Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Just say... por mOny-san

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

La nota tipica...

"Los personajes no me pertenesen pero la idea es cien porciento mia"

Fin~

Notas del capitulo:

Bien~ se que no debería de subir algo nuevo porque tengo tres fic's en curso, pero, supongo que esto me sale gracias a que necesito desestresarme, no se... ultimamente e tenido la necesidad de escribir mas y mas...

No dire mas, solo espero que sea de su agrado.

Nos vemos abajo~

 

Capitulo 1. “Cuando no te das cuenta”.

 

Quererle era una palabra corta, sinceramente sus sentimientos iban mucho mas haya de la simplicidad. Tal vez el solo mantener un sentimiento lejano era lo mejor, el solo observarle y llamarle por simplemente “educación” pocas veces cuando cruzaban caminos antes, hubiera sido algo realmente satisfactorio, pero ahora mismo ya no era así. 

 

Hubiese querido mejor odiarle, no haberle conocido nunca, incluso no haber recibido una de las tantas sonrisas sinceras, cariñosas y amables que le regalaba cuando se encontraban todos los días. Incluso no hubiese querido que aquella amistad que llevaban ahora desde hace bastante se hubiera realizado. Tenían el mismo tipo de trabajo, ¡vamos! tocaban hasta el mismo instrumento, se conocían ya tanto que incluso podían percibir las miradas de ambos desde la lejanía, furia, felicidad, tristeza, cólera, fastidio, cansancio, o hasta lo mas escondido de su ser en esos momentos el otro lo sabría al instante.

 

- Has estado muy distraído los últimos días… - reprendió el castaño obligando a que le mirase levantándole por la barbilla - Tu no eres así, Akira… -

 

Suspiro con resignación, tomando asiento en el sofá donde se encontraba Reita, pegando su espalda a su brazo, subiendo sus pies al restante del lugar. Habían salido temprano y gracias a eso y a las juntas que solo tendrían los líderes de las bandas de la PSC podían tener un poco de tranquilidad y descanso. Para eso la mejor opción era cualquier lugar fuera de las salas de la compañía, fuera de todos aquellos que hablaban y hablaban sin dejar que los dos hablasen entre ellos mismos.

 

- ¿Tú lo crees? - Contesto después de unos momentos - Yo me siento igual que siempre… -

 

- Te conozco tanto como me conozco a mi mismo.

 

- Lo veo imposible. - Rio leve - de cualquier manera yo si te conozco lo suficiente como para saber que quieres algo de cenar, Taka. -

 

A pesar de que el otro estaba de espaldas a él, mirando a cualquier parte de la casa, pudo ver una sonrisa ladina en sus labios. Era algo irresistible el poder reprimir cualquier contacto con el otro, cualquier caricia sorpresiva o mirada que el otro rápidamente la tomaba como un gesto de cariño.

 

- Sabes que no me gusta el que me digas “Taka”, te refieres a mí de la misma manera en que lo haces con tu estúpido vocal. - trato de no sonar enojado.

 

Pero como no enojarse si sabia perfectamente que aquello lo odiaba, odiaba que le llamara con el mismo sobrenombre con el que llamaba a los demás, con el que precisamente le decía a ese odioso vocalista que hacia todo lo posible para llamar su atención. Sabía que estaba siendo pesado, que estaba dejando de lado aquel autocontrol que siempre mantenía cuando estaba con el rubio, pero era inevitable no celar esa pequeñísima cosa.

 

- Siempre me he preguntado el porque te comportas de esa manera cuando te llamo así.

 

- Porque odio tus jodidas comparaciones. - bufo.

