Loki loves to be tied up. Clint has just the skills to do so, and on occasion lets Loki tie him up.
Clint era un as haciendo nudos. Después de haberse criado en un circo, el mago le había enseñado como hacer los nudos más resistentes del mundo.
Y nunca pensó que le pudieran servir de tanto estos nudos. Pero desde que había empezando aquella loca y extraña, pero a la vez perfecta relación con el Dios de la mentira, aquellos conocimientos le habían servido de mucho.
Sobretodo en la cama.
A pesar de que muchas veces Loki amaba darle ordenes mientras estaban a media faena, también muchas veces le dejaba tomar el control.
Y Loki amaba que le atara. No sabía porque, y tampoco quería saberlo, a él le gustaba complacerle, más si podía conseguir algo haciéndolo.
-¿Pajarito?- una manos rodearon su pecho desde detrás del sofá y él solo miró hacía arriba.
-¿Qué ocurre?- le preguntó, sonriéndole.
-Ven a la cama conmigo.- le dijo al oído, mordiéndolo con suavidad.
Y como si tuviera un resorte, el arquero se levantó y empezó a andar detrás de él, sin quitar la vista de aquel prieto trasero. En cuanto entró, se echó sobre Loki, tirándole encima de la cama se sentó sobre su estómago, sonriendo travieso. Unió sus labios de forma tempestuosa con los de su peli-negro, que llevó una mano a sus caderas para acariciarlas por debajo de la camiseta.
Sus labios se acoplaban a la perfección, como si ellos dos estuvieran destinados a estar juntos. Loki hizo una nota mental de preguntarles a las Nornas sobe si su destino estaba realmente atado al de aquel hermoso hombre rubio. Rompió el beso para así poder besare el cuello a la vez que empezaba a sacarle la camiseta de manga corta que vestía.
-Lo-loki…- musitó: el cuello, junto con sus orejas, eran su punto débil. Y el Dios lo sabía y se aseguraba de atender especialmente bien esa zona antes, mientras y después.- Ngh.- un de los fríos dedos le habían pellizcado un pezón.
-Átame, Clint.- le susurró antes de quitarse la camisa, dejándose caer al colchón y sonriendo sensualmente.
El menor solo sonrió y se acercó a su rostro, gateando, y le dejó un suave beso en sus labios, un simple roce antes de alargar su brazo hacia la mesita de noche y sacó una cuerda de color negro y, tras acomodarse en el pecho de su novio le cogió una mano, besándosela con ternura antes de pasarle la cuerda la muñeca y entre los dedos, luego, hizo lo mismo con la otra mano, pasando la cuerda de la misma forma antes de pasarlas por uno de los agujeros que tenía la cama en el cabezal. Una vez hubo terminado de atarle, descendió hasta poderle besarle los labios otra vez, con pasión, resiguiendo los músculos de su pecho con las yemas de sus dedos.
-¿Te gusta?- le preguntó Loki, mirándole sonriente.
-Me encanta… mi Dios.- sus labios repasaron el mismo camino que había trazado su dedos, llegando rápidamente a la erección del otro.- Y a ti también, por lo que veo.
-Me fascina, ya lo sabes.- dijo relamiéndose los labios.- Ya sabes que hacer.- le dijo, ya que ni estando maniatado dejaba de decirle qué hacer.
Y a él le gustaba.
Desbotonó el pantalón y lo retiró con premura, junto con la ropa interior, relamiéndose los labios de forma golosa al ver el miembro erecto de su novio.
-Ngh…- gimió cuando se lo metió a la boca, sintiendo los pliegues de la blanca piel rozar su paladar, el sabor, salado, extasiándole los sentidos.
-Ohh pajarito…- gimió Loki, removiéndose enérgicamente en la cama haciendo fuerza con las manos intentando liberarse, aun a sabiendas que era imposible pues los nudos de su rubio eran casi imposibles de deshacer por la fuerza.- Joder…- abrió las manos antes de intentar cerrarlas, pero al tener los dedos atados también le fue una tarea imposible.- Clint…
El susodicho empezó a succionar con más rapidez, sumergido en los gemidos que su novio liberaba de sus apetitosos labios. Sentía la piel caliente en sus labios, como palpitaba dentro de su boca, haciendo que un segundo después la su propia lo hiciera aun encerrada en sus apretados pantalones. Con urgencia abrió el botón y metió una mano dentro de su ropa interior, acariciándose a si mismo, moviendo las piernas para poder sacarse la ropa que aun tenía. Una vez fuera, llevó dos de sus dedos a su propio miembro y los embadurnó con el pre-semen que salía antes de llevarlos a su entrada para prepararse.
