Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Imposible por NaliaKitsune

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es un fic bastante viejo asique si hay algunos errores sepan disculparme no es mi primer fic pero si el primero que publico aqui =)

 Esta hecho desde el punto de vista y narracion por Kaname

Vampire Knight ni sus personajes me pertenecen son propiedad de Matsuri Hino

Siempre supimos que esto sucedería, tarde o temprano, pero sucedería de todos modos. Desde ese día, ese fatídico día, en el que fuiste marcado y condenado tus días estuvieron contados y empezó la cuenta hacia atrás.
Tu, mi peón, el guardián de mi reina, siempre orgulloso aquel al que nada lo vence con un corazón impenetrable protegido por murallas de hielo y espinas, luchaste tanto como podías, resististe por años esa tortura que se te impuso por un ser de mi raza, de mi nivel.
Sé que esto ha sido mi culpa, lo sé, lo sé…
Recuerdo como ocurrió, cada momento quedara grabado en mi mente por siempre.
Las ansias de sangre eran demasiado grandes, el director Cross y Yagari lograron apresarte bajo esos antiguos conjuros en la vieja torre donde la obscuridad reinaba y lo único que rompía el silencio eran los constantes golpes de las cadenas que te mantenían sujeto firmemente. Algunos gruñidos escapaban de tu garganta, destrozándola poco a poco.
Te observaba desde las sombras sabiendo que notabas mi presencia, luego de lo que me parecieron minutos, pero que en realidad fueron horas, me acerque.
Tus gruñidos se volvieron más potentes, no me querías allí, tus sacudidas constantes hacían a tu cuerpo herirse con facilidad y tus ojos, esas bellezas amatistas ahora brillando en plata escarlata reflejaban tu odio, tu asco hacia mí, el rencor, la sed, el dolor… todo aquello que mantenías oculto podía verlo a través de esos rubíes brillantes.
-¿Cuanto más piensas soportar esto Zero?- dije en un susurro que savia oirías perfectamente, después de todo posees muchas de las grandes habilidades de los seres de la noche.
-Largo Kuran!!! ¡¡Largo de aquí maldito monstruo!!- su voz no eran más que rugidos de fiera herida dispuesta a abalanzarse en mi contra a pesar de las cadenas.
Ese desafío que siempre mostro ante mí, es lo que me orillo a hacer lo que hice, yo lo deseaba, pero él no entendía eso e intentaba por todos los medios posibles alejarse. El debía ceder ante mí, yo soy un sangre pura, el rey de los vampiros, el ser más poderoso… ¿Por qué? Simplemente, ¿Por qué no me obedece?
Se retuerce, ruge, enseña sus grandes colmillos a pesar de que quien lo viese lo vería escalofriante yo no lo veo así. Me encantaría verlo retorcerse de placer en mi cama bajo mi cuerpo, gimiendo sin control con el rostro sonrojado deseoso de mi, rogando por sentirme dentro llenándolo por completo, oh si eso sería estupendo…
-Vamos Kiryuu ambos sabemos que me necesitas, solo bebe anda sé que no puedes resistirte a esto.- rasgue mi cuello con mis garras, eso lo aria caer. Pero lo que sucedió a continuación jamás creí que fuera posible. Me acerque a él y me puse a su altura en el suelo, arrodillado tomando su misma posición, lentamente acerque mi cuello a él esperando el momento en que enterrara sus colmillos, lentamente apoyo sus labios intentando resistirse, cerré mis ojos en la espera pero unas fuertes manos me sujetaron por los hombros clavando allí sus uñas.
Ahí fue cuando lo vi, la última mirada que me dirigirían esos ojos llena de algún sentimiento, era odio, odio puro y palpable que por unos segundos me izo sentir el ser más insignificante del universo entero.
