Cuando uno piensa en “primera vez”, tal vez el primer pensamiento que se viene es: amor, romántico, recuerdo, persona amada; o tal vez otra cosa similar, lo primero que yo puedo pensar es...nada. Dejemos marcado aquel suceso como una pequeña mancha en mi historial de relaciones, tanto sexuales como sentimentales, sólo puedo recordar vagamente el nombre de aquella mujer: Carla. Saltando aquel suceso sin mucha importancia para mí continuaré con ésta historia desde aquella primer “relación” que dejó marca en mis pensamientos y recuerdos, lo suficiente como para que ahora les cuente la forma en que lo vi y viví yo…
Yo no era precisamente la chica más bella del mundo, tampoco la más agraciada o con mejor cuerpo, de hecho, se podría decir que yo…era todo lo contrario. Mi manera de vestir era más bien guiado por la ropa que me fuera cómoda, aquella que a mi parecer no me molestaría y con la cual podría trabajar y salir sin problema. Mi cabello se encontraba largo hasta los hombros, casi siempre lo alzaba en una media coleta que tomaba el cabello que se podía, pero al final siempre daba un aspecto masculino, o eso creía yo. No sabría si catalogarme como un “marimacho”, pero tampoco era la damisela en apuros que todo hombre deseaba, sólo me dejaba guiar por lo que a mi parecer era cómodo e útil.
De mi vida sólo puedo resumirlo en el hecho de que tengo un hermano mayor, declarado orgullosamente gay, mi padre, el cual al parecer no le interesaba mas que la vida de mi hermano, se volvió con el tiempo ajeno a mí y mi vida. Podrían pensar que tal vez odiaba a mi hermano o le tenía algún tipo de celos, pero no…comprendía el temor de mi padre y es que desde aquel día y momento en el cual mi hermano le dijo sobre su homosexualidad, mi padre se volvió en su máximo protector, era casi como cuidar a su preciada joya y es que mi hermano era tan parecido a mi madre en algunas facciones y comportamiento. Por el contrario en mí no se veía ni un poco de delicadeza, por lo cual opté por desenvolverme de una forma madura ante la ausencia de una figura materna, la cual había muerto de cáncer años atrás.
Una historia que se podría decir algo ¿triste?, para mí era mi más íntimo secreto, y es por lo cual mi carácter se forjó casi por sí mismo. Para ser honestos, no confiaba en nadie más que en mí misma y tal vez un poco en mi familia, que a pesar de la distancia en comunicación, podíamos ser realmente cercanos en los problemas. Amigos…ninguno, aquella ciudad en la cual vivía parecía ser el centro del conservadurismo y una lesbiana o como ellos decían “descarriados” era mal vista y casi exorcisada por el "demonio" que llevaban las almas de todos aquellos hipócritas. En aquella ciudad no había espacio para mí y aunque mi hermano se había adaptado, aún elegía ir a escuelas lejanas, él aún estudiaba por el contrario mío en el cual noté no ser muy buena con los libros y con la pésima economía que se vivía en el país a la vuelta de la esquina, tomé un trabajo para ayudar a aquella pequeña tienda en la cual laboraba mi padre.
Bien…hasta aquí puedo decir como un “resumen” del panorama de mi vida, el cual no tenía gran cosa en especial, pero aún así, es mi vida…