Remember me
(Parte dos)
By: Danish Black
Los personajes de esta historia son basados en la oba maestra de Masashi Kishimoto: Naruto
-La custodia de Sasuke queda en manos de mis padres –susurró Shisui.
Escucharon los disparos de los policías y Minato cerró los ojos algo asustado. Cuando los abrió, vio a Itachi, siendo abrazado por su tía. Aquella mujer lloraba desconsolada, y él sólo miraba fijamente al lado de su hermano menor, la urna en donde iba a descansar su padre.
-A Itachi lo declararon psicológicamente incapaz de ejercer su profesión – el rubio suspiró –le darán una pensión y se verá con un psicólogo una vez a la semana.
-Sigo diciendo que no tienes porqué hacerte esto –Shisui parecía molesto.
-No lo dejaré solo –susurró con convicción Minato.
-Tu eres el que la está pasando peor. Estás dos semanas desde que él despertó...
-Él me necesita.
-Necesita a su familia.
-¿Ahora no soy parte de la familia?
-No, no lo eres. No te recuerda –los ojos de Minato se abrieron por la impresión y Shisui se dio cuenta de las palabras que había pronunciado –yo... Mina-Chan...
-Iré por un café.
Minato dio media vuelta y comenzó a caminar con paso ligero lejos de ese entierro.
-¿Un café?, ¿No podías decir una excusa mas válida que un café? –se reprendía Minato –¡Aquí no venden café! –bufó –Que no soy familia de Itachi... ¿Que he sido todos estos años? –sintió que alguien lo jalaba por el brazo -¡Que no quiero que me toques Shisui!
-Minato.
Otra vez esa voz que lo volvía loco, esos ojos negros que deseaba mirarlos para toda la eternidad.
Realmente, se estaba haciendo daño.
-Itachi.
-¿Por qué te fuiste así? ¿Algo que te dijo mi primo?
-No –Minaro negó –sólo necesito respirar.
-Todo va a estar bien –le sonrió.
-Eso te lo tengo que decir. No al revés.
-Te sorprenderías lo maduro que puedo llegar a ser –Minato rio.
-En realidad, no eras muy maduro antes.
-Eres un mentiroso –la risa de Minato hizo sonreír a Itachi –eres extraño.
-¿Qué? –Minato parecía divertido por lo que había dicho Itachi –pensé que Shisui era el extraño.
-Tu sonríes ante los malos momentos.
*Flash Black*
Las lágrimas de Minato comenzaron a salir y fueron secadas por Shisui.
-Siento decir esto pero... tienes que ser fuerte por Itachi. Él no se deja de culpar por todo lo que ha sucedido. Los llamaré –salió de la habitación dejando solo al rubio.
*End Flash Back*
-Tengo que ser fuerte –sonrió –por ti.
Quiso haber dicho, pero se tragó esas palabras como se había tragado las ganas de besarlo, de abrazarlo y de repetirle una y otra vez que lo amaba.
-¿Te vas?
-Debería. Tengo trabajo acumulado.
-Cierto. Creo que Shisui me dijo que eres arquitecto.
-Si, tengo que entregar unas cosas antes del término de la semana que viene.
-¿Puedo ir contigo?
-Eh...
Recordó que todavía tenía las fotos, los videos. En esa casa vivía una pareja, no dos amigos. Y sabía que a Itachi lo iba a confundir.
-Shisui tenía razón –admitió. Suspiró y miró a Itachi –deberías quedarte en la casa de tus tíos.
-Quiero quedarme en mi casa.
-Por ahora no. Además tengo que arreglarla porque tu... –carraspeó un poco –dormías en el mueble.
-Cuando una persona miente carraspea para darle tiempo al cerebro de procesar la información y dirigen su visión hacia arriba y al lado izquierdo del cerebro porque en ese lado es el que trabaja con la creatividad de las personas.
-Eres un cerebrito –dijo algo molesto Minato.
-Gracias, adoro la psicología.
-Si. En fin –suspiró. Tenía que inventarse algo más razonable con Itachi, si quería ganarle la contienda –quiero trabajar. Y tenerte pululando preguntando cosas innecesarias sería algo molesto.
-Entiendo –Itachi pareció dolido.
-Te llamaré cuando arregle todo este asunto.
-Si... claro.