Con fuerza descomunal se deshizo de esas cadenas y lo único que atine a hacer fue a cruzar mis brazos frente a mí para recibir un golpe y dar contra la pared contraria cayendo en la inconsciencia.
Desperté en una de las habitaciones de la casa de Cross rodeado por los nobles y mi princesa que me miraba llena de preocupación y angustia marcada en su perfecto rostro de niña.
-Hermano qué bueno que hallas despertado han pasado horas desde que te encontramos y temíamos por ti- Me dijo ya al borde de las lágrimas y lentamente me incorpore para secar poco a poco esas traviesas lágrimas que empezaban a caer. Aun confundido mire a los demás pidiendo con la mirada alguna explicación a los nobles que permanecían de pie presenciando la escena.
-Kiryuu escapo- Fue la respuesta que me dio Takuma a la muda pregunta que rondaba en mi cabeza.
-¿Por qué no lo detuvieron?- No podía ser que se haya ido así. En el estado en el que se encontraba podía herir a alguien inocente.
-No logramos localizarlo, cuando oímos el estruendo nos dirigimos hacia donde usted estaba pero no había ni rastro de ese Nivel E solo lo encontramos allí inconsciente.- Ruka fue la primera en hablar, se notaba que Zero jamás había sido de su agrado y eso no era algo desconocido para mí.
-Bien empiecen con la búsqueda es peligroso si algún humano se lo encuentra en ese estado.- dije sin más sin dejar notar esa preocupación que empezaba a crecer poco a poco en mi pecho y se instalaba en mi corazón.
-Si Kaname-Sama. – respondieron al unísono para luego retirarse dejándome solo con mi pequeña que seguía sentada a mi lado sin dejar de apretar fuertemente las sabanas.
- Prométeme que encontraras a Zero por favor, aunque no compartamos un lazo de sangre yo lo siento como si fuera mi hermano tal y como tu-
-No tienes nada de que temer Yuki encontrare a Kiryuu y lo traeré de regreso a la academia no puede haber llegado muy lejos- le dedique mi mejor sonrisa una que solo era para ella aunque me gustaría algún día también fuera para ese niño de cabellos plata que se entromete a cada segundo en mi cabeza y pone mi mundo del revés. Pero cuan equivocado estaba…
***** *****
Ya 3 meses habían pasado desde esa noche en la que él desapareció. Poco a poco iban desapareciendo mis esperanzas de encontrarlo pero aun así los nobles seguían buscando alguna pista que nos ayude a dar con su paradero.
Desde que el no está la actitud de muchos ha cambiado, el director Cross, ese hombre infantil que montaba escenas de lo mas bizarras y que siempre velaba por la seguridad del pequeño cazador no volvió a ser el mismo. Ya no había escenas infantiles, no mas sonrisas ni niñerías, solo andaba por la academia como alma en pena acompañado de su pareja, ese cazador que lo acompaño en todo momento y solo se limitaba a hablar lo necesario, el también había perdido a un hijo, eso era Zero para ambos, su hijo, su más grande orgullo, el mejor cazador a pesar de su juventud…
Podía sentir la tención del ambiente cuando se acercaban a mí, incluso Yuki que fue criada por el director era rechazada por este. El sabia que el culpable de la huida del ojivioleta era yo, porque yo fui quien lo forzó a comportarse de esa manera.
-Kaname-Sama lo encontramos.- Me anuncio Takuma entrando agitado y rápidamente a mi despacho con Kain y Aido seguidos de este.
-Bien ya era hora. ¿En donde esta?- pregunte acercándome a ellos ya listo para partir los papeles que estaba leyendo podian esperar, Zero era la prioridad.
-Unos informantes nos comunicaron que se encuentra en un pequeño poblado que está infestado de Nivel E al parecer fue a deshacerse de ellos sino no veo otro motivo por el cual este allí.
No sabía porque pero tenía el presentimiento de que no me agradaría lo que hallaría en ese pueblo.
