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JUGANDO CON FUEGO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capítulo la investigación continúa y nuevas cosas salen a la luz

Capítulo escirto por Mayte (Shun4ever)

Capitulo 2. – Investigando.

 

Afrodita llegó cargado con las copias de las cintas de seguridad a la sala de reproducción. Suspiró y se acomodó en la silla tras pulsar el play en la primera de ellas, tomó el mando y pulsó el avance rápido hasta localizar la hora que le interesaba, la defunción del chico se había declarado sobre las 2 de la madrugada por lo que su objetivo comenzaba sobre las 10 de la noche con el fin de no perder detalle, el ver a los menores entrar las habitaciones y las caras de los clientes sonrientes… se le encogía el estómago sólo de pensarlo y el criminalista anotaba en su libreta cualquier movimiento extraño o sospechoso, no podían pasar nada por alto.

 

Pasada la media noche, tenía las caras de varios sospechosos y había mandado comprobar la identidad de los rostros para saber si encajaban con el dueño de los últimos movimientos de la tarjeta de crédito, cansado llegó a su pequeño apartamento para encontrarse con su pareja en él.

- ¿Algo nuevo? – Le preguntó desde su posición frente a una montaña de papeles.

Se acercó a él, se acomodó a su lado y comenzó a revisar los documentos escritos.

- Las caras de los posibles asesinos aunque por lo que pude leer en sus rostros nada me indica que así sea... – Suspiró dejando el papel y masajeándose la nuca – Estoy cansado. – Se levantó para ir a la cocina y preparase una taza de café instantáneo – Ver la cara de esas criaturas inocentes… - Suspiró de nuevo para regresar a donde estaba y apoyar la cabeza en el hombro de su pareja que lo recibió con un beso en ésta para perderse entre los papeles de nuevo.

- Al menos la victima no presencia signos de violación, al juzgar con los restos que encontramos, el sexo fue consentido y utilizaron protección, en una violación… - Negó levemente – El que la lleva a cabo nunca toma precauciones  – Suspiró para quitarse las lentes y masajear el puente de su nariz – Este caso nos va a llevar más de lo que pensé, no sé pero tengo la sensación de que…  - No pudo acabar pues fue Afrodita quien acabó la frase por él.

-  Hay algo más que sexo tras el asunto, la posición del cuerpo, el agarre al aire de la mano, ese muchacho dejó entrar al agresor y sobre estar ahogándose no puso mucha resistencia - Pietro asintió al tiempo que un sonido salía de su garganta.

- Si, ante una muerte así, la victima tiende a luchar con todas sus fuerzas y este muchacho – Tomó una de las fotografías – Apenas si lucha, cómo si confiara en que el agresor le soltara a tiempo - Afrodita se levantó dándole la taza a Pietro, que bebió sin protestar y se colocó tras él para comenzar a masajear su cuello y hombros.

-  Vamos a descansar por hoy Pietro, mañana nos darán los resultados y tendremos que comenzar a interrogar, tienes 5 minutos más antes de que te obligue a dejarlo. – Beso su cabellera azulada y abrazó su cuello - Prepararé el baño…

 

A la mañana siguiente en otra parte de la cuidad, un par de beepers sonaban embravecidos llamando la atención de sus dueños, el peliazul de melena larga se incorporó tan apenas para buscarlo sobre la mesita mientras su compañero regresaba de la cocina con una taza bien cargada de café recién hecho y tostadas, se acomodó a su lado y beso sus labios.

- Al parecer tenemos nombres y debemos comenzar con la investigación – dijo el pelilavanda a manera de saludo

- Llamaste? – Preguntó Saga mientras se estiraba en la cama perezosamente  

- Ajá… Afrodita, él se ha encargado de comunicarnos su hallazgo, al parecer el último movimiento de la cuenta no encaja con la cara de la última persona que entró en la habitación, alguien pagó la cuenta por él por eso no podemos perder tiempo, entonces … - el mayor besó los labios del pelilila para luego llevarse una tostada a la boca al tiempo que entraba al baño para asearse, Mu se levantó de la cama y se acercó hasta el baño abrazándose levemente.

- Afrodita no te ha llamado – el tono de Mu era algo... extraño

- Y?... nunca lo hace – respondió Saga despreocupadamente

- Creo que sospecha de nuestra relación

Saga se acercó a Mu y besó sus labios al tiempo que acariciaba su mejilla con el pulgar tras posar la mano en el cuello de su pareja.

- Ve... yo te alcanzó en un rato.

