El día soleado iluminaba la habitación de prácticas. Todos se concentraban en los complejos pasos de baile, daban lo mejor de sí en todo momento puesto que dentro de pocos meses estos cinco chicos harían su esperado comeback.
La coreografía era fácil para el bailarín principal, Seyong, que disfrutaba ver caer a los demás miembros aunque a Gunwoo, el modesto líder, no le gustaba presenciar esas risas de burla provenientes de Seyong.
-No es gracioso, cualquiera podría lastimarse mientras tú solo ríes- Dijo el líder muy seriamente mientras veía a Seyong con una mirada retadora.
-Vamos hyung, no es para tanto- Rió nuevamente -Es más, puedo ayudarte a hacer ese paso y también puedo ayudar a Chaejin, al parecer le cuesta un poco- Veía al pequeño maknae practicar los complicados pasos de baile al otro lado del gran salón, lo veía con ternura, como si al verlo, tuviera la necesidad de cuidarlo, de guiarlo.
-¿A Chaejin? El está bien, no necesita tu ayuda- Gunwoo respondió con necedad, pero no por celos, sino por orgullo.
Chaejin practicaba muy concentrado, como si a su alrededor no hubiese nadie más; quería dar lo mejor de sí mismo para que junto con él, el comeback de MYNAME fuera el mejor de todo el año.
Bailaba sin parar, sudaba y se sentía exhausto pero aún así no dejaba de moverse de un lado a otro, sin embargo dio un paso en falso, dobló su brazo y cayó al suelo de espaldas, sin más remedio que romper en llanto.
-¡Jinnie!- Gritó Seyong muy asustado, corriendo hacia él como un rayo.
-¡Chaejin!- Exclamaron Gunwoo y JunQ mientras corrían hacia él, mientras que Insoo solo lo veía desde el lugar donde estaba, paralizado por el hecho.
-Jinnie..¿Jinnie estás bien?- Preguntó Seyong levantando la espalda del maknae del suelo para hacer que quedara sentado.
-Hyung- Dijo entre lágrimas -Ah…Me duele- El pequeño solo podía llorar.
-¡Gunwoo hyung!- Se dirigió fijamente hacia el mayor- ¡Ve y busca un médico rápido por favor!
Como buen líder fue corriendo a buscar ayuda médica, seguido de los otros dos que también estaban dispuestos a ayudar; dejando así a los dos chicos solos en el salón.
-A ver, ¿dónde te duele Jinnie?- Le preguntó preocupado.
-No...No sé exactamente pero…Ah...Me duele…¿Podrías ayudarme a pararme? El mayor movió la cabeza de arriba abajo y seguido de eso Chaejin rodeó el cuello de Seyong con su brazo derecho para intentar levantarse.
-Vamos, te ayu..- Antes de que el mayor pudiera terminar de hablar el otro chico emitió un grito de dolor volviendo a llorar, y cayó encima de Seyong. El menor quedó acostado encima del otro, mientras que este se quejaba un poco por el dolor de la caída.
-Ah..Jinnie, lo siento, no pude…Yo…- Volteó la cabeza para mirar hacia adelante y se topó con el rostro del pequeño. Aquel rostro de facciones finas, de sonrisa radiante, de ojos iluminados. Pero aquel rostro lloraba. A Seyong no le gustaba ver el rostro de su amado niño lleno de lágrimas.
Lo tomó firmemente de la cintura con una mano, para que no se fuera a otro lado. Lo miró a los ojos muy fijamente pero con una mirada de preocupación. Con la otra mano acarició lentamente la mejilla del maknae, que solo podía ver al mayor con una mirada de confusión.
-No llores más por favor, fue mi culpa- Limpió las lágrimas del rostro de sus sueños, aquel que lo hacía sonreír aquel en el que pensaba al despertar y al dormir.
-¿Hyung? ¿E-estás bien?- Chaejin tartamudeaba, nervioso y sonrojado, pero aún sentía aquel dolor por la caída que había sufrido anteriormente.
Las lágrimas de Seyong salían, odiaba más que nada en el mundo ver a Chaejin llorar. Lo más radiante para él, más que la luna, era su sonrisa.
-Estoy…- No habló, solo se detuvo y se acercó al rostro de su amado, el que no sabía de los sentimientos que el mayor sentía por él.
Chaejin abrió los ojos un poco asustado, pero esperaba la reacción de Seyong.
Seyong no hizo caso de su mirada, solo veía sus labios, esos tan distantes que desde que conocía no podía tocar. Los veía como cerezas, rojas, dulces. El realmente quería probarlos, el realmente quería besarlos.
-Estoy…- Repitió sin dejar de ver sus labios y en un segundo lo besó. No resistió más. Quería que dejara de llorar, quería hacerlo feliz, pero también quería adueñarse de esos labios de cerezo que lo volvían loco.
El maknae con una mirada de asombro se mantuvo cerca, y cerró lentamente sus ojos. No sabía que pensar, pero le gustaba, sentía los labios de su hyung; eran suaves, eran dulces, dejó de llorar y su rostro estaba tan rojo como una manzana.
Seyong era hábil, lo besaba tiernamente, pero la puerta se escuchaba abrir -¡Demonios!- Pensó. Tanto tiempo para ese momento, y sin embargo había durado tan poco.
Se separó de Chaejin y solo podía verlo a los ojos.
Gunwoo entraba con un maletín de auxilios y se paralizó al ver al pequeño encima de Seyong.
-¿¡Qué rayos haces Seyong!?- Solo hacía recaer la culpa en el mayor -¡Levántate!- Le gritó histérico, mientras que los otros dos solo miraban asombrados, atrás del líder sin mencionar palabra alguna; ya que sabían que si decían algo serían fusilados por las palabras del molesto Gunwoo.
-Fue…Mi culpa- Dijo Chaejin en un tono bajo, con una mirada de cachorro, muy sonrojado. –Yo caí encima de Sese hyung- Intentó levantarse quedando de rodillas encima de Seyong.
-¿Sese? Nada de Sese…Ah, no puedo enojarme contigo pequeño Jinnie. Vamos a curarte- Dijo Gunwoo mientras sacaba algunas cosas del maletín de auxilios.
-Pero hyung, ya no me duele- …-¿Ya no te duele? ¿Cómo que no?- Dijo sorprendido el mayor.
Seyong solo podía ver sorprendido a Chaejin, y con curiosidad.
-Sese hyung hizo que dejara de doler- Sonrió como siempre, con esa sonrisa que deslumbraba y que para Seyong, iluminaba todo el salón. Esa sonrisa que él quería ver y que le traía paz interior.
-Jaja ¿En serio? Pues entonces dime que hizo- Sonrió el líder, orgulloso de que al fin Seyong había dejado de ser infantil y había sido útil.
-Es confidencial- Se levantó el maknae con una sonrisa, aunque cojeando un poco por su pierna derecha que debido a la caída aún no podía funcionar correctamente.
-Te quiero Jinnie- Es lo único que dijo Seyong, pero con un tono muy tenue, que debido a la distancia, ni Chaejin ni los otros tres pudieron oír
-¿Qué dijiste?- Preguntó Gunwoo, aunque sin mucha curiosidad, solo preguntaba por preguntar.
-Que estoy feliz, porque Chaejin se ha mejorado- Sonrió con esa sonrisa traviesa que siempre tenía, se levantó y siguió bailando, como antes, dando lo mejor de sí para que la coreografía fuera la mejor de las mejores.
Te quiero Jinnie…Te amo Jinnie…