 

- No te estoy comparando, Takashi… - el rubio había comenzado a despeinar el cabello del otro para que le creyese - ¿No crees que estas exagerando? -

 

- ¡No soy exagerado! - Se levantó de golpe, mostrándole directamente esa mirada furiosa que tanto enternecía a Reita - Siempre soy yo el que exagera ¿no? ¡Tú nunca te pones nada de culpa cuando sabes que la tienes! -

 

Saga solo observo como después de haberle gritado, el otro se levantaba con una sonrisa en los labios, como negando con la cabeza le abrazaba por la cintura. Sintió que solo con eso se derretiría entre sus manos, sintió que si en algún momento el rubio le soltaba caería de rodias al suelo. Solo la respiración de Reita sobre su oído le permitía no flaquear.

 

- Siempre eres así de exagerado, Taka… - rio despacio cuando sintió como el otro una vez más enojado, trataba de separarle - pero no te enojes porque ya me disculpo. -

 

Saga levanto su mirada confusa, tan rojo de los pómulos por retener aquella vergüenza que se le había tratado de escapar. Le miro con la ceja arqueada, con un puchero tonto en los labios esperando lo que el otro con una sonrisa nerviosa le trataba de decir.

 

- Perdóname Takashi… - y con una risita del mencionado se sintió un poco aliviado.

 

- Si vieras lo rojo que te has puesto por la vergüenza~

 

- ¿Eh? Te estas burlando de mí, maldito.

 

Ambos dejaron de lado aquel acercamiento y burlándose del otro, dejaron su anterior pelea. Aunque Reita había sentido la necesidad de apegarse más a su cuerpo, de besar cada parte de sus labios o por lo menos retenerle por mucho tiempo entre sus brazos, no lo hizo, por no querer romper con el momento que estaban llevando. Por no querer perder esa bonita amistad que los dos si podían compartir.

 

Y Saga había estado atento a completamente todo, sabia o por lo menos por unos segundos sintió que el bajista Gazetto no quería dejar de hablar, de querer decirle otra cosa cuando su sonrojo estúpido había aumentado.

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

 

Había pasado más de unas semanas en las cuales ninguno de los grupos de la compañía tenían ni el mínimo tiempo para llegar a casa a dormir, comer sus alimentos a sus horas, ni mucho menos para tomarse un respiro y fumar de un preciado cigarro o de salir a aspirar aire cuando tenían sus “cinco minutos de receso”.

 

Ahora mismo los Gazettos suspiraban con pesadez y felicidad al mismo tiempo. Ahora, como desde hace unos días le llamaban al batero, su “maldito” líder se había largado a otra gloriosa junta de esas que ya no había tenido en algún tiempo, dejándolos descansar hasta en el piso. Aoi con su preciado IPhone entre las manos, Uruha con un cigarro tras otro y Ruki picando las mejillas de su enojado y rubio compañero bajista con insistencia, fastidiándole hasta la jodida alma.

 

- Estoy cansado Ruki, deja de joder…

 

- Nunca estás cansado para mis juegos. - le pego levemente en la frente.

 

- De verdad que estoy cansado, Takanori.

 

- Uy~ ¿Ahora ya no soy Taka-chan? - dijo con burla.

 

- Que te jodan. - bufo con cansancio.

 

- Solo si me jodes tú.

 

Ninguno de los presentes pudo reprimir la carcajada que aquella voz sensual del vocal les había provocado o por lo menos Uruha así lo había hecho. Reita al estar tumbado en el suelo, recargando su cuerpo en la pared con la cabeza gacha ni se había inmutado que dos personas fuera les observaban desde la puerta de la sala.

 

Solo escucho después una risa algo grave y un chasqueo de dientes que le era bastante conocido. Levanto la vista topándosela con los dos Alicios. Uno sonreía juguetonamente y el otro manteniendo sus brazos cruzados le miraba con enojo, como siempre.

 

- Ven aquí, ven aquí~ - Aoi sin alejar su mirada de la pantalla de aquel aparato llamo a aquel que esperaba aun fuera de la sala, recibiéndolo con uno de sus tantos fugases beso en los labios - ¿Como estuvo tu día? -

 

- Bien, aunque cansado. ¿El tuyo? - le miro con pesadez frunciendo los labios.

