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Tres Deseos Para Ti por Onodera Deka

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Notas del fanfic:

Tan solo Tsubasa Kuroi y Tsumi Otonashi nos pertencen. Los demas personajes son propiedad de la dios Shunjiku Nakamura sensei-sama.

Notas del capitulo:

Hi, hii~ Tsumi y Tsubasa al habla...! Hemos venidos de las profundidades del inframundo a atrerles este nuevo fic...! *w*

 

Tsumi: Asi es. No hemos venido a comernos su alma =w=

Tsubasa: Sino a cumplir sus deseos *w*

 

Que dicen lectores y lectoras...?

 

Pasan a leer...?

 

 

El tiempo pasaba en el infierno. No se podía decir si eran horas, días o noches, pues todo era siempre igual, sólo sabíamos que... Pasaba. Mi hermana y yo estábamos viendo en mi bolita de cristal lo que pasaba en el mundo exterior, en silencio, hasta que dije con anhelo:


- ¡Como me gustaría poder subir a comer cocholate! Sólo... Una probadita...


Hacía ya muchos años desde la última vez que subí a la Tierra y había sentido lo que, en mi definición, califica como "amor" por esa sustancia dulce y marrón. Mi hermana, que antes había estado mirando el objeto mágico con indiferencia ahora sonreía mostrando sus escalofriantes-aunque sensuales- colmillos... Me preocupaba; sus ideas normalmente terminaban en problemas. pero se veía tan entusiasmada que terminé preguntando:


- Tsumi, ¿En qué estás pensando?
- ¿No te gustaría ir a la Tierra de los humanos otra vez, nee-chan? -Me preguntó mi hermana a la misma vez que empezaba a flotar divertida en el aire-
- Sabes que está prohibido... -Le respondí, algo decepcionada. ¡De verdad quería comer cocholate!-
- Cierto, pero... -Sonrió- No está prohibido, si vamos a cumplir deseos...

 

Es cierto. En nuestro mundo está prohibido ir a la Tierra sin ningún propósito; se debe hacer algo a favor o en contra del planeta para poder ir sin ser castigados. Tenía curiosidad por saber lo que Tsumi estaba pensando, sus ideas a veces nos metían en problemas, pero debo admitir que, aunque riesgosas, muy divertidas.


- ¿Y a quienes les concederíamos los deseos?
- ¿No recuerdas la regla?


Ah, cierto... "La regla". Casi la olvido.


- Recuerda que le concedemos los deseos a aquellos humanos que puedan vernos -Se acercó a mi flotando más bajo- O, a aquellos que realmente lo necesiten


Últimamente, en mi bolita de cristal, he visto que hay un lugar, un pedazo de tierra rodeada de agua en la Tierra llamado "Japón". Ahí, hay un lugar llamado "Marukawa Shoten". Últimamente, en uno de esos departamentos, he visto a unos hombres que parecen pasantes perfectos para vivir en el infierno una vez al mes... Me parece que ellos son los indicados. Sonreí, pensando en la posibilidades.

 

- Ho~ -Mi hermana se sentó delicadamente en una silla frente a mi- Veo que tienes una idea


Mi queridísima hermana estaba en lo correcto. Amplié mi sonrisa en forma de afirmación antes de comenzar a exponérsela. Levité la bolita de cristal hasta colocarla en el medio de nosotras, si tenía suerte, aquellos muchachos de Marukawa Shoten estarían en plena etapa de muertos vivientes. Diciendo el nombre del lugar junto con un grácil movimiento de mano hice aparecer el lugar. ¡Perfecto! ¡La escena no podía ser mejor! Un peli-negro diciéndole "inútil" a un peli-castaño de ojos verdes, 4 hombres que bien podrían ser cadáveres a lo largo de la mesa... Hermoso~

 

- ¿Estás pensando lo mismo que yo? -Preguntó mi hermana con voz traviesa al ver el panorama de esos chicos-
- ¡¡A la Tierra!!


