-¿Y que se supone que haga ahora?- Pregunte sentándome en el sofá y tomando la pequeña mano entre mis dedos- Yo no me creo capaz, es más, estoy segura de que no lo soy-.
-Señorita Hwang, estos fueron los deseos de su hermana y si usted no lo acepta –hizo una pausa para acomodar sus lentes y fijar su mirada en mi- Me temo que la niña será puesta en adopción-.
En mi mente me debatía por saber que era lo que realmente debía hacer- Tampoco quiero que ella pase por eso, pero yo aun soy joven y no soy capaz de cuidar de un bebé –me limite a mirar el rostro de aquella pequeña que yacía dormida en el coche, esa misma que era mi sobrina y de la cual ahora me pedían que me hiciera cargo.
-Pues, si su decisión es que no puede hacerse cargo de ella, yo me encargaré de que sea dada en adopción –Terminó de recoger los papeles y meterlos a su maletín para luego dirigirse a nosotras- Tendré que llevarla conmigo esta noche y mañana llevarla al orfanato del centro-.
-No!– Me levante quedando a su altura- Me haré cargo de ella por más difícil que sea, pero no dejaré que mi sobrina pase por algo así aun teniendo familia– ya había tomado la decisión y realmente esperaba que fuese la correcta.
-Entonces necesito que firme la patria potestad y usted pasará a ser su madre sustituta ante la ley– nuevamente saco los papeles sobre el escritorio y me tendió una pluma para que firmara- Aparte, también debe firmar los papeles del testamento de su hermana para poder tomar en su poder todos los bienes que ésta ha dejado a su hija – sacó otros papeles más mientras yo solo me limitaba a firmar- La niña podrá disponer de todo esto en cuanto cumpla la mayoría de edad, mientras tanto usted será la responsable de todo lo que le pertenece y con eso tendrá que dar y abastecer una buena calidad de vida durante su crecimiento– termine de firmar y estreche su mano para concluir con la sesión.
-Haré mi mejor esfuerzo para que ella crezca bien y se convierta en una gran mujer como lo fue su madre, mi hermana– sonreí un poco entristecida al recordar la tragedia de unos días atrás.
-Sé que lo logrará y que esa pequeña se lo agradecerá de por vida –miro a la niña dormir y camino hacia la salida del departamento con su maletín en manos- Hasta luego y para cualquier cosa no dude en llamarme –sentencio saliendo por la puerta del departamento, yo solo asentí.
Volví al lugar donde la pequeña aun se encontraba durmiendo, observe sus delicadas facciones y sonreí por inercia, sabía que sería duro lo que ahora me esperaba, tenía miedo, pero no podía fallarle a mi hermana con lo que sé que era muy preciado en su vida. Ahora no solo debía cuidar de mí, sino también de mi pequeña sobrina de 3 meses.