Capítulo 3.- Los sospechosos
Afrodita y Saga fueron a buscar al rubio de las fotografías pero al llegar a su casa él no se encontraba allí por lo que decidieron ir a buscar al castaño, ese asunto era muy delicado, el castaño de las fotos era el hermano menor del médico forense de la policía, Saga lo había visto un par de veces nada mas, era en verdad una pena que ese muchacho estuviera metido en un lío como este, Saga conducía por las calles de Tokio hasta llegar al edificio de departamentos donde el segundo sospechoso vivía, con su compañero se bajaron del vehículo y tocaron el timbre
- Si? – se escuchó la una voz masculina por el intercomunicador
- Aioria Floros? – preguntó Saga
- Si… quién es?
- Criminalística de Tokio, necesitamos hablar con usted, ábranos por favor – inmediatamente sonó la puerta al abrirse por el portero eléctrico y la misma voz dijo: - Tercer piso, apartamento 3A - Los dos jóvenes subieron por el elevador y llegaron a la puerta que les habían indicado y golpearon suavemente, un hombre castaño bastante joven les abrió, lucía asustado pero los dejó pasar sin decir nada mas y todos se acomodaron en la sala, Afrodita puso su cámara en la mesita y tomó su libreta
- Mi nombre es Saga y este es mi compañero Afrodita, somos de criminalística y estamos investigando un homicidio, necesitamos hacerle algunas preguntas
- Está bien… usted dirá – el castaño se mostraba nervioso, seguramente Milo ya lo había puesto sobre aviso y por eso el muchacho estaba algo pálido, Afrodita no se perdía detalle y le pareció muy curiosa la manera en la que su interlocutor se frotaba las manos
- Conoce a este joven? – Saga le pasó una fotografía de Shun, Aioria la tomó y la miró con detenimiento y meneó la cabeza cuando la devolvió al oficial
- No lo había visto antes… lo siento
- Usted estuvo allí hace dos noches verdad?, la noche del viernes…
- Si…
- Fue usted solo?
- No, fui con mis amigos de la oficina, Milo y Shaka
- Ya hablamos con su amigo Milo pero su amigo Shaka está desaparecido, no tiene usted una idea de dónde lo podemos encontrar?
- Él se iba a ir a Okinawa por un asunto personal, viene mañana en la tarde hasta donde yo sabía y él mismo me contó
- Muy bien… necesitamos un poco mas de detalles, fue su primera vez allí?, va con frecuencia?, con quien estuvo usted?, a que hora llegaron?, a que hora salieron?
- Ohhh… Ok., Milo es el que conocía el lugar y fue la primera vez que fui, nunca antes había pagado por sexo pero Milo lo hizo sonar glamoroso y pues si lo fue, no tengo idea de cuanto le costó a mi amigo porque él pagó la cuenta de todos nosotros, yo pedí una chica que no me dijo su nombre, era muy hermosa, pelirroja y tenía unos hermosos ojos verdes, yo estaba en una habitación del segundo piso y pues… ella y yo… lo hicimos… dos veces, y luego tomamos una ducha y yo bajé al bar, fui el que primero de desocupó, al poco rato llegó Shaka y luego Milo, casi a las tres de la mañana creo que era nos fuimos, como estábamos en el auto de Milo pasamos dejando a Shaka primero en su casa, luego me dejó a mi y él se fue
- No notó nada extraño?
- La verdad no, yo me dediqué a lo mío y luego me tomé un par de tragos, los pagué con mi tarjeta, pero hasta que nos fuimos no pasó nada extraño, habían muchas personas aun en el bar que estaban tomándose unos tragos, algunos estaban esperando a los chicos que se desocupen, otras estaban como yo, esperando a sus amigos con los que vinieron, otros estaban simplemente por ahí, como un bar normal, la verdad no noté nada
- Ha sido de mucha ayuda Aioria, gracias… esta es mi tarjeta por si recuerda algo – Saga suspiró cansado, si Aioria había estado con una chica pues eso les dejaba solamente al último sospechoso, él había estado en la víctima momentos antes de su muerte o… cuando murió…
- Gracias… Saga?, usted conoce a mi hermano?, él es médico forense en el Departamento – dijo el castaño con mucha vergüenza
- Si… lo conozco muy bien – asintió el peliazul
- Podría por favor no decirle nada de esto?, es que… me da vergüenza, quisiera que si él tiene que enterarse sea yo el que se lo cuente
- No se preocupe Aioria, no lo estamos acusando de nada aún, solo estamos es la fase de investigación, no es necesario que nadie se entere, de cualquier manera… por favor no salga de la ciudad, lo llamaremos si necesitamos mas detalles
- Muchas gracias por su discreción pero… somos sospechosos?
