudad, vamos… es una orden, soy tu jefe – Camus sonreía cuando decía esto, Hyoga sonrió también, a la final Camus era el amigo mas antiguo que tenía en esa revista y siempre se llevaron bien, se tenían confianza…

- Ok.,

 

Hyoga y Camus empezaron a salir amistosamente por varias noches en las que iban por todas las maravillas que Tokio tenía que ofrecer, poco a poco el dolor de corazón de Hyoga se iba reduciendo al escuchar las palabras de Camus, él sabía lo que había pasado, sabía que él estuvo con un hombre casado y no lo juzgaba, no le importaba y le decía que ya era tiempo de que se diera cuenta que era muy valioso, tan valioso como para ser llevado orgullosamente del brazo y ser presentado como la pareja oficial de alguien y con el pasar de las semanas ese alguien fue el mismo Camus, la noche que Ikky estuvo fuera en el auto los vio salir juntos, tomarse de la mano y besarse suavemente al llegar a la esquina, Camus y Hyoga eran pareja ahora y luego de muchos años el rubio por fin estaba tranquilo, había encontrado a la horma de su zapato, Camus era todo lo que podría desear y mas… mucho mas…

 

El rubio estaba en su oficina una tarde cuando recibió una visita bastante inesperada, luego de semanas de no verlo ni hablar con él, allí estaba, Ikky Takamura de pie frente a él

- Lamento si te interrumpo, pero quería hablar contigo un momento, está bien si me siento?

- Claro… qué te trae por aquí?

- Vine a verte el otro día y te vi salir con… alguien…

- No me digas que estás celoso, no te queda Ikky

- No lo puedo evitar

- Bueno pues… ahora estoy saliendo con Camus, mi jefe… nos va muy bien, yo… estoy muy contento con él

- Me alegro por ti si es así, yo…

- No digas nada mas, yo se que amas a Seiya, siempre fue él y está bien, yo… nosotros cometimos un error, no podemos vivir en el pasado, lo que tuvimos fue muy hermoso y pensamos tontamente que lo podíamos recuperar pero los sentimientos no eran los mismos, es mejor dejar todo atrás, yo quiero rehacer mi vida en especial ahora que tengo a alguien que lo representa todo, Camus es fantástico

- Lo amas?

- Me estoy enamorando, no te lo puedo negar, él trae alegría a mi vida y me ama, lo que yo siento es muy fuerte

- Ok., me alegro por ti y ha sido bueno verte Hyoga – ya no tenía sentido alargar mas la charla si las cartas ya estaban sobre la mesa, Ikky se puso de pie y Hyoga lo imitó

- Claro Ikky, cuídate mucho y no te pierdas…

Ikky salió de la oficina de Hyoga para nunca mas volver, esa despedida fue muy significativa, el rubio había seguido con su vida, eso era bueno dentro de todo… Ikky a lo que manejaba de vuelta a su oficina pensaba en esa noche en el bar, cuando vio por primera vez a Hyoga, en estos momentos daría su vida entera para haber tenido el buen criterio de haberle pedido un taxi a Hyoga y él haber ido a casa con Seiya… con su Seiya… , si lo hubiera hecho nada de esto habría pasado, él seguiría felizmente casado, Hyoga se hubiera ido de viaje y nunca lo hubiera vuelto a ver y todo estaría bien… fue un momento de mal juicio, solo uno y eso le arruinó la vida…

 

Ikky se enteraba de las novedades de Seiya por cosas que se le escapaban a Shun, el peliverde seguía siendo el mejor amigo del castaño y él si estaba enterado de todo lo que acontecía en su vida, Seiya no estaba necesariamente interesado en nadie aunque si tenía uno que otro pretendiente por ahí, algunos muchachos de cursos superiores y otros de otras facultades pero el joven no quería saber nada de nadie, a Shun esto no le parecía muy saludable que digamos, ahora que ya estaban en un nuevo semestre (Seiya obtuvo la beca que quería y estaba mas tranquilo por eso lado), el joven peliverde seguía su relación son Milo, el que ahora ya no era su profesor así que no tenían ningún problema en ser vistos juntos y pasaban mucho tiempo disfrutando de su mutua compañía, Shun estaba total y perdidamente enamorado de su profesor como nunca lo pensó estaría de nadie, esto a Seiya le parecía gracioso porque ahora era él el que contaba sus cosas de pareja y Seiya aconsejaba, los papeles se habían invertido, Shun si había dado el paso con Milo y ahora disfrutaban de muchas cosas mas además de sus charlas y salidas, Shun sabía decir que nunca había sentido tantas cosas juntas cuando estaba con Milo o que se pudieran hacer tantas cosas placenteras con la boca, en este comentario Seiya lo calló, dijo que no coma pan frente al hambriento…

 

Una de esas tardes Seiya estaba sentado en el sol arrimado en su árbol favorito leyendo un libro cuando alguien se le acercó haciéndole sombra, el castaño al alzar la mirada sonrió, frente a él estaba su abogado luciendo un impecable terno negro que hacía juego con su cabello y sus ojos

- Shura… que haces aquí?