Gritamos al unísono, mientras comenzamos nuestro ascenso. Hubiésemos podido simplemente aparecer allí, pero de este modo era más divertido, al fin y al cabo, iríamos a divertirnos, y a parte de la diversión, cada una tenía su objetivo. Desde el infierno, sólo pensaba en buscar cocholate pero... ¿Cuál sería la meta de mi hermana con este viaje?


- Haa -Suspiraba feliz mi hermana a medida que volábamos- Por fin puedo extender estas alas. ¡Ya tenia casi un milenio sin poder volar así!
- Si, creo que deberíamos ejercitarlas de vez en cuando
- Cierto


A medida que íbamos volando, poco a poco nos íbamos acercando a aquella tierra llamada Japón. Pero claro, no sin antes pasar por algunos otros lugares disfrutando de la hermosa vista y de la brisa. Al llegar finalmente a la tierra destinada, decidimos descansar un poco e ir caminando hasta Marukawa Shoten. Bueno, mi hermana adora flotar, así que yo iba a pie y ella flotando a mi lado. Pasábamos literalmente a través de las personas, ya que, solo aquellas personas "necesitadas" pueden vernos, oírnos y sentirnos.

 

- Nee-chan, ¿Por que nunca flotas?
- Los ojos son la ventana del alma, y desde aquí se tiene la mejor vista
- Hmm...
- Listo. Nee-chan, llegamos


Un gran edificio de ladrillos, adornado con algunas plantas se postraba frente a mi. Que extraño, los humanos tienen puertas de vidrio... Pero bueno, me gusta.


- ¿Viste en qué piso estaban, nee-chan? -Me preguntó Tsumi flotando a mi a rededor-
- No vi muy bien... Creo que era uno de los últimos pisos


Y así, entramos en el edificio. Mi hermana veía divertida a las personas y se burlaba de ellas, ya que ellas obviamente no podían verla. Tsumi, a pesar de ser mi hermana mayor, es bastante infantil... Yo, en cambio, me considero más madura. Me dirigí a una pizarra verde a un lado de recepción a ver en que piso estaban aquellos hombres.


- ¡Nee-chan, vamos! Ya sé en que piso están
- Te sigo~


Al llamar el ascensor, un hombre atrás de nosotras se asustó. Pareciera que fuera a morir en cualquier momento, y estaba bastante tenso.

 

- E-e-el... -Señalo el botón del ascensor- El ascensor, s-s-se marcó s-so-solo... -Parpadeó un par de veces y no se movió hasta que las puertas de aquel aparato gris se abrieron- Debo estar alucinando...


A pesar de que ellos no puedan vernos y que nosotras no podamos interactuar con los "no elegidos" tampoco, si podemos interactuar con los objetos. Mi hermana estaba muriendo de risa con la reacción de aquel humano estresado; sinceramente, a mi también me hacia gracia. Entramos en el ascensor y se cerró la puerta. El hombre marcó el piso cuatro y yo marqué el seis. Aquel hombre vio impresionado el botón del ascensor hasta que llegó a su piso.


- Necesito unas vacaciones... -Murmuró antes de salir del ascensor-


Caminamos a través del largo pasillo al llegar al piso seis, para llegar al cubículo de los muertos vivientes. Fui viendo sus ojos y en ellos, sus nombres: Kanade Mino, Onodera Ritsu, Takano Masamune, Kisa Shouta y Hatori Yoshiyuki . El de los ojos verdes, Onodera, me vio... Meneó la cabeza y la bajó. Asumió que yo era una ilusión... ¿Tan seguido tendría alusinasiones? No sé mucho de humanos, pero... Eso no me parece muy normal. Tsumi también notó que, por los momentos, el único que parecía poder vernos era Onodera. Pensé que eso lograría apacar el humor de mi hermana, que sería suficiente para que se quedase tranquila... Más bien, esperaba que se mantuviese a raya... Nunca podré saber si hubiese seguido con las bromas aún ante aquel chico que nos estaba observando, ya que éste fue al baño. Antes de que me diera cuenta, Kisa tenía los pantalones abajo, Mino estaba en el piso con los cordones de los zapatos atados entre sí, Hatori tenia su corbata hecha un moño en su cuello y Takano los miraba extrañado... ¿Será que mi hermana sintió simpatía por el de los ojos miel y lo dejó libre? Avanzó hasta ayudar a Mino a levantarse y entonces lo vi, un hermoso cartel que decía "Patéame". Mi hermana se cuajaba de la risa mientras yo me preguntaba "¿¡Cómo había hecho todo eso tan rápido!?" Dejé escapar una sonrisa de medio lado.


