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Essentia por LKramer

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Notas del fanfic:

 

Ok. Lo comenze en una madrugada, justo despues de ver la pelicula, lo deje un momento puesto que moria de sueño, prosegi y aqui esta!. 

Contiene material delicado. Trate de expresar mas detallado para que pudieras relacionar un poco mas. Y no solo la misma s narraciones de siempre. Espero poder alargarlo mas en un futuro y sacar algunos caps, no lo se todo va a depender del tiempo que tenga en vacaciones o fines de semana, pero sin duda de ellos dos tengo que sacar bastante,bastante mas. 

Enjoy!

El jardín basto y la luna cantándole, a la par de las hojas en los arboles, pareciera que hasta mis sueños podrían concebirse en aquel momento…Mis brazos se relajaban con el filo terso de terraza que adornaba el mirador de mi habitación. Me perdía en el momento que lo tome dentro del agua, no pensé dos veces en ir y arriesgar mi vida, por aquel completo desconocido, que no hacia mas que sostener sus mas fieles caprichos, algo había pasado en ese instante que no pude ni yo mismo reconocer aquel calor que sobrepasaba el agua helada que corría por los contornos de sus rostro, devorándome, y preguntándose a si mismo

¿Quién eres?... ¿Por qué?...

Me deshice del abrigo que llevaba puesto y lo coloque en el sillón más próximo a mí. Me relaje un momento esperando calmarme, lo único que iluminaba era una lámpara solitaria de piso que tenia dentro, lo demás era pura esencia de efecto lunar. Tome un libro que había dejado en la mesa donde tenía entre hojas algunas de las investigaciones que Hank me había redactado. Para ser sincero, no recordaba que yo lo habría puesto ahí. Leí un momento pero estaba tan cansado, de entrenar, que lo único que esperaba era el sueño mismo. Tome un lápiz con una punta que apenas se notaba, hice lo que bien parecía un verso, termino siendo solo mi propio nombre:

Charles Francis Xavier.

Le di vuelta a la hoja que se desprendía con veracidad del libro, la arranque fuertemente, la mire, e hice una especie de cigüeña –Hoy, por fin pude ver mas allá de aquellos reflejos en tus ojos, no solo eres ira…Eres mas que todo lo que hasta hoy he conocido –

A veces quisiera dejar la moral atrás, y acariciar el algodón de tu subconsciente, observar, tal vez tu te sientes de esta forma también, dame esa sonrisa que me obsequiaste el día de hoy, dime que es así…

Estaba dormido. Tan dormido que no pude sentir el viento helado que volvió áspera la piel de mis brazos, me desperté de golpe por el sonido de unos pasos que se dirigían a mi puerta. Como odiaba que mi mente, se concentrara hasta en el más mínimo detalle, cuando lo único que quería era estar tranquilo. De pronto, cesaron. Creí haberme equivocado por un momento y me acerque al manojo de la puerta.

‘’ ¿Estas despierto? ¿Qué hago si lo esta?, No, no puedo, Charles, despierta. Tal vez debería regresar. ’’

-¿Te parece divertido, venir a esta hora?- Cuando lo note, estaba vestido con una camiseta blanca, y un pantalón negro, sus ojos azules como lo profundo del océano donde lo encontré defendiendo el orgullo de su madre, estaban observándome con una estupefacción notable

-¿Tampoco puedes dormir?- De pronto su cara se mostro como todo el tiempo, tan llena de rencor, pero quería verlo, por alguna razón.

- A decir verdad, estaba buscándote Charles, por que tengo una inquietud, persistente, tan solo quiero que olvides todo por ahora. Escúchame, no vayas a entrar en mi cabeza, podrías?- Tomo asiento en uno de los lados de mi reposad y miro la superficie del buro.

-Adelante- Le dije. ‘’No’’

- Vete al carajo – Pensó, mientras sonreía aun mirando el buro. Tomó un libro, lo abrió e inspecciono. Apartaba las hojas con cautela, repentinamente lo cerro. Convine aquella extensa fila de dientes, con una simple curva de mi sonrisa.

-Sabes que puedes contar conmigo. Estoy algo deseoso de sueño, hoy estuve apoyando a los chicos bastante tiempo. Los avances que han tenido en lo que va de la semana han sido impresionantes, eso es lo que siempre espere, y tú…- Mientras volvía esos bellos iris hacia donde me encontraba recargado. Me abandono la idea que tenia en ese momento.

 – Hoy te ha quedado claro Erik, eres más que lo que imaginaste…Gracias, no había presenciado algo así. Es inexplicable. -

 Aparta esa vista. Pensé.

-¿Mas de lo que imaginaba?..., tienes razón esta vez.- Dijo, mientras apoyaba su mano para levantarse del pequeño espacio de cama y dirigirse a la misma terraza donde antes estaba descansando, pensando en el, y ahí estaba...