Vio como Itachi se alejaba y él se dio media vuelta para ir hasta su moto. En el pasado había tenido conversaciones peores con Itachi. Conversaciones que hubiese dejado a más de uno en mal estado.
Pero sabía que Itachi lo entendería. Encendió la moto y suspiró.
-Itachi no tiene la madurez para entenderlo.
Arrancó en su moto hacia el edificio. Disfrutó del viento que lo hacia sentirse libre y la velocidad. Estacionó la moto al lado del auto de Itachi y acarició el capó.
*Flash Back*
Era la noche más perfecta para Minato. Itachi lo había sacado rápidamente del apartamento cuando llegó y habían terminado comiendo fresas en ese mirador. En realidad uno le daba la fresa en la boca al contrario, hasta que al pelinegro se le ocurrió colocárselas en la boca y así jugar un poco. Aunque terminaron ensuciándose por completo y besándose en el capó.
-Espera –Itachi se separó un poco del rubio –tengo que decirte algo importante.
-¿Um? –se volvieron a besar.
-Dame un momento –Itachi dio dos pasos hacia atrás y sacó de un bolsillo una caja azul. Se arrodilló en el suelo y Minato quedó en blanco.
-¿Qué mierda estás haciendo Itachi?
-Me matarás, sé que me matarás –los ojos del pelinegro brillaban de felicidad –pero sé que no podemos llegar “mas allá” de dos personas que viven juntos, así que... aunque sea algo simbólico.
-No lo entiendo –Minato no creía lo que pasaba –te lo juro, no lo entiendo.
-Minato...
-¿Me estás proponiendo matrimonio?
Itachi no respondió.
-¡Oh! Mierda.
-Es la primera vez que te escucho decir tantas groserías.
Minato miró fijamente al moreno y se bajó del capó, para quedar cerca de Itachi y este cerró los ojos esperando el golpe.
-Acepto –Itachi abrió los ojos impresionado –quiero casarme contigo.
-¿Qué?
-Si, acepto –Minato bufó –nunca pensé que diría eso.
Itachi se levantó y besó a Minato.
-Te amo.
-Y yo a ti, actor porno.
*End Flash Back*
-¡Maldición!
Minato golpeó el capó del auto y comenzó a llorar.
-¡Maldición! Maldición, maldición... –carraspeó un poco –basta.
Fue hacia el ascensor, que parecía esperarlo y marcó el número del piso en donde residía. Entró al apartamento y calló al suelo abatido.
*Flash Back*
Había gastado muy poco en el mobiliario, pero se había divertido como nunca remodelando el apartamento junto a sus amigos. Casi siempre Shisui y Sai lo ayudaban, y Deidara iba a traer comida y botanas. Y a veces, Sasori pasaba para ayudar a conectar cableados o cualquier cosa que requiriera de una mano y una inteligencia suficientemente dura.
-¿Crees que le guste a Itachi? –le preguntó Shisui antes de instalar la cocina eléctrica.
-Espero que si –Minato se colocó un paño en la cabeza –porque si le desagrada –miró algo preocupado a su amigo –terminaré devolviendo muchas cosas.
*End Flash Back*
No podía utilizar esa careta por más tiempo. Gimió de dolor y recordó la última vez que estuvo así.
-El día que mis padres me botaron... Itachi estuvo conmigo.
-Y ahora –sintió como alguien lo levantaba del suelo. Volteó y se encontró con la mirada cansada de su padre –ahora es tu viejo padre que te ayudará.
-Pa...
-¡No digas nada! Empecemos a arreglar las cosas –miró molesto a Minato –recuerdo haber criado a un hombre... no a una marica –Minato quedó impactado -¡Y sé que Itachi no es el culpable de que seas tan blandito! –se colocó una mano en su abdomen –él me lo hizo saber.
-Papá...
-Respeta la memoria de tu esposo.
-Si señor.
Le hizo una reverencia a su padre y le dio paso. Comenzaron a guardar en cajas fotos, cd’s en donde habían grabaciones. Y lo más importante: Cambiar ese apartamento.
Sacaron la mini nevera, las estanterías con los libros de consulta de Itachi y su sofá. Los colocaron en la habitación principal y sacaron la cama.
-¿La botaremos?