-Hum, ngh…- sonidos ahogados salían de su cuello a la vez que movía sus caderas en contra de sus propios dígitos.
-Cli-clint.- le llamó.- Desátame.- podrías deshacer la cuerda y sus nudos con un solo hechizo, pero su mente no estaba lo suficientemente centrada como para poder conjurar al más simples de todos los conjuros.
Sin decir nada, el rubio obedeció, sentándose otra vez sobre el pecho del otro, sin ver la sonrisa maliciosa que se posó en los labios de su amado, quien en cuanto tuvo ambas manos libres, le tumbó a la cama, dejándole bocabajo. Con un chasquido de dedos, las cuerdas ataron las manos del arquero, que jadeó sorprendido al sentir aquella dureza en su trasero, empezando a penetrarle.
-¡Loki!- dejó caer su cabeza hacia delante, junto con su torso, dejando solo su trasero arriba.- Ohh… Loki.. más rápido.- le dijo, con un tono de súplica que volvía loco al peli-negro.
Empezó a moverse con energía dentro de su pequeño héroe, envistiéndole tan adentro como podía, besándole la espalda y el cuello con fervor y lamiendo parte del sudor. Unas embestidas después dirigió una de sus manos a la erección de su novio y empezó a masturbarle, oyendo sus gemidos de fondo. Y la tercera vez que tocó la próstata contraria, Clint se corrió a borbotones en su mano, manchando las sábanas y su propio estómago.
-Vamos Lo-loki… córrete ya.- le dijo mirándole por encima del hombro, suplicante.
-Como desees Clint…- con otra envestida se vino dentro de él. Segundos después, salió de su interior y se acostó, tendiendo al otro a su lado, deshaciendo el nudo y dejando que reposara en su cabeza en su pecho.- ¿Quieres tomar algo?- le preguntó acariciándole el pelo con ternura una vez sus agitadas respiraciones volvieron al ritmo normal.
-Batido de fresa, por favor.- musitó, cortándose los ojos con una mano, a lo que el otro le besó los labios suavemente mientras le ponía los pantalones sabiendo que el otro estaba demasiado cansado como para hacerlos por si solo.
Y demasiado cansado por hacer siquiera un conjuro, se levantó, dejando a Clint en la cama, se puso los pantalones del pijama y se fue a la cocina a por la bebida de su pajarito. Cuando estuvo en la cocina y tras servir el liquido en un baso, cogió un pudin, una cucharita y volvió al cuarto.- Fuiste muy rápido.- dijo Clint antes de sentarse en la cama para luego reposar su cabeza en el hombro del otro.
Loki no respondió, estaba demasiado ocupado en comerse su delicioso flan como para siquiera responderle a su novio. Una vez terminaron con sus respectivos alimentos se acostaron a la cama otra vez, cara a cara para poder besarse con el rubio, que se abrazó a él con fuerza, dejando que le acariciara el pelo.
-Buenas noches, Clint.- le susurró en el oído, acariciándole la tersa mejilla. Porque a pesar de que sus episodios de pasión podían ser bastantes rudos, después, Clint podía asegurar que su Loki podía ser la persona más dulce de la Tierra, Asgard Jötunheim y cualquier otro mundo que pudiera existir.
Lentamente, el de ojos verdes se quedó dormido, pero no Clint, quien siempre se dormía más tarde, porque era él único momento en el que podía ver el hermoso rostro del otro en total paz y tranquilidad. Miró las marcas en sus muñecas y sonrió: a pesar de que le encantaba poder tener a Loki a su merced en sus encuentros, no podía negar que también le fascinaba el hecho de estar maniatado y completamente a la merced de su hombre, ese que ahora dormía su lado. Se acomodó entre sus brazos y, tras dejar un último beso y de pegarse lo más que pudo contra Loki.
-Buenas noches, mi amor.- le susurró antes de caer en el mundo de los sueños.