Un despertador sonaba casi iracundo al ver que su dueño no despertaba, después de unos segundos una Kunai atraviesa el aparato, deteniendo, por fin, el molesto ruido. El joven azabache se levanta con los ojos muy adoloridos, después de unos segundo para acostumbrarse a la oscuridad, el menor se quedó atónito al ver lo que la pieza le ofrecía a la vista. La habitación se daba a ver como la típica de un adolecente, con posters, figuras de acción, cojines, televisión y un aparato blanco al lado de este. El azabache menor quedo consternado y curioso ante lo que veía y es que esas cosas no eran muy comunes en Konoha. De repente se ve como aparece Itachi por la puerta, con una sonrisa, si se le puede llamar asi a la mueca que hacía con sus labios, dedicada a su Otooto.
“Ohayou~~ Otooto, ¿Cómo amaneciste?” –Preguntó mientras miraba al pobre despertador clavado en la pared- “veo que con mucha energía” –se auto contestó solo mientras una Kunai pasa por el lado derecho de itachi, a quien le cae una gotita por la sien derecha y un tick en el ojo.
“¡¿Qué diablo hiciste?!” –Interrogó exaltado, tratando de mantener la poca compostura que le provocaba su ¨hermano¨-
“te lo pregunte, si estabas dispuesto a realizar un gran cambio solo por tu rubio, a lo cual, contestaste con un sí rotundo” –sonrió mientras el pelinegro menor hacia chillar su dentadura- “bien, ahora hay que ver lo que este mundo nos ofrece, pero primero, ¿Qué edad tienes?” –preguntó mientras este le miro con extrañeza.
“tengo 19, ¿Por qué lo…?” –se queda mirando al espejo que estaba al lado de Itachi- ¡¿POR QUÉ DIABLOS TENGO LA APARIENCIA DE 16?!” –se gritó tratando de entender lo sucedido.
“veras, al usar nuestras habilidades ópticas pudimos viajar a un mundo paralelo, aunque, al parecer, no conté con que nuestras edades disminuyeran” –comento mientras Sasuke sacaba su chokuto y se acercaba amenazadoramente a Itachi.
“Ototo…” –sonrió con miedo mientras empezaba a escapar chistosamente por la casa, perseguido por un asesino de ojos rojizos.
Luego de unos cómicos segundos, en el cual el hermano menor intentaba matar al mayor, todo volvio a la normalidad. Pero lo primero sería investigar todo lo que ese mundo les ofrecía. Sacaron algunos libros de los estantes ya presentes del lugar y, estudiando todo cuidadosamente, se dieron cuenta a que se enfrentaban.
“con que este es el planeta tierra” –comentó el uchiha menor mientras veía un mapa- “es bastante diferente a los mapas que habían en Konoha y su mundo” –habló mientras sacaba otro libro- “¿qué encontraste tu Itachi?” –Lo llamó mientras miraba a su hermano sonrojado y con un hilo de sangre en su nariz- “¿Qué lees?”- preguntó mientras miraba la portada que decía ¨Sensitive photografic¨.
“Etto…” –se da cuenta de que su hermano le mira con su sharingan- “¡SOLO LO TOME Y EMPEZE A LEER!” –exclamó enojado.
“solo te lo diré una vez” –Empezó con voz de ultratumba mientras el aludido tragaba en seco- “ayúdame a entender este mundo o te juro que te matare… de nuevo” –agregó mientras este empezaba a tiritar- “¿Quedo claro?” –amenazó mientras este asentía enérgicamente.
“bien, ahora sigamos leyendo, necesitamos saber dónde nos encontramos y…” –se queda mirando un extraño aparato encima de una cómoda- “¿Qué es eso?” –pregunto mientras se acercaba.
“no lo sé, la verdad ya estaba aquí mientras dormías” –respondio mientras seguía leyendo el manga.
“¿mmm?” –mira un pequeño folleto al lado de la máquina- “¿Qué dice?” –se preguntó mientras leía las palabras- “gracias por comprar el último y más novedoso ¨computador¨ Android que ha salido, aquí hay una guía de usuario que le ayudara a manejarse con la computadora” –cito mientras el pelinegro mayor se detenía y miraba a su hermano.
“es una computadora Android según dice eso que acabas de leer” –hablo calmadamente mientras el pelinegro menor leía atentamente todo.
