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Only one word por mOny-san

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Notas del fanfic:

Solo, aprvechando las notas estas. Este es dedicado para Katy asi que...

¡Katy, has hecho que mi neuronas murieran!

Fin.

(?)

Notas del capitulo:

Bueno, como comenzar...

Este es el primer Shot que hago relacionado a la pareja y por ende la primera ve que casi me quemo la cabeza y primera vez que me sale sorprendentemente largo.

Katy, espero que te guste por que las neuronas han muerto por tu bendita culpa. ¡Disfrutalo!

Y por supuesto disfrutenlo todas las lectoras ^^

Nos vemos abajo.

 

~Bitter sweet~

Que si tenían que hacer una sesión de fotos, que si tenían que hacer las tomas para el video, que si tenían solo cinco minutos de descanso, que si tenían y que si tenían, realmente esto comenzaba a ser tedioso para el vocal. No es que fuera una persona a la que le gustara dejar las cosas a medias porque de verdad que lo disfrutaba. Cantar, bailar frente a las cámaras, modelar frente al director fotográfico sin siquiera medir el tiempo debido para que pasara el siguiente.

 

Realmente estaba cansado por todo aquello que tenían que hacer para el nuevo sencillo que se lanzaría tan pronto y terminara el mes que prácticamente iba a la mitad.

 

Las ganas de salir a tomar como cada fin de semana sorprendentemente se le esfumaron. No había la necesidad de hacerlo y aunque amaba que ese líquido recorriera su garganta pero ahora simplemente no se le apetecía.

 

Y es que sorprendentemente se le había olvidado que el vino existía. Había tenido la sensación de que alguno de sus compañeros le miraba más de lo normal en aquella anterior toma de fotos para “el nuevo look” del grupo. Y como no inmutarse que aquellos ojos color avellana le ponían toda la atención a sus movimientos.

 

- Byou san, podría moverse un poco a su derecha, su rostro – obedeció – asi esta perfecto. –

 

Una sonrisa que fue captada por el flash de la cámara se dibujo en aquellos excelentes labios, los cuales el cantante delineo con la lengua, juguetón sin despegar su mirada de aquel que se encontraba detrás del fotógrafo

 

Por supuesto que la vio, que aquella sonrisa había sido para el, ¡para quien mas! Si solo era el quien le estaba acosando con la mirada. Sus mejillas se tiñeron en un carmín ligero, agachando su rostro y girando un poco su cuerpo para que el vocal quien seguía con los mismos movimientos tuviera una toma más que excelentemente sexy, gracias a él.

 

- Que es lo que tanto mirabas, Jin chan – pregunto cuando se le había dicho un “es todo” caminando hacia el baterista quien se cohibió un poco.

 

- L-Lo estúpido que te mirabas asiéndole asi…

 

Jin hizo un movimiento con su lengua, delineando sus labios tal cual el vocal, Byou hecho una risita al ver como exageradamente el otro comenzaba a mover las caderas. Los nervios, las ganas de no mirarle se apoderaron de el cuando ya no supo que mas hacer, como molestar al rubio o como llamar un poco mas su atención.

 

No lo iba a negar, ese hombre le traía vuelto loco, sus movimientos, su voz, aquel cuerpo níveo que Byou mostraba eran pura perfección para el baterista. ¿Cómo no enamorarse de el? ¿Cómo no mirar a cada momento todo lo que hacia? ¿Cómo diablos hacerle para que no se diera cuenta de lo que ahora sentía? Sus besos que por supuesto no era más que puro juego tales como los que podía darle a Kazuki, a Manabu o hasta al mismo Rui. Sin lugar a dudas sabia que se estaba esperanzando con algo que nunca iba a suceder.

 

- ¿Sucede algo Jin chan? – pregunto preocupado al ver su nuevo estado anímico y aunque Jin le sonrió dulcemente, sabia que ese maldito baterista le estaba mintiendo.

 

- Es mi turno, supongo tengo que ir a las fotos.

 

- ¿Puedo mirarte? – jin abrió los ojos en total sorpresa. ¿Cuánto hacia que no escuchaba ese tono de voz en el otro? Esa suplica tan calmada y cariñosa con la que Byou le había hablado – Yo, bueno… - rasco su nuca nerviosamente - solo lo decía para que no te fueras a reír si algo extraño sucedía. -

 

Si, sin duda, Byou era un idiota.

 

Jin le miro con los ojos entrecerrados, con rencor. No pudo aguantar el no tragar saliva, esa mirada de reproche en su batero era realmente porque estaba molesto pero, ¿Qué diablos había dicho como para que se pusiera de esa manera? ¡Si! Quiso sincerarse un poco, pero el simple hecho de ver aquellos ojos que le miraban atentamente todo se había venido abajo, no pudo aguantar hacerle una de las tantas bromitas estúpidas con las que siempre salía. Se maldijo infinitamente a si mismo cuando el otro se iba sin siquiera mirarle.

 

- Siempre la hechas a perder… - esa voz le provoco un brinquito – Jin esta tratando de decirte algo y nunca le pones atención por solo estarle molestando. -

 

- Y a ti que te importa, Kazuki – contesto con reproche – además sabes que no puedo ponerle la atención que me pide. – desvió su mirada.

 

- Si sigues asi de imbécil, ten por seguro que Jin se aburrirá de esperar…

 

Byou no permitiría eso, en lo absoluto. ¿Qué Jin se aburriría de el? ¿De sus juegos? Pero si él era con quien mas convivía, con quien contaba para todo ¿y ahora el maldito de Kazuki venia a decirle todo aquello? ¡Que le dieran! La mirada preocupada del vocal provoco que el líder echara una carcajada y que después de eso Byou se lanzara a su cuerpo a jalonearle. Si bien tenían una amistad plena, y como era de esperarse Kazuki se había lanzado segundos después a besar la mejilla del rubio y justo para rematar diera un tronado beso a sus labios cosa que para nada disgusto al vocal.

 

- ¿J-Jin san?

 

Todos los presentes giraron a ver a aquel horrorizado cuerpo alarmándose al instante. No es que precisamente el baterista estuviera enfermo o algo por el estilo si no, que, aquella escena que había presenciado mientras las fotos eran tomadas, su cuerpo se había quedado en total shock, logrando que la tonalidad de su cuerpo se desvaneciera a uno mucho más pálido.

 

No tardo tanto para cuando Jin al dar un paso hacia atrás, había tambaleado, mirándolos aun con espanto. Sabia que estaba haciendo mal, no era como si el vocal pudiera ser intocable y no jugara aquello que Kazuki le provocaba, pero tenia miedo de que aquella persona que hacia poco había pronunciado el mismo rubio no fuera nadie mas que el guitarrita

 

- ¿Estas bien? – La voz grave del bajista le saco del asombro – ¿Jin te sientes mal? – el baterista solo se dispuso a negar con la cabeza gacha, sintiendo que de momento su garganta comenzaba a arder.

