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Lectura misteriosa por Fyrea

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Notas del fanfic:

Esto es lo primero que escribo, no sé si lo último... Me gustó escribirlo, ya que amo esta pareja, así que quizás más adelante me anime y escriba algo más, no sé... jasjajsa (:

Espero que les guste... y lo disfruten! (:

Notas del capitulo:

Un one shot de esta pareja que me ha robado el corazón! 

JONGKEY! ♥

 Sentado frente a una de las mesas del camerino, estaba él leyendo frente a su laptop muy concentrado. Había perdido la cuenta de cuántas historias de ese mismo estilo había leido en las últimas semanas y se había enviciado con cada una. Es que... no podía entender como aquellas adolescentes podían plasmar tan bien historias que ni a él se le hubieran pasado por la cabeza.

 

Ahí estaba, enfrascado en su lectura cuando un sonido lo desconcentró, ese sonido conocido que le encantaba, porque era fan número uno de lo que venía a continuación. Miró automáticamente hacia su derecha para ver salir a un Kibum armoniosamente vestido con unos jeans rasgados color rosa, su favorito, que dejaban entrever algunas secciones de la piel tersa de sus piernas y una polera gris holgada y sin mangas. Lo miraba con esos ojos felinos suyos y no pudo sino reparar en la laptop que se encontraba frente al moreno, parecía como si en las últimas semanas se hubiera vuelto su mejor amiga.

 

- ¿Qué haces tanto con esa computadora? Andas para todos lados con ella. Estoy al borde de ponerme celoso – le dijo sonriendo y guiñándole un ojo, mientras se acercaba a Jonghyun.

 

- Leer – se limitó éste a responder, cerrando la laptop, como si eso le dijera mucho al rubio.

 

- ¿Qué lees? – inquirió Key, quien esperaba que Jjong le dijera más que un escueto: “leer”.

 

- Historias – No quería que Kibum siguiera preguntándole porque no sabía que cara pondría si supiera qué estaba leyendo exactamente, pero bien sabía que no se quedaría con las vagas respuestas que le estaba dando.

 

- ¿Qué clase de his...

 

- Tenemos que irnos – le interrumpió Jonghyun tomando su portátil. – Los demás nos esperan en la van. – Le sonrió, adelantándose.

 

Jonghyun se las vería más tarde, nadie dejaba a Kim Kibum con la palabra en la boca.

 

           

 

En la van, Jong había vuelto a abrir su laptop, bajo la mirada inquisitiva de Key. Onew, en el asiento de atrás iba en medio de unos revoltosos y juguetones Minho y Taemin que trataban de enbromarse entre ellos, pasando a llevar a un descolocado y azorado Jinki.

 

           

 

Hace más o menos dos semanas, Jong aburrido había estado navegando por diferentes páginas referentes a ellos. El grupo era tan famoso, no sólo en Corea sino también en países en los que no se hubieran siquiera imaginado, que había muchas. Después de un rato, cansado, se dijo a sí mismo que entraría a la última y apagaría la computadora, al clickear en la página y ésta desplegarse encontró una lista de fanfics. En la izquierda de la pantalla había una lista de “parejas” y sus ojos se detuvieron en una. JONGKEY. Sintió que el corazón le dio un vuelco.

 

Sabía que una parte de las fans fantaseaba con que ellos fueran una pareja real, pero nunca tomó en cuenta aquella vez que escuchó de parte de su manager, el hecho de que algunas incluso escribían historias sobre ellos y que más encima esas historias eran publicadas. Leyó la primera, sólo por curiosidad, y de ahí no se detuvo. Esa noche estuvo hasta las cuatro de la madrugada leyendo.

 

Luego de la primera semana ya no sabía cuántas horas había dedicado a esa página. Había leído diferentes y variados fics en los cuales él y Kibummie eran los protagonistas, y en algunos aparecían también Taemin, Minho y Onew como personajes secundarios. Muchas de ellas eran impensables. Ellos siendo aventureros, empresarios, granjeros u ocupados en cosas muy diferentes a las que ejercían actualmente, en otras eran amigos que se conocían por casualidad en el metro, en una cafetería, en un parque o en algún lugar con atmósfera a romance.