Mu asintió y salió del apartamento para llegar al despacho, allí encontró a Camus y a Afrodita revisando unos papeles, tomó uno de ellos y leyó el contenido.

- Un solo movimiento para tres habitaciones?, debemos entonces investigar a tres personas – dijo el recién llegado a los otros dos que asintieron en acuerdo

- Dónde está Saga?... últimamente siempre llega tarde – dijo con molestia el jefe que venía entrando y soltó el aire al verlo entrar – Saga tómate en serio tu trabajo o me buscaré a otro para que haga tu cometido – Pietro no dejó hablar al nombrado pues estaba un tanto alterado por el caso – Camus, Mu vosotros iréis de nuevo a esa casa,  tenemos dos habitaciones más por investigar y aseguraos de traer las cintas de vigilancia externa, si no entró por la puerta, el asesino podría haberlo hecho por algún otro lugar… Saga, Afrodita vosotros comenzaréis con los interrogatorios, de momento tenemos solo el nombre de aquel que uso su tarjeta de crédito y es uno de los sospechosos, su nombres es Milo Dalaras, si no conseguís nada, al menos haceros con el nombre de sus dos amiguitos, eso ayudaría bastante, yo me encargaré junto a Shura de hablar con el hermano de la víctima y posiblemente pasaremos por la mansión a hablar con los muchachos, quizás saquemos algo de ellos, Afrodita nadie como tú para leer los rostros, mantente pegado al busca porque te quiero conmigo cuando empecemos con las declaraciones de los muchachos.

 

Los allí presentes asintieron y comenzaron a desarrollar sus labores, Camus y Mu tomaron un coche patrulla y material en mano regresaron a la casona para tomar huellas de las otras habitaciones, tanto Mu como Camus se encargó de cada una de las habitaciones, Mu, en el primer piso, se colocó los guantes de látex, presionó el botón de su grabadora y comenzó a declarar lo que veía.

- Varios preservativos usados en la basura. – Continuó mirando – Un látigo en el suelo, esposas aún en la cabecera de la cama, mmmm... interesante…, pastillas estimulantes. – Sacó las bolsas para colocar lo que encontraba a su paso – Incluido un consolador – Suspiró – Quien estuviera aquí, se pegó una buena fiesta. – Apagó la luz para sacar la lámpara fluorescente – Existe evidencia de actividad sexual en la cama y otros fluidos que, al juzgar por la intensidad de la luz, podría ser algún tipo de lubricante. – Se acercó hasta donde estaba el látigo y se agachó un momento – Hay restos de sangre en el mango del látigo. ¡Dios! ¡No quiero pensar en lo que pudo pasar aquí!

 

Unos metros arriba, en una de las habitaciones de la parte izquierda, Camus se encontraba comprobando la habitación asignada, a simple vista no había encontrado nada, lo cual no dejaba de ser sospechoso y extraño, encendió su linterna de luz violeta y comenzó a buscar alguna señal de sexo entre los muebles y las sábanas.

 - Sábanas completamente limpias, no había rastro alguno de actividad sexual en ellas, el cubo de basura está limpio a excepción de unas colillas – Las tomó como pruebas y siguió con la búsqueda en los cajones de la habitación – Esta habitación es completamente diferente al resto, no hay juguetes sexuales en ningún lugar, no hay evidencias de sexo alguno, ni lubricantes, preservativos sin estrenar... Nada, quien estuviera en esta habitación o se encargó de limpiarlo todo antes de marcharse o realmente no hicieron más que hablar, el criminalista apagó la linterna y comenzó la búsqueda de huellas dactilares con la esperanza de encontrar algo más que unas colillas.

 

En la zona centro de la cuidad Saga y Afrodita llegaban a la dirección suministrada, era el apartamento del dueño de la tarjeta que realizó los movimientos, Saga miró a Afrodita para aclararle algunos puntos.

- Bien, experto en rostros… yo haré las preguntas, tú sólo… anota y haz lo que tengas que hacer - Afrodita le respondió con un arqueo de cejas, por algún extraño motivo Saga nunca había soportado bien la presencia suya, no le gustaba sentirse observado y era exactamente así cómo se sentía cuando le tocaba realizar algún trabajo con el peliceleste.

- Tranquilo Saga. – Dijo al tiempo que tomaba un sorbo de su café para llevar – Es sólo una entrevista – Se adelantó y llamó al timbre - Qué puede salir mal?

Del interfono se escuchó una voz y Saga se apresuró a contestar.

- Milo Dalaras?,… vive ahí Milo Dalaras?