- ¿Patéame? Qué original


Fue lo único que logré decir antes de comenzar a reír sin control hasta que entró a la sala ese oji-verde. Nos miraba de arriba a abajo. Lo saludamos y le sonreímos.


- Ta-Ta-Takano-san, ¿Quienes son ellas? -Preguntó nervioso-


- ¿Ellas quienes? -Preguntó Takano, levantando un instante la vista de sus papeles-

 

Onodera palideció ante nosotras. Estaba asustado... Y definitivamente no ayudó que mi hermana se escabullera hasta su oído para gritarle "BUUU", haciéndole salir corriendo del departamento hasta el baño nuevamente. Mi hermana no paraba de reirse mientras íbamos camino al baño.


- ¡Hahaha, que humano más miedoso! -Decía mi hermana entre risas- Definitivamente fue una gran idea venir a la Tierra


Al entrar al baño, Onodera se estaba lavando la cara frenéticamente diciendose "¡Cálmate, cálmate, cálmate!" Mi hermana agarró una servilleta y se la entregó divertida; no sé en que momento habrá pasado, pero estaba sentada en el lavabo al lado de aquel humano.


- Gracias -Respondió el castaño secándose la cara. Al perecer no se había dado cuenta que mi hermana fue la que le dió la servilleta-
- ¡Por nada, humano!
- ¡WAAH! -Se asustó. Se fue a una esquina y señaló a mi hermana- ¿Q-q-qué hacen aquí? No, más bien, ¿¡Qué rayos son ustedes?!


Mi hermana seguía divertida viendo las reacciones y las diferentes caras que ponía ese oji-verde. Bueno, Tsumi, con esa actitud y con esa ropa que llevaba puesta, pondría nervioso a cualquiera. Ritsu evitaba mirarla directamente, ya que mi hermana vestía con un top negro, mini-shorts negros y un par de botas largas, hasta debajo de sus rodillas, también negras. También, ella dejaba al aire su cola: algo larga y con un corazón pequeño de color negro, como punta. Me miró, y le hice una pequeña seña con mi cabeza, dándole a entender que se alejara un poco, para poder hablar yo. Flotó delicadamente hasta aterrizar detrás de mi. Me acerqué a Onodera, sabiendo que yo no lo pondría tan nervioso, pero aún así estaba bastante tenso; a medida que me acercaba, el se deslizaba hasta el piso. Mi actitud y mi ropa eran más adecuadas para el momento, asi que me parecía bien si empezaba ayudándolo a levantarse del suelo.


- Tranquilo, Onodera-san. No te haremos daño -Le extendí mi mano para ayudarlo-
- ... -Aceptó mi ayuda algo inseguro- ¿Q-que quieren de m-mi...?
- Vamos a comernos tu alma... -Dijo mi hermana mostrando sus blancos colmillos y moviendo las manos como si fuera un monstruo-
- ¡Nee-chan, no digas eso! -La regañé dándole un golpe no muy fuerte en la cabeza-
- Ok, ok... -Se sobó la cabeza, en el lugar donde la golpeé- Me comportaré... Por ahora.

 

Onodera tenía los ojos abiertos como platos y parecía a punto de desmayarse. Coloqué mi mano en su mejilla y mirando sus ojos dije "tranquilo", haciendo que se calmara al instante. Quizás porque... Probablemente haya empleado de forma no tan inconsciente algo de control mental. El punto es que Onodera ya había recuperado su color, por lo menos. Escrutándonos con la mirada finalmente preguntó:


- ¿Qué son? ¿Qué hacen aquí? ¿Por qué parece que nadie más puede verlas? ¿Me harán daño?


Ok, demasiadas preguntas...