 

- Vayamos a casa, tengo sueño…

 

Aoi guardo sus cosas con pesadez con la ayuda del guitarrista pelinegro Alicio, y ambos con sus bolsas y maletitas en mano se despidieron de todos. Tora había tratado de tocar el hombro de su amigo bajista pero este lo repelió con enojo, dándole un manotazo sin dejar de mirar mal a cierta persona estúpida que aun no se dignaba a levantarse.

 

Reita sabía que estaría en problemas. Pero, que de malo tenia el que Ruki se acercara, ¡el que su amigo se acercara! Se levanto del suelo siendo imitado al instante por el pequeño vocal, siendo agarrado del brazo por el mismo. Saga volvió, una vez mas a chasquear lo dientes, con furia.

 

- Vámonos… - dijo entre dientes, mirando al más bajo que sonreía con autosuficiencia - No tengo todo tu tiempo, Akira… -

 

-Venga, ya, llevo una semana casi sin verte y ahora lo primero que veo es ese genio tuyo tan insoportable. - Reita rodo los ojos buscando sus cosas para salir antes de que le mataran ahí mismo.

 

Todos los presentes se habían detenido a mirar los movimientos de ambos, las miradas que Saga le daba a Ruki y a Reita a la par, si no es porque todos ya lo sabían y no porque se los dijeran si no por sus actos, ahora mismo estarían sorprendidos por el comportamiento, por los directos celos de Saga hacia el rubio. Kai, quien había llegado unos segundos antes solo reía y Ruki solo seguía fastidiándole, empujando al rubio para que Saga se enojara cada vez más.

 

Reita termino su labor, guardando completamente todo y al acercarse miro a Saga a los ojos percatándose de que algo en el bajista no estaba del todo bien. Llevo una mano rápido a la frente de este y con algo de desespero enarco una ceja.

 

-Tienes fiebre… - aseguro preocupado, volviendo a posar su mano en la frente del otro a la vez que los otros dos le miraban curiosos - ¿Te sientes mal? -

 

- Solo me duele la cabeza…

 

- Entonces te llevo a casa para que descanses.

 

- De verdad, estoy bien. - insistió.

 

Saga, solo por ver la preocupación en el otro cambio su tono de voz, esfumando el enojo y sonriendo por sentirse importante para el. Uruha se acercó a Saga y sin quitar el cigarro que traía entre sus dedos toco su frente.

 

- Oye, no hagas eso que puedes quemar a alguien. - regaño.

 

- Lo siento. - Sonrió - Pero, Aki-chan tiene razón, además, no te vez para nada bien… -

 

Saga rodo los ojos cuando sintió como Reita le jalaba afuera de la sala, sin despedirse, para asi ambos desaparecer por los pasillos. El rubio mantenía sus manos unidas, jalándole, no importándole en lo mas mínimo las risitas de los chicos de Screw que se acercaban, o con las demás personas con las que se cruzaban, era como si el bajista no se percatara de aquello, era como si lo único importante para el fuera el mismo Saga. El Alicio suspiro con algo de tristeza.

 

- Te digo que estoy bien. - dijo, una vez que habían llegado al estacionamiento.

 

- Ese color que tienes en la cara me dice todo lo contrario.

 

Saco sus llaves rápidamente de la bolsa de su pantalón, abriendo la puerta del copiloto, dando espacio al castaño. Ya no era para nada raro ese tipo de actos entre ellos, incluso mucho menos el que los dos llegasen a los ensayos juntos y el que estuviera aquel carro de Saga algo ya bastante abandonado solo siendo usado cuando los horarios no coincidían.

