Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El destino nos jugó en contra por pandita_chan

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este fic está basado en un hecho real, yo solo lo adapté al Yaoi :3 

Notas del capitulo:

Tampoco está corregido, aun así espero se entienda :D

Cuatro adolescentes en un parque en busca de una historia de vida interesante que contar para obtener una nota a base de eso, a uno de ellos se le ocurrió ese lugar porque ese era el lugar favorito de su abuelo cuando estaba vivo y sus compañeros aceptaron con tal de terminar rápido con eso…

 

Cada quien tenía una forma de registrar la historia, se dividieron los sectores y se dispersaron en busca de su trabajo. Uno de ellos entrevistó a la primera persona que se le atravesó, el otro hizo un jueguito para decidirse a quien entrevistar, la única niña del grupo dirigió sus pasos segura hacia una persona, y el último de ellos recorrió el parque hasta que se encontró con quien creyó indicado…

 

Al cabo de unas horas se reunieron tres de ellos en la entrada del parque, pero faltaba uno de sus compañeros, por lo mismo volvieron sus pasos hacia dentro para buscarlo, y lo encontraron casi al final, cerca del estanque, sentado en una banca acompañado de un anciano. Iban a interrumpirlo a él y el relato del hombre, pero les hizo una seña de que no había problema con que se fueran, así lo entendieron y se fueron sin mayor preocupación de vuelta a sus casas…

 

Una vez en sus respectivas casas, cada quien revisó y editó su trabajo, guardando su respaldo para mostrarlo a la profesora al siguiente día. Pero el chico que no se fue junto con sus amigos, una vez terminó su trabajo no volvió a casa inmediatamente, se quedó allí caminando y pensando en lo que acababa de escuchar…

 

Al siguiente día todos pasaron al frente a mostrar su registro de imágenes, entrevista y video; algunos eran relatos cortos sobre actualidad, otros cuantos sobre una anécdota graciosa sobre su vida, pero cuando le tocó a él no hizo mayor presentación y solo pidió paciencia, no tardó nada en aparecer la imagen de aquel anciano en las pantallas diciendo lo siguiente…

 

Cuando era joven fui marino, recorrí muchos lugares del mundo, conocí culturas diferentes y muy al contrario de lo siempre me dijeron y esperé, encontré el amor aquí mismo, en mi país natal…

 

La embarcación hacía una parada aquí en Tokio antes de llegar a destino, y fue en una de esas tantas en que conocí a esa persona. Esa vez cambiamos de itinerario a recomendación del capitán y fuimos a parar a un pequeño lugar escondidos en los suburbios de la cuidad, a pesar de todo se veía acogedor y ameno, por lo que nos quedamos a comer y a alojar allí en vez del barco. Esa primera noche fue solo dormir, al menos yo no comí nada…

 

Al día siguiente sí comí con muchas ganas y luego con un par de compañeros salimos a recorrer la cuidad, que por lo general esos recorridos terminaban en una casa de putas y aunque yo haya terminado dentro de alguno de esos lugares jamás le toqué el pelo a una mujer, principalmente por respeto y porque tampoco eran de mi gusto…

 

Al acompañar a mi amigo en sus andanzas nos perdimos la mayoría de las comidas del día y llegamos a la cena, no fue raro para nadie, simplemente nos sentamos y nos sirvieron lo correspondiente. Nunca solía tomar atención a quienes nos servían, pero ese día no sé porqué mis ojos quedaron prendados de aquel muchacho que estaba encargado de mi mesa, puede haber sido por la sonrisa alegre que se negaba a abandonar sus labios o por su verdadera amabilidad al atender, pero no pude dejar de verlo en toda la noche y ni siquiera me concentré en comer bien por estarlo observando…

 

Fui tan imbécil en ese momento que no me fijé en su nombre y me recriminé eso durante toda la noche, pero nos quedaban días allí aun, por lo que tenía tiempo de seguir observándolo y también de saber su nombre. Y así lo hice al siguiente día, pero antes de verlo con su típico uniforme de trabajo lo vi con su uniforme de la secundaria cuando llegó hasta las dependencias de ese lugar… esperé pacientemente a verlo entre los demás meseros de ese lugar, pero no salió hasta la hora del té…

 

Gracias a un compañero no solo me enteré de su nombre y de cómo le decían, sino de que yo no era el único interesado en él, quien me haya propiciado la información lo hizo con la intención de hacer una apuesta conmigo para ver quien se tiraba primero a ese niño, apuesta que por su puesto no acepté, mis intenciones no eran malas, al contrario…