- No me basta, estoy orgulloso de ti, ha sido la sonrisa más sincera que te he visto, y el pensamiento más bello, podría compararlo con una rosa imponente, del carmesí mas amargo, retando a la nieve a marchitarla. Me lastima no compartir con cualquiera que me pregunte por ti. Eres oro, dentro de esa cubierta que aun no terminas de quitar- Mientras me acerque a él en aquel filo donde todos los sueños estaban hechos. Todos.

- No quiero que lo compartas – Miraba al piso, como dudando el que hacer. Esa vez me tentaba, a mirar dentro de él.

‘’La noche es tan larga Charles…Tan solo quiero que veas lejos de este espejo, quiero cambiarlo…’’

-Ibas a decirme algo, ¿Que era?-

-Deberías saberlo ya, ¿No te has metido de nuevo a rebuscar dentro? Adelante- Sonrió. Le correspondí.

 – Mm. Podría interpretar algunas cosas, pero esta vez quiero escucharte Erik. –

Bañaba sus labios de vez en cuando por el frio que resecaba la fina piel del rostro que me moría por tener entre manos, reclamando sentimientos. No quiero que si quiera te percates de una sola de estas ideas. Frunció el seño y pude sentir su vista algo insegura.

-Haz dicho que serias, como un hermano para mi, sabes, no puedo…- Estaba apunto de hacer esa respuesta mas larga, pero se había girado completamente hacia donde estaba. Era considerablemente en una posición extraña, mas alto que yo, y comencé a notar cierta auditoria de su parte. Se quedo como el polvo en las ondas del viento un silencio de parte mía…

 Tus ojos Erik, si tan solo supieras lo que puedo ver de ti…Estas entregado a mi.

Me dirigí a el sin mas que expresarle. Sin nada que añadirle.

‘’ ¿Que tan seguro te sientes de eso?’’  Pude escuchar. Mientras mantenía el dominio de sus reacciones.

Niégalo.

Pude ver sus labios alargarse. Y resumirme poco a poco lo que esa noche estaba lejos de ser un simple beso. Tomo uno de mis hombros y delimito su cara a escasos centímetros de mi nariz. Podía, ver sus exhalaciones ir y venir. Despidiéndose de él. No quería dejarlo ir, de nuevo. No podía ver otra vez una sola de sus lágrimas.

-¿Tienes sueño aun?- Expresaba con voz ronca, cuando poco a poco su frente se recargaba en las líneas de la mía. Solté el comienzo simple de una risa pequeña. –Erik…- Salió de mi boca un pequeño murmullo. Mis manos acariciaron su cuello, de la forma posesiva en las que unas horas antes me hubiera gustado adelantar.

Cuando lo había razonado, ya estaba, ahí, con el, tan cerca, y en medio de nosotros, el beso que jamás hubiera esperado. Metí mis manos entre su cabello,  olvide que estaban heladas. Pude sentir los poros de su piel alterarse, y sus labios acomodarse en mi boca. Me acerco solo para apoderarse con sus brazos de la curva de mi espalda; Su lengua poco se apartaba de mí. No dejaba que ni una sola de mis respiraciones no llevara su saliva.

Me sostuvo. Hasta que se apartó, pude escucharnos respirar de una manera agitada. Sostuvo mi cinturón con sus manos, y me acerco a él.

‘’Quiero deshacerme de esto’’  Pensaba. Sentí el seguro del mismo, abrirse con la energía de sus dones.

Comenzó a morder mi cuello. De vez en cuando apretaba de más los dientes.

-Nng…- Dejaba ir pequeños quejidos cerca de sus oídos, mientras sostenía su pelo castaño con mis dedos. Apretaba con fuerza. Mientras me acercaba con celo a su abdomen. Apenas podía intentar articular su nombre en la boca.

No pares. Nunca, mientras te comparta mis labios. Te regalo esta noche y toda mi vida…

Bajaba a su boca, a detenerlo. Estaba tan enamorado, de la lentitud de sus besos, del sabor de sus hilos de saliva y de esa pertenencia con la que aprisionaba mi cuerpo. El frio ya no era parte de nosotros. Cerro y aseguro a distancia con una de sus manos la puerta principal que había dejado ligeramente abierta. Me llevo hasta la orilla de mi cama, entre besos y maltratando mis muñecas. Me percate de una ligera hinchazón en mi cuello. Cerré las cortinas y apague la luz leve que tenia la única lámpara que presenciaba el momento.

Nos encontramos bajo de las sabanas. Y note que él ya se había desecho de su camisola, pero no tardo en hacer que perdiera de vista la mía. Su piel parecía crema en lo más tenue. Me dio a morder su pulgar mientras bajaba por mi torso besando pedazos de un camino que se me hacia interminable.

