- Según Freud, los niños pueden enamorarse desde los 4 años de la Mamá o el Papá, según sea el sexo del infante, sin embargo, también puede sentir afecto por sus pares si ya estableció bien su relación paternal. – La sicóloga no sabía como explicarle a Odín seriamente lo que ocurría, aunque muy bien Odín lo sabía, no por algo estaban ahí.
- Señorita, se porque estoy aquí, no me venga con tanto blablá!. – El pobre hombre estaba alterado y no podía controlarse, Odín era muy conservador, y tal noticia lo tenía con los pelos de punta, Frigga su mujer esperaba afuera con el Pequeño Thor, intentando consolarle y con la impotencia en la garganta de ver a su hijo así.
- Señor Borson, no hay porqué alterarse tanto, en esta sociedad la homosexualidad no es un tema tabú.
- ¿Qué no lo es?!, mi hijo de 7 años está putamente enamorado de su hermano y usted señorita me dice que no es tabú?!. –
Frigga escuchaba desde fuera los gritos de su esposo contra la sicóloga, que pobre de su suerte, no tenía la culpa, se sentía pésimo, Odín quería pastillas, tratamiento como si su pequeño hijo estuviera enfermo, echa una furia lo encaró apenas este salió de la oficina.
- ¿Cómo se te ocurre tratar al niño así?! – Frigga empujó a su esposo y lo golpeó con su bolso – Él no está enfermo ni tiene nada malo!.
- ¿Nada Malo?!, el niño es Gay!, pero claro tu le promueves todo eso porque estás tan loca como la sicóloga!, quiero de mi hijo un macho, un vikingo!, y no una florcita como lo estás criando tú!. – Odín le gritó a su esposa, frente al pequeño Thor, frente a todos los presentes de la clínica. – Lo mandaré a noruega a que sea todo un hombre, y ni tu ni ninguna sicóloga lo impedirá.
- Lamento informarles señores que si continúan esta absurda pelea llamaré a seguridad y junto con ellos a la policía, ahora si me hacen el favor de calmarse, los invito a pasar.-
La sicóloga solo anotaba en su libreta, Thor sentado al centro suspiraba para no llorar, Frigga intentaba darle consuelo mientras Odín buscaba entretenerse en cualquier otra cosa.
- Dime Thor- Musitó por fin la especialista. - ¿Quieres mucho a tu hermanito?-
Odín ante esto reaccionó, pero antes de cualquier cosa la sicóloga le hizo una señal con la mano para que callara. - ¿Cuánto lo quieres?,¿él sabe que lo quieres?.-
Thor la miró de frente, luego observó tanto a Frigga como a Odín, los cuales asintieron para que hablara, al darse un poco más de valor, soltó todo de una, para impresión de los presentes.
- Él es mi hermanito, y yo lo quiero más que nadie, quiero cuidarlo siempre, protegerlo y llevarlo a la escuela, también quiero que sea mi novio y poder darle besos como papá se los da a Mamá, quiero casarme con él y ser muy feliz. – Thor se levanto de su asiento y se acercó a la doctora.- él sabe que lo quiero, no deje que papá me aleje de él, yo estoy enamorado!.-
Esa fue la gota que rebasó el vaso, Odín sin más se paró y tomo a Thor de la muñeca, sacándolo de ahí.
Ahí comenzó todo, los gritos, las peleas, el llanto, la policía, los abogados, el divorcio, no ver más a Loki.
Thor estaba realmente muy nervioso, habían pasado ya 10 años desde tal traumático evento, y aunque él no lo demostrara, jamás lo había superado del todo.
Le costó, y bastante, pero el pasar del tiempo y el tener que madurar tan joven y sin madre favoreció, a vista de su padre, que el joven rubio olvidara ‘completamente’ su amor de infancia.
Había tenido varias novias, le gustaban las mujeres de eso no había duda, nunca aparte de su hermano, había sentido mayor afecto a que una amistad por otro hombre, o el respeto hacia su padre.
Maduró, y a gran favor del punto de vista femenino, a sus 17 años, era todo un rompe corazones, seguro de si mismo, con su sonrisa que derretiría a cualquiera, con un cuerpo atlético, seductor, orgulloso de mí mismo, el gran Thor.
Pero ahora estaba ahí, en el patio, temblando, sentía náuseas, escalofríos, un pánico absoluto.
-Thor! – saludó animadamente Frigga quien salía de la cocina hacia la terraza para abrazarlo y repartir besos por la frente y mejillas. - Hola corazón, tanto tiempo!,¿Cómo estás?, que agradable verte!. – Thor respondió el gesto con un abrazo- Estoy bien, gracias, un gusto verla a usted también, mi señora. – y como todo un caballero besó el dorso de su mano y sonrió.
Odín que seguía en el interior de la casa intentaba sacar un tema de conversación con Loki, intentó de todo, partiendo con ofrecerle una bebida, hasta con un tour por la casa, pero el menor ni se inmutó y solo respondía “Estoy bien, gracias”.
-Eres bastante callado, hay algún deporte que practiques?, estás bastante flacucho. – Dicho esto golpeó ‘suavemente’ el hombro de Loki, provocando que este flaqueara.
-No, no practico deporte alguno, aunque suelo patinar con mis amigos en vacaciones.-
-Oh, ya veo!, ¿Qué tal la escuela, tienes novia, algún hobbie?. – tantas preguntas hacían sentir a Loki en un interrogatorio, pero tal como dijo su madre, debía responder todo y ser amable. – Me va bien, gracias, no, no tengo novia, me gusta jugar videojuegos y leer.- respondió sincero, sintiéndose incomodo por la sonrisa que le dedicaba Odín. – Muy bien. – Musitó Borson. – Pasemos al patio para que conozcas a Thor, ¿Lo recuerdas?. – Loki se detuvo un momento y pensó, Odín noto esto y lo miró, pero antes de preguntar algo, el menor ya se adelantaba a salir antes que él.
- Loki, cariño!, ven y saluda a Thor!. -
Thor flaqueo, pero a su favor, sin que nadie lo notara, Loki era más lindo que cualquier chica que él hubiese visto, incluso más lindo que su actual novia Jane, estaba nervioso, quebraría a llorar en cualquier momento, su hermano, su querido hermano, aquel que acepto casarse con él algún día, aquel le de daba flores, aquel que lloraba si no dormían juntos, estaba ahí, nuevamente frente a él.
Loki se sentía incomodo, el ambiente estaba tenso y él lo noto, las miradas expectantes de Odín y Frigga lo ponían nervioso, miro hacia el frente y vio a un joven rubio, un poco más alto que él, de cuerpo atlético y un ‘peculiar’ bronceado, al ver que el otro no reaccionaría, Loki intentó pronunciar un ‘Hola’, pero antes de cualquier movimiento Thor ya lo envolvía entre sus brazos y lo alzaba en el aire.
-Loki!, te extrañé tanto, no sabes cuanto!.-
Las lágrimas de Thor comenzaron a mojar su cuello, y esto lo incomodó bastante, le dio unas palmaditas bastante suaves y hasta con ‘desprecio’, Thor notó esto y lo bajó.
-¿Q-Qué pasa?. – La mirada de Thor daba a relucir lo confundido que estaba por la reacción del menor.
- Lo siento, para mi eres un completo extraño y me molesta bastante tu contacto físico.-
El ambiente se quebró ahí mismo, Frigga no sabía que tema cambiar ni Odín que ofrecer, Loki seguía ahí, como si nada.
Thor sintió que seguramente, su vida no seguía valiendo la pena.