- Te comeremos


Tsumi tenía de nuevo los colmillos afuera. Con una mirada le indiqué que se quedara quieta. Retrocedió y cuando me pareció que el susto de Onodera había pasado, comencé a explicar:


- Mi nombre es Tsubasa Kuroi, y soy una bruja. Esta belleza que está detrás de mi, es Tsumi Otonashi y es una demonia. Vinimos a la Tierra a conceder deseos a aquellos que puedan vernos. No te haremos daño ni robaremos tu alma... Y yo por mi parte solo tengo una exigencia -El de los ojos verdes tragó de forma ruidosa, preocupado por lo que le pediría- ¿Podrías decirme donde hay cocholate?

- ¿Qué es cocholate? -Preguntó preocupado-
- Ya sabes, esa cosa dulce, marrón...
- ¡Aah...! ¡Chocolate! Jaja, claro...

- Yo también quiero pedir algo a cambio -Dijo Tsumi con una sonrisa que oscilaba entre traviesa y malvada-


Onodera se tensó, claramente asustado por la sonrisa que tenía mi hermana en su rostro.


- ¿Podemos quedarnos en tu casa? -Le preguntó juntando sus manos, en forma de súplica, pero estaba sonriendo- Verás, no tenemos un lugar donde quedarnos...
- ¿Y por qué no se lo piden a alguien más?
- Por que, por ahora, eres el único al que conocemos Ritsu-kun


Ah, es verdad. No tenemos ningún lugar donde quedarnos. No lo había pensado antes, pero quedarnos en la casa de Onodera sería lo ideal.


- ¿Y si me niego?
- En ese caso si me comeré tu alma -Dijo Tsumi con voz de ultratumba, asustándo a Onodera, logrando que aceptará acintiendo con su cabeza nerviosamente- Bien, ¡Graciaas! -Lo abrazó y se quedó detrás de mi-


Tal vez no fue de la mejor forma... Pero al menos ahora teníamos un lugar donde quedarnos. Onodera regresó al cubículo, seguido por nosotras. No trabajaba bien, ya que estaba viéndonos de vez en cuando... Sobretodo a mi hermana, que estaba flotando por todo el cubículo viendo que hacía cada uno. Takano Masamune, que por lo que veo, es el jefe, veía a Onodera algo extrañado. Pude escuchar sus pensamientos, al pararme a su lado: "¿Por qué Onodera mira tanto al techo?"


- Oi, Onodera
- ¿Hai?
- ¿Qué tanto miras al techo? -Le preguntó levantándose de la silla y parándose a su lado- Concéntrate -Concluyó dandole un suave golpe en el hombro con una hojas que tenia en las manos-
- E-estoy concentrado en mi trabajo


Takano hizo una pequeña mueca y se fue. En eso, mi hermana se sentó en su escritorio y se puso a revisar sus archivos


- Nee-chan, no hagas es--
- ¡Wooah! Ritsu-kun, aqui hay muchas cosas para ti -Decía mientras revisaba los papeles del jefe- "Aceptación del nuevo manga de Motou-sensei" "Posible feria con algunos autores" "Reunion privada con Yoshikawa Chiharu-sensei"
- ¿¡En serio?! -Onodera se precipitó sobre el escritorio de Takano, logrando las miradas de sus compañeros-

 

Escuché unos pasos por el pasillo, advirtiendo que Masamune se acercaba. Onodera estaba contento, eso era más que obvio. Lo que a mi me intrigaba era el por qué... ¿Qué había en esos papeles que le entusiasmase tanto? El chico parecía que iba a explotar de la alegría. Curiosa fue en verdad la forma en que la dejó salir.


- ¡¡Takano-san!!


