El chico de cabellos negros estaba recostado sobre la cama que compartía con su novio Thor, boca arriba mirando el techo, se notaba que pensaba en algo muy serio. Muchos jóvenes de su edad… ‘adolescentes’ tienen esos problemas típicos como, no saben si llamar a la chica que les gusta, que regalar en San Valentín, como decirle a sus padres sobre las calificaciones bajas.
No.
Él no, estaba en el dilema de saber qué pensaría su madre sobre su relación, tal vez no le sorprenda que sea con un hombre… ¿Thor querrá volver su relación pública? Es posible que los alumnos tomen esa moda de la Gerontofilia y comiencen a salir con sus profesores.
Genial.
–Loki, ¿Pasa algo? – Thor que tenía los ojos entre abiertos, notándose que ya casi se quedaba dormido, volteó para mirar a la persona afligida en esos momentos.
– Yo… es sólo que, debo decirle a mi madre sobre lo nuestro, tengo un poco de temor sobre como reaccione– giró su rostro hacia dónde estaba el mayor, y comenzó a hacerle cariños en el cuero cabelludo.
–Puedo ir contigo– respondió muy relajado Thor.
–No, yo lo haré. Pero sí llega a decir que no… Eso no me alejará de tí–
–Deberías escribir tus pensamientos en un libro– dijo Thor entre unas cuantas risas – Quiero llamarle a Kenan para ver sí se está divirtiendo–tomó su teléfono celular, que apenas alcanzó.
-Nnh. ¡Ah! ¿D-diga?-
Thor se asustó bastante, que apenas pudo articular algunas palabras – Yo… Número equivocado–
– ¡¿Thor, eres tú?! Erik, más despacio. ¡Oh!, no tanto–
–Y-yo. Pues, ¿estás con Wade? –
–Sí, y ¡Ah! Nnh, Erik, lo conocí hace unos días. No es por… nhh. Oh… Sonar fea, pero ¿en qué te puedo ayudar? – Del otro lado sólo se escuchaban jadeos, masculinos y el femenino.
–Quería saber sí te divertías… por lo que veo sí. ¿Podemos salir mañana? –
– Sí no…nnh amanezco tan adolorida sí… Debo irme, ¡te veo mañana! –
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– Kenny Menny, oh, ¡quién era! – Wade estaba de rodillas, metía y sacaba el miembro de Erik de su boca, podía verse un líquido blanquecino y otro transparente corriendo por su cara, tenía las mejillas demasiado rojas.
Kenan se ubicaba sentada en un lavabo, que a pesar de que no funcionaba, conservaba la llave que ya empezaba a molestarle a la mujer por detrás.
Wade se mantenía caliente masturbándose a sí mismo, Erik por su parte jugaba con la entrepierna de Kenan, él metía sus dedos, uno… dos… y los giraba en círculos perfectos. Él mismo hombre callaba algunos de los gemidos de la menor con besos, metiendo su lengua y lamiendo el paladar.
La mujer era algo agresiva, tenía las uñas largas que logró encajarlas en los hombros ya desnudos de Erik.
– ¡Quiero a Erik dentro de mí! – gritó desesperado Wade, que sacó el miembro del otro hombre de su boca, se atravesó en el beso de Kenan y Erik, y él mismo besó de nuevo a Lensherr.
Kenan supo esperar un poco, mientras acarició la espalda del mercenario, que tenía algunas cicatrices. Wade terminó el beso y se volteó para quedar frente a Kenan, ella tragó duró, pues no sabía que trabajo le iba a tocar.
Wade posó sus dos manos alrededor de las caderas de la mujer, a las orillas del lavabo. Paró sus nalgas, para que su entrada quedara accesible.
–Wade… dime algo, ¿lo habías hecho alguna vez con hombres? – preguntó Kenan, tal vez tendría a Wade en sus pies. Se preguntaba quién manejaría después.
– ¡N-no! – contestó muy alegre. La menor sólo manifestó su cara de “Qué demonios te sucede”.
Erik tomó en cuenta eso, que comenzó de nuevo con los dedos juguetones. Wade antes de perder tiempo, se movió un poco más al frente y jaló a Kenan para que su miembro pudiera llegar a su entrada.
–Espero Kenny Menny me perdone–
– ¿Porqué lo dices? –
– ¡Por ser esta nuestra primera vez, y no como te gustaría! – dijo eso, y como consiguiente metió toscamente su pene dentro de la mujer.
Kenan que antes estaba lamiendo las tetillas de Wade, mordió sin querer una. – ¡Au! –se quejó el mercenario.
– ¡Te lo mereces, puta! Nhn, ahora muévete– la menor demandaba, se sostuvo de los recipientes a ambos lados que deberían contener jabón, y logró conseguir un ritmo que para los dos se sentía bien.
Erik sintió que fue suficiente preparación, y poco a poco comenzó a meter la cabeza de su ‘amigo’ dentro de Wade.
Kenan estaba demasiado sorprendida, en lo que llevaba conociendo a Wade (y sí que era mucho), no lo había escuchado hacer tales sonidos. Ellos nunca habían tenido un momento de intimidad.
– ¿Quieres que… uh, me detenga, Wade? – Erik se tomó la molestia de preguntar.
– ¡N-no! ¡Se siente muy bien!.
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– ¿Estás lista? – decía con una sonrisa amplia, Thor.
–Vete… a la mierda– Kenan recibió cariñosamente (sí, claro) a su mejor amigo –Iré por mi celular y nos vamos– regresó por su aparato, el cual estaba siendo aplastado por un Wade dormido en la cama que compartían – Wade… Bocazas, despierta, muévete tu jodido cuerpo que necesito mi celular… ¡Maldito bastardo! – El mercenario ni se inmutaba. Entonces a Kenan se le ocurrió una idea que tal vez no falle, y susurrando le dijo. – Wade… Amor, despierta cariño, prometo que nos divertiremos más tarde– como por arte de magia, la no-pareja de Kenan se giró un poco, dejando al alcance su celular.
–¡Wade quiere besitos de Kenan! – logró decir entre sueños.
–No, HA-HA, te engañé, ¡oh sí, aja! ¡Motherfucking hammer time!.
Volvió rápidamente con su amigo y se fueron de ahí.
Llegaron a un restaurant.
– Tony me recomendó éste lugar, dijo que servían algo como shawarma– decía el hijo (sí es que lo seguía siendo) de Odín inseguro.
– Ese Tony es un desmadre. – Kenan observaba el menú, prefería pedir otra cosa en caso del que el tal shawarma no le agradara. – ¿Qué pasó contigo y Loki? –
– Nada trascendental, me dijo que hoy iría con su madre a contarle lo nuestro– se volteó para decirle lo que pedirían, a la mesera.
– Con queso per favore– discretamente Kenan le guiñó el ojo a la mesera.
–No te avergüenza coquetear, a pesar de que… bueno… estás adolorida– Thor le dedicó una mirada acusadora.
– Ni-una-palabra. – Ahora era una guerra de miradas – Pero bueno… lo tuyo parece más de un cuento de Hadas.