 

Lo tenía embobado el poder imaginarse viviendo de verdad cada una de esas historias junto a Key. Junto a la persona que lo encandiló como una estrella fugaz la primera vez que lo vio. Pero a pesar de lo enamorado que estaba nunca se había atrevido a ir directo con él, y a pesar de todas las indirectas y acercamientos, Key no daba señales de darse por enterado o de corresponder. Según Jonghyun, Key veía todo como un juego, como parte del show que ellos ofrecían a las fans y que para ellos resultaba simplemente entretenido. Key era demasiado inocente como para ver más allá de los hechos, y de los ojos brillosos con los que lo miraba Jong, su puppy, como le decía con cariño.

 

 

 

Al llegar a casa, Onew se dirigió a la cocina, Taemin se fue directo a la ducha y Minho decidió hacer lo mismo. Jonghyun se sentó en el sofá dejando su portátil en su regazo pero sin abrirlo y a su lado se sentó un Kibum bastante curioso.

 

- ¿No abrirás tu computadora? – inquirió.

 

- Eeh... no, se me cansó la vista. – contestó Jong en una pequeña sonrisa.

 

- Eso te pasa por leer mucho, Jonggie. A todo esto, ¿qué fue lo que me dijiste que leías? – Recordaba perfectamente que Jonhyun no le había dicho qué leía, pero pensó que así sería más fácil que soltara la verdad. No entendía qué podía ser tan secreto para que se lo ocultara.

 

- Historias – volvió a responder Jong ante la mirada de desaprobación del rubio.

 

- Pero, ¿Qué clase de historias?

 

- Son cuentos... escritos por nuestras fans.

 

- ¿Y son interesantes?

 

- Algunas – dijo con aparente desinterés. “¡Todas!”, gritaba en su interior.

 

- Mmm... ¿Puedo leer alguna? – inquirió Kibum insistente.

 

- Después – dijo el moreno, mientras se levantaba rápidamente. – Ahora, voy a tomar una ducha. Despúes. – Y le dio una hermosa sonrisa antes de salir disparado por la escalera, dejando a un desconcertado Kibum sentado en el sofá.

 

- Quizás si sea necesaria la ducha – se dijo para sí mismo ya en su habitación.

 

Se había duchado antes de volver a casa, pero la verdad es que necesitaba sentir el agua fría para reordenar sus pensamientos más que para limpiar su cuerpo. La verdad era que varias de las historias le habían hecho pasar las penas del infierno, y si no, andaban muy cerca, con los sucesos en ellas. Imaginarse a un Key sudoroso y muy cerca suyo no era la gran cosa, sus juegos siempre incluían manos por aquí o por allá, pero algo muy distinto era imaginárselo COMPLETAMENTE desnudo y gimiendo en su oreja por el placer que se entregaban mutuamente. Eso era harina de un costal que en años no se había atrevido a tocar.

 

 

 

Salió de la ducha y se amarró la toalla a la cintura. No había notado cómo había transcurrido el tiempo mientras se encontraba en el cuarto de baño sino hasta que vio el reloj que estaba en su velador. Había pasado más de una hora y ya eran casi las once de la noche.

 

Cuando giró a su cama con intenciones de ir en busca de su pijama se dio cuenta de que algo le faltaba. Su laptop. Salió enseguida de su habitación, y corrió escaleras abajo en busca de Key, estaba seguro de que él lo tenía y si no se apresuraba a quitárselo averiguaría lo que desde la tarde había estado indagando en él sin resultado alguno.

 

Al llegar al piso de abajo, se encontró con las luces apagadas y con nadie merodeando por ahí. Se dio cuenta de que, luego de la presentación, los chicos habrían quedado agotados y estaría cada uno en su alcoba, durmiendo, lo más probable. Aún así, seguía en él la sospecha de que Kibum tenía su portátil, ya que no era tan despistado y recordaba bien haberla dejado sobre su cama antes de entrar a ducharse, así que no descansaría hasta conseguirla de regreso.

