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Las estrellas no solo brillan en el cielo por 14millas

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Entre toda esa gente, entre todas las caras desconocidas, entre todos aquellos ojos mirando un punto fijo en el escenario, entre todos ellos se alcanzaba a ver a una pequeña niña escondida en las ramas mas altas de un arbol, él se quedo observando por unos instantes como la pequeña temblaba y aunque la bulla que se alzaba por todos lados era lo suficientemente fuerte como para oír los sollozos de la niña, él los escucho, tan fuertes y reales como si la tuviese al lado.

 

No soporto mas verla llorar, desprotegida en lo mas alto de uno de los arboles que se alzaban imponentes en el gran parque, se alejó de la ventana y salio del camerino con direccion a la parte de afuera; aunque su padre, un famoso cantante de música rock le habia prohibido por sobre todas las cosas salir de aquella habitacion, él, lo habia hecho tan solo por ayudar a aquella niña.

Corrió a todo lo que sus pequeños pies daban, tenia que aceptarlo, tambien tenia miedo, miedo que algo le pasase. salió por la parte de atrás evitando ser visto por los guardias, volvio a correr evitando a toda la gente que gritaba; por primera ves en sus pocos 10 años de vida sentio asco de todas las personas que veneraban a su padre, él lo conocia mejor que nadie y no era tan buena persona como se mostraba al publico, a sus fans.

 

Respiro hondo y continuo corriendo, pronto llego al arbol, busco la manera de subir y como un pequeño loco llego al lugar donde estaba la pequeña, asomo la cabeza por entre las ramas y vio frente a el a la niña, aun sollozaba pero tenia la cabeza oculta entre sus piernas.

Se acercó y poso su manita en el hombro de la pequeña, esta se sobresalto, se paro apresurada y dio un brinco hacia atras, se tambaleo débilmente, tanto el como ella sintieron mucho miedo, aquella niña caia del arbol, quiso correr a su alcance, sujetarla entre sus brazos pero no lo hiso, el miedo lo paralizo y la niña cayo, los dos dieron un gran grito que nadie escucho.

Corrió al borde del arbol por donde habia caido la pequeña, se asomo y vio para su no horror que la pequeña estaba sujeta con sus manitas a una protuberancia de corteza que sobresalía gracias a un profundo corte que tenia el arbol, sin pensarlo dos veces estiro los brazos y la pequeña no dudo en cogerle la mano, con gran esfuerzo por parte del niño logro poner a la pequeña a salvo. 

No dijeron nada por largo rato, el chico solo la contemplaba fijamente y ella, ella evito su mirada profunda y penetrante.

 

-lo siento - rompio el silencio el pequeño - te has hecho daño? - articulo algo fuerte debido al gran ruido. ella dudo unos segundos en responder

-no - dijo tímidamente

-como te llamas? - le pregunto con una amplia sonrisa, radiante. ella lo detallo, su cabello negro y liso caia en cascada ni tan corto ni largo, sus ojos negros y expresivos y su piel morena.

-Gabriela - susurro débilmente, tan bajo que el niño se esforzó por escuchar

-es un bonito nombre - dijo con una sonrisa, la pequeña se sonrojo y evito la mirada del chico. - Mateo - dijo extendiéndole la mano - pero dime Teo - la niña la recibió, el cabello negro de la pequeña estaba un poco despelucado, sus ojos rojos de llorar brillaban y su piel estaba algo sucia.

-que haces aquí Gabi? - se apresuró a preguntar

La pequeña evito una vez mas la mirada del niño

-es...mi hermano esta en el concierto - susurro bajito, Teo hiso una mueca de asco y se esforzó por disimularlo a los ojos de la pequeña

-oh, y porque estas sola? - volvio a preguntar

-el..no queria cuidarme ...yo lo segui hasta aquí - oculto su rostro con las manitas y empezó a llorar, Teo no soporto verla llorar una vez mas, sin saber como reaccionaria la abrazo protectoramente. Ella se dejo abrazar

-ven, vamos - dijo despues de un rato

-a donde? - pregunto ella con un poco de miedo

-a bajo - respondio con una sonrisa.

 

Al bajar del arbol notaron para su horror que varias personas se encontraban entorno al arbol, besándose y unos cuantos suficientemente desnudos como para interactuar sexualmente. Teo tomo la mano de Gabriela y la llevo corriendo al camerino de su padre, lograron entrar y hablaron durante varias horas, hasta que los ojos de  la pequeña se cerraban de a poco, el la abrazo tiernamente y se durmio a su lado.