 

- Yo… podemos dejarlo por un momento, necesito ir al baño.

 

- B-Bien…

 

El baterista trato de relajarse, caminando hacia la salida del lugar para huir a los baños. Sentía todas la miradas a sus espaldas y aunque sabia que de alguna manera alguien le seguiría hasta ahí, no le importo en lo absoluto. ¿Desahogarse? Ni que le hubiera dejado aquel maldito como para ponerse a llorar, solo se relajaría y controlaría aquellos celos que comían su cabeza.

 

Abrió el grifo del agua aunque no podía utilizarla para mojar su cara, el maquillaje se arruinaría y serian largos momentos para volverle a maquillar y peinar. Escucho que la puerta principal se abrió de manera ruidosa, chocando con la pared y cerrándose de un portazo. A quien menos quería ver ahora le tenía prácticamente a centímetros de su rostro, observándole con detenimiento.

 

- ¿Te sientes mal? – pregunto preocupado.

 

- No es como si te importara como me siento.

 

- Claro que me importa, a pesar de lo que sucedió entre nosotros sigues siendo mi amigo y eso no va a cambiar.

 

¿Amigos? ¿Byou podía llamarle aun amigo después de lo que había sucedido? ¿Después de que le había dejado como una maldita cualquiera cuando le vio despertar? Le había entregado su cuerpo por completo aquella vez, Jin le había amado a tal grado que iluso pensó podría despertar aquello que por supuesto no había en el vocal. Aquella noche había sido tan perfecta, había probado sus labios infinidad de veces en aquella misma noche, había sido tan mágica que pensó podría llegar a conquistar con ello a Byou, pero todo había sido una simple pesadilla.

 

- No me vengas con esas pendejadas ahora, Byou.

 

El vocal quedo perplejo al sentir como el batero le empujaba para salir de una vez por todas. Sabia que sucedía, que Jin le estaba odiando desde aquella vez que sin siquiera darle una explicación se había largado de su propio departamento a un bar, a tomar hasta la maldita noche y asi provocar que el otro se fuera.

 

Sin duda, era de lo peor.

 

El bajista como ambos guitarristas vieron que el batero regresaba algo alterado y aunque solo uno de ellos sabia que estaba sucediendo al respecto, solo se dispuso a guardar silencio y ver como aquel cuerpo que modelaba para las fotos no era nada mas que un robot.

 

 

~Bodies moldable~

No estaba preocupado, ¡Estaba que se lo cargaba el mismo demonio! No porque no pudiera corresponder a lo que Jin le podía dar no impedía que estuviera hirviéndole la sangre del solo ver como le coqueteaba a ese maldito vocalista de BORN.

 

Chasqueaba a cada segundo los dientes, tronaba las articulaciones de sus dedos por el simple hecho de verle sonreír. ¿Qué tenia ese maldito para poner a Jin de esa manera? Porque estaba su baterista siendo tan educado y amigable con ese hijo de puta. Estuvo a punto de interferir su “linda” charla, de jalarle y llevárselo de una vez por todas.

 

- Hechas humo, Byou san…

 

- Ah, si hola Hiroto, estoy de maravilla ¿y tu?

 

- Vaya – rio el rubio Alicio – Tu sarcasmo me dice que efectivamente estas de malas. ¿Se puede saber porque? –

 

Hiroto estuvo a punto de reír, hasta que su sonrisa se desvaneció por completo. Había visto con algo de miedo como era que Byou apretaba los puños ante lo que veía, como era que importándole una mierda estaba a punto de ir a partirle esa maldita cara bonita que tenía el otro espécimen de vocalista.

 

- Voy a matar a ese bastardo, ¡lo voy a matar!

 

Hiroto como pudo le detuvo, tomándole de ambos brazos antes de que corriera efectivamente a descuartizar al otro. Fue sorpresivo para Hiroto el ver como Byou estaba tan furico, ver como se comía con la mirada asesinamente a Ryoga y como con aquellos puños cerrados estaba a punto de lanzarse a él. Sin duda y no era porque él se comportara de esa manera, pero aquellos eran celos, mas que unos simples y amistosos celos.

 

Tal vez una, sola por una vez Byou probó los labios del otro vocalista en aquel programa que habían hecho, si, nunca le dijo nada, no le pareció fuera de lo normal, ¡dios! El había besado también alguna vez al vocal de Sadie pero nunca se imagino que el ver como era que Jin hacia lo mismo con Ryoga le doliera a tal grado de querer asesinar a los dos, de sentirse igual a como suponía se sentía en batero cada que el hacia algo parecido.

 

- Pero que estoy haciendo – miro el suelo completamente asustado.

 

- Eso me gustaría sábelo también.

 

- Yo, tengo que irme, p-perdón Hiroto san.

 

Solo escucho un suspiro por parte del Alicio antes de salir huyendo de ahí. ¿Qué le pasaba? Porque diablos le afectaba tanto ver a Jin de aquella maldita manera cariñosa con el de BORN. Jin era soltero y no es que precisamente se fuera a quedar asi por su culpa pero odiaba que salieran con el… que saliera con quien fuera.

 

Fue rápidamente al estacionamiento, entrando al coche casi al instante. Quería salir de ahí, quería llegar a casa y tomarse una maldita cerveza y tal vez asi, las idioteces que pensaba se esfumarían.

 

Jin había estado teniendo una charla con el vocal, era tan agradable el chico que nunca se canso de sonreír o hasta de reír a carcajadas, era una persona realmente excepcional como todos en la compañía. Desde aquella vez que simplemente pensó moriría, ahora ya habían pasado algún par de semanas y es que el platicar con el vocal de BORN era como conocer otra personalidad infantil en la compañía. Aunque no solo con el sino hasta con el mismo vocalista de the GazettE.

 

- Vayamos a beber mas tarde. – dijo feliz alzando la mano y apuntando al frente, Jin solo sonrió ante la gracia que el otro le provocaba. – vayamos a invitar a Ruki san. – comenzó a caminar.

 

- Wow, wow – Jin estuvo a punto de correr para alcanzar al otro - Ruki san esta en ensayos y no creo sea prudente interrumpir, ya sabes que Kai san podría molestarse con nosotros.

 

- Entonces mandémosle un mensaje.

 

- Estoy de acuerdo.

 

La cercanía tal vez para ellos era algo ya muy natural. Jin se había pegado mucho al cuerpo del otro para poder ver que era lo que el otro tecleaba, hubo momentos en que el vocal se aprovechaba y giraba a darle uno que otro beso en la mejilla al batero y se echaba a reír junto con el otro, asi hasta terminar de mandar el dichoso mensaje.