- Sí, soy yo.

- Somos agentes de la policía, desearíamos hablar con usted de un asunto, creemos que es mejor que nos abra.

- Qué ocurre?, ha sucedido algo? – preguntó la angustiada voz por el intercomunicador

- Hace unos días estuvo usted en un local en el que se realizó un asesinato, queríamos hacerle unas preguntas.

El sonido de la puerta abriéndose sonó y los dos muchachos entraron. Tomaron el ascensor.

- Te tensaste hace un momento. – Comentó Afrodita - Quieres que pregunte yo?

- Estoy bien – respondió Saga muy seco y algo molesto

- Está bien. – Asintió levemente con la cabeza al tiempo que tomaba otro sorbo de su café, llegaron al ático en donde en una de las puertas Milo esperaba un tanto expectante, ambos investigadores mostraron sus placas al hombre y este les dejó pasar para cerrar la puerta tras de si.

- Ustedes dirán en que les puedo ayudar – dijo todo nervioso el dueño de casa

- Verá – Dijo Saga mientras sacaba una libreta para ir anotando mientras Afrodita miraba al muchacho sin apartar su mirada, tratando de encontrar algún detalle que le delatara. – En el local en el que usted rentó tres habitaciones el pasado sábado, se produjo un asesinato y nos gustaría – Hizo énfasis en esa frase – que nos contestara unas preguntas si es tan amable.

- Claro – Señaló al salón y les hizo pasar para acomodarse en una pequeña mesa de cuatro asientos, miró a los dos hombres – Ustedes dirán en qué puedo ayudarles.

Saga miró a Afrodita y este acomodó el café sobre la mesa para sacar una pequeña cámara y una libreta.

- No se preocupe por la cámara, es mera rutina. – Dijo el menor de los policías mientras preparaba la cámara. Se acomodó de mejor manera tras el pequeño objeto y miró a su compañero para asentirle.

- Bien… comencemos.  - Saga se acomodó de mejor manera en su lugar antes de comenzar. - ¿A qué se dedica?

- Trabajo en el departamento de ventas de la multinacional MARTEX, soy el veterano del departamento y suelo encargarme de que todo sea tramitado cómo es debido, mi principal función es controlar las ventas para no excedernos del presupuesto y ver cuales son necesarias y cuales no - Milo contestaba tranquilo pero le inquietaba sentir la presión de ambas miradas sobre él, se removió un poco en su asiento, Afrodita analizaba cada gesto al tiempo que seguía degustando de su café matutino.

- Cómo conoció de ese lugar? – Milo miró a Saga que no le quitaba los ojos de encima.

- Un… - Carraspeo un poco antes de seguir a lo que Saga arqueó levemente la ceja – Un amigo me mostró el local – El detector humano de mentiras anotó algo en su libreta – Él dijo que era legal y los muchachos estaban… bien cuidados.

- Ya veo – Continuó Saga – Así que sintió curiosidad y acudió allí el sábado.

- Si y no. Yo… - Cerró los ojos antes de continuar – Ya había estado ahí antes cuando fui con los chicos.

- Los chicos?... a qué chicos se refiere? – Saga se interesó

- Mis amigos de la oficina, les convencí para que fuéramos los tres. No pensé que… ¡Dios! – Parecía que acababa de caer en cuenta de algo - Somos sospechosos?

Saga se removió levemente en su asiento y sacó una fotografía de dentro de su chaqueta para entregársela al sospechoso, Afrodita se centró en la reacción del hombre al ver la fotografía, si él fuera el asesino haría un gesto por mínimo que fuera que lo delatara.

- Podría decirnos si conoce a este muchacho?

Milo tomó la fotografía y la observó con los ojos abiertos de par en par. “Asombro, Impacto, Duda” pero meneó la cabeza negativamente devolviendo la fotografía a Saga, Afrodita cerró los ojos y negó discretamente a su compañero, su primero sospechoso no era el asesino.

- Podría decirnos dónde podemos encontrar a sus amigos y sus nombres?

- Sí, claro. – Milo se levantó y buscó un par de tarjetas en un cajón del aparador, le entregó dos a Saga que las tomó examinándolas  – Sus nombres son Shaka Mahan y Aioria Floros, los encontraran en esas direcciones.

Saga guardó las tarjetas y asintió a Afrodita, que comenzó a recoger la cámara de video.