 

Subió otra vez las escaleras y se arrimó a la puerta de la habitación del rubio tratando de escuchar, pero al no oír nada, decidió abrir la puerta. Apenas la abrió, una única luz se notaba en la estancia. La que provenía desde la pantalla de su computadora.

 

- Key... yo... esto... – balbuceó el moreno ante los ojos que recién habían notado su presencia en el lugar.

 

- Jonggie, ¿Por qué no me contaste de que leías estas historias... – titubeó – sobre nosotros? – Sus ojos no reflejaban ni enojo, ni rechazo como se lo había esperado, pero tampoco podía definir qué era lo que realmente le transmitían.

 

- Y-yo... – tartamudeó acercándose y sentándose en la cama del rubio. – Temí que te enojaras.

 

- ¿Por qué habría de enojarme, puppy? – preguntó con un rostro lleno de ternura, dejando la laptop en el velador y encendiendo la lámpara que se encontraba allí.

 

- Ki-kibum... yo... es que yo... yo no sé cómo explicar...

 

- ¿Qué cosa? ¿Por qué te apenas? Son sólo historias, Jonggie. – le dijo Kibum en tono conciliador y puso una mano en su hombro

 

- Sí... sólo historias – dijo fingiendo una pequeña sonrisa. – No es nada, ¿Cierto? Jaja.

 

Jonghyun se levantó de la cama y tomó su laptop.

 

- Buenas noches, Kibummie – le dio un beso en la frente y se encaminó a la puerta y mientras iba hacia allá una idea cruzó por su mente. Se devolvió y dejó la portátil otra vez en el velador. – Sólo... sólo quiero probar una cosa.

 

Quería probar, si tal como en las historias que habían pasado ante sus ojos y por su imaginación en esas semanas, Key le correspondía.

 

Apenas dijo eso, Kibum le iba a preguntar qué era, pero no alcanzó ya que la pregunta siquiera logró fraguarse en sus labios cuando Jonghyun ya tenía los suyos posados en ellos. Sintió una de las manos del moreno en su cuello y la otra en su cintura. Había esperado tanto por ese beso, que ahora no sabía cómo reaccionar. Se quedó paralizado mientras el moreno masajeaba sus labios con los propios y colocaba intensidad en sus bocas.

 

Al notar que el rubio no le respondía el beso, se detuvo. “Son sólo historias”. Era verdad. Lo soltó, sin decir nada y se dio la vuelta para tomar el aparato, pero cuando iba por él, la mano de Kibum lo asió por la muñeca, obligándolo a darse vuelta para encararlo. En eso, Key se levantó también y tomó el rostro del moreno.

 

- Kibum, lo siento, discú... – fue todo lo que alcanzó a musitar hasta que sintió los suaves labios de Key de vuelta en los suyos. Esta vez, no sólo respondía a su beso sino que había tomado la iniciativa, lo que hizo que una llama de esperanza se asomará entre sus pensamientos. Pero cuando el rubio añadió un poco de lengua a su beso, sus pensamientos se esfumaron del todo.

 

Sintió que algo le explotaría dentro, mientras jugueteaba con la lengua del rubio que cerró los ojos ante la intensidad del momento. Jong había rodeado por la cintura a Key y éste le rodeaba el cuello con los brazos. Sus labios friccionaban a un compás que con cada segundo conseguía mayor fuerza, empezando a dejarlos sin aliento. Jong subió sus manos y tomó el rostro de Key para separarlo de él mismo a regañadientes.

 

- Siempre me has gustado, desde el primer momento en que te vi... Kibum, yo te amo. -  No supo de dónde provino ese mar de valentía con el que le había dicho aquello, pero era lo que sentía y no tenía nada de qué retractarse.

 

- Yo también te amo, Jong. Hace mucho que guardo este secreto... yo... pensaba que todo era parte del juego – tal como lo había pensado Jonghyun. – Nunca creí que te fijarías en mí de verdad – bajó la cabeza.- Tú tienes tantas admiradoras, eres tan varonil... pensé que algún día llegarías aquí contándonos que tenías una novia y a mí se me rompería el corazón.

 

Jong le levantó el rostro al escuchar eso último.