 

Algo lo jalo con fuerza y brusquedad, aun tenia sueño pero antes de abrir los ojos recibió una fuerte bofetada, abrio los ojos de par a par y vio con algo de sorpresa a su padre sosteniéndolo del brazo con agresividad. El brazo que su padre le sujetaba empezaba a tornársele rojo, Teo emitió un gemido de dolor, de sus ojos desbordaban lagrimas de dolor, uno de los guardias del lugar despertó a Gabriela y la pequeña se sobresalto por el hombre que la miraba fijamente.

 

-que hacías con esta mocosa Teo!? - grito su padre sin soltarlo

-dejame! eso no te importa - grito a su ves el niño viendo como su pequeña amiga empezaba a llorar

El señor la miro con repugnancia

-nunca mas la volveras a ver Mateo - afirmo su padre con una voz tan fria que el pequeño se estremeció de horror

-nooo!! por favor padre - pido con un tono de respeto - por favor, no lo hagas - las lagrimas resbalaban de sus ojos en abundancia

El señor lo miro y luego observo a la pequeña que se esforzaba por soltarse del agarre del guardaespaldas que la sujetaba con fuerza del brazo

-llévatela Sam - dijo con la misma voz - y asegúrate que mi hijo no la vuelva a ver en su vida - termino de decir el señor

 

El guarda espaldas, un hombre grande y musculoso de cabellos rubios y facciones fuertes y frias saco a Gabriela arrastrada del brazo, la niña no dejaba de llorar y pedir por su hermano. Teo lloro igual que la pequeña, pataleo en brazos de su padre y lucho por ir tras la pequeña y evitar que llorara.

La puerta del camerino se cerro y con ella todas las esperanzas de volver a verla, dejo de llorar y se calmo, los ojos le ardian y le dolia la cabeza; su padre lo solto.

Se sento en el gran sillón del lugar y se sirvió un trago, miro fijamente a su hijo que seguía sentado en el suelo frente a la puerta

-aprenderas Mateo a comportarte como el hijo de una estrella, dejaras de revolcarte con vagabundas - dijo con esa voz que le erizo los bellos a Teo. El señor termino su trago y salio del lugar, dejando a su hijo sentado en el suelo del camerino.

 

11 años despues...

 

Gabriela

 

-la escuela? - pregunto pensando rápidamente que responder - bien bien - dijo con una leve sonrisa, picara y tranquila, una sonrisa confiada y de niña buena. Esperaba una mejor mentira de ella misma pero a esas horas de la mañana no le podia pedir mas a su joven cerebro, habia pasado la noche en vela pensando en una nueva forma de vengarse de su hermano, recordo la noche anterior y la cara se le tiño de rojo de ira y vergüenza, ya pensaría como vengarse y ese coño lo iba a lamentar.

 

Tomo una taza de cafe cargado de azucar y la bebio tranquilamente, mientras conversaba con su padre, entre mentira y mentira.

-ok - termino de decir el señor, Gabriela lo miro con ojos curiosos y cayo en cuenta que no habia prestado mucha atencion a las palabras de su padre en toda la conversación - maldición! - penso.

-si, como quieras padre - dicho esto salio de la cocina con algo de prisa.

-llama a tu hermano, dile que baje a desayunar - grito antes que la muchacha saliera.

-que?¡ - mascullo cerrando la puerta y devolviéndose a la cocina - porque tengo que llamarlo?? es que él no puede bajar solo y comer?¡ no soy la niñera de ese jodido perro¡ - grito con todas sus fuerzas, y supo que habia hecho mal, habia pronunciado palabras indebidas frente a su padre, cayo en seco cuando la ultima silaba salio de su boca y bajo la cabeza instintivamente. Su padre, un señor de mas de 50 años, alto y delgado, cabello negro y ojos levemente rasgados, de color negro, con un carácter irritable y con gran facilidad de enojo.

 

Dio media vuelta y se dispuso a salir corriendo antes que le dijeran algo, pero al hacerlo choco con alguien, levanto la cabeza y vio a su hermano tapándole el paso; los ojos del chico brillaban de rabia y odio por la pelinegra, una sonrisa sádica se formo en su rostro.

 

-yo crei que me querías, hermanita - pronuncio el chico. Gabriela guardo silencio. - padre, vez como me trata esta mocosa - hiso una pausa y sonrio con malicia - no tiene ningún respeto por la autoridad en esta casa, ni por ud ni por mi, padre.