 

El trayecto se hizo algo pesado en Saga, aquella simple mirada que Reita a cada momento le dedicaba lo ponían bastante nervioso y ese dolorcito de cabeza que hace unos días le venia acompañando no le ayudaba para nada. Reita por supuesto que a cada momento le miraba, a cada segundo que tuviese tiempo de no perder el control del volante miraba por el espejo retrovisor al otro que iba recargado en la ventana, no mirándole, solo tratando de cerrar lo ojos.

 

Quería tocarlo. ¡Maldición! tenia la jodida necesidad de abrazarlo ahora que estaba tan indefenso, ahora que estaba seguro no reclamaría por nada, pero seria mucho, ahora, si lo hacia aunque el bajista estuviera con el dolor de cabeza reventándole, podía golpearle.

 

- No has comido nada ¿verdad? - No obtuvo respuesta alguna - Saga… -

 

Demonios. Como diablos se le ocurría a Reita hacer algo como eso, ni cuenta se había dado para cuando estaban ya fuera de su casa, para cuando el rubio mantenía su mano sujeta con fuerza. No supo que contestar, ni mucho menos como actuar. Sus ojos solo viajaban a los otros y a sus manos a cada momento.

 

Reita le sonrió con dulzura girándose y soltando su mano al fin, abriendo la puerta para salir. Saga hizo lo mismo, caminando despacio hasta que ambos se vieron envueltos en la tranquilidad de la casa del castaño. Saga solo casi corrió al sillón a tumbarse en el, acostado esperando que el otro hablara. Pero prácticamente el otro le miraba molesto, a la altura de su rostro, arrodillado, frunciendo el ceño.

 

- Siquiera me estas escuchando…

 

- ¿Q-Que decías? - comenzó a tensarse.

 

- No me jodas Takashi. - Saga al escuchar esto entrecerró los ojos - ¿Cuanto tienes con el dolorcito este? -

 

- No lo se, un par de días…

 

- ¡¿Qué?! ¡Un par de días! ¿Acaso no pudiste decirle a Nao que te sentías mal? ¡¿Has comido acaso?!

 

- Oye, que si vas a gritarme mejor déjame solo. Ni yo mismo me aguanto y mucho menos lo hare con tu reclamos - giro su cuerpo, molesto, dándole la espalda al otro.

 

Reita solo frunció los labios y con enfado se levanto del suelo. Saga podía escuchar los ruidos dentro de la casa, los trastos que tal vez Reita estaba usando, pero ¿trastos? ¿La estufa? ¡Pero si Reita muy apenas podía tomar la cuchara por que sabía que era esencial para comer! Sin querer sonrió, sintiendo la necesidad de levantarse, meterse a la cocina y burlarse de todo lo que estaba haciendo el otro bajista.

 

Pero después de unos momentos no escucho nada mas, solo la puerta de la salida abrir y cerrarse al instante. Enojado tal vez, ni el mismo Saga sabia por qué Reita se había largado y mas sin despedirse. Se levanto ofuscado, con pesadez, arrastrando los pies con un notorio enojo marcado en su entrecejo. Se tumbo en el mullido colchón de su habitación, mirando hacia la puerta imaginando que por aquella vería entrar a aquel que se había largado, pero nada, solo cerro un poco los ojos, sintiendo la pesadez de estos.

 

*******************

Reita claro que no se iba a pelear con la cocina o con el mismo cuchillo que casi lo dejaba sin dedo. Se había salido sin avisarle al otro, en fin seguía enojado y ni caso le haría. Saco las llaves de su coche y lo mas rápido posible se fue al primer lugar donde pudiera comprar una comida decente para el y para el bajista Alicio, parando primeramente en alguna farmacia.

 

No tardo mucho, no mas de veinte minutos para cuando ya estaba de regreso. Al entrar busco al otro con la mirada, dándose cuanta que este había desaparecido del sillón. Camino a la cocina, dejando la comida que había comprado sobre la mesa, regresando a la sala para pasar directamente a la habitación. Sonrió con dulzura recargado en el marco de la puerta. Podía ver a Saga dormido con su cabello tapando parte de su rostro, tan calmado que le causo enternecer.