 

- Ya esta, esperare a que me conteste asi que nos vemos en la noche. – comento Ryoga.

 

- Nos vemos entonces Ryo chan.

 

Habían escuchado un gritito pero ninguno le tomo importancia solo se despidieron con un corto beso robado por parte de Ryoga y cada uno se fue hacia donde debía. Porque no enamorarse de alguien como el, por que no dejar de una ve esos sentimientos que tenia hacia su vocal y se buscaba a alguien como Ryoga, que le demostrara el cariño que necesitaba  justo como lo había hecho.

 

Estaba consiente de que le gustaba al vocal, de que “Ryo chan” si podía llegar a conquistarle y hacerle feliz, pero simplemente para él era imposible en estos momentos, estaba completamente loco por Byou. Siempre en todo aquel tiempo había tratado de darle un si al vocal, de entender sus sentimientos y el si corresponder a alguien que le quería. Siempre, en cada salida Ryoga se lo preguntaba una vez mas, siempre diciéndole un “sabré esperar lo suficiente” cada que Jin le rechazaba.

 

Trato de ya no pensar mas, trato de que todo se le olvidara hasta llegar al estacionamiento y recibir un mensaje antes de que entrara a su coche. Sin duda una sonrisa se dibujo en  sus labios “Ryoga dice que te quiere, nos vemos en la noche Jin Kun” ¡Maldito de Ruki! Por supuesto que era ese enano vocalista el que le había provocado esa sonrisa estúpida, tal vez lo había tomado solo como juego, pero aquellas palabras realmente le llegaban.

 

No dudo en subir rápidamente a su coche, en contestar el mensaje con un “Ruki san, con  todo respeto pero, son un par de idiotas” arranco el coche y hecho una risa divertida, sin duda, aquellos dos junto con el guitarrista rubio de Alice Nine, tenían momentos bastante divertidos.

 

………………………………………………………………………………….

 

Y Byou no podía estar mas enojado de lo normal había llegado a casa aventando todo lo que se le pusiera enfrente, maldiciendo hasta al oxigeno mismo. Se suponía que Jin estaba enojado, que no reiría con nadie por que estaba también triste y ahora tenia que soportar verle sonreír para otro, que ese maldito le sacara las sonrisas que el también podía sacarle.

 

- Maldita sea… - bufo con enojo.

 

Pero porque se sentía tan asi, con aquel maldito coraje casi queriendo endemoniarle. Su cabeza dio vueltas pensando en alguna respuesta que le dijera el porqué del comportamiento del batero, del porque aquel acercamiento del vocal de BORN hacia el otro. ¿Amigos? Demonios lo eran de muchos ¿Casi hermanos? Diablos, se tenían la confianza de “mejores amigo” como para que ambos se llevaran a tal grado ¿Qué Ryoga estuviera detrás del castaño?

 

Sin duda esa pregunta le carcomió las neuronas por minutos.

 

No podía, eso no debía ser posible, Jin no podía corresponderle al otro sin que Byou se lo permitiera, pero, se detuvo en seco ante las caminadas que daba en círculos dentro de su sala. No es como si Byou pudiera impedirle enamorarse de alguien mas, no es como si estuvieran saliendo para sentirse a tal grado de quererles aun matar.

 

Su corazón era tan moldeable, esa era una explicación lógica o esa fue la que le dio el vocal a ese sentimiento que invadía su corazón, dejándose llevar por el momento.

 

 

~Liqueur~

Unos jeans de mezclilla claramente marcando cada contorno de sus piernas. Aquella camisa transparente casi parecida a un velo negro junto a aquella chamarra de piel abierta, su cabello rubio bien peinado y su maquillaje excelentemente colocado. ¿Acaso alguien podría resistirse? Aquella sonrisa con la cual dejaba a más de uno con la boca abierta esta vez no fue la excepción.

 

Si, lo sabia, estaba loco y era un entrometido, pero no perdería la oportunidad que Hiroto le había dado para “desesterarse” del trabajo.

 

- Huuy, de saber que Byou kun vendría mas… como decirlo. – Ruki se había quedado perplejo, vamos quien no, pero el mismo Jin que era a quien el vocal quería impresionar ni siquiera le miraba. – me hubiese venido un poco mas presentable. –

 

- ¿Qué? ¿Mas? Pero Ruki, tu te vez… perfecto. – dijo el mas joven de todos.

 

- Supongo, si Hiroto lo dice no debo dudarlo. – y con una sonrisa juguetona por parte del vocal Gazetto, el rubio Alicio no supo ni donde meterse por la vergüenza que todo aquello le provocaba.

 

Todos seguían riendo, disfrutando de su noche, incluso Jin se había unido a todo aquello, pero, porque era que Byou se sentía tan ignorado, que su cuerpo no había sentido esa presión que le provocaba la mirada de su baterista. Sin duda, el llamar su atención iba a ser mucho más difícil de lo habitual. Retiro la ahora estorbosa chamarra, dándose aire en el rostro con una de sus manos, suspirando y susurrando un “que calor hace”.

 

Jin por supuesto que lo había visto, que ese cuerpo le tentaba a bastantes cosas, pero debía de no hacerlo, debía de ignorarlo, de que su cuerpo no se tensara de solo tenerlo frente a si. Por supuesto que el que Ryoga estuviese a su lado le ayudaba de alguna manera.

 

- Jin chan ha estado muy callado. – Rieron – vamos Jin, cuéntanos aluna anécdota tuya, o una de Byou que él no quiere hablar. –

 

- No tengo nada que decir de mi, y de Byou no es como si me supiera toda su vida.

 

La mirada de Jin se entristeció y eso lo noto el vocalista de BORN. ¿Por qué era que esa faceta de Jin no quería conocerla? Si había algo que Ryoga no permitiría seria el provocarle esa tristeza e incomodidad al baterista. El mantel de la mesa les ayudaba a que no vieran sus manos, a que incluso ninguno de sus movimientos bajo la mesa fueran descubiertas.

 

Ryoga había pasado lentamente su mano por la cintura del batero, pegándolo hacia si y susurrándole al oído. Los ojos de Jin se abrieron expectantes al escucharle aquel pedimento, negó pero a los segundos asintió.

 

¿Qué putas se traían aquellos dos? Porque era que aquel enojo de Byou ahora lo podían notar Ruki y Hiroto. Odio aquella expresión ruborizada de Jin y más ver a Ryoga tan pegado a él.

 

- No creen que deberían de contarnos lo que se secretean a nosotros también. – su voz se escucho molesta.

 

- No es algo que no sepan. – contesto el vocal.

 

- Supongo yo soy el único que no lo sabe.

 

Su mirada furiosa se cruzo con aquellos ojos brillosos del de BORN.