 

Con el pasar de los días me di cuenta de un par de cosas, Kai, así le decían, no era un simple mesero, era el hijo menor de los dueños de ese lugar y era también el ayudante del chef que no era otro que su padre. Mi constancia y la exigencia de que siempre que estuviera yo allí me atendiera solo él dieron frutos y a pesar de que en horario de trabajo no hablaba mucho empezamos a conversar por pequeños lapsos de tiempo…

 

Me di cuenta de que era un chico amable y esforzado por naturaleza, pero era bastante confiado también y eso se lo reproché, no por ser malo, sino por su bien, por confiar demasiado en alguien podía ocurrirle algo y eso era lo que menos quería.

 

Gracias a un desperfecto de la embarcación nuestro tiempo allí se alargó en un mes aproximadamente, lo que me permitió salir con él en su ratos libres, fue así que poquito a poco nos hicimos bastante cercanos, pero aun así jamás le dije me atraía de otro modo. Siempre fui respetuoso y cariñoso con él, al contrario de cómo era el compañero quien me había propuesto la apuesta, el cual siempre que podía intentaba propasarse…

 

Para cuando tuve que volver a mis labores en el barco y emprender mi marcha hasta el destino que teníamos, ya tenía más que claro que ese niño me gustaba más allá de una simple atracción, él mismo se había encargado de conquistarme siendo como era, y aun cuando estuve tentado a decirle algo en la despedida solo le dije que se cuidara y que no me olvide porque volvería algún día, él solo sonrió y me prometió no olvidar y que se cuidaría, también me pidió que me cuidara de igual forma y me deseó éxito.

 

Lejos de él no había día en que no lo recuerde, siempre tenía la esperanza de volver a ese lugar y verlo otra vez, pero el destino no  estuvo de mi parte en mucho tiempo y no fue sino hasta un par de años después que volví a pisar las instalaciones de ese lugar. Estaba todo cambiado, un poco más amplió pero igual de acogedor a como lo recordé siempre, me senté en una mesa al fondo…

 

—Aoi, volviste— susurró alguien a mi lado

 

Era él, estaba con su uniforme y su sonrisa de siempre viéndome algo sorprendido. Me alegré, no se había olvidado de mí a pesar de su mala memoria…

 

—Te dije que volvería, pequeño— respondí y le tendí la mano

 

Estrechó mi mano fuerte y sonrió aun más. Tuve unas ganas enormes de abrazarlo, pero me contuve porque sabía que en sus horarios de trabajo no podía socializar…

 

—¿Qué vas a pedir?— preguntó

—La verdad solo quiero saber a que hora termina tu turno— respondí sinceramente

—Si mis cálculos no fallan, me queda media hora aproximadamente— respondió

—Estonces te esperaré— añadí

 

Apenas desapareció de mi vista volví a concentrarme en ver por la ventana, no era mucho el tiempo que había que esperar y pedí solo café, sin embargo cuando él mismo volvió con mi pedido traía algo más y me dijo que eso corría por su cuenta, porque quería que le de mi opinión ya que él lo había preparado…

 

Comí en tranquilidad lo que me había dejado mientras me servía el café que había pedido, hasta que se cumplieron los minutos y el volvió ante mi con ropa normal. Recién allí pude notar lo mucho que había crecido, ya no tenía cuerpo de niño sino de hombre…

 

Volvimos a vernos seguidamente como en el pasado y por el hecho de ser mayor de edad podíamos salir de noche, a bares y a otros lugares. Me contó lo mucho que había cambiado su vida en esos dos años, pero lo que más me sorprendió fue…

 

—  Nunca saliste de mi mente en todo este tiempo— dijo

—  Ni tú de la mía— contesté

 

De esas palabras no pasamos, no supe que significó esa frase para él hasta el día en que tuvimos que volvernos a despedir. Para mi desgracia la estadía en ese lugar fue más corta a la anterior, pero aun así aproveché más el tiempo y las instancias que tuve de estar cerca de él…

 

¿Volverás algún día? — preguntó triste

Quiero volver, e intentaré hacerlo— respondí

Prométeme que volverás— pidió con los ojos llorosos

¿Por qué tanto interés en que vuelva? — pregunté

P-por- porque… te amo— lo último lo susurró y escondió su rostro

lo abracé— Yo también te amo, Kai— contesté

 

Lo que sucedió después fue el primer y único beso que pude darle en toda mi vida, le dejé mi anillo en calidad de promesa. Luego de eso me fui con la esperanza de volver algún día pero ya no en calidad de visitante, sino de residente y desde la primera despedida que tuvimos estuve juntando el dinero para poder erradicarme en esa cuidad, pero el destino es cruel a veces…