Brincó a abrazar a su jefe... Eso, ¿Es normal? Naah, cosas de humanos. Casi al instante se separó y el rojo que tenía en su rostro me hizo recordar bastante a mi hogar... Seguía contento, pero la alegría se veía opacada por la vergüenza. Takano sin embargo sonreía falsamente... ¿Qué estará pasando en su cabeza? "Se suponía que sería una sorpresa... Se suponía que se lo diría esta noche en mi apartamento... Bueno, puedo decirle que venga a celebrar... Pero no creo que quiera, y..." Dejé de husmear en sus pensamientos. Había sucedido un cambio, Onodera ya no deseaba nada, y Takano lo deseaba todo, todo con ese peli-castaño. Cuando me vio no cambió su expresión... ¡Que curioso! Estoy segura de que me está viendo, pero permanece inmutable... No pude contener el impulso de hacer muecas a ver si reaccionaba. Surgió la risa, si. Pero la de mi hermana. Takano, al ver a Tsumi flotando, giró sobre sus talones y salió de ahí... Lástima. Onodera pensó que le había desagradado el abrazo y por eso se estaba yendo... Miré a mi nee-chan y optamos por seguirlo hasta... El baño ¿Es coincidencia? ¿O será que los habitantes del infierno provocan en las personas ganas de ir al baño? Al entrar al baño, Takano estaba apollado de espaldas al lavamanos con las manos cruzadas, así como esperándonos. Me detuve frente a él, a unos 2 metros de distancia; mi nee-chan se colocó a mi lado. Aquel peli-negro era inmutable... Nos miró de arriba a abajo a ambas y dió un largo suspiro.


- ¿Qué hacen en el baño de hombres?


¿En serio? Acabas de ver a mi hermana flotando y solo preguntas... ¿Eso?


- Te seguimos hasta aquí, Takano-kun
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- Fáaacil -Dijo mi hermana flotando cerca de él- Yo, por ser una demonia puedo ver tu nombre. Igual que mi hermana, al ser bruja, con solo mirar a tus ojos, puede saber lo que sea sobre ti


Mi hermana flotaba al rededor de aquel hombre a medida que explicaba. Masamune se sorprendió, mas no como Onodera. Takano se veía algo incómodo con la presencia de Tsumi, así que la jalé de la cola para que dejara de flotar.

 

- ¡Auh! -Se quejó sentándose en el piso- ¡Sabes que eso duele! upset
- Entonces no flotes tan cerca de la gente... -Miré a Takano-
- ¿Y qué? ¿Van a comerse mi alma?


"¿Por qué todos los humanos piensan eso?" Pensamos mi hermana y yo.

 

- No. Ya que puedes vernos, podemos concedirte 3 deseos.
- ¿Cualquier cosa? -Preguntó bastante interesado dando un paso hacia mi-
- Sip -Respondió mi hermana- Cualquier cosa


El oji-miel nos veía de una manera bastante extraña a mi hermana y a mi. Nos preguntó si teníamos más poderes además de esos, y le explicamos todo lo que podíamos hacer, incluyendo la lectura de mentes.


- ¿En serio? ¿Pueden leer mi mente?
- Si
- Lo dudo...


Ante eso, Tsumi se colocó a su lado y no se movió. Después de unos segundos, me miró unos momentos y fijó su vista en el hombre.


- "La de cabello blanco esta vestida como una prostituta" -Dijo algo extrañada mi hermana- Nee-chan, ¿Qué es prostituta?
- No sé... Debe ser algún término humano
- Haha, vaya. Así que era cierto... Y... ¿En verdad me pueden conceder 3 deseos?


Nos miraba con curiosidad... Su cara se veía indiferente, mientras que su mirada lo delataba emocionado. Como me fastidian los humanos que no muestran lo que en realidad sienten. Hablando de confundir sentimientos...

 

- Ahora que lo recuerdo, a Onodera no le simpatizó que te fueses sin decir una palabra. Pensó que te había desagradado el abrazo


Cuando terminé de hablar se golpeó suavemente con la palma de la mano en la frente, pensando "¡Que tonto! ¡Qué no daría yo para que me abrazase siempre!"


- Yo puedo hacer eso realidad
- ¿Qué cosa?
- Que te abraze siempre


No le agradó que le leyese la mente, pero... Para él, por un abrazo de ese oji-verde, valía la pena... ¿Así será el amor en todos los humanos? Bueno, lo entiendo, es como lo que yo siento por el cocholate.


- Sólo tienes que pedirlo


Mi hermana flotaba de cabeza justo encima de Takano.


- Entonces... ¿Puedo desear cualquier cosa?
- Sip

- ¿Y ustedes lo cumplirán?
- Bueno, creo que ya vas entendiendo la mecánica del asunto...
- Y...