 

Gabriela mascullo una grosería  lo odiaba, odiaba a su hermano mas que a nadie en el mundo, era un cerdo codicioso y sádico. Su hermano era 5 años mayor que ella, media 15 cm mas y el cabello lo tenia castaño, tenia facciones perfectas que le daban un aire sexi y encantador.

El señor se levanto de la mesa y se acercó a la muchacha que aun seguía parada frente a su hermano con la cabeza gacha.

 

-asi que odias a tu hermano - susurro el señor a su oido, Gabriela se estremeció notablemente con aquel contacto, lagrimas estuvieron a punto de salir de sus ojos al imaginar el castigo que le pondrían - veo... - dijo pensativo - esta bien, esta bien, nada es mejor que convivir con alguien durante un tiempo, iras todos los dias despues de clases al taller de miguel y harás todo lo que él te diga - volvio a susurrar al oido de su hija con un aire de desprecio - y si me da una sola queja de ti - guardo silencio y camino hacia las escaleras - te dare un mejor castigo - dicho esto subio y se encerró en su habitacion.

 

Miguel observo a la chica con satisfacción, resoplo de triunfo y continuo el camino empujándola con el hombro.

 

Gabriela salio corriendo de la casa, tenia rabia, mucha rabia - las lagrimas corrian por sus mejillas - odiaba a su familia, odiaba a su hermano, a su padre y a su madre, los odiaba a todos - dejo de correr. Camino un poco antes de sentarse en un parque, seco las lagrimas y saco su cuaderno de dibujo; se hecho una ojeada a los dibujos y un suspiro salio de si. Miro el primer dibujo que hiso, era simple, un gran arbol y un chico, una niña y un concierto; era tonto, pero era el mejor, el primero que hiso, el mas inocente.

 

Resoplo con impaciencia, guardo el cuaderno y se levanto del asiento, hoy era el primer dia de clases despues de las vacaciones de verano, tan solo le quedaban 2 meses de colegio y dos meses para cumplir 18, despues podria irse de la casa y hacer lo que le diera la gana, no sabia que estudiaría, pero por ahora su plan le gustaba y mas aun le llenaba.

 

Diviso por lo lejos a Maik, el chico mas apuesto del colegio, era simplemente hermoso.

 

-oh! vaya...e visto el cielo...noo...me derretiré - se burlaron a su lado y despues una risa. Le dio un puñetazo al chico a su lado y camino lejos de el con direccion al colegio.

-hey Gaby! - grito corriendo a su alcance - jajajajaja lo sientoo! - dijo con un tono de culpa y de burla - pero es taaaan lindo - trato de imitar la voz de una chica y antes de seguir con su imitación recibió otro puñetazo de parte de la chica, el muchacho volvio a reir - no lo tomes a si Gaby, pero de que malgenio has amanecido hoy - dijo caminando a su lado - que ha pasado? te has peleado con tu hermano? - pregunto intrigado, la chica dejo salir un suspiro 

-mi padre me castigo, tendre que trabajar en el taller de miguel por tiempo indefinido - dijo sin emocion

 

Sebastián se detuvo en seco y miro a su amiga seguir caminando, una cara de espanto se formo en su rostro y sin poder evitarlo se hecho a reir con ganas en medio del anden, las lagrimas afloraron por sus ojos, no podia parar la risa, su amiga castigada de la peor manera - volvió a pensar y la risa renació como por primera vez.

 

Gabriela no se detuvo pues sabia que se echaría a reir y continuo caminando, Sebastián le dio alcance al poco rato y seguio riendo a su lado; Gabriela le planto otro puñetazo a los pocos minutos

 

-auh! ese si me a dolido muchachita - se quejo el chico

-pues me alegro mucho - dijo ella y vio las puertas del colegio, continuaron el resto del trayecto en silencio.

 

Sebastian le siguió el paso tratando de hacerle conversación pero la muchacha no respondía a ninguno de sus temas, suspiro con algo de tristeza y se dedico a caminar en silencio, después de todo era su mejor amigo, estaría ahí siempre para ella.

Llegaron al salón de clases y el se dispuso a saludar algunos compañeros mientras la morena se dirigía a su lugar.

Ese no seria el mejor de los días, tendría que ir al taller después de clase y buscar un trabajo después, se le ponía la piel de gallina al pensar en el taller de su hermano, suspiro sentándose en una silla.


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