 

- Taka… ¿Takashi? - pronuncio con una sonrisa ladina, corrigiendo sus palabras antes de que el otro le reclamara. Se sentó en el borde de la cama junto a Saga apartando los mechoncitos de su rostro con cariño, sonriendo una vez más cuando el otro se removía palmeándole sus piernas con enojo.

 

- Pensé que te habías ido ya… - no dejaba de pegarle.

 

- Me he peleado con el cuchillo, asi que fui por algo de comida, por eso salí. - Explico frunciendo el entrecejo al escuchar la risita del otro - ¿Qué? -

 

- ¿Te ha hecho daño un indefenso cuchillo?

 

- Eres un imbécil. - bufo.

 

- Tú lo eres más…

 

Reita no dudo en echar una risa cuando Saga trataba de buscar sus maños para pellizcarle como siempre. Podía notar el cansancio en esos ojos cerrados, en esa respiración que se comenzaba a acompasar justamente como la suya misma. No podía negar que el también moría de sueño, que necesitaba por lo menos dormir unas ocho horas antes de entrar a los ensayos una vez más. Pero estaba preocupado, Saga, por supuesto que aquella temperatura nada normal de su frente bajaba. Quiso levantarse de la cama y salir a donde había dejado la bolsa con la que era prácticamente su cena, sacar la cajita de pastillas que había comprado y darle una al bajista Alicio, pero no pudo, su mano se lo impidió rotundamente.

 

- ¿Qué pasa? - sonrió.

 

- No te vayas…

 

- No me iré idiota, solo traeré las pastillas que compre para ti, no quiero que empeores, no sabría que hacer si llegas a enfermar mas.

 

¿Acaso era efecto de la maldita calentura? Si, aquella calentura que provocaban los resfriados o ¿es que realmente era una persona importante para Reita? La manera de decirlo, el estar tan preocupado, el estar tan atento a lo que le pasara, realmente tenia que ser una jugada de la maldita enfermedad que le estaba por pegar. Y Reita, él no podía estar imaginándose  algo tan estúpido, pensando que el sorpresivo sonrojo de Saga fuera porque el estuviera ahí, porque fuera provocado por el, no, Reita tenia que dejar de pensar eso y creer rotundamente que el rojo en las mejillas de aquel hombre que tanto quería eran provocadas por el cansancio y el mareo.

 

- Entonces que hago si no quieres que me vaya. - trato de dar a relucir una voz molesta.

 

- N-No, no se… - desvió su mirada, girando su cuerpo dándole la espalda al rubio.

 

Saga pudo escuchar un suspiro por parte de Reita, mas sin en cambio nunca sintió que se moviera de su lugar. Quería, no, necesitaba que por lo menos el rubio se quedara, que velara su sueño, que le cuidara. Vamos, quería aprovecharse de la situación para tenerlo mucho mas tiempo de lo habitual. Y no es que el Gazetto quisiera irse ya, el también quería estar ahí para Saga, que dependiera de el ahora en adelante, que se diera cuenta de cuan importante podía llegar a ser en toda su maldita vida.

 

Pero por lo visto ninguno de los dos se daba cuenta de la situación, Saga no comprendía que Reita quería estar con el, y Reita no sabia que Saga estaba dispuesto a recibir todo lo que tenia para darle en cualquier momento.

 

Un suspiro se escapo de los labios del Rubio llamando la atención de Saga, este solo pudo sentir como era que Reita se acomodaba tras su espalda, como metía una mano bajo su cintura y la otra la acomodaba sobre ella para poder abrazarle. Sus ojos se abrieron con notoria sorpresa, con vergüenza cuando el cálido aliento del otro choco por su nuca.

 

- ¿A-Akira?

 

- Si no quieres que me vaya ni por una cobija, déjame estar asi solo en lo que puedo dormirme. ¿Te molesta?