-Hoy cuando te vi saliendo de esta habitación en la mañana, me moría por morder esta parte de tu cuerpo y escucharte decir mi nombre- Se agasajaba de mi abdomen. Me hacia envolver sus piernas con las mías.

Lo aparte de mi cuando ya no pude más. Quite la sabana que nos cubría con calor y comencé a desabrocharme los pantalones. Escuche a sus manos haciéndolo a la par. Cuando me recosté nuevamente en las almohadas de plumas, se amoldaban a nosotros, su cuerpo estaba sobre el mio. Bajó hasta a mi cadera y comenzó a jugar son las orillas de la ropa interior que traía en ese instante, pasando su lengua tibia por mi entre pierna. Haciendo que lo deseara mas en cada beso que ponía. Humedeció la parte de en medio por encima de la tela, jalando delicadamente para que sintiera el contorno de su boca.

-Ahhh…Erik- Empujaba su cabeza, deseando que comiera lo mas profundo de mi sexo.

Cuando pudo sentir completamente húmeda toda la zona, tiro de los boxers grises que llevaba, y los aparto a un lado. Yo estaba tan tenso y erecto. Miró, mientras sostuvo mis piernas en sus hombros. No se contuvo demasiado y se posesiono de mi miembro, haciéndome quejar entre la sabana que masticaba. Su lengua estaba tan caliente. La movía con delicia de arriba abajo. Hasta la punta, donde ejercía presión con frenesí. No salía de su boca ni un instante, en todo momento me tenía rodeado con sus labios, mientras saboreaba el preseminal que dejaba ir. Me miraba con apetito a los ojos.

-‘’Te tengo en mis manos Charles... Si supieras como te vez desde esta vista, deseando que vaya mas rápido para poder venirte. Vas a suplicar un poco más…’’-

Aparto su cara y comenzó a masturbarme vertiginosamente.

-‘’P-para, me harás correrme cariño’’-. Pensaba insensatamente mientras mis respiraciones aumentaban. Y sostenía con más fuerza el estambre de incomparable cabello, tan sedoso, como la tibia miel que corría por la orilla de sus mejillas, esa que momentos antes había succionado de mí. Toco con el cuerpo de su lengua los pliegues de piel en mi miembro y movía con una mano mis testículos. De vuelta me introdujo hasta lo mas hondo de su garganta que hervía de lujuria. Trate de apartarlo. Pero me sostuvo las manos. Me quejaba mientras sentía como cada gota de esperma se depositaba en el. Apreté los muslos contra su cara que aun se mantenía pendiente de comer por completo hasta la última esencia de mí. Trago y levanto la vista.

- Eres el plato dulce que siempre desee en mi boca, exquisito y perfecto- Envolví mis brazos a su cuello. Me acerque a su pecho lo mas que pude y solloce – Te amo…- Me abrazaba firmemente y al mismo tiempo de plantarme pequeños besos por toda la cara que aun tenia algo enrojecida.

Baje por cada centímetro de su torso. Hasta llegar al punto en donde separo sus piernas y contemplaba lo erecto que estaba, baje la ropa oscura que se comprimía en consecuencia de la tensión. Sostuve su miembro en una de mis manos y sin apartarle la vista, lo observaba, entrecerrar los parpados y jadear por la presión.

-Ahh…Pruébalo!- Me exigía en la orilla de la cama. Mientras yo en mis rodillas frente al sueño que apenas podía creer.

Le sonreí. Y coloque la punta de mi lengua en la cúspide de su glande. Lo besaba tanto que mis labios encarnecieron y comencé a salivar mucho más. Era enorme. Y moría por sentirlo en mi paladar. Baje hasta que sentí el comienzo de sus testículos. Tomo mi cabello y se tendió por completo a lo largo cama. Movía mi cuello de arriba a todos lados. De verdad lo estaba disfrutando. Sentía que se me acababa el aire y de vez en cuando salía a tomar un respiro a sus muslos. Era el líquido y la carne más adictiva que nunca probé. De pronto aparto mi cara y me sostuvo fuertemente hasta pegarme en la pared…

‘’No aguanto ni un momento mas. Va a ser el comienzo de muchas noches en las que tu cuerpo va suplicar mis manos’’

‘’Que esperas para tenerme de una buena vez’’

…Pude sentir el frio de la pared en mi estomago, me tenia tan presionado y podía palpar cada parte de él, en mi espalda. Comencé a percatarme de sus dedos humedeciendo la entrada a la mitad de mis piernas.