 

- Es algo que no te importa Kojima – esta vez fue el turno de hablar del batero. Era la primera vez que le hablaba en toda la noche y le contestaba de esa manera, no pudo sentirse mas estúpido cuando Jin se levantaba y jalaba de la mano al Ryoga disponiéndose a salir al jardín trasero de la casa.

 

Por supuesto que Byou se levanto rápidamente deteniéndole del brazo y jalándole por la muñeca para que soltara al otro. Jin le miro con odio, con tal rencor que estuvo a punto de soltarle. Pero no podía, no debía de dejar que se fuera con otro, que le dejara por alguien como el vocalista eso.

 

- ¡¿Qué te pasa?! – le grito jalándose logrando zafarse.

 

- ¿A donde demonios vas?

 

- ¡A donde no te interesa! Además no sé que diablos haces aquí.

 

- Me invito Hiroto.

 

- ¡De haberlo sabido no habría venido!

 

Todos miraban la escena sin decir nada más. Estaban tan juntos, sus rostros estaban a escasos centímetros con una faceta realmente acecina, todos pensaban que se golpearían en cualquier momento y que si no les separaban terminarían por romper todo.

 

Jin estaba realmente furioso y Byou estaba realmente queriendo lanzársele encima. Se veía tan jodidamente excitante el batero asi, enojado, que se imaginaba mil y un maneras de hacerle feliz por la noche. Pero rápidamente se deshizo de todo aquello cuando su castaño se acercaba a Ryoga y le volvía a tomar de la mano, arrastrándole una vez más hacia afuera de la casa.

 

- ¡¡Que no te largas!!

 

- ¡¡Quien eres tu para in...!!

 

Todos se quedaron completamente shokeados ante lo que veían. Ryoga había jalado a Jin hacia atrás pegándolo a su pecho con los ojos completamente entrecerrados, enojado hasta mas no poder. Jin nunca se hubiese imaginado que probaría esos labios otra vez, que Byou le jalara de aquella manera brusca besándole al instante. Se derretía si, su cara estaba completamente roja, si, pero de eso a que se burlara de él era muy diferente. Y extendiendo la palma de su mano la dejo completamente marcada en aquellas mejillas pálidas de su vocalista, mirándole con rabia.

 

- No vuelvas a jugar conmigo Masahito.

 

- ¡¡Si no quieres que juegue contigo no vayas con ese idiota y vayamos a hablar lo que teníamos pendiente!! – grito enojado.

 

- ¡¡No tengo nada que hablar contigo, maldición!!

 

Una vez más, en toda la noche, el baterista estuvo a punto de salir, de tomar el aire fresco que necesitaba. Ryoga atentamente le seguía los pasos, si bien, ambos tenían una discusión ante lo que se habían “secreteado”. Pero Byou no les permitiría salir juntos, que estuvieran solos. Una vez más, le jalo.

 

- ¡¡Maldición, que puta palabra de, déjalo en paz no entiendes!! – esta vez Ryoga había dejado salir su lado agresivo logrando que Ruki corriera prácticamente a su lado a detenerle de ambos brazos, Jin se había puesto delante poniendo ambas manos en su pecho, deteniéndole. Byou solo se jaloneo ante el abrazo de Hiroto.

 

Solo fue cuestión de unos segundos para que todo aquello que ocurrió se desatara en un abrir y cerrar de ojos. Byou se había calmado por el segundo que Hiroto le detenía, zafándose al instante en que el guitarrista bajaba la guardia. Se lanzo sobre el cuerpo del Vocalista, logrando que Jin y Ruki les dejaran al ellos recibir golpes de ambos.

 

Realmente ninguno supo como actuar, como tratar de separarles. Byou había dado un fuerte puñetazo al rostro del otro vocalista, Ryoga le tiro unos segundos después devolviendo los golpes a donde le fuera posible. Ambos habían caído al suelo, pateándose, golpeándose a tal grado que las marcas no solo quedarían al siguiente día, durarían semanas en desaparecer.

 

No fue hasta que Ruki había dado una patada al estomago de Byou y Hiroto jalado por el cabello a Ryoga, separándolos al instante completamente jadeantes. Sus miradas se cruzaban sin despegarlas una milésima de segundo. Byou escupió la sangre que fluía por su labio y Ryoga la limpiaba con su antebrazo.

 

- ¡¡Si serán imbéciles!! – Aquella voz era de Ruki, tan potente como nunca, como ninguno de los dos la habían escuchado antes – ¡¿Y asi querían que Jin estuviera con alguno de ustedes?! ¡¡No ven que le están haciendo mas daño de lo que le han hecho, porque esto es para los dos, yo nunca me espere esto de ti Ryoga!! –

 

- ¿Donde esta Jin? – pregunto Byou ignorando las palabras de Ruki.

 

- Se fue… - contesto Hiroto con rencor.

 

No le falto escuchar mas para salir corriendo detrás de su castaño, tomar su carro y conducir a todo lo que pudieran los neumáticos permitirle. No dejaría escapar a Jin, no esta vez, si de algo de había dado cuenta hacia unos momentos atrás era que aquello que su cuerpo sentía al tenerle cerca, aquello que sintió al verle tan junto al vocal y aquellas ganas de verle y disculparse en estos mismos momentos no era para nada normal.

 

Ryoga había tratado de salir casi al instante de que lo hacia el otro vocal.

 

- Sabes que no es a ti a quien espera ver tocando en su puerta. – Ruki le había parado en seco con aquellas palabras, lo sabia, pero no se daría por vencido – Sabes que al que necesita ver en estos momentos es a Byou. -

 

Lo sabia, estaba tan consiente de ello como tan consiente estaba de que él le amaba, sin duda Ryoga estaría disponible para Jin cuando quisiera, le esperaría todo el tiempo que fuese necesario, pero, si por algún motivo, si Jin una vez mas de decidía por su vocal, le dejaría libre para que fuera feliz. Y aunque le doliera el rostro, pero aun mas el corazón, le deseaba toda la suerte del mundo.

 

 

~Sudden decisions ~

Estaba arto, tan arto como del ponerse a llorar como ahora lo hacia. Porque tenia que venir a echarle a perder aquel caparazón que estaba tratando de formar, porque no simplemente si no le quería no dejaba de molestarle.

 

Su corazón había corrido un maratón dentro de su pecho, había sentido que su estomago se contraía cuando aquellos labios se pegaban a los suyos de manera brusca, sorpresiva, tan deliciosa. De sentir de un momento a otro sus manos firmemente tomándole por el rostro. Le había dolido abofetearle, le dolía y temblaba la mano de solo recordarlo pero más le dolía el que jugara con sus sentimientos.

