-¿Sabes qué?, no me importa, pero no quiero que vuelvas a decir que soy como una hermana para ti porque sé que no es cierto, ¡si lo fuese me ayudarías!- Porque me dio la espalda y estaba razonablemente molesta me mantuve en silencio, pero después de que me echase una mirada resentida como si tuviese algún tipo de poder sobre mí termine accediendo a su pedido y fui sorprendido primeramente por un abrazo lleno de besos que me estacionó en una silla y media hora después porque el espejo devolvió mi propia imagen totalmente desconocida.
-Te o-di-o- A pesar de lo dicho rió aplaudiendo en el sitio orgullosa de su trabajo, volví a mirarme y a pesar de que evidentemente la misión fue exitosa mi expresión no era buena en lo absoluto.
Ji Eun era bonita, era preciosa, y porque éramos amigos desde siempre no tenía problemas en recordárselo eventualmente, tampoco dudé en sugerirle que tal don podía ser redituable alguna que otra vez, y aunque la idea caló en su mente la descartó como a la variedad de tarjetas que ponían en su mano eventualmente con la misma sugerencia.
-Tengo miedo- esa era su última consideración antes de echar cada papel al bote.
Y la entendía, no era una leyenda urbana, chicas bonitas captadas de este modo podían acabar haciendo cosas impensadas y muy alejadas del glamoroso mundillo del modelaje, sin importar cuanto la alentase tampoco me gustaría verla arriesgarse, pero envalentonada por aprietos económicos decidió intentarlo aunque fuese una vez pero regresó molesta y frustrada consigo misma mirándome con aquella expresión -Por favor ven conmigo, me sentiré más segura si estás ahí, solo debes estar cerca, solo eso-
Sin importar mis objeciones y a cuantas personas sugerí la acompañasen en tal aventura Ji Eun tenía ideas propias que distaban mucho de las mías y a las cuales sin saber como terminé accediendo.
Ahora viéndola sonreír radiante de mi brazo por la calle a pesar de lo incómodo de la situación la imité haciéndola reír, tomados de la mano nos alejábamos y acercábamos tal como había visto solían jugar las chicas sin importar la edad haciendo a algunas personas mirarnos de reojo porque seguimos tonteando incluso esperando el autobús.
Detenido allí mis ojos descubrieron a una chica esperando tal como el resto, aunque rehuyó la mirada de modo nervioso en un principio un momento después curioseó tras el flequillo, y a pesar de estar cubierta por una ancha bufanda pude adivinar una sonrisa pues sus ojos se convirtieron en dos medialunas encantadoras, me sentí feliz de ser chica por un rato y poder sonreírle libremente a otra; y aunque odiaba el transporte público y solía discutir con quien osase acercarse demasiado, estiré mi brazo sin reparos para sostenerla cuando un frenón nos estacionó a varios contra las butacas.
-¿Estás bien?-
-Ahá-
-¡Contrólate!- Ji Eun masticó las palabras advirtiéndome al verme buscarle conversación a la extraña que era igualmente regañada por su compañera; sonreí para mi mismo y sin querer siquiera seguí haciéndolo al constatar que compartíamos destino.
Prestando atención a todo, y todo significaba todo, sentí que necesitaba más de dos ojos para mantener bien vigilada a mi amiga y también a la encantadora desconocida que se movía bastante nerviosa unos metros a la izquierda, mirándola todavía abrigada y mordiéndose los dedos intermitentemente atenta al montón de chicas en casting me pregunté porque no estaba también allí, la persona a la que evidentemente acompañaba a pesar de ser hermosa carecía del encanto que ella emanaba por cada poro; le daría un punto por no ser superficial y creerse tan bonita como para considerar formar parte de la actividad.