- Vengo a llevarte a celebrar, dime que ya acabaste clases – el mayor le tendió la mano al joven que se incorporó con algo de dificultad pero su puso de pie con una sonrisa en los labios

- Celebrar qué? – preguntó confundido el castaño

- Ya eres un hombre libre, te traigo los papeles definitivos de tu divorcio, Ikky ya los firmó, solo falta tu firma y estará todo listo

- Oh… - esto no se lo esperó Seiya y su rostro se ensombreció

- Vamos, esto es bueno… lo tienes que ver como un nuevo inicio en tu vida, un nuevo día… no estés triste… vamos a comer o algo – el mayor intentaba dar ánimo al joven que sonrió débilmente

- Tengo que ir a ver a Ian

- Eso no es problema, lo vamos a ver y nos vamos los tres a cenar

- Ok.,

 

Esa noche Shura hizo sus mejores esfuerzos de animar al castaño que estaba en verdad triste, sea como sea su matrimonio fallido era un fracaso y el final de una etapa, de eso se convenció Seiya a si mismo y en los días que siguieron hizo todo lo posible para levantar su ánimo, Aioros estaba algo preocupado pero su hijo era fuerte y saldría adelante, el castaño se dedicó a sus estudios y a su hijo, trataba de no ver a Ikky ni de saber nada de él y eso ayudó a su maltrecho corazón, un sábado en la mañana Seiya estaba en el parque disfrutando del sol con su hijo, ambos estaban sentados en una manta y jugaban despreocupadamente hasta que un cachorrito llegó corriendo directo a los brazos de Ian, era un perrito muy pequeñito chow chow, Seiya sonrió y buscó por ahí al dueño del animalito y vio a Shura con una correa que se acercaba a ellos con una sonrisa

- Seiya… no esperé encontrarte aquí… cómo estás?

- Es tuyo?

- Si… lo rescaté hace un par de días, lo acabo de sacar de la clínica, le pusieron todas las inyecciones, le dieron un buen baño y me lo entregaron aurita, este es el parque mas cercano y pensé venir aquí para que corra un ratito

- Bueno pues hizo un nuevo amigo – el cachorro estaba saltando y jugando contento con los bloques de Ian y el pequeño niño estaba encantado con el perrito

- Aún no tiene nombre, estaba pensando en algo como… no se… para eso no soy bueno… cómo lo llamarías tu? – el abogado se sentó en la manta junto a Seiya y pasaron la mañana jugando con el niño y el cachorro, esa fue una de las mañanas mas divertidas que había pasado Seiya en mucho tiempo, el pequeño Ian lo disfrutó inmensamente y Shura también, el pelinegro llevó a la familia a comer, como ese parque estaba cerca de la casa de Aioros, el castaño no había llevado el auto por lo que fueron en el auto de Shura, almorzaron y pasearon en la tarde, Seiya y Shura siempre habían tenido una relación sumamente fluida, hablaban de muchas cosas y se entendían muy bien, a Seiya le encantaba el hecho de que a Shura le agradaba mucho el niño y era muy cariñoso con él, al pelinegro le gustaban mucho los niños y los perros aparentemente…

 

En los días que siguieron Shura llamaba a Seiya y lo pasaba a buscar para salir, a Shun no le agradaba mucho la situación porque a la final Shura era abogado y tenía la misma diferencia de edad que antes Ikky tenía con Seiya, pero Seiya le dijo que aunque en apariencia ellos podrían presentarse como similares eso no era así, Shura era diferente a Ikky en muchos aspectos y poco a poco el fiero abogado se fue ganando al castaño que le abrió su corazón y se convirtieron en pareja en contra de todo pronóstico, Seiya no quería una nueva relación pero el pelinegro se fue metiendo en su corazón, le ayudó a recuperar su autoconfianza y autoestima, lo hizo sentir amado otra vez, deseado, que era importante para alguien y le alegraba sus días, uno de los problemas era que Aioros no estaba contento, Shura era su amigo y le agradaba pero no quería otro abogado para su hijo, pero el pelinegro supo ganarse a su nuevo suegro en base a su poder de convencimiento y también por Seiya, el castaño otra vez se mostraba tranquilo y feliz, contento por Shura y su nueva relación