 

En algunos momento Ruki le dijo que a partir de aquello nada seria lo mismo, que a partir de haberle amado por solo una noche le dificultaría el hecho de compartir tiempo y lugar de trabajo con el. Pero había sido inevitable, no había podido negarse a aquel borracho y sexy vocalista que tenia.

 

Su cuerpo reaccionaba de solo recordar como era que le había tocado, su entrepierna dolía del solo hecho de imaginarse como le embestía tan rudamente. Sus palabras, su nombre acompañado de un glorioso gemido. Pero el solo hecho de recordar su rostro completamente descompuesto en miedo, aquellas palabras que le dijo al verlo despertar, sin duda era lo que debería de odiar y lo que más le entristecía.

 

Su celular sonó infinidad de veces con el mismo destinatario, agarrándolo y estampándolo a la pared con rabia ¿quería volverse a burlar? Minutos después los toquidos se hicieron presentes retumbándole en la cabeza, con tal desesperación que no hizo nada más que cubrir sus oídos.

 

- ¡¡Jin, abre la maldita puerta!!

 

Byou casi pateaba la puerta.

 

Del simple hecho de escucharle corrió, poniendo su mano en la perilla de la puerta. Por supuesto que quería verle, quería abrazarle, disculparse por aquella cachetada que le había dado, decirle una y otra vez cuanto era que ansiaba tenerle entre sus brazos una vez mas, pero no, no podía, no debía, no dejaría que jugara mas, que le dañara hasta enloquecer.

 

Se recargo en la madera, dejando caer su cuerpo hasta quedar sentado en el suelo. Su respiración estaba hecha un caos, su corazón latía a tal grado que pensaba saldría de su pecho, su estomago se estrujaba como la primera vez que le vio.

 

- Sé que estas aquí Jin… - su voz se escuchaba mas calmada pero no menos desesperada – las luces están encendidas, dejaste mal estacionado el coche. Jin por favor, te lo suplico, abre la puerta… - Jin abrió la boca tratando de decir algo, logrando que sus ojos se cristalizaran, solo opto por ocultar su rostro entre ambas manos, acurrucándose en su mismo cuerpo. – sé que soy de lo peor, que no me has perdonado por aquella vez que te deje como… que te deje solo en mi casa. De verdad que me gustabas, me gustas y mucho, pero aquella vez pensé que la había regado a tal grado que me odiarías ¿me odias no es asi? –

 

Jin solo negaba con la cabeza, como si Byou fuera a ver sus actos. No creía, no podía creer todo aquello. Sin duda le dolía, Byou estaba jugando con el una vez mas.

 

- Sé que estas pensando que juego con esto. – Jin se sorprendió – pero de verdad que no puedo verte con nadie, no quiero que nadie te toque más que yo, por favor, abre la puerta y déjame explicártelo, demostrártelo. –

 

Jin solo arrastró su cuerpo hasta quedar pegado a la pared, estirando su mano para dejar que el otro pasara.

 

Byou no puedo entristecerse mas al ver el estado del otro, lanzándose a abrazarle aunque los golpes le dolieran. Jin no correspondía a aquel abrazo sobreprotector, simplemente no dejaba de aguantarse las ganas de romperse a llorar.

 

- Jin chan, mírame – pidió en un susurro – mírame. –

 

Jin obedeció tragando con esfuerzo, implorando por que el rubio no viera aquellas lágrimas que había logrado secar con las mangas de la sudadera. Byou le miraba con tristeza, con esos hermosos ojos completamente lastimados por los golpes, los cuales recordó acariciando las zonas dañadas.

 

Byou cerró los ojos lentamente sintiendo por completo aquella caricia, dejándose llevar por aquel sentimiento que a gritos le pedía salir al descubierto. Si asi la pasaría a su lado, con aquel afecto, por supuesto se arriesgaría a todo por el. Abrió sus ojos con la misma lentitud, topándose con la cristalina y acuosa del otro, le sonrió leve antes de una ves por todas juntar sus labios en un beso suave que por supuesto dejo sorprendido al baterista, completamente inmovible.

 

- Porque diablos peleaste con Ryoga, nunca te hizo nada… - susurro tratando de cambiar el tontamente el tema.

 

- Me lo hizo.

 

- ¡Eso es mentira!

 

- ¡Me lo hizo quitándome toda tu atención! ¡¿Acaso no te diste cuenta de como yo te miraba?! ¡¿De como trataba de que me miraras o de que por lo menos me hicieras en mínimo caso en toda la maldita noche?! – Jin le miro sorprendido – No quería que se te acercara ¡que te mirara! –

 

No podía reclamar a aquellos gritos, sin duda no entendía para nada todo aquello que el vocal le decía. ¿Eran celos? ¡Por dios! Si el hombre estaba que reventaba a causa de ellos, y estaba más que consiente de lo que ahora le sucedía. No había necesidad de que tomara el valor necesario para poder hacer lo que le placiera, de que le besara.

 

Jin solo jadeo cuando sintió las manos del vocal en sus piernas, sobre su pantalón, besándole de manera repentina, introduciendo su lengua hasta el punto de incluso atragantarle. Jin trataba de sepárale, de que no le tocara mas, pero mientras se movía el otro lograba tocarle cada parte de su cuerpo, pecho, aquellos brazos tatuado hasta incluso un poco mas arriba de las piernas.

 

- No Byou, déjame… - suplico.

 

- Esta vez no te dejare ir. – se separo de sus labios esta vez estampando las palmas de sus manos en la pared, justo a cada lado de su cuello, impidiendo que se escapara. Tan cerca que sus respiraciones chocaban a cada segundo. – No te dejare ir, lo juro. Me gustas desde antes de aquella noche, me traes loco desde esa vez ¿acaso quieres que muera ahora por los malditos celos que me provocas con Ryoga? –

 

- ¡Ryoga me quiere!

 

- ¡Yo también lo hago, maldición!

 

- No me mientas… - se tenso – no caeré en esto, ¡déjame! –

 

- ¡Dije que no te dejaría ir!! Porque aunque no lo sepa admitir, te amo. ¿Qué mas quieres que te diga? como diablos quieres que te lo demuestre ¡¡Estoy que te mato, joder!! –

 

Sus miradas se cruzaron rápidamente, Byou por supuesto que no dudo en jalarle hacia si por la sudadera, besándole con tal pasión que sintieron derretirse. No era como si Jin fuera a desperdiciar aquella oportunidad que se le daba. Aquellas revelaciones que tal vez no serian ciertas, le llegaron en ese momento. Si Byou solo lo decía para volver a tenerle, estaba bien, solo que ahora Byou no seria el primero en despertar y huir.

 

Se levantaron del suelo mientras el batero se aferraba al cuello del otro, mientras le besaba con tal intensidad. Byou le detuvo por las caderas, pegándolo a su cuerpo y moviéndose hacia adelante, no perdiendo mas tiempo camino hacia la recamara.