“aquí dice que, al ser el primer modelo vendido trae ¨Wi-Fii¨ por los próximos 6 meses y que podremos navegar por ¨la red¨” –dijo sin entender los conceptos anteriormente leídos.
“bien, entonces busca algo que te explique que son esas cosas” –comento mientras Sasuke le lanzaba el pequeño manual, el cual esquivo agachándose.
“más te vale que aprendas ya” –ordeno mientras se sentaba.
Y asi fueron los siguientes 3 meses, se encontraban en Enero del año 2013, al parecer la tecnología había avanzado mucho. Gracias a su, enorme, descubrimiento de la computadora pudieron orientarse geográficamente, se encontraban en Japón, en la prefectura de Odaiba. Asi el tiempo se pasó volando. Hasta la entrada de marzo, a lo cual, cierto azabache, no le agrado del todo.
“¡¿CÓMO ESO DE QUE MATRICULASTE EN UNA ESCUELA?!” –se enojó el menor mientras este ordenaba algunas cosas por el celular.
“por favor espere un poco, y sí, quiero la orden extra grande” –dijo mientras ponía en espera el aparato- “la verdad he leído mucho acerca de escuelas, universidades, liceos e institutos y tu estas en edad de entrar en uno, estarás a 2 años antes de ser mayor de edad otra vez” –comentó ante el enojo de su hermano- “entiende Sasuke, además, quizás Naruto se encuentre hay, como es de tu edad, menor solo por unos meses, puede que se vean en la sala de clases” –dijo ante el pensamiento de su hermano- “//y quizás algo de Shonnen ai para darle sabor//” –pensó pervertidamente, sin dejar la expresión seria frente a su hermano.
“vale, solo porque ese último argumento puede ser posible” –comento rindiéndose a la idea de no asistir- “a propósito, ¿Cómo se llamaba la escuela a la que me metiste sin mi consentimiento?” –pregunto cortantemente mientras que Itachi tomaba su celular y le sacaba la espera.
“se llama Gakuen no Konoha” –finalizo mientras seguía hablando con el chico de las entregas.
“ese nombre me recuerda a Konohagakure no sato” –dijo con cierta tristeza mientras recordaba a su preciado rubio- “//Naruto//” –pensó mientras dejaba ver una hermosa sonrisa de tristeza- “//pronto nos volveremos a encontrar//” –repasó mientras sus rasgos faciales volvían a su estado original.
“oe, Otooto, pronto traerán la comida, pone la mesa por favor” –pedia mientras este acataba de mala gana.
Esperaron a lo menos 20 minutos en cuanto la comida llego, Itachi fue a recibir las órdenes que había pedido y con su ¨Singular¨ sonrisa recibía a un rubio mientras este le entregaba las órdenes.
“Konbanwa Kyō” –decía amablemente un rubio de coleta alta que tapaba con un jockey con el nombre “Akatsuki” y un mechón dejaba escondido uno de sus orbes azules.
“Etto… ¿Deidara?” –pregunto aturdiendo al rubio por unos momento para luego volver en si y contestar.
“Hai, soy Namikaze Deidara y soy su repartidor” –comento con una tierna sonrisa a lo que el Uchiha se sonrojo.
“Hey, Itachi estoy…” –se queda en blanco al ver al rubio pelilargo.
“bien señor, aquí tiene son ¥6.000.-” –dijo con una enorme sonrisa mientras le pagaban- “gracias señor, nos vemos en otra oportunidad” –dijo mientras se subía a su moto y partía al lugar de su trabajo.
“vaya, nunca creí volverlo a ver” –comento Sasuke mientras volvía a color.
“ni yo…” –dijo con una sonrisa triste.
“¿Qué te pasa?, pareciera que a ti te…” –queda pensando- “¡NO ME DIGAS… ¿QUE TE GUSTABA DEIDARA!?” –exclamó asustado mientras este se enojaba y le daba un golpe en la cabeza.
“No digas tonterías baka, entremos o se nos enfriara la comida” –ordeno rojo mientras entraban a la casa.
La cena fue bastante silenciosa, ninguno de los azabaches decía palabra alguna mientras ingerían sus alimentos. Después de una hora, en la cual, el azabache menor, jugaba con su consola de nintendo Wii, se fueron a dormir. El dia sí que les había dado una buena sorpresa, pero lo que no sabían era que las cosas estaban por empezar.