 

Saga negó robóticamente, tenia que regular su respiración, tenia que hacer el intento porque su corazón no latiera como lo hacia ahora. Demonios, si Reita notaba su expresión estaba seguro que saldría huyendo. Pero lo que no sabia Saga era que el otro tenía una sonrisa boba en sus labios aun teniendo sus ojos cerrados, olfateando ese aroma ahora tan de cerca. Podía sentir como ese repentino latido en el otro se acompasaba en su pecho. Como con el silencio de aquella recama podía escucharlo.

 

Los minutos se hicieron largos para el castaño al momento de sentir el abrazo un poco más ligero, sabia que Reita dormía ya que su respiración la podía escuchar, y podía sentir como su pecho pegaba lentamente hacia su espalda. Tenía que mirarlo, que ver por primera vez como era que el otro dormía. Pero tenia miedo, si se movía estaba seguro levantaría al otro, pero si se quedaba quieto perdería la oportunidad de su vida.

 

- Akira… - le llamo pero no recibió respuesta, giro su cuerpo lentamente - A-Akira… -

 

Reita mantenía sus ojos cerrados, con aquella tranquilidad en su cuerpo que logro sacar una sonrisa en el bajista Alicio. Saga se quedo prácticamente bobo observándole, no perdiendo ningún detalle de aquella piel que había estado bajo la maldita banda esa que siempre llevaba el Gazetto. Sus manos se movieron prácticamente solas, acariciado parte de sus mejillas, rozando sus dedos ligeramente sobre los labios del rubio.

 

El Gazetto bien podía sentir aquello, para él no era tan fácil dormir inmediatamente y mucho menos ahora que se había dado ánimos a ir actuando poco a poco. Aligero el abrazo un poco mas, logrando que Saga se girara completamente quedando a escaso milímetro de su cuerpo. Pudo sentir su respiración cerca de su nariz.

 

Saga prácticamente se dejaba llevar, no se había dado cuenta de lo que hacia, ni como era que se estaba comportando. Aquellos labios delgados del otro le llamaban, le pedían que les probara. Trago saliva y pudo oírse a si mismo, para cuando se dio cuenta sus labios estaban sobre los del otro.

 

- Ya no puedo más… - susurro

 

- T-Ta…

 

Los ojos de Reita se abrieron expectantes.

 

Aquellos labios que quería probar desde hace mucho ahora se movían sobre los suyos, ¿Pero como? ¿Acaso Saga lo hacia porque quería o porque no podía pensar con claridad? Trato de apartarse, de alejarle pero no pudo, sus labios, aquel aroma de Saga al tenerle tan de cerca, sus manos tomando sus mejillas, su pierna aferrada a una suya para no dejarle escapar. Estuvo a punto de decir algo para cuando la lengua del castaño se apodero de él rápidamente.

 

Le beso con frenesí, ahora no podía perder esta oportunidad aunque tenia un miedo inmenso de como reaccionaria el otro cuando se separasen. ¡Reita ni siquiera se movía! No le correspondía como era debido y eso aumentaba más su miedo. Comenzó a aligerar completamente cualquier contacto, separando sus labios lentamente.

 

Reita no hizo nada mas que mirarle expectante y Saga prácticamente se puso mas rojo de la vergüenza.

 

- Yo…

 

- No, no digas nada. - interrumpió - S-Sera mejor que duerma en el sofá… - Saga le miro sin comprender absolutamente nada.

 

- Akira de verdad que yo, tu me…

 

- Estas estresado, cansado, y tienes fiebre, comprendo que no quisieras hacerlo, que fue un error. Si necesitas algo estaré en la sala. Buenas noches.

 

Saga solo observo como es que el otro salía rápidamente de la habitación, cerrando la puerta con ligereza. Reita se recargo en ella al cerrarla, su respiración estaba hecha un caos y no podía comprender como es que había sido posible aquello. No quería escuchar que Saga le dijera que había sido un error, no quería que esas palabras le dolieran, asi que por eso él se había adelantado.