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-¿Por qué yo?-
-Porque tienes el cabello largo, entras en mi ropa y el club de teatro no es de gran ayuda, solo te tengo a ti….¡quédate quieto o te clavaré algo!-
Con resignación me mantuve mirándome a mi mismo desapareciendo tras el maquillaje, me sorprendió haber descuidado tanto mi propio cabello como para conseguir semejante largo con un par de peinadas, Hyo Sung no dejaba de despotricar al notar que mi expresión era de mayor desagrado a medida que la actividad avanzaba y era claro que mi a mi disgusto no lo cubriría con nada de lo que tenía en la mano
–no creas que me fascina hacerte esto- aclaro, pero habíamos estado tratando el tema recientemente, con el incremento de atención en el club de ciencias si no conseguíamos algo decente con lo cual llamar la atención el club de periodismo perdería más miembros y se iría al diablo antes de llegar a fin de mes –Estoy segura de que conseguiremos algo muy bueno hoy, algo raro hay tras esa advertencia de que no se admite presencia masculina en ese lugar y en esa selección, por eso demos lo mejor antes que Choi Minho y el ejército de descerebradas que han copado las plazas exploten la escuela sin permitirnos un súper informe…¡Seamos profesionales y eso cuenta para ti…cambia la cara!- Probablemente lo de la explosión ocurriría y si volábamos por los aires sería tarde para escribir sobre ello, usualmente compartía laboratorio con tal chico y no era muy diestro, pero claro, era popular y al unirse al club quienes soñaban con una chance de captar su atención se apuntaron convirtiendo la sala G-8 en una bomba de tiempo.
Aunque Hyo Sung hubiese dicho que estaba magnífico no me sentía como si realmente calzase en su ropa, todo me quedaba corto y ajustado, de a ratos sentía mis piernas entumecerse dada la poca circulación y aquel par de botas que procuraban cubrir el corto de la ropa seguramente eran de algún pariente travesti y fomentarían mi pie plano, sin olvidar el abrigo tormentosamente lila y la bufanda violeta con la cual procuró cubrir mi cuello.
-¿Cómo puedes vivir con eso ahí?- indignada luchó por ajustar la ropa criteriosamente al cuello ocultando lo sospechoso.
-nací con eso ¿qué esperas que haga?-
Ya en la calle y siendo aleccionado constantemente me distraje mirando a mi alrededor buscando algo de aire a través de la lana, probablemente no lucía sospechoso y no era agradable considerarlo, Hyo Sung estuvo muy entusiasmada poniendo adornos en mi cabeza diciendo cosas como ‘luces como una chica’, ‘¡oh, ahora eres lindo y todo!’ y demás barbaridades mientras me decía como pararme y moverme de ahora en más…debía jurarme que nunca le diría a mis padres que había hecho esto conmigo, ¡no debía decírselo a nadie o me las ingeniaría para destruírla!…pero todo pensamiento de futura venganza se desvaneció repentinamente, durante un instante mi corazón se sacudió y supuse que poco tendría que ver el caudal de sangre que dificultosamente podía estar haciendo su recorrido dadas las ajustadas piernas del jean, sino a aquel par de ojos brillantes observándome intermitentemente…¡Diablos, con lo tímido que yo era!….pero….¿qué importaba?, las chicas bonitas no solían prestarme atención y sin esperarlo una estaba sonriéndome, por eso, resguardado en la impunidad de mi bien logrado disfraz me sentí libre de mirarla también, sonriendo apenas para guardar en mi retina la expresión de aquella chica de ojos increíbles.
Consideré que la suerte estaba de mi lado al verla abordar el autobús apenas unos pasos por delante, y dada mi constante atención al modo en que su cabello cortito escapaba de la colorida diadema en su cabeza acabé soltándome al primer descuido dándole de lleno en el cuerpo antes de que me sostuviese con sus manos largas y blancas. Honestamente consideré el desmayo, forzándome a actuar como damisela en peligro procuré su atención un momento antes de que Hyo Sung me arrancase de sus manos de un tirón pidiéndole disculpas por mi torpeza y apretándome el brazo mientras mascullaba por lo bajo.
-Cuando te dije que actúes como una chica asumí que sabías que no somos estúpidas....¡por favor no des un espectáculo!-
Tenía que olvidarme de la lindura de ojos vivaces, me lo recordé a mi mismo mientras mi socia se mezclaba con el resto de las chicas memorizando un pequeño parlamento y yo utilizaba sus palabras como base para mi propia actividad ‘obsérvalo todo, no pierdas detalle, grabaré las conversaciones pero me perderé algunas cosas, quédate por ahí y presta atención a algún comportamiento o actitud que pueda considerarse fuera de lugar' estaba lleno de chicas, no muchas sobrepasarían la edad escolar, incluso había algunas chiquillas que veía regularmente en los corredores pero completamente desconocidas por el maquillaje y la ropa...bueno, supongo que ser modelo debía ser bastante redituable si tanta gente quería estar dentro pero me intrigaba saber si a los padres, hermanos mayores y novios no les preocupaba que acudiesen por su cuenta considerando lo peligroso que podía ser que nadie les echase un ojo cuando la trata de personas era un asunto público y tan grave.