 

Aquella vez cuando volví a embarcarme el barco sufrió un naufragio, y yo fui de los únicos sobrevivientes, pero a costo de quedar inconsciente y con amnesia por largo tiempo… Mi familia se empeñó en hacerme recordar, pero nunca nadie me recordó que él existía y ese recuerdo se estancó ahí en mi mente… para cuando pude recordar ese lindo episodio de mi vida habían pasado más de diez años…

 

Con la ínfima esperanza volví a ese lugar. Otra vez estaba todo mucho más amplio, otra vez estaba el ambiente tan acogedor a como lo recordé. Ya no era mesero, era el chef, dejó de ser el simple hijo de los dueños y era el propietario de ese lugar... realmente cuando lo vi por fin me di cuenta que había llegado demasiado tarde, él había hecho su vida sin mi.

 

Ni siquiera quise quedarme a ver su felicidad, me fui de allí con el corazón roto, pero a pesar de todo no lo culpaba de nada, fui yo quien lo abandonó primero, no por mi voluntad pero lo hice y sinceramente, poniéndome en su lugar, yo tampoco habría esperado a una persona por más de diez años…

 

Él hizo su vida, después de eso yo hice la mía, lo malo de ser gay es que eres vientre sin cuna, la descendencia es algo que se nos niega por ser del mismo sexo, pero aun así intenté ser feliz y lo fui hasta donde pude. Sin embargo nunca pude olvidar ese amor puro y cristalino que tuve por Kai, ese niño marcó mi vida de una forma que jamás sospeché.

 

Nunca más supe de él, simplemente lo dejé rehacer su vida, aun cuando mi corazón jamás dejó de latir por su recuerdo.

 

Cuando la cinta terminó de pasar y se paró en frente de su curso, vio que estaba solo la mitad, pero allí estaban los demás frente a él y la profesora al final del salón poniendo atención. Se sacó el colgante que llevaba en el cuello y lo mostró, en el había un anillo…

 

Ese hombre fue el primer y verdadero amor de mi abuelo— habló

¿Tú lo buscaste?— preguntó la profesora

Yo simplemente me senté junto a el en el parque, nunca sospeché que me encontraría con algo así— respondió

 

Kazuya era el nieto de Kai, el mayor y más apegado a él, por eso mismo un día le contó su historia, una historia tan parecida a esa que lo hizo llorar por muchas causas, pero lo comprendió. También Kai le dio como regalo aquel anillo con que Aoi le haya prometido volver algún día a su vida, ese objeto era el más preciado de su abuelo y él lo aceptó con gusto, porque para él era importante, y porque también fue la única persona que supo esa historia de su pasado. Aun cuando en un principio se sintió engañado, terminó pensando que: En temas de amor era mejor ocupar el corazón, no el raciocinio…

 

Al día siguiente el chico volvió al parque, caminó con calma hasta el lugar donde había escuchado el relato del anciano y no lo encontró, quedó sentado allí largo rato hasta que se le hizo tarde y no llegó. Quería contarle la otra parte de la historia, la versión que Kai le haya dicho, y contarle también que su abuelo murió amándolo. Pero ante la decepción de la espera simplemente dejó en esa misma banca algo que a Aoi le pertenecía y se marchó…

 

Cuando Aoi  volvió a ese parque a la mañana siguiente a la espera de Kazuya se encontró con el anillo que hace mucho tiempo atrás le haya dado a Kai, el mismo anillo que tenía en un colgante ese muchacho que lo grabó mientras él le contaba su historia. De algún modo siempre supo que se niño tenía algo que ver con su pasado, se parecía bastante a su abuelo… a su verdadero y primer amor…

 

Ese parque era el favorito de ambos, porque fue en ese lugar donde tantas veces se juntaron, fue en ese lugar donde Kai se dio cuenta que Aoi le gustaba, fue en ese parque donde se hayan dado el único y el primer beso de su historia. Aquel lugar donde iban siempre que podían, pero que por esos mismos azares de la vida que los separaron, nunca se encontraron de frente. 

Notas finales:

Gracias por leer 

 

Si alguien quiere contactarse conmigo o simplemente curiosear xD puede encontrarme aquí:

 

Facebook: http://www.facebook.com/takara.yutaka.7

 

Twitter: @pandita_chan1 

 

Tumblr: http://vanepanditachan.tumblr.com/

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).