 

La cena anual del Colegio de Abogados se llevaría a cabo en uno de los hoteles mas importantes de Tokio, Ikky no tenía el menor deseo de ir pero tendría que asistir por la firma en la que trabajaba, el peliazul lucía imponente en su traje azul oscuro cuando entró al salón, habían mas o menos unas quinientas personas allí, Ikky se empezó a abrir paso entre los invitados buscando a sus compañeros y amigos pero casi se muere cuando al otro lado del salón vio a Seiya que lucía muy apuesto en un traje negro, el castaño estaba solo de pie junto a la fuente que adornaba el salón, Ikky se iba a dirigir para allá pero vio a Shura acercarse a Seiya con dos copas de champagne, le entregó una copa al castaño que la aceptó y le sonrió, al poco tiempo se acercaron otros abogados con sus parejas a Seiya y Shura para entablar conversación, al peliazul le hirvió la sangre cuando vio como el pelinegro le pasó un brazo por la cintura a Seiya y lo atraía a su cuerpo, cómo fue que esto pasó???, cuándo Shura le ganó terreno???, por qué Shun no le había contado esto???

 

En lo que restó de la noche Ikky pasó mirando disimuladamente a la pareja que luego de comer bailó un rato en la pista adecuada para ello, ellos estaban juntos indudablemente pero no los vio en plan de nada hasta que en medio de la pista de baile Shura le dijo algo en el oído a Seiya que sonrió y asintió, el pelinegro besó suavemente sus labios y disimuladamente ambos salieron del salón, Ikky los siguió lo mas sigiloso posible y se le rompió el corazón cuando los vio dirigirse a los elevadores y ahí si el mayor tomó en sus brazos a Seiya y se besaron con pasión, aparentemente Shura no era para dar espectáculos y pensándolo bien tampoco Seiya pero ahora estaba solos, Ikky vio impasible como al abrirse las puertas del elevador la pareja entre apasionados besos entró en él, se cerraron las puertas llevándolos a los pisos superiores de las habitaciones, en donde seguramente pasarían la noche juntos

 

Ese fin de semana cuando Ikky fue a recoger a Ian no se sorprendió de que Shura le abriera la puerta de la casa de Aioros, el pelinegro abogado se supo mover inteligentemente y logró enamorar al castaño que ahora con una sonrisa en los labios salía tomando la mano de su hijo que corrió hasta su padre el que lo tomó en los brazos para besarlo y abrazarlo

- Pórtate bien… dame un beso – dijo Seiya a su hijo que lo hizo sin soltarse de los brazos de Ikky

- Seiya… podríamos hablar un momento?

- Claro… - el castaño no se movió pero Ikky miró significativamente a Shura que entendió la indirecta bien directa y discretamente se fue adentro

- Osea que ahora tu y él son pareja eh?

- Algún problema con eso? – dijo el castaño un poco a la defensiva

- No… déjame decirte que a mi me cae mal, es un abogado muy fiero pero… íntegro como persona, si tu estás feliz, yo estoy feliz por ti – Ikky sonrió a su ex intentando mantener la fiesta en paz

- Gracias Ikky y la verdad me alegro que lo pienses porque no quería discusiones contigo por esto, y si… estoy feliz

- Tu te mereces a alguien que te alcance el sol y la luna, ese es un idiota y no me gusta para ti, yo… te amo por sobre todo entonces… si algún día decides botarlo y volver a mi pues… yo te estaré esperando

- Gracias por la oferta Ikky pero… estamos mejor así no te parece?, no traigas muy tarde a Ian que está un poquito resfriado, por si acaso te empaqué su colchita y su dragón

- Ok., nos vemos Seiya

- Adiós

 

Ikky se llevó a su hijo y fue a casa de su padre, ese día tenían un almuerzo muy especial según Shun y al llegar se dio cuenta porque escuchó los gritos de su padre hasta la acera de enfrente

- Sal de mi casa degenerado!!!... aprovechado, voy a llamar a la policía!!! – gritaba Shion a voz en cuello

- Papá por favor cálmate – Shun estaba de pie frente a su padre impidiendo que se le lance a Milo, el furibundo peliverde tenía todas las ganas de estrangular al novio de su hijo menor

- Sr. Takamura… por favor…

- Cállate que te voy a matar… cómo te atreves???