Pero sin importar cuan atento desease estar fallé estrepitosamente solo con verla acercarse. El por qué no estaba ella con el resto era un misterio, pero me alegraba tenerla repentinamente a mi lado.
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-¡Yo te ayudé una vez, ahora ayúdame a mí!- al ponerlo en palabras la tercera vez Ji Eun me observó molesta y cruzada de brazos.
-Ki Bum, dime que no le tomaste el gusto a esto porque debo recordarte que es insano-
Sabía que esto no era normal y que tal vez era un poquito reprobable, pero no deseaba transvestirme porque sí, tenía una motivación real y tanto a mis ojos como a los ajenos no debería ser considerado una desviación. Es que...¿cómo volvería a ver a Min Ji si no volvía a ser Bum Ae?
Convirtiéndome en aquella chica otra vez bajo las diestras manos de mi mejor amiga respondí un par de mensajes de mi nueva amiga y más reciente flechazo sin dejar de sonreír.
Desde aquella tarde y hasta ahora simplemente no logré despegar los ojos del teléfono, conseguir su número fue increíblemente simple basándome en el hecho de que siendo varón se hacían las difíciles y debía trabajar bastante para conseguir conversación inclusive, pero Min Ji se mostró particularmente receptiva desde el principio, me habló sin problemas y sin actuar modosa cosa que solía exasperarme, siendo sencilla y divertida me hizo olvidar que estaba vigilando la integridad de mi amiga, desde el mismo instante en que aceptó mi plática me olvidé de aquella habitación llena de desconocidas e inclusive ahora, a media hora de vernos por segunda vez no lograba prestar atención a otra cosa que no fuesen sus palabras en la pantalla.
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-¿Por qué tengo que prestarte mi ropa otra vez?, ¡ni que hubieses hecho algo bueno por mí!-
-¿no hice nada bueno?...te dije muchas cosas, lo vi todo, lo escribí todo…¡te dí ochocientas palabras perfectamente redactadas no digas que no cumplí!-
-¡Nisiquiera somos amigos como para que esté ayudándote con esto!, ¿Qué objetivo tienes?, ¡Dame una perspectiva que me sea beneficiosa también!- a sabiendas que Hyo Sung tenía en su poder los elementos que me permitirían ser Min Ji otra vez lo consideré un momento.
-Quiero….averiguar...que hacen las chicas cuando…están….juntas…desde la perspectiva de una chica- Su mirada no fue buena.
-Soy una chica, las chicas no quieren saber que hacen las otras chicas juntas, hasta los chicos lo saben-
-Yo no sé-
-No me sorprende-
-¿Por favor?...¿Te crees que alguien como ella me prestaría atención si me viese así?...tú lo dijiste, como chica era bonita y todo...le agradé, ayúdame, hazme lucir así otra vez…soy patético lo sé, hazlo y acumula millas para ir al paraíso permitiéndome estar con esa chica un rato aunque sea, quiero verla de nuevo- Lo consideró poco tiempo mientras daba mi lastimero discurso.
–Vamos a mi casa…tal vez sea mejor que aprendas a maquillarte solo…y ni se te ocurra recortarte el cabello porque estarías perdido-
-No lo tocaré, crecerá como hierbajo- Era cierto, Hyo Sung y yo no éramos amigos, pero mientras me obligaba a apresurar el paso supe que con un poco de dedicación podríamos serlo.
-¿Adónde te gustaría ir?- Ya en el autobús dirigiéndonos al centro y sin tener plan alguno Bum Ae me miró por un instante.
-¿Adónde sueles ir?- Hyo Sung no dio siquiera una pista de que cosas hacían dos chicas juntas, ya que era mi investigación debía afrontarla solo y consideré muchas cosas al ver a Bum Ae asomarse entre la gente, en mi estado normal la hubiese llevado al cine, y luego a dar alguna vuelta…tal vez a patinar, pero esas cosas se me hacían sospechosas…ojalá pudiese hacer cosas sospechosas, porque ahora que volvía a ver sus labios perfectos quería averiguar que tal sabían.