 

El batero cambio rápidamente de posición empujando al otro y sentándose sobre sus piernas. Le beso con rudeza mientras desabrochaba aquella fina camisa, aquel velo oscuro que cubría su cuerpo con delicadeza. Bajando sus manos por todo el contorno de su pecho, de su abdomen, dejando sus labios para bajar a besar su cuello y parte de su pecho. Byou mantenía sus manos en los glúteos del otro deteniéndole, moviendo su cabeza de un lado a otro dejándose hacer.

 

Si pudiera, le abría arrojado sobre la cama, se habría subido a su cuerpo a arremeter contra el de una vez por todas, pero, era más que obvio el que el otro no quisiera, el que interpusiera sus manos sobre su pecho para detenerle y el seguirle besando. Trataba de recorrer a cada momento su cuello con la lengua, de querer por lo menos seguir bajando un poco más.

 

Pero no, Jin no se lo permitía, le detenía, se aferraba a él con tal de no permitirle, ahora, quitar su ropa, se dejaba besar, besaba a la par esos deliciosos labios pero aun seguía con la terquedad de no dejarle ir mas haya.

 

- Jin, déjame tocarte… - el baterista negó lentamente.

 

Necesitaba arrancar su ropa desvistiéndole de una vez por todas, mirar esa hermosa y nívea piel. Jin no lo permitiría, no dejaría que el otro tomara el control de la situación, necesitaba estar más que listo para cuando aquellas manos recorrieran por completo su cuerpo.

 

- Espera Byou…

 

- No puedo. – Le apego con rudeza jalándole por las caderas, haciendo que los ojos del batero se cerraran fuertemente al sentir su entrepierna aquella fuerza implantada en su entrepierna – quiero tenerte solo para mi… -

 

Lo empujo cambiando de posiciones, arrojándole sobre el colchón, acorralándolo una vez mas entre su cuerpo y las sabanas. Guio las manos del castaño a su cuello, bajando el la suyas desde su cuello hasta mas abajo de sus caderas, guindolas hasta sus piernas y subirlas una vez mas.

 

- No quiero hacer esto, pero no puedo soportarlo ya… - dijo con los labios entre abiertos, aferrándose a su cuello.

 

- No lo soporte. – Repitió – déjame tenerte una vez mas, haz lo que quieras conmigo… - su voz sonó de lo mas sensual logrando que gracias a aquello la entrepierna de Jin comenzara a doler, a palpitar de atención inmediata.

 

- Masahito.

 

- Me excitas tanto…

 

Quiso decirle una vez más que se detuviera, rogarle por que se fuera, pero aun no podía lidiar con eso y mucho menos aun podía siquiera calmar esa calentura que sus manos le provocaban. Cedió, llevando sus manos a la camisa de Byou, desabrochándola despacio mientras se dejaba hacer. Mirando de momento aquella sonrisa triunfal en los labios del otro.

 

Se sentía asfixiado, que el aire le faltaba cuando aquellos labios se aferraban a robarle el aliento a cada momento, al no serle permitido siquiera aspirar algo de oxigeno. Byou estaba a nada de terminar de quitarle la camisa y él no podía siquiera responder de la misma manera ni mucho menos intentar hacer otra cosa cuando sintió sus manos del vocal tocar sus caderas tan delicadamente pero con firmeza.

 

Sus miradas chocaron provocando un rubor en el castaño, desviándola al instante de ver aquella sonrisa sensual.

 

- Necesito que me toques, tócame todo lo que quieras. – su cuerpo se restregó tan descaradamente que sus erecciones se rozaron tan delicioso. Tomando su mano después para guiarla a su sexo – Tócame Jin… -

 

Acepto con algo de nervios sin despegar su mirada de la ajena. Movía su mano sobre el pantalón del otro teniendo la otra aferrada a su camisa. Byou le sonreía, se dejaba hacer sin siquiera replicar la lentitud. Se acercó despacio para no tensarle, besando su mejilla para seguir hasta su oído mordiéndole despacio, adentrando su lengua para repetir la acción.

 

Jin comenzó a retorcerse cuando los labios del rubio se empeñaban en dejar marcado su cuello, cuando desde este mismo bajaba tocando con la yema de los dedos hasta el cierre de su pantalón. Sintió sus mano subir lento mientras comenzaban a temblarle avisando que de alguna manera u otra disfrutaba de como le tocaba. Bajo el cierre del pantalón rápidamente, adentrando su mano bajo la ropa interior y sin dejar de mirarle.

 

- Ahh… - trato de morder sus labios. No pudiendo reprimir un gemido al sentir su lengua saborearle. Provocándole que su mano aumentara el ritmo.

 

- No sabes cuanto soñé por hacer esto – susurro – que el maldito alcohol no estuviera de por medio, sentir como me tocabas, querer terminar juntos… -

 

Byou bajo el pantalón del otro y tomándolo por la cintura le apego a su cuerpo. Jin había gemido tratando de bajar los jeans del otro, lográndolo y enredando una de sus piernas a las ajenas, moviendo insinuantemente sus caderas hacia adelante. Se aferro con una mano de los cabellos rubios del otro, ladeándole el rostro para darse espacio. Succionando su cuello y dejando pequeñas marcas rojas.

 

Byou busco la dureza del otro, tanteando hasta lograr bombearle con rudeza. Jin se seguía  retorciendo, clavando sus uñas sobre su espalda al aferrarse. El batero solo jadeaba, gimiendo cuando el ritmo aumentaba. No tardo para cuando Jin estaba a punto de llegar al orgasmo, para cuando Byou aumentaba el ritmo de su mano deteniéndose casi al instante.

 

- ¿Byou…?

 

El solo observo sin reclamar como era que el vocalista se llevaba dos de sus dedos a la boca. Lamiéndolos después sin dejarle de mirar. Estaba tan ansioso, necesitaba que aquello atravesara su cuerpo como aquella otra noche, como esa que Byou no recordaba con claridad. Enterró su dedo a su entrada moviéndolo bruscamente hacia dentro. Jin solo buscaba sus labios sin dejar de chocar su hombría contra la otra, adentrando su lengua a la boca de Byou casi atragantándolo. Su beso se hizo rudo cuando aquellos ahora tres dedos dentro del castaño se movían con ansiedad, chocando su lengua vulgarmente fuera de su cavidad bucal. Mantuvieron los ojos completamente cerrados hasta que el contacto en sus labios se desvaneció lentamente, dejando un beso suave tras otro, adentrando aun mas aquellos traviesos dedos.