 

- Jamás de los jamases te rompería el corazón, Kibum. Jamás.

 

Le sonrió tiernamente y lo volvió a besar, esta vez sin nada de timidez escondida en sus movimientos. Luego lo tierno se volvió juguetón y empezó recorriendo con su lengua el labio inferior del más alto y con su mano recorriendo la espalda, provocando escalofríos en el rubio.

 

Cayeron a la cama, sin separar los labios que aún se amoldaban de forma cada vez más sensual y candente. La temperatura se disparó varios grados en el termostato y sus cuerpos parecían notarlo pero ellos no, que ahora, sin ser sus labios lo suficientemente audaces movían sus manos marcando el cuerpo del otro. Jong había introducido sus manos dentro de la polera gris que llevaba Kibum, y daba gracias de que fuera holgada, lo que le permitía mayor libertad para recorrerlo. Kibum por su parte no necesitaba de mucho esfuerzo para lograr sentir el pecho y la espalda del moreno ya que Jonghyun aún sólo llevaba puesta la toalla, que hasta el momento no había dado amenazas de querer escapar de su cintura.

 

- Hay otra cosa que quisiera probar – dijo Jong con una voz sugerente, en medio de un beso.

 

Key se paralizó un poco, pero no quería hacer notar su nerviosismo ante el hecho, pues ya sentía un fuego quemar dentro de él y a cada segundo que avanzaban sus caricias, ese fuego no hacía nada más que avanzar. No dijo nada, pero mirando a los ojos a Jong asintió. Dejó que con delicadeza lo despojaran de su polera y se sintió extasiado cuando el moreno empezó a recorrer su pecho con su boca, auscultando cada lugar de esa piel que se mostraba tan cálida y sumisa ante él. Comenzó a bajar hasta llegar a la cremallera del pantalón de Key, lo abrió y rápidamente le quitó los pantalones, pero con la misma delicadeza con la que le había quitado la polera.

 

Esto ya era más de lo que nunca había pensado poder hacer con Kibum. Había pensado que nunca nada pasaría entre ellos y se había resignado al jugueteo que se había hecho habitual entre ellos, pero que nunca pasaba de eso, un juego.

 

Volvió a arremeter los labios de Key, quien lo recibió gustoso y lo besó con fuerza, mientras sus manos recorrían aquellos pectorales que lo estaban empezando a volver loco. De pronto sintió cómo, sin soltar sus labios, Jong pasaba una pierna sobre él para dejarlo técnicamente aprisionado entre sus muslos, luego se soltó la toalla que ya empezaba a molestarle y dejó ver su pene que ya se encontraba algo erecto por todo el contacto.

 

Jonghyun comenzó a bajar, nuevamente, por el cuello del rubio dejándolo soltar un suspiro al lamer su clavícula cuando iba en dirección a los pechos de éste. Al llegar ahí lamió, mordió y succionó a su antojo, y ahora los suspiros de Key se habían vuelto gemidos que lo dejaban con la respiración entrecortada en medio de risitas juguetonas del moreno, que llegando a las piernas del alto siguió con su juego. Luego, y sin previo aviso, se ubico entre las piernas y lo despojó del boxer. Tomó entre sus manos las virilidad del rubio y la frotó suavemente, escapándosele a éste un gemido que salió desde lo más profundo de su garganta. Luego lo tomó por la cintura y él se arrodilló en la cama, para dejarlo sentado sobre sus piernas.

 

- Jong... yo jamás... he hecho esto... con nadie -  pronunció Kibum casi apenado.

 

- Key, yo no quiero forzarte a nada... podemos parar, si así lo quieres -  y aunque él estaría dispuesto a parar para que Kibum no pasara por algo que no deseara no creía que su entrepierna estuviera tan de acuerdo.

 

- No – dijo Key dándole un pequeño beso. – Quiero continuar -  le susurró al oído.

 

Se besaron otra vez, frotando sus cuerpos en un vaivén rítmico. Jong volvió a recostar a Kibum en la cama mientras se ensalivaba dos de sus dedos, que al hacer contacto con la entrada del rubio hicieron que éste diera un respingo.