 

No podía negar que aun tenia ese sabor de la saliva del castaño, esa sensación que había tenido, como era que prácticamente su estomago se estrujaba con el primer contacto. Se apresuró a ir al sofá, se tumbo y solo se quedo mirando hacia el techo. La puerta de la habitación se abrió despacio. Reita tembló de pies a cabeza.

 

- ¿Necesitas algo? - Pregunto el rubio, saga solo mantenía su mirada y cabeza gachas. Ignorándole olímpicamente caminando hasta tomar el teléfono de casa. El rubio observo cada uno de sus movimientos.

 

- ¿Nao? - Su voz se escucho entrecortada, Reita se sobresalto y quiso acercarse, Saga le repelió con sus palabras - Si lo se, perdón por molestarte tan tarde. ¿Podrías venir? De verdad que me siento mal. Si, gracias… - colgó.

 

- No era necesario que le llamaras. - Reita observo como el otro sin ninguna palabra o mirada se apartaba hacia la habitación nuevamente - si necesitas algo para eso estoy aquí. -

 

- Vete…

 

- ¿Perdón?

 

- ¿Sabes una cosa? No quiero que te sientas incomodo con mi pequeño error…

 

La mirada de Reita fue de total asombro, y si no exageraba hasta reflejaba algo de terror. Saga había arrastrado cada una de sus palabras. Ahora Reita estaba seguro, que aquello era una de esas veces en las cueles, si no hacia caso a sus palabras, aquella amistad que por un momento estuvo a punto de romperse, ahora, prácticamente se iría a la basura si no se iba.

 

Pero las palabras de Saga no habían querido ser esas, no había querido hablarle tan fríamente, pero, sus palabras, las malditas palabras de Reita las había odiado, si eso pensaba, si el rubio estaba seguro que había sido un error de su parte, no quería saber que esa lo que le diría si le confesaba algunas cosas que tenia guardadas desde hace mucho.

 

- Si, te sientes mal no dudes en llamarme… - trago saliva - Sabes que vendría inmediatamente, ¡a la hora que sea necesario me tendrías aquí! –

 

Saga negó lentamente agachando la mirada. No lo entendía ¡no comprendía ese comportamiento del rubio!  Solo escucho como Reita se acercaba hacia donde él estaba, como de un momento a otro y sin siquiera el mismo pensarlo levantaba su barbilla y depositaba un beso justo a un lado de sus labios. Por supuesto que los dos temblaron, que los dos estaban más que nerviosos. Saga no supo como reaccionar, como tratar de detenerle si prácticamente su cuerpo no se movía. Solo lo ultimo que alcanzo a captar el sonido de la puerta al cerrarse, sentirse cada vez mas mareado y sin fuerzas. ¿Eso le provocaba Reita? No, evidentemente eso no era lo que le provocaba.

 

Trato de caminar despacio hacia la habitación, de detenerse de las paredes hasta llegar a su cama, donde prácticamente al tocar el colchón, su cuerpo le había dejado de responder.

 

Notas finales:

Bien, primero lo primero...

¡Senti la necesidad de dejarlo ahí! supongo mi drama llegara en el capitulo siguiente, que por cierto, esto no creo que pase mas de los tres capítulos, quise algo cortito ya que no manejo muy bien aun a la pareja...

Bueno, supongo y me gusta joder con las parejas y ya se dieron cuenta, no diré nada acerca de Aoi y Tora êwê

¡¡Espero que les haya gustado!! y que por supuesto las mire por aqui en el siguiente capitulo~!

¡¡No haré spoiler del siguiente capitulo!! así que...

 

¿Reviews? vaya que ultimamente se reciben pocos (?)

Cuidense y nos vemos pronto, en el capitulo siguiente, prometo no tardarme mucho *o*)9.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).