-E-er….- Se metió de golpe dentro de mí. Quedándome sin una sola palabra. Dolía. Quería alejarlo un poco, pero inmediatamente comenzó a moverse con suavidad de atrás hacia delante, haciendo que cada gemido que salía de su boca entrara en intimidad con mis oídos. Metió su mano para comenzar a masturbarme. Tenía miedo que alguien escuchara los golpes continuos en la pared. Y a mí, pidiendo piedad, lloriqueando, mientras Erik me llenaba de placer.

 

Mis ojos estaban llorosos. Siempre he tenido mucha sensibilidad. Y estaba mas que expuesto en ese momento.

 

-Tranquilo cariño…- Me murmuraba mientras, mientras pasaba su lengua por un costado de mi cuello.

 

‘’Duele…’’ Le di a reconocer. Alzaba mi cabeza hacia atrás ahogando un jadeo.

‘’Puedo estar seguro que lo que te duele es que aun no este completamente adentro, no quieres que pare…’’

 

Temblé al escuchar sus palabras que sin necesidad de leerme la mente. Podria asegurármelas. Una y otra vez…

 

Me tumbo boca abajo en la cama y aumento la rapidez de los impulsos. Ya no era para nada discretos los ruidos que producían eco en la penumbra y los rincones de mi dormitorio. Estaba tocando tan profundo, que sentía que el clímax me podía llegar si abría la boca. Sin salir de mí. Me giro y quedamos de frente. Alzo al techo una de mis piernas para poder llegar aun mas profundo.

 

-Ahh, ahhh AH! – No recordaba ni el vocabulario, ni mi nombre, ni la hora.

 

Lo tome y lo acerque a mí con la debilidad notable de mis brazos. Estaba tan entregado y su merced.

 

La noche se tornaba de todos los tonos, y a veces en el balcón o en la comodidad de mi sofá, tocaba el punto más término a mí, pero se separaba de mi cuerpo, y tomaba otra posición.

 

Fue recargado a mi ropero donde mis piernas no pudieron más. Temblaban a cada empuje de su miembro. Mientras lo besaba satisfecho, celoso de esos labios que no eran de nadie más que de mi pertenencia. Levanto mis débiles extensiones y las sostuvo en su cadera. El sudor corría por su espalda y había humedecido su rostro, pero no paraba. Mis manos se apoyaban de sus fuertes brazos. Comenzaba de nuevo el aumento de velocidad.

 

Aaah!-Arañaba los músculos de su espalda, mientras me sostenía de el.-Mas…mas…-

 

‘’Nunca podría dejar de satisfacerte’’

 

No espere mas y me vine en su pecho, en medio de embestidas y saliva.  Me puso a la orilla como en un comienzo con las rotulas en el suelo y comenzó a masturbarse con la mano, sostuvo mi mandíbula para permitir saborearme el esperma que me había esperado. Me tendió en la cama aun besándome y apoderándose de los últimos centímetros míos que restaban.

 

Me cubrió con una sabana. Prendió una de las luces, que al principio molestaron mis ojos. Y se aproximó a cerrar las puertas del balcón.

 

Te vez tan bello desnudo Erik…

 

Escuche que una leve risa.  Aun tenia parte de mi semen en uno de sus pectorales. Y en la esquina de su boca. Me levante de la cama me duche con agua tibia en su compañía. Le encantaba hacerme sonreír bajo la regadera, me besaba o sus manos gustaban de relajar mi espalda, después secaron mi cabello. Me recosté en el colchón con ropa limpia, su ropa a pesar de todo el sudor que presencio, olía deliciosa. 

 

-Te regalo la polera si eso es lo que quieres – En tono burlón aproximándose a mí.

-Esta bien, es mía…- Le sonreí.

 

El mismo se encargo de que conservara el sueño esa noche.

 

-¿Crees que alguien escucho algo? En la mañana seguro el almuerzo me resultara incomodo- Pregunto a oscuras conmigo a un lado envuelto por sus brazos que ya estaban helados a pesar de la ducha templada.

 

- Espero que no- Fue lo ultimo que le dije. Nos pusimos frente a frente, como esperando a que cualquiera de los dos se rindiera al sueño.

 

-Erik…- Acariciaba sus mejillas pálidas. La pesadez de sus parpados no pudo aguantar tanto y me dejo apreciar un poco de esa preciosa debilidad por el sueño, la única que hasta ahora le conozco. Lo cubrí con la colcha mas gruesa que descansaba en los cajones, comenzaba a sentirse el frio. Me abrase fuertemente a el bajo su mentón. Comenzó a besarme bajo la seda borgoña que nos cubría el rostro.

 

Dime que no eres solo un sueño, vuelve a cada minuto de mis memorias, los segundos bajo el agua y no pude olvidarme de tu rostro, ya no podre dejarte un solo momento, no desaparezcas en la mañana, quédate lo que me resta, de esta forma…Charles.

 

Notas finales:

 

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Reviewwwws


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