CAPÍTULO 1
Pov Taemin
Resignación… parece que es la única palabra existente en mi vocabulario. Utilizado por quien quiera sin ningún impedimento por mi parte. Estoy cansado, cansado de toda esta vida de mierda que llevo. Apenas sigo siendo un adolecente y me veo forzado ha ejercer en un trabajo denigrante solo y exclusivamente para pagar la “hospitalidad” de mi tío. Mis padres murieron en un accidente de coche hace seis años y desde ese entonces vivo con el… con ese depravado hombre que no solo se conforma con vender a su sobrino al mejor postor si no se encarga de violarlo, de humillarlo cada noche. ¿Inocencia? ¿Infancia? ¡Ja! Me gustaría saber donde quedaron, ya no soy capaz de responder a sus significados. Todo se me fue quitado hace seis años, sin ni siquiera percatarme mi infancia se fue por un tubo… ¿Por qué todo es tan fácil cuando aun eres un niño? Cuando eres un crio al que no le preocupa nada, todo el día jugando y divirtiéndote prácticamente sin ningún problema. Quisiera devolver el tiempo, regresar a los brazos de mi madre solo ella savia como reconfortarme, volver a pasar por esas eternas discusiones sin sentido alguno que mi hermano mayor y yo manteníamos o admirar al hombre perfecto, al hombre más maravilloso, mi padre…
Gracias a dios todo esto terminaría, o eso espero yo. Pronto acabaría la secundaria y me podría desplazar a otra ciudad, a distancia de este hombre que solo me explota. Podría retomar mis estudios en otra parte por fin seria feliz, por fin… mí preciada vida volvería, tendría amigos y tal vez hasta una pareja. Pero todo era demasiado bonito como para que fuera real… me olvidaba por completo de que mi tío era demasiado astuto y no dejaría escapar su fuente de riquezas tan fácilmente.
Fin Pov Taemin
- ¡ven aquí mocoso! – gritaba un nombre algo alterado - ¡He dicho que vengas! ¿Qué estas sorda putita? – agarro con fuerza los cabellos del rubio
- No… no solo estaba…
- ¡Me da igual lo que estuvieras haciendo! Solo ve y cámbiate hay un cliente preguntando por ti – rio con malicia - ¡Vamos!
- S… si señor
Se encamino hacia el cuarto para cambiarse, contra más sexi y apetecible se viera para sus clientes mas dinero obtendría. Mientras se cambiaba observaba con impotencia cada marca, cada hematoma en su blanquecina piel provocados por aquellos hombres que abusaban de él y en especial por su tío. No tardo mucho en cambiarse, lo que menos quería era que su tutor lo castigase. Salió de aquel cuarto y observó con rabia esa puerta, esa puerta en la que cada noche atravesaba para ser el objeto sexual de todos esos repugnantes hombres.
Al traspasarla se sorprendió, el chico que esperaba por él era extremadamente guapo y joven. Normalmente siempre venían viejos asquerosos, pero está ves había venido un chico joven, alto muy guapo. No entendía que hacia ahí aquel chico, tenía toda la pinta de obtener lo que quisiera ¿por qué no se busca a alguien más allá afuera en vez de venir a malgastar su dinero aquí? Pensaba el rubio.
- ¿no piensas acercarte peque? – estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando fue que el joven se levanto de la cama y empezó a caminar asía el – eres muy lindo
- ¿eh? – estaba nervioso y no entendía el porqué de su nerviosismo. Estaba acostumbrado a tratar con los clientes pero el…
- ¿tímido? – soltó una carcajada – la timidez en tu trabajo no debería de existir precioso
- No… no soy tímido, mejor empecemos – cuanto antes empezara antes acabaría pensó el chico
- Muy bien – paso una de sus manos en el delicado rostro del menor delineando cada fracción poniendo aun mas nervioso al rubio quien se seguía preguntando porqué ese chico lo ponía así – pero no hay prisa, quiero disfrutarte al máximo – deposito un beso en los labios de Taemin – he pagado mucho dinero por ti, así que te disfrutare…
Fuero las ultimas palabras antes de empezar a besar con desesperación los labios ajenos…
***
Estar en el mundo es como volar
Pero sin alas
Es tratar de vencer
Algo imposible de vencer,
es como tratar de desnudarte…
Una y otra vez se repetía aquella estrofa de la canción que tanto cantaba su madre, intentando olvidar lo dicho unos minutos atrás. No era posible ¿Cómo pueden ser así? Es como si quisieran deshacerse de él, como si ya no lo quisieran consigo. Le enfurecía solo el pensar que se tendría que alejar de todo y de todos. Dejar a sus amigos, a sus compañeros, a su familia que ahora eran los causantes de su partida y a lo mas importante… su novia. La persona a la que mas quería, la amaba. No quería separarse de ella e irse a otro lugar desconocido para el, savia que al terminar sus estudios de secundaria se tendría que mudar a otra ciudad pero ¿¡A otro país!? Esa era una idea descabellada, que solo se les podía ocurrir a sus queridos padres…
Quería que todo aquello fuera un maldito sueño. Estaba cansado de seguir las reglas que le imponían, no estaba dispuesto ha ser uno más. Tal vez por eso lo querían mandar lejos, a su país de procedencia ha ver si se enderezaba, cosa que no haría, no estaba dispuesto a dejarse llevar por la maldita sociedad de mierda que no lo deja vivir en paz, en la que tienes que acatar sus reglas y ser prácticamente un clon si quieres ser aceptado.
- Idiotas… - suspiro con pesadez
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