Ante la pregunta de su padre, Minato sólo subió y bajó los hombros para restarle importancia al asunto. Ya demasiado mal le hacía el hecho de que el amor de su vida no lo reconociera, tener que mentirle y esconder toda evidencia de que en un pasado estuvieron juntos para que su padre le pregunté que harían con esa cama en la que todas las mañanas despertaba como tanto le gustaba: Al lado de Itachi.
-Estoy durmiendo en tu cuarto.
-¿Y eso? –preguntó extrañado Minato.
-Sólo tengo un colchón –Jiraya parecía no quería dar explicaciones sobre ese asunto ¿Puedo quedarme con la cama?
-Llamaré a un camión –miró la mini nevera -¿También la quieres?
-Estaré mejor si me la regalas.
Minato asintió y marcó desde su celular el número del hombre que lo ayudó con la mudanza de las comprar grandes que realizó cuando remodeló ese apartamento. Acordaron una hora y el precio por llevarlo hasta la casa de sus padres. Al colgar se sorprendió que su padre estuviese haciendo el té.
-Parece que hoy será un día movido –Minato asintió -¿Por qué no vendes este apartamento y te vas a vivir en la casa de Itachi?
-No lo creo.
-Sasuke no quiere hablar con nadie –le informó Jiraya –sólo dice que quiere hablar contigo.
-No pisaré esa casa. Y no es buena idea que ellos estén viviendo allí.
-Es la decisión de la familia Uchiha.
Al llegar Sato-San al frente del edificio los ayudó a bajar la cama, la nevera y varias cosas mas. Minato aprovechó para bajar unas bolsas grandes de basura. La llevaron a la casa de sus padres y ayudó a subirla al que antes era su cuarto.
Saludó a su madre y a su hermano y volvió a partir para comprar dos camas individuales. Sato-San le ayudó a subirlas y arreglarlas en ambos cuartos. A las doce de la noche terminó de arreglar el apartamento y se sentó en uno de los muebles de la sala. Encendió el televisor y se dio cuenta que había un video que grabó Itachi. Le dio play y comenzó.
Itachi estaba sentado en el mueble para tres personas y acomodaba la cámara para poder enfocar su rostro mucho mejor.
-“Minato...” –Itachi miró hacia la pantalla de la cámara para dar –“espero que estés bien cariño. Ayer... ayer escuché la grabación de tu primera sección con Rin. Si, sé quien te hizo eso. Y hoy, cuando tratamos de tener sexo tu...” –suspiró –“no lo has superado, es obvio... creo que no lo harás tan fácil. Pero no me puedo quedar con los brazos cruzados” –se revolvió el cabello –“y más si sé que fue mi padre. Le envié esa conversación a tu pare”
-¿Qué? –Minato no podía creerlo.
-“Lo siento mucho cariño. Y lo siento aún más porque si estás viendo este video... es porque algo me pasó”
Itachi suspiró y entrelazó sus manos. Bajó la mirada por un momento y volvió a mirar la cámara.
-“Perdóname Minato, perdóname si estás viendo este video ahora. Pero no tenía otra opción, quería poner al descubierto a mi padre y quedarme con la custodia de mi hermano. ¿Recuerdas lo que habíamos hablado?” –rio como si estuviese nervioso –“Ese día que tu madre dijo que Naruto y Sasuke parecían nuestros hijos... ¡No es que quiera tener hijos! Es que... quería la custodia de mi hermano” –sonrió –“él te adora”
Hubo una pausa e Itachi miró por un momento hacia la derecha.
-“Estás encerrado en tu estudio en estos momentos” –volvió a voltear hacia la derecha y luego fijó su vista a la cámara –“Minato. No sé en qué momento dejaste de ser un amigo, para convertirte en novio, luego en mi amante y ahora... en mi esposo. Tampoco sé en qué momento comencé a amarte, pero no me arrepiento de nada. De absolutamente nada. Todos esos problemas con tu familia, con la mía... sólo reforzaron nuestra relación, y le demostramos a todos que nuestra convicción era más fuerte que sus malas energías” –suspiró –“Te vienen tiempos difíciles. Pero siempre estaré contigo. No olvidaré tu olor, tampoco tu mirada. Te amo” –sonrió –“nunca me olvidaré de ti”
Minato se levantó de su asiento.
-Mentiroso –susurró –eres un...
Sus ojos se cerraron y calló al suelo siendo presa del cansancio.