**** ****
Fue un viaje de no más de 4 horas, antes de partir me despedí de Yuki prometiéndole traer a Zero sano y salvo listo para recibir su regaño por abandonarla de ese modo.
Decidimos ir todos juntos ya que al parecer ese pueblo realmente parecía un refugio de Nivel E, podía sentir sus presencias eran aproximadamente unos doscientas de esas bestias que alguna vez fueron humanas.
Yo iba adelante con Takuma y Seiren a mi lado, Aido Kain y Ruka detrás cuidando los lados y Shiki y Rima atrás.
Varios exhúmanos intentaron atacarnos pero sus intentos eran inútiles ante nuestro poder.
Finalmente llegamos a una pequeña plaza la cual tenía una gran fuente ya seca y rodeada de vegetación muerta.
Allí lo vi parado de espalda a nosotros como si no pudiera sentir nuestra presencia, rodeado de varios Niveles E pero extrañamente ninguno de ellos lo atacaba ni mostraba interés alguno en hacerlo, era como… como si el…
No eso no era posible.
Volteó como en cámara lenta y el mundo se detuvo para mí. Sus ojos esas joyas amatistas que tanto me fascinaban ahora se encontraban vacías… sus colmillos sobresalían de esos carnosos labios que tiempo atrás desee hacer míos, su piel pálida como el marfil y sus manos convertidas en peligrosas garras armadas con hileras de filosas uñas.
No podía creerlo, jamás creí que este momento llegaría, esperaba encontrarlo herido, sediento retorciéndose de dolor en algún escondite de ese pueblo condenado, pero jamás así… ¿Tan fuerte fue su sed?, ¿Así termino todo?... ese gran cazador, el último de los Kiryuu, el destinado a ser el mejor por excelencia… había llegado a su fin, ya no poseía razón, ya había perdido todo rastro de cordura, esto se pudo evitar… si le hubiese dado mi sangre en esos momentos en que estaba débil prisionero en la torre en vez de molestarlo y tentarlo más. Que idiota fui pero ya no hay tiempo para pensar, él y los demás nivel E se acercan a paso rápido hacia nosotros.
-Acaben con ellos pero no hieran a Kiryuu. Hanabusa Congela sus piernas y no le permitas avanzar.- Rápidamente se lanzaron al combate, tomando las vidas de esas bestias sedientas de sangre mientras Zero rugía intentando zafarse de ese hielo que poco a poco subía por su cuerpo dejándolo inmóvil.
Todos observaban la escena como algo irreal, a pesar de caer en lo más bajo de la raza vampírica, el peliplata no había perdido su forma humana, su rostro no estaba deformado como el de los demás, solo sus colmillos y sus ojos daban a entender lo que ahora era.
Toque suavemente su rostro con la vana esperanza de que eso lo hiciera volver, pero obviamente eso no sucedió, intento enterrar sus peligrosos dientes en mi mano dejando ver en ellos sangre que aun permanecía allí de alguna presa anterior. ¿Quién abra sido ese desdichado que sirvió de alimento al cazador?
Coloque mi mano en su frente mientras él seguía luchando inútilmente por escapar hasta que cayó en un profundo sueño producto de mi poder.
-Takuma, Seiren ustedes dos, encárguense de todo en la academia y cuiden de Yuki por mi mientras no esté.- dije firmemente observando ese cuerpo que fui retirando de su prisión de hielo para cargarlo como ese tesoro tan preciado que es y dirigirme a uno de los autos.
-¿Qué es lo que ara Kaname-Sama? ¡¡Ese Nivel E debe morir!!- dijo Ruka, ya empezaba a molestarme sus impertinencias.
-Yo mismo me encargare de él, es un cazador después de todo y se merece una muerte más digna.- No detuve mi paso, yo soy un sangre pura, soy quien da las órdenes y nada ni nadie tiene poder sobre mí, nadie excepto este tesoro que tengo entre mis brazos que con todo el dolor de mi eterna alma admito que es mi culpa que esa persona tan bella ya no tenga derecho a existir.