 

- Dime si hago algo mal, no quiero lastimarte.

 

- Continua -  le dijo Key doblando un poco su espalda ante las sensaciones que le provocaban aquellos dedos en su recto.

 

Cuando Jonghyun dio cuenta de que la entrada se encontraba más dilatada volvió a coger a Key de la cintura y lo apegó a él. En medio de un beso lo dejo bajar, apenas rozando el extremo de su pene con la entrada de Kibum, quien suspiró más que audiblemente en el oido del moreno, cosa que le excitó más de lo que podía soportar y lo dejó caer un poco más, apenas un par de centímetros que hicieron emerger un gemido de entre los labios del alto. Jong no paraba de besarle el cuello y Key se deshacía en sus brazos mientras enroscaba sus dedos entre los cabellos de Jong y le mordía el lóbulo de la oreja.

 

Jjong levantó un poco a Kibum para dejarlo bajar luego, casi lo mismo que en la vez anterior y luego repitió la acción varias veces seguidas, creando un ritmo con las caderas de ambos. Jonghyun ya no aguantaba más ese lento ir y venir lo estaba desquiciando, pero no quería herir a su Kibummie y eso era más fuerte que sus deseos sexuales. Pero Key también notaba como el sumo cuidado con el que lo trataba lo estaba desesperando.

 

- Házlo, puppy -  le susurró en el oido, lamiéndole toda la oreja lo que generó un escalofrío en toda la espina dorsal del moreno.

 

Se decidió y entró con confianza en el cuerpo de Kibum, quien soltó un fuerte gemido, ahogándolo en el hombro de Jong que ahora mordía.

 

El más bajo buscó los labios de Kibum a tientas entre la escasa luz de la habitación y aferrándose a ellos comenzó a embestir la entrada que lo acogía ahora. En ninguno de los fanfics que había leído, ni en los más osados, habían descrito realmente la esplendorosa sensación que era tener a Kibum sobre sí, el sabor ni el roce de su piel, ni lo excitante de sus gemidos y suspiros. Es que, de verdad, creía que eso era algo imposible de describir.

 

Mientras Kibum subía y bajaba proporcionándole placer, él se encargó de darle placer a él. Tomó su pene, que se encontraba entre ambos y empezó a frotarlo, primero con suavidad y luego con meticulosidad, para a continuación seguir el mismo ritmo que ellos llevaban.

 

Key ya no podía más, sentía que la cabeza le iba a estallar, el calor que lo invadía de pies a cabeza lo estaba dejando fuera de sí. Dejó salir el aire contenido entre suspiros y gemidos, encorvando la espalda, aferrándose a la de Jonghyun, que gemía de igual forma sin dejar de frotar el miembro descubierto de Key.

 

Ambos supieron cuando iba a ser el momento y cuando ambos llegaron al momento máximo de su excitación se unieron en un abrazo y un beso que amortiguaron sus quejidos de placer.

 

Se quedaron allí sin separar sus cuerpos, aún fundidos en ese abrazo.

 

- Te amo, Jonghyun. Te amo.

 

- Y yo a ti, Kibum. Te amo.

 

Cayeron de lado en la cama, Jong salió de Kibum con cautela, pero sin deshacer su unión.

 

Se separaron un poco, sólo lo suficiente para poder mirarse a los ojos, y sólo cuando el frío comenzó a hacerse sentir se soltaron para poder acomodarse debajo de las mantas y ahí reanudar su abrazo, quedando esta vez el pecho de Jong pegado a la espalda de Key.

 

Ahí estuvieron en silencio, escuchando sólo la respiración del otro, hasta que la voz de Kibum interfirió en la oscuridad.

 

- ¿Jonggie?

 

- Dime, Kibummie.

 

- Cuéntame una de esas historias que leíste sobre nosotros – pidió.

 

- No es necesario – le contestó con voz queda.

 

- ¿Por qué?

 

- Porque nosotros ya hemos empezado a escribir la nuestra – respondió dándole un beso en el níveo hombro.

Notas finales:

Espero les haya gustado! n-n

Sean lind@s y háganmelo saber en los rws! c:


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