- Qué rayos está pasando? – Ikky venia llegando aún con Ian en brazos

- Nissan… gracias al cielo que llegas

- Explíquenme todo esto, papá por favor cálmate que te hace daño, ven siéntate y carga a Ian por favor – Ikky le dio su hijo a su padre y lo hizo sentarse en uno de los muebles de la sala, Shion ya no podía hacer nada si tenía a su nieto en brazos, el abogado miraba a su ototo que estaba rojo del coraje y a Milo que estaba algo pálido

- Lo que pasa nissan es que me voy a mudar con Milo, él vino a hablar con papá y le saltó al cuello

- Tu no te puedes mudar con este tipo… eres muy joven hijo, ni siquiera acabas la carrera universitaria y como vas a creer que te vas a “mudar” con él??, sobre mi cadáver…

- Eso no es lo que queremos… Señor Takamura, Shun no tiene por qué dejar de estudiar y…

- Tú cállate… vil manipulador doctorcito de cuarta – Shion iba a ponerse de pie pero Ian lo abrazó y apoyó su cabecita en su hombro, el mayor se quedó quieto mientras acariciaba la espalda del niño

- Te vas a mudar?, así nada mas? – Ikky arqueó una ceja, será que su ototo lo iba a hacer tío?

- Yo se lo que estás pensando nissan pero no estoy esperando un hijo, yo ya soy mayor de edad y puedo tomar mis propias decisiones, Milo no me ha lavado el cerebro ni mucho menos, solo quiero mudarme con el hombre que amo, desde cuando eso es un delito? – insistía Shun

- Desde que ese hombre es mucho mayor a ti – contestó Shion

- Ikky era mayor a Seiya con 10 años cuando se casaron

- Exacto… y mira que bien que les fue, por lo menos ellos se casaron, tu solo quieres mudarte con este tipo, eso no es moral hijo…

- Por favor a mi no me metan en esto – dijo el peliazul muy incómodo, cuando su padre y su hermano discutían era épico por lo que mocionó a Milo para que lo siguiera a la cocina, al llegar le dio una cerveza y ambos se apoyaron en el mesón

- No te preocupes, hoy discutirán todo el día hasta que Shun amenace con irse de la casa y no volver a poner un pie aquí, dale una semana a papá para que asimile las noticias y luego te estará criticando el departamento que quieras comprar para llevar a Shun

- Yo tengo una casa

- Peor todavía… ahí te criticará que no vas a comprar nada para Shun, mi papá es una joya…

- Cielos…

- Pero que no te asuste, si lo ves que ahora está sentado quieto y ni alza la voz porque Ian está en su regazo?, bueno… cuando ustedes tengan hijos esa es la manera de acabar con las discusiones con papito suegro, mira que te lo digo

- Ohhhh…

- Felicitaciones Milo por la mudanza… pero si le haces daño a mi ototo, te estrangularé y lo haré parecer un accidente, quedas advertido

- No esperaba menos de ti Ikky… gracias, cuando Shun acepte casarse conmigo tu serás el padrino

- Ok.,

 

El tiempo pasa inexorablemente y la vida continúa, ese era un pensamiento alentador para unos y triste para otros, eventualmente y cuando Shun acabó la carrera él y Milo se casaron para disgusto de Shion al que nunca le agradó el “doctorcito ese” como lo llamaba despectivamente, Seiya se había casado hace mas de dos años con Shura y ahora estaban esperando su primer hijo juntos, a Seiya le faltaba un año mas de clases (su carrera era mas larga que la de Shun) pero estaba feliz por su nuevo bebé que era niña, el castaño estaba de cinco meses de embarazo y tenía una pancita no muy grande, el pequeño Ian había llevado los aros en la ceremonia que se llevó a cabo en la casa de Shion y andaba correteando por ahí, el niño estaba muy hermoso, ahora tenía casi 6 años y a Dios gracias había heredado el carácter de Seiya, era un niño muy risueño que se había adaptado bien a la idea de que tenía tres papás, quería mucho a Ikky y ahora pasaban los fines de semana enteros juntos, el peliazul se lo llevaba el viernes en la noche y lo devolvía a casa en domingo en la mañana, así lo había arreglado con Seiya y mantenía una relación sumamente civilizada con él

- Papi… tengo hambre… - el pequeño Ian había caminado hasta Seiya que lo sentó en sus piernas cuidando su pancita y acarició su rostro

- Ok., por qué no vas con papá Ikky para que te de algo de comer, él se puede robar una galleta o algo y de paso me traes una para mi

- Ya papi… ya vuelvo… - Ian fue corriendo a buscar a su padre y con un susurro le pidió una galleta para él y para su papi Seiya, Ikky sonrió y llevó a su hijo a la cocina, en donde armó un plato no muy grande de bocaditos y él mismo se los llevó al castaño que sonrió al verlo

- Ikky… gracias, por qué se está demorando tanto la comida?