 

- Nhhh Ya… maldición ya…

 

- Me necesitabas, niégame que no lo hacías

 

Las manos de Jin viajaron hacia sus nalgas, apretando y pegándole más a su cuerpo. Subió sus manos lentamente llevándolas bajo aquella camisa que aun llevaba el más alto, tocando su abdomen con tal lentitud con la que pudo apreciar sus jadeos dentro del nuevo beso.

 

- Byou…

 

El nombrado le nalgueo despacio provocándole un brinquito. Sus cabellos se vieron jalados hacia adelante permitiéndoles un beso totalmente asfixiante y delicioso. Adentro despacio a su cuerpo, sacando un grabe y sensual gemido de aquellos labios de Jin.

 

- Te odio… - Elevo sus manos para abrazarle por el cuello mientras el otro negaba con una sonrisa divertida.

 

- Sabes que no es verdad.

 

Volvió a sonreír cuando un suspiro afligido salió de los labios del castaño. Toco su pecho saliendo lentamente de él, excitándose al adentrarse con fuerza mordiendo sus pezones. Y Jin solo jadeaba, solo movía sus piernas abiertas de un lado a otro reprimiendo todo lo que quería salir de sus labios.

 

El vocal de Screw solo tocaba todo lo que sus manos alcanzaran. Aquellas piernas que en algún momento habían sido mostradas a las cámaras, sus caderas, su cintura, su pecho, moviendo sus manos abriéndose paso entre sus nalgas. Su lengua seguía jugando, lamiendo como si toda aquella suave piel fuera como una paleta.

 

- Niégame que no lo necesitabas…

 

- Nhhh N-No lo hacia… 

 

- Siempre te descubrí mirándome… - subió mas la pierna de Jin, adentrándose a su cuerpo con rudeza juntando sus labios a los suyos, hablando sobre ellos sin ningún espacio de por medio – Niégame que no me deseabas cada que yo me insinuaba… - y como si fuera una orden telepática, las manos del batero comenzaron a moverse – Niégame que no querías tocarme como ahora lo haces… -

 

El solo negó con los ojos cerrados, mordiendo su labio. ¿Qué si no le necesitaba? ¿Qué si no quería tocarle cada que Byou cambiaba su vestuario frente a el? ¿Qué si no le miraba a cada momento? ¡Nada de eso podía negarlo! Siempre le había deseado, a cada momento, tanto que terminaba por bajarse la calentura el solo, terminaba por gemir su nombre encerrado en los baños de la compañía.

 

Jalo al rubio del cabello cambiando posiciones, tumbándole sobre el colchón logrando que saliera de su interior, poniéndose sobre él, jugando con su lengua hasta la parte mas baja de su abdomen. No espero ninguna milésima de segundo para cuando sus dedos jugaban con su glande tomándole con suma delicadeza. Para cuando Byou sorprendido comenzaba a jadear con rapidez. ¿Acaso Jin se había comportado de esa manera aquella noche? ¿Acaso había disfrutado como Jin se la chupaba como ahora lo hacia?

 

Sus pensamientos ocupaban solo aquello para cuando se vio interrumpido por si mismo, por aquel gemido tan ronco que había gritado cuando la lengua del otro jugaba tallando contra su sexo. Su vista se nublo al instante, dejándose llevar por las succiones, por los gemidos ahogados que el otro daba sobre su miembro y para cuando reacciono, Jin ya se encontraba lamiendo sus labios de manera sensual.

 

Jugueteo ante los aun sorprendidos ojos del vocal. La mirada de Byou se ilumino, se prendió mucho más cuando veía como levemente el otro se masturbaba. Se relamió los labios, necesitaba estar dentro una vez mas, necesitaba hacerlo gritar de locura, escuchar su nombre entre los jadeos. Jugo con el, con su cuerpo, llevando su lengua a cualquier parte caliente que Jin tuviera en esos momentos.

 

- Ahhh…

 

Jin mordió su muñeca cuando había sido lanzado a la cama, había tratando de ocultar su rostro de la mirada persistente que el otro le regalaba, ahogando sus gemidos en su propia piel. ¿Cuánto había sido la resistencia? Ciertamente no lo sabia, para cuando trato de sacar una conclusión el otro se había adentrado a su cuerpo en una sola estocada, envistiéndole con una delicia inimaginable, tocando su próstata a cada segundo, escuchando aquellos gemido graves que Byou dejaba salir cuando contraía su entrada.

 

- Te necesito tanto, ahhh mas…

 

Como decirle no. Como negarse a un pedimento de esos que avergonzaron al propio Jin. Se movió despacio sobre su cuerpo, levantándole sus piernas para poder acomodarse entre ellas. Adentrando rudamente su duro miembro hasta tocar aquel punto una vez mas haciendo delirar a ambos.

 

El castaño a cada nueva estocada gemía con desesperación, perforando leve con las uñas la espalda del otro. Le abrazaba por el cuello, besando como le fuera posible sus mejillas, sus labios, su barbilla, su cuello, dejando entre cada contacto un suspiro sobre su piel. Sentía que en poco tiempo explotaría de placer.

 

Al momento en que su último gemido se sincronizara ambos habían arqueado la espalda terminando cansados. Jin había cambiado posiciones aun tembloroso al haber caído el otro sobre su cuerpo. Besaba sus labios con lentitud mientras era abrazado por la cintura, sonreía al dejar plantados fugaces besos la comisura de los mismos y el otro solo tratando de atraparle para fundirse en uno de esos besos que tanto ansiaba.

 

- Apenas estoy comenzando… - Anuncio Byou, mirando como el otro entrecerraba los ojos preocupado – Lo disfrutaras, yo lo se… –

 

Sintió como sus manos una vez mas recorrían cada parte de su cuerpo hasta lo más oculto de su piel. Byou le había levantado dejándolo sentado sobre sus caderas, levantándose y girar al otro hasta dejarlo una vez sobre el colchón, girándole para comenzar a tocar su espalda y besarla. Su espalda sintió aquella corriente y su bajo vientre solo alcanzo a contraerse para cuando el otro le había envestido con fuerza, levantándole las caderas y dejar su pecho sobre las sabanas, ahogando sus gemidos sobre la almohada.

 

Aquellas estocadas precisas le provocaban un delirio nuevo. Experimentando una vez más esa corriente por su bajo abdomen. Ambos cayeron rendidos mirándose y tratando de besarse aun con las respiraciones agitadas, Jin cansado cayo en un sueño pesado, no percatándose que Byou mantenía un abrazo protector, que sus piernas le rodeaban las suyas sin dejarle escapar.

 

- Byou...

 

El nombrado sonrió ante aquello, ese suspiro entre sueños del baterista le provoco una sonrisa boba.