****** ******


Han pasado 4 días desde que te encontré y aquí te tengo recostado junto a mi esposado a mi cama viéndote dormir, estas más delgado y mucho más pálido pero tu belleza sigue intacta.
Se que Cross, Yagari y Yuki querían que te lleve con ellos pero no puedo hacerlo se que si lo hago la asociación de cazadores se enterara de lo ocurrido y vendrán por ti para darle un fin a tu vida. Es mejor que todo sea como yo lo dije.
"Kiryuu Zero murió combatiendo vampiros que lo superaban en número, demasiados para el que se encontraba débil y sin refuerzos", para los ojos de todos Zero Kiryuu murió como todo un cazador honorable, luchando hasta el fin.

Dormido así no parece ya una de esas bestias sin conciencia, parece un ángel casi rayando la perfección. No puedo permitir que alguien te dañe mi niño, por eso he elegido este lugar para ti. Sé que no podrás huir porque este será nuestro hogar por el resto de nuestra vida, viviremos aquí en donde el frio y la noche dominan el territorio alejados de toda civilización, pueden pasar siglos y avanzar todo lo referente a la humanidad incluso extinguirse y yo seguiré aquí a tu lado. Jamás volveré a estar solo… se que Yuki será una gran reina y cumplirá bien su papel, que ocurrio conmigo no lo sabra nadie jamas.
-Arrghh…ahh- Despiertas quejándote un poco e intentando moverte pero te encuentras debilitado y eso es debido a mis poderes, mi aura te mantiene sumiso, después de todo soy un sangre pura y tu un Nivel E que se guía por instintos y sé que estos te indican que me debes obedecer a pesar de no comprender lo que ocurre.
-Buenos días Zero mi amor. Esperaba a que despertaras.- le digo suavemente mientras paso una de mis manos por su rostro y cuello donde me voy acercando y repartiendo suaves besos. No sabes que es esto que hago por lo que solo atinas a intentar alejarte pero eso es imposible ya que tus manos se encuentran bien sujetas a la cabecera de la cama y mi cuerpo sobre el tuyo limita tus movimientos.
Acaricio tu pecho lentamente mientras retiro ese pijama de seda blanco que yo mismo te coloque, ya no hay rastros de las heridas que te marcaban días atrás, tu perfecta piel es exquisita. Beso todo lo que encuentro a mi paso llegando a una de tus tetillas la succiono fuertemente logrando arrancar de ti algunos jadeos. Te observo intentando incorporarte, la sed vuelve a notarse, intentas morderme pero no estoy a tu alcance y en un vano intento elevas un poco tu cuerpo frotando inconscientemente nuestras caderas.
Como si algo se hubiese activado dentro de mi poniendo mis hormonas a mil, arranco lo que queda de tu ropa y la mía dejándonos a ambos en cuestión de segundos desnudos, me miras unos momentos como quien mira a una presa… solo piensas en sangre, en mi sangre pero eso es algo que no te daré por ahora, primero debes aprender quien manda y quien es la verdadera presa aquí.
Sujeto con una mano tu mandíbula asi tus colmillos no impedirán mis intenciones. Lentamente recorro con mi lengua tu cuello bajando por tu pecho repartiendo besos por tu firme abdomen llegando a tu miembro que se empieza a despertar, lo tomo entre mis manos con movimientos lentos y pacientes viendo como te retuerces y abres y cierras tu boca… como si estuvieras por decir algo, pero… eso ya no es posible.
-Aaahh ahh – Tus gemidos son la más hermosa melodía que existe para mí y solo yo tendré el placer de oírlos.
Te corres en mi mano con un ronco gruñido y ya no pareces tener intenciones de huir, se te han ido las pocas fuerzas que te quedaban por lo que en un grácil movimiento libero tus muñecas y te volteo dejándote boca abajo.
Tan distraído como estas no notas lo que hago hasta que introduzco el primer dedo lubricado con tu misma esencia, te remueves incomodo pero impido algún movimiento mas tomándote por los cabellos y haciendo presión, no es difícil saber que eso no te agrada. Levantas tus caderas quedando apoyado sobre tus rodillas facilitando sin pensarlo mi trabajo.
Meto el segundo y luego un tercer dedo escuchando tus quejidos que suben de tono mesclados con los gemidos que largas cuando toco ese punto que hace a tu ser estremecerse y arquearse de gozo.
-Shh tranquilo pequeño no te alteres que lo que viene ahora te encantara- susurro sensualmente en su oído una vez retirados mis dedos de su entrada, tome mi miembro y lo posicione para penetrarlo, seria doloroso para el por lo que decidí entrar de una sola estocada.
-AAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRGGHHH… AAAAAH… AARRGGHHH- los gritos no se hicieron esperar, se movía frenéticamente intentado escapar de mí produciéndose más dolor, por lo que lo sujete fuertemente de la cintura restringiendo sus movimientos.
Oía perfectamente sus lamentos que me rompían el alma entonces fui acariciando su pecho dando suaves besos por su espalda esperando que así se relajara mientras masturbaba su miembro que clamaba por atención. Sus garras destruían las almohadas y sabanas buscando algún escape o medio que lo libere de esa situación.
Después de unos minutos empecé con movimientos lentos esperando a que se acostumbrara para luego sujetarlo fuertemente de sus cabellos plateados y seguir con estocadas algo salvajes olvidando por completo el mundo fuera de esta habitación, aquí solo importamos tu y yo Zero nadie más.
Te volteo y vuelvo a penetrarte sintiendo tus garras enterrarse en mi espalda pero no me importa, el olor de mi sangre te hace perder el control pero aun así no me has mordido. Gimes sonoramente en mi oído excitándome mucho más lo que me incita a darte mucho más duro, tanto como me sea posible. Ambos estamos por llegar al clímax y en ese momento de éxtasis total en el que mi mente vuela olvidando todas las preocupaciones a un paraíso donde solo está tu cuerpo y el mío, te oigo y veo un brillo irreal en tus ojos, estoy seguro no fue mi imaginación.
-Kaname…
Tal vez no todo este perdido después de todo.

Notas finales:

Espero que les alla gustado =)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).