Miro a su mayordomo con una rabia casi ridicula mientras le repetia nuevamente que se marche, pero este, lejos de prestarle atencion, con un leve soplo apago todas las velas mientras su mirada se tornaba vividamente roja y con una amplia sonrisa se apoderaba de la sombra de su amo mientras este, temeroso se cubrio con las cobijas evitando mirar a Sebastian que se habia acomodado sobre el y lentamente, muy lentamente deslizaba una mano desnuda bajo las sabanas para apoderarse del pequeño cuerpo infantil de su amo, Ciel lo miro extrañado, casi asqueado ¿que estaba haciendo Sebastian?
-¿Que te sucede idiota? SUELTAME- grito Ciel de manera ridicula, su voz se corto en la ultima silaba siendo suprimida por un suspiro tonto, se sentia raro, el corazon le latia fuerte y habia unos sonidos extraños que querian salir de su boca pero el los mitigaba mordiendo su labio inferior.
-Bocchan, puedo leer en su mirada que quiere esto- dijo Sebastian sentandose mientras con los dientes quitaba el guante que vestia su otra mano, dejando ver el sello del contrato, cubrio el ojo derecho de Ciel y pronuncio -Fateor animo corpori spem desideriis (Soy el dueño de su alma, su cuerpo, sus anhelos y esperanzas.)- Ciel no entendio sus palabras, aun cuando el era el mejor en latín, le sorprendio haberse quedado embobado mirando a su mayordomo de ojos carmin mientras este se acercaba un poco mas a el.
-No es cierto, yo... no... SEBASTIAN!- grito Ciel quitando a Sebastian de su lado -¿Quien rayos te crees que eres para acostarte en mi cama?- dijo precipitado.
-Tecnicamente no estoy acostado, solo... sentado... a su lado- dijo su mayordomo mientras posaba su cabeza en el espacio existente entre la cabeza y el cuello de Ciel.
-Se... Sebastian, eres un... un..- dijo Ciel mientras cubria su boca con una mano intentando esconder esos gemidos que estaban atorados en su garganta.
-Un... ¿un que?- pregunto Sebastian sonriendo mientras recorria el pecho de su amo con la yema de sus dedos -tonto niño egoista y malcriado- volvio a sonreir sobre el hombro de Ciel.
-Idiota, ¿Quien te crees que eres? maldi...- otra caricia, otro suspiro y un corazon enloquecido que estaba a punto de hacer que el pecho de Ciel estallara en millones de pedazos.
-Si, yo estoy maldito, pero creo que aun asi llegue, en algun momento, a hacerlo feliz- dijo Sebastian levantando el rostro y poniendolo a escasos milimetro del rostro de su amo, Ciel temblaba bajo el gran cuerpo de su mayordomo, intuia lo que sucederia, lo sabia, sabia perfectamente lo que sucederia a continuacion y no negaba que lo esperaba, el lo deseaba y ese acto, ese gesto, seria lo que haga completamente feliz a su alma, luego de eso estaba seguro que no le molestaria entregarla a Sebastian, al fin y al cabo, nunca le pertenecio, es solo un accesorio que los humanos poseen y que los demonios anhelan, un truco de Dios o alguna divinidad para poder tentar mas aun al diablo y divertirse viendo desde una panoramica diferente, el sufrimiento masivo de las personas.
-¿Feliz? yo nunca he sido feliz Sebastian, jamas, y dudo mucho que pueda llegar a serlo ahora- dijo Ciel quitando lentamente la mano de sebastian de su rostro, matando las caricias que este le proporcionaba -Por lo tanto, hazme un favor y vete, es tarde y quiero dormir... por favor- dijo el pequeño, ¿cuando fue la ultima vez que habia dicho "por favor"? no lo recordaba, no deseaba hacerlo.
Sebastian miraba intrigado a su amo, las ultimas palabras lo dejaron sorprendido, algo en su mirada lo perturbaba, estaba serio, frio y callado como siempre, pero habia algo mas, un sentimiento oculto pero Ciel continuaba empujandolo, sabia que el deseaba que se quede a su lado, pero mirandolo nuevamente se levanto.
La luz de la luna señalaba con un resplandeciente enfasis un par de gotas que brotaban de los ojos de Ciel ¿que sucedia? Ciel Phantomhive, el heredero de la familia Phantomhive, frio, calculador, serio y obstinado, el perro guardian de la reina, el dueño de una de las mejores mansiones de toda Ingleterra, el lider de la mayor compañia de juguetes y el niño mas poderoso que existia ¿estaba llorando? ¿mostraba su debilidad?
-Sebastian, te lo he dicho muchas veces, por favor, marchate... quiero dormir- dijo nuevamente, dandose la vuelta y abrazando la almohada.
-Bocchan, ¿Acaso no lo entiende?- pregunto Sebastian intrigado, atravezando a Ciel con la mirada, su mirada esa mirada que le hacia estremecer y que provocaba que apareciera un bulto entre sus pantalones.
-¿entender que?- pregunto Ciel volteandose e intentando disimular el rubor que comenzaba a marcar sus mejillas tras escuchar esa voz tan dulce.
-La felicidad no entiende motivos, esta basada en cada persona y usted Bocchan, aunque no lo admita, volvera a ser feliz- dijo Sebastian secando con una leve caricia el rostro de Ciel.
-Yo no volvere a ser feliz Sebastian, no recuerdo haberlo sido, ademas, tu estas aqui para ayudarme a cumplir mi venganza y devorar mi alma, eso es todo... no tienes porque darme consejos- dijo Ciel tomando una gran bocanada de aire y cerrando los ojos.
Todo sucedio muy rapido, no le dio tiempo ni siquiera de abrir los ojos, alli lo tenia, con sus labios separados besando los suyos de una manera dulce, tierna y serena ¿un sueño? ¿una fantasia? eran suaves, tibios, casi adictivos, como si fueran una droga maldita que se apoderaba del cuerpo de Ciel.
El calor comenzo a recorrer la integridad del joven mientras Sebastian tomaba el pequeño rostro con sus manos frias, incitando a que el otro tambien lo besara, pero Ciel estaba pasmado, sus musculos estaban paralizados y no respondian, todos, ecepto su corazon que latia enloquecidamente amenazando con nublar sus sentidos que parecian perder la batalla por mantenerse en pie y contrarestar.
Sebastian acariciaba el rostro del pequeño mientras deslizaba su lengua por su cuello dejando besos marcados en el camino de la pasion y la lujuria que comenzaba a enloquecer a Ciel que extrañado por las nuevas sensasiones comenzo nuevamente a desear probar los labios de Sebastian, que a esas alturas ya habia llegado al bajo vientre de Ciel, haciendo que este arqueara la espalda de manera inconciente y...
Continuara :)