Antes de que Takano formulase su siguiente pregunta, Tsumi le gritó:


- ¡¡Sólo desea algo y compruébalo tu mismo!! Que humanos tan preguntones... -Dijo acercándose a mi-


Takano le frunció el seño, pero asintió.


- Deseo que Onodera me de un beso
- ¿Me permites los honores queridísima hermana? -Pregunté. De verdad me entusiasmaba cumplir ese deseo-
- Claro nee-chan


Un movimiento de manos y Onodera estaba entrando al baño, acercándose rápidamente a Takano y posando sus labios en los del más grande. ¡Que leeeeeeendoooos...! Me encanta el amor entre humanos. Se besaron hasta que la necesidad de aire se tornó demasiado intensa. Después de respirar, Takano seguía mirando a cortísima distancia los ojos de Onodera, quien, como dándose cuenta de lo que había hecho, cambió de color a un rojo incendio y salió corriendo sin decir una palabra. Takano con una boba sonrisa colocó su dedo índice en su labio inferior, como comprobando que de verdad hubiese sucedido.


- Gracias -Nos dijo a mi hermana y a mi sin moverse en lo más mínimo-
- Eso quiere decir que solo te quedan 2 deseos, Masamune-kun -Dijo mi hermana apoyando los brazos sobre su cabeza-
- Cierto -Afirmé- Piénsalos bien


Takano, ignorando la presencia de mi hermana, puso un dedo sobre su barbilla, pensándo. ¿Qué otras cosas podría desear este humano? Claro que podría saberlo al instante leyendo su mente, pero evitare hacerlo, ya que veo que no le agrada mucho la idea. Miré a mi hermana, y vi que en su cara tenía una cierta expresión como de "Acabo de recordar algo". Flotó hasta quedar frente a mi y me dijo:


- Nee-chan, ahora que Ritsu-kun no puede vernos, ¿Dónde nos quedaremos?
- ¡Es verdad! Ya no nos podemos quedar en su apartamento...
- ¿Iban a quedarse en el apartamento de Onodera? -Preguntó bastante sorprendido el oji-miel-
- Si~ -Respondió divertida mi hermana, viendo claramente como eso lo molestaba-

 

No pude evitar leer sus pensamientos. Estaba bastante molesto. "No me deja entrar a mi, ¿Pero si a dos seres del demonio?". Mi hermana también leyó su mente, a lo que dejó de flotar y se acercó a ese peli-negro para explicarle algo:

 

- Yo soy la demonia aquí. Mi hermosa hermana es una bruja. -Hizo un puchero- Y le pedimos a Ritsu-kun que nos dejara quedarnos en su apartamento por que él fue el primero que pudo vernos. Dos humanos no pueden vernos al mismo tiempo, así que... -Jugó un poco con su cola- ¿Ahora podemos quedarnos en tu departamento?
- ... -Pensó unos segundos antes de dar su respuesta- Así que era eso... -Suspiró de alivio- Bien, como quieran. Pueden quedarse en mi departamento.


Y con eso dicho, se fue del baño de nuevo a su cubículo de trabajo. Mi hermana finalmente se quedó quieta el resto del tiempo, al lado de Masamune, al cual no parecía importarle mucho nuestra precencia.
Con esto, empezamos una nueva jornada en la Tierra de los humanos. Donde un día tiene 24 horas, según lo que he entendido. Donde el día y la noche se pueden diferenciar. Donde hay más de un tipo de clima. Donde los humanos comen y beben extravagantes alimentos. Y sobretodo, donde ciertos humanos afortunados...
Tendrán sus deseos cumplidos.

Notas finales:

Algunas aclaraciones:

La edad humana de Tsumi seria 19, y la de Tsubasa seria 18

 

Diganos...! Les gusto...? No les gusto...?

 

Tsubasa: Pueden darnos ideas para los deseos de los afortunados de Marukawa Shoten ^w^

Tsumi: O darnos ideas para "Romper las reglas"

 

Esperamos que les haya gustado...! Gracias por leer~

 

Atte: Tsubasa y Tsumi


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