- Cosas de mi papá, tu sabes como es él, y tu como te sientes?, no te da problemas tu pequeñito o solo es hambre? – dijo el peliazul tocando suavemente la barriga de Seiya, Ikky no lo pudo evitar…

- Es niña, y sabes que he tenido un embarazo bastante bueno, casi sin molestias

- Y como vas a hacer con tus clases?

- Yo creo que me va a tocar retirarme un semestre, pero eso está bien… cuando Ian nació yo estaba estudiando a distancia la secundaria, no se puede comparar, además son los dos últimos semestres, prefiero retirarme a perderlos

- Pues si… pero te veo muy bien, tienes muy buen semblante – Ikky quería acariciar el rostro del castaño pero por prudencia se contuvo, en todos estos años no lo había dejado de amar, ahora su relación era amistosa pero al peliazul abogado le dolía el alma al ver a Seiya tan feliz, su ex era feliz… y él nunca pudo encontrar a nadie que le llegara ni a los talones a Seiya, el amor lo había eludido al parecer

- Tu también estas bien, oye… y quién es tu cita? – preguntó el joven mirando a los invitados, Seiya ya no veía con rencor a Ikky, su papá y Shura habían ayudado mucho con eso y la verdad tenían razón, guardar rencores no es bueno para el alma, además Ikky siempre sería el padre de su hijo pero lo mas importante es que ahora Seiya había encontrado la felicidad nuevamente junto a un hombre maravilloso que lo amaba por sobre todo, que amaba a Ian como si fuera su propio hijo, Shura era un buen amor que lo llenaba de dicha y felicidad

- No traje a ninguna cita, aurita no estoy con nadie

- Y que le pasó a ese pintor, o era escultor?

- Se regresó a Francia, de ahí era, lo que teníamos no era serio y pues… no me gustan las relaciones de larga distancia

- Ohhh…

- Nahhh… no te preocupes, ya aparecerá alguien para mi, a mi me da gusto por mi ototo, se ve tan feliz – Shun estaba por ahí dándose vueltas y agradeciendo la asistencia a sus invitados, el joven peliverde lucia radiante

- Lo está, si te contó las novedades Shun?

- Si… papá no lo sabe aún, es por eso que se casan? – Ikky tenía la duda

- No… ya lo venían pensando pero con el bebé en camino Shun terminó por aceptar, Milo quería casarse desde hace mucho, era Shun el que le daba largas al asunto, la verdad no entiendo por qué

- Por mi, por papá, ambos matrimonios terminaron mal y pues… es lógico que mi ototo no haya querido casarse en términos generales, esto no tiene nada que ver con Milo

- Y Milo lo sabe… ese hombre es un santo – dijo Seiya con una sonrisa

- Pues si… - respondió Ikky con un suspiro

- Interrumpo? – Shura se había acercado por detrás y besó la nuca de su esposo

- No…

- Bien… quieres bailar?

- Claro… permiso Ikky

- Sigan…

 

Seiya se levantó y fue hasta la pista de baile en donde se movía suavemente en los brazos de su esposo, Ikky los miraba con tristeza, ese pudo haber sido él, él pudo estar bailando con el hombre que amaba en el matrimonio de su hermano, ese bebé podría ser suyo, esa podría ser su vida, Shura vivía lo que él hubiera vivido si no hubiera sido tan estúpido de apostarlo todo y perderlo, Ian fue hasta donde estaban sus padres y Shura lo cargo, besó su mejilla y siguieron moviéndose los tres ahora al ritmo suave de la música, Ikky siempre sentía una tristeza tan grande cuando veía a su familia que ahora era feliz sin él, Shion se lo había dicho, se lo había advertido pero él no lo supo escuchar en su tiempo, ahora estaba pagando las consecuencias de sus actos, él tuvo la suerte de encontrar el amor dos veces en la vida, una tercera oportunidad era algo remota, pero… la esperanza es lo último que se pierde, ahora solo le quedaba enfrentar las consecuencias de sus actos y afrontar la vida con todo lo que perdió, lidiar con la soledad y sacar fuerzas para continuar…

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, el final de Seiya es el miércoles,  yo se que es el mas esperado por eso cerrará el fic con broche de oro

Muchas gracias por leer y comentar, nos vemos el miércoles en el final de Seiya, saludos, bye


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