Bum Ae no parecía ser una chica normal si por normalidad tomábamos a las chicas que conocía, no eran muchas pero eran diferentes con lo poco que conocía a las que me rodeaban sabía que cualquiera de ellas hubiese considerado molesto estar recogiendo tickets en varias máquinas con el taladrante sonido de los juegos de video porque las pocas veces que salí con alguna solían buscar sitios apartados y silenciosos donde quedarse a conversar, nosotras en cambio vimos pasar las horas en brutales batallas con fatality incluida antes de desaparecer una segunda hamburguesa de la bandeja, mi humor estaba por lo alto, Bum Ae se convertía segundo a segundo en mi chica favorita, incluso su forma de pensar acerca de varios asuntos se asimilaba a la mía y no había nada de edulcorado en su discurso pero Hyo Sung me lo advirtió, ella y yo solo podríamos ser amigas, debía guardarme cualquier intensión romántica.
Al verla encogerse en la silla observé a quien pasó por nuestro lado sin prestar atención siquiera.
-¿Lo conoces?- sus preciosos ojos de repente lucieron desesperados mientras se enderezaba otra vez. ¡Claro!, ¿cómo no? Choi Minho incluso podía robarse la atención de alguien como ella; ser perdedor no era nada, yo era una perdedor transvestido viendo a la chica de mis sueños tartamudear tratando de explicar de donde conocía al sujeto -¿Asistes a Myoungdong también?-
-¿Acaso tu vas?- Alerta. Si por casualidad éramos compañeros automáticamente debería dejar de ser alumno aunque fuese de el boca para afuera, pero…¿cómo diablos no la había visto antes si también asistía?
-No, yo no voy, el que va es mi hermano…Minho es su conocido- asintió silenciosamente
-Oh….tu hermano…yo fui…antes- sonrió antes de hacer un estrepitoso sonido con la pajilla al hallar el fondo de su vaso y nos olvidamos del asunto. Pero realmente no podía olvidarme del asunto aunque hubiesen pasado varios días y por eso mientras intentábamos terminar algo en la sala intenté buscar conversación con mi socia en esto,
-Me dijo que asistió a este colegio antes…¿puedes creerlo?....antes...ojalá viniese todavía- Hyo Sung levantó una ceja mientras sacaba una bolsa bien gorda del mueble
-Quédate con esto, sé que no te detendrás- Después de echar una mirada al contenido se lo devolví con velocidad.
-¡No!, ¿Qué crees que haré con esas cosas en mi casa?, ¿y si alguien lo ve? ¡Mi madre guarda mi ropa en el armario todavía!-
–Jin Ki no puedo ayudarte cada vez que salgas con como se llame, ya sabes lo que debes hacer por lo tanto arréglate solo de ahora en más-
-Pero Hyo Sung- Rogué, pero su cabeza se sacudió negando para abollar la bolsa contra mí –Gracias por todo, realmente lo valoro-
Estaba solo en esto, después de amontonar la bolsa junto a mis pertenencias volví a mirarla pero no hubo modo de que me prestase atención, de acuerdo, me encargaría de mi mismo por mi cuenta.
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Caminando de regreso a casa pasábamos por el mismo sitio siempre, y como si mi amiga pudiese entender de que estaba hablando comencé mi parloteo, hacía varios días que no la veía pero algo había quedado rondando en mi atención
-Me dijo que su hermano asiste a Myoungdong…debo haberlo visto alguna vez, tal vez en los intercolegiales o en la biblioteca, tal vez nos conocemos y todo- mientras Ji Eun hacía preguntas lógicas comprendí que no pregunté nada acerca de aquel chico como para saber si lo había visto siquiera o si tal vez lo conocía, pasaba a diario frente al colegio, estaba tan cerca de nuestra escuela que muchos de mis amigos asistían sin contar que nos reuníamos con Minho allí de modo regular
-¿Sabes Ki Bum?, las chicas somos más curiosas, yo hubiese averiguado todo, al día de hoy sabría incluso donde vive- mi realidad era frustrante, probablemente de poder actuar como normalmente actuaba podría haber averiguado como llegar a su casa pues hubieses insistido en acompañarla en vez de tomar autobuses separados, hubiésemos caminado juntos en vez de enviarnos un mensaje preguntando si cada quien estaba segura en el sitio correcto después de un rato. Si pudiese ser un chico a sus ojos tal vez algunas cosas serían más simples, pero las cosas estaban así y nada funcionaba lógica ni razonablemente desde unas semanas a esta, justamente el tiempo que Min Ji llevaba viviendo en mi cabeza.