- Muchas gracias por su colaboración, le rogamos no salga de la ciudad por si necesitamos de su colaboración nuevamente, espero pueda comprender – dijo Saga muy serio, Milo asintió y los despidió acompañándolos a la puerta, en cuanto estuvieron en el ascensor y la puerta se cerró, Saga miró a Afrodita esperando su veredicto.

- Se sorprendió al ver la foto, la única muestra de engaño y/o culpabilidad fue cuando nos contó acerca de cómo conoció el local, yo creo que no fue él quien mató al chico, aunque me aseguraré bien repasando el video. – Tomo el último sorbo de su café y lo depositó en la papelera de la entrada del edificio - A por Shaka?

- A por Shaka – asintió el peliazul dirigiéndose al auto

 

Ambos se metieron en el coche patrulla para marchar a la nueva dirección, mientras en uno de los despachos cerca del depósito de cadáveres, Shura y Pietro estaban sentados frente a Ikki, que para ese momento sostenía un té entre sus manos aún incrédulo por lo sucedido.

- Quién pudo hacer algo así? Shun siempre ha sido una buena persona, él… no tenía enemigos – decía pesadamente el hermano mayor de la víctima, se notaba que le pesaba el corazón

- No tenemos duda alguna de que quien cometió el crimen… – Habló Pietro sin quitar la mirada del muchacho – Fue alguien conocido por la víctima ya que no hubo señales de lucha, lo que si nos gustaría es que nos facilitara nombres de conocidos, amigos o incluso parientes que pudieran haber estado en contacto con su hermano.

- No podría aunque quisiera, sé que tenía muchos amigos pero todos pertenecen a la familia Kido y bueno… no suelo pasarme por allí – dijo Ikky y se notaba rabia en su voz

- Cuándo fue la última vez que vio a su hermano? – Preguntó Shura acomodándose de mejor manera en la silla.

- Hará… unos… cinco días a lo mucho, no solíamos hablar de su trabajo porque siempre acabábamos discutiendo, yo… - Calló brevemente para tomar aire, al parecer estaba comenzando a asimilar el hecho de que su hermano ya no estaría más con él – No me gustaba lo que hacía y le insistía para que lo dejara…

- Quiere decir que conocía lo que hacía su hermano  y que además usted le dejaba estar ahí y no abogó para sacarlo? – Continuó Shura con las preguntas, al parecer a él le había tocado ser el malo.

- ¡Lo intenté! – Contestó el muchacho tras golpear la mesa, sus ojos se veían ahora humedecidos - ¡Juro que lo intenté!... pero él siempre volvía… sin importar qué trabajo le consiguiera siempre hacía lo imposible por regresar. – Se limpió las lágrimas que amenazaban con salir con una de sus manos – Decía que ahí estaba su familia y quería estar con ellos… nunca conseguí que estuviera conmigo más de dos semanas. 

Pietro soltó el humo de su cigarro y apagó la colilla en el cenicero al tiempo que rebuscaba una tarjeta del bolsillo interior de su chaqueta, Shura repitió la acción de búsqueda.

- Hemos terminado por ahora, si recuerda algo o a alguien en concreto… – Le pasó la tarjeta y Pietro hizo lo mismo – No dude en llamarnos.

- Y mi hermano? – Preguntó con un leve tono angustioso - Cuándo podré… Llevármelo? – Ikky estaba pensando en el entierro de su hermano

- Me temo que tendrá que permanecer una temporada hasta que aclaremos el caso. – Aclaro Shura al tiempo que los tres se ponían de pie y accedían a la puerta de salida.

- Sólo no salga de la cuidad por si necesitamos contactarlo. – Continuó Pietro – En cuanto pueda llevarse el cuerpo, se lo haremos saber. – Recitaba la frase casi de memoria, sin sentimiento alguno, no podía dejarse llevar por ellos en ese tipo de trabajos. - Lamentamos mucho su perdida, haremos lo imposible por atrapar a quien le hizo tal barbaridad.

Ikki se marchó de la estación y ambos investigadores se miraron un tanto extrañados.

- No sé que tipo de relación pudo haber tenido con su hermano pero lo mantendremos vigilado – Hablo Pietro – Manda a uno de tus hombres, que lo siga allá a donde vaya y procura que sea discreto, no cómo el último que mandaste.

Dada la orden salió del recinto dejando a Shura encargado de buscar el guarda que haría de espía del muchacho. 

 

Notas finales:

Esperamos que les haya gustado, nos vemos el miércoles en la continuación, será que ya encuentran al escurridizo sospechoso que no aparece por ninguna parte, eso es el miércoles

Muchas gracias por leer y nos vemos pronto


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