 

 

~ Only one word ~

Aquella calidez en su cuerpo era extremadamente reconfortarle, y a pesar de que aun no abría los ojos trataba de sentir como era que esta ultima vez se sentían los brazos del vocalista rodearle la cintura. Por supuesto que hubiese querido despertar asi todos lo días, que aquel que le abrazaba no se fuera nunca, pero era imposible.

 

Su garganta le formo un nudo que provoco que su corazón comenzara a latir. Lo amaba o mas que eso, pero no podía seguir creyendo todo lo que el otro le decía, no podía vivir esperanzado a algo sabia nunca iba a suceder.

 

Se zafo lentamente de aquel abrazo, logrando que el rubio se moviera un poco para buscarle. Se detuvo en seco, si bien recordaba el vocal tenia un sueño bastante ligero a lo que mas nervios le daban, logro arrullar al otro tocando sus cabellos y aunque cerraba los ojos al hacerle aquellos cariños al otro termino lográndolo. Se levanto lentamente, tomando su ropa interior.

 

Por supuesto que Byou había sentido como el otro se levantaba, como había tocado su cabello para hacerle dormir una vez mas, sintió que estaba a punto de hacer un verdadero escandalo porque el otro se iría, porque lo sabia, pero quería experimentar lo que el otro había sentido al verse completamente solo en la recamara. Apretó los dientes cuando el otro se movía despacio en la recamara, apretó los puños de las manos cuando Jin había abierto la puerta de la recamara cerrándola al instante.

 

No iba a llorar, no, eso no iba con la personalidad del vocalista pero si se levanto con la rabia inhumando su cabeza, su cuerpo, se sentó sobre el colchón pensativo, con el entrecejo fruncido mordiendo sus labios. La calidez de un momento a otro se había esfumado, esa sensación que pensó sentiría al ver al otro a su lado aun en la cama se había ido a la basura.

 

Su miedo aumento cuando la puerta de la casa se abría, quiso pensar que había estado soñando aquello, que solo había escuchado mal, pero todo se corroboro cuando aquella puerta se cerraba despacio.

 

Sin duda Jin había hecho lo mismo que el al dejarle solo.

 

Rápidamente se dispuso a colocarse la ropa, a recoger cada prenda que había sido deprendida por el baterista. Trago saliva del solo hecho de recordar la noche anterior, de sentirse una verdadera mierda al sentir lo que el otro tal vez había sentido pero con mayor intensidad.  Pero su sorpresa fue ver a Jin  recargado en la pared al abrir la puerta, con la mirada y cabeza gacha, con lágrimas cayéndole de los ojos.

 

- No… Yo no puedo hacer esto… - susurro – Hubiese querido hacerte lo mismo ¡haberte dejado como tu lo hiciste conmigo! – Llevo ambas manos a su rostro ocultándolo, resbalándose por la pared queriendo caer al suelo – pero no puedo… -

 

Byou reacciono al instante y aun descalzo corrió a su lado, abrazándole e impidiéndole caer. Se aferro a él, le abrazo tan protectoramente que Jin comenzó a sollozar un poco más fuerte. Byou cerraba sus ojos, trataba de no flaquear a las grandes ganas de seguir con las lágrimas del otro. Solo opto por levantar su rostro por la barbilla, limpiar sus lágrimas y besarle lentamente.

 

Jin correspondió al instante, aferrándose a su cuello, besándole con una infinita ternura que termino por cautivar al vocal.

 

- Odio tanto amarte de esta manera…

 

- Odio tanto el yo no haberme dado cuenta.

 

Sus manos bajaron a las caderas del otro abrazándose a ellas sin dejar de besarle, sus intenciones habían cambiado, sus manos no estaban juguetonas como antes ¡Jin lo sentía! Sus caricias aun a pesar de ser sobre la ropa no tenían ninguna doble intención. Byou ahora comprendía que aquellos besos le tenían que pertenecer por mucho, mucho tiempo, que no tenía que dejar a aquel hombre que tenía entre sus brazos aferrados como si la vida dependiera de ello.

 

- Dímelo una vez mas Jin… - susurro sobre sus labios, jadeante – dime que me quieres y pasare el resto de mi maldita vida junto a ti. –

 

Jin no le respondió, las palabras no le salían, estaba tan nervioso que ni cuenta se había dado que estaba bien prensado a su cuerpo. Desvió su mirada avergonzado solo logrando que vio le volviera a guiar su mirada tomándole por el rostro.

 

- Dímelo.

 

Negó despacio, apenado. No entendía como era que se sentía de aquella manera, como era que estaba tan cohibido si anteriormente habían pasado una noche maravillosa. Sin pensarlo mas y cerrando los ojos articulo palabra.

 

- No tiene caso que lo diga, tú nunca te fija…

 

- No quiero escuchar eso, dije que me dijeras como te sientes.

 

- Yo bueno… - Byou había pegado mas su cuerpo, besándole despacio, ensañándose con aquellos labios como si quisiera exprimir todo de ellos, Jin flaqueaba, se dejaba hacer y correspondía por igual, tan deseoso, tan necesitado de el vocal – Te amo… - susurro entre el beso.

 

- Desde ahora tienes prohibido hablarle al maldito vocalista. – Advirtió el vocal – ¿BORN? ¿A quien putas se le ocurrió ese nombre? – Se dijo a si mimo con enojo- Matare a ese maldito de Ryoga. -

 

- Pero…

 

- Entiéndelo… - pego sus labios con los del castaño – soy celoso, puedo matarlo y ahora me perteneces. -

 

Byou no necesito nada mas para adueñarse por completo del cuerpo de aquel baterista que por supuesto él también quería, que pensó había perdido por una estupidez. Y Jin solo se había dispuesto a reír entre los nuevos besos que el otro le daba, a acomodarse sobre su cuerpo ya sentados en el sofá.

 

Si esos celos expuesto por  el vocal eran duraderos, entonces, eso quería decir que si seguía apreciándolos era por que el otro no dejaría de quererle hasta que él se lo permitiera.

 

Y Byou no dudo en matar a dicho vocalista una vez en llegar a la compañía, abrazar al castaño por detrás, besarle y restregarles a todos que por supuesto, de aquí en adelante y en una sola palabra Jin le pertenecía.

 

 ~Fin~

 

Notas finales:

Señoritas~ espero que les haya gustado y si no es asi me gustaría que me dijeran que no les gusto.

No se que mas decir, solo que espero lo hayan disfrutado como yo lo hice al escribirlo y sobre ese bello vocalista de BORN, Ryoga, bueno, no es que me caiga mal, solo quise matarlo por aquel beso que le dio al Byou en aquel programa...

¿Me dejaran reviews? ;w;)."

 

Katy, esto va para ti, si no me dejas un merecido Review, no escribiré ese KazukixManabu que quieres (????)

Gracias por leer y nos vemos ya sea en mis otros fics o en otra ocasión.

Besos~♥


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