- Estamos investigando a todos aquellos que estuvieron en la escena del crimen esa noche, es procedimiento de rutina Aioria
- Ok., gracias
Ambos oficiales salieron del departamento del hermano de Aioros y Saga miró significativamente a Dita que meneó la cabeza, Aioria no había mentido, estaba nervioso y eso no se podía negar pero fue sincero al mirar la fotografía de la víctima, al parecer habían reducido todo a un solo sospechoso, Shaka Mahan
Mientras tanto en la estación de policía Camus con la ayuda de Shura estaban entrevistando a los muchachos que trabajaban en la mansión Kido, Shura entró a la pequeña sala de interrogación que tenía una mesa y dos sillas, un espejo que era un vidrio falso para que la conversación pueda ser observada desde afuera, en la salita ya estaba un muchacho de cabellos castaños claros y se veía molesto
- Buen día, soy el detective Shura Omori, Sr… Jabú Kido verdad?
- Ajá, me puede decir si ya esto se acaba?, estoy cansado de estar aquí – el tono agresivo del joven le sorprendió al detective, hasta el momento todos los muchachos de la casa no habían tenido sino halagos y palabras de cariño para la víctima, se mostraban dispuestos a colaborar en todo lo que sea necesario y ninguno había protestado cuando les pidieron una muestra de ADN y les tomaron sus huellas digitales pero al parecer Shun no era universalmente querido como el detective estaba empezando a creer
- Muy bien Jabú, qué me puedes decir sobre Shun?
- La verdad no mucho, él era un estúpido y no nos llevábamos bien, yo se que todos lo amaban pero yo no, él tenía todos los privilegios, los mejores clientes, los mejores horarios, todo…
- Y… usted estaba en la mansión la noche del homicidio verdad?
- Claro que estaba allí, todos estábamos allí, pero yo estaba… ocupado con un cliente hasta las 4 de la mañana, está en los registros por si quiere chequearlos, mire… no le voy a mentir, a mi no me agradaba Shun pero tampoco era para matarlo, yo no lo hice y tampoco se quien lo hizo, deberían hablar con Seiya – dijo el muchacho recostándose en la incómoda silla, en verdad estaba molesto y fastidiado por toda esta situación
- Seiya? – el detective arqueó una ceja y empezó a buscar el nombre en el registro de personas que le faltaban por entrevistar y ahí estaba
- Si… su mejor amigo de todo el mundo – esto dijo Jabú con profunda ironía y resentimiento
- Está él afuera? – el pelinegro alzó la vista para ver a través del cristal y vio a varios muchachos aún por los pasillos
- Si… ahí está, si quiere se lo llamo, ya me puedo ir?
- Necesitamos primero tomarle las huellas digitales y una muestra de ADN
- Ya le dije que yo no lo hice – se quejó nuevamente el furioso muchacho
- Con esto podemos descartarlo como sospechoso, es por su propia seguridad – dijo amablemente el policía
- Está bien, lo que quieran – aceptó de mala gana el muchacho
- Si Jabú… gracias por su colaboración
- Lo que sea – el muchacho no opuso resistencia cuando tomaros una muestra de saliva con un cotonete de su boca o cuando llenaron la cartilla con sus huellas digitales, se notaba que este muchachito le tenía un resentimiento a la víctima pero como él mismo había dicho, el hecho de que Shun le cayera mal no era un crimen y había sido honesto al respecto, los otros muchachos habían coincidido en que Shun solo tenía problemas y roces con Jabú aunque ninguno había mencionado a Seiya…
Shura mandó a llamar al muchacho que se llamaba Seiya y esperó en la salita de interrogación unos cuantos minutos hasta que un joven de la misma edad de la víctima entró algo nervioso y sin decir nada se sentó en la silla opuesta a la que estaba usando el detective
- Gracias Seiya por esperar, soy el detective Shura Omori, tengo entendido que eras muy amigo de la víctima, qué me puedes decir de él?
- Qué quiere saber? – se notaba que Seiya había llorado en algún punto de la noche, se lo veía muy triste y vulnerable
- Cualquier cosa que nos sea útil para esclarecer este caso, empecemos por la última vez que hablaste con él – Shura miraba atento al joven que suspiró y empezó a hablar
- Bueno… eso fue la mañana del viernes, nos encontramos en la Universidad, a veces nos coinciden los recesos y nos fuimos a tomar un café, hacía frio
- Ambos están en la Universidad? – eso no lo sabía, nadie se lo había dicho y era un detalle significativo
- Todos estamos en la Universidad… Shun estudia… estudiaba, Comercio Exterior, yo estudio Arquitectura, nuestras Facultades están juntas así que nos solíamos ver frecuentemente en el día, por lo regular íbamos juntos las mañanas a clases
- Bien… qué mas?
- Nos vimos esa mañana, a la hora del almuerzo Shun tuvo que quedarse a hacer un trabajo y yo volví a casa
- Y en la noche no se vieron?
- No… yo no estaba en la mansión, salí temprano… mas o menos a las siete y llegué como a las tres de la mañana, pudo haber sido mas tarde, la verdad no me acuerdo pero debo aparecer en las cámaras
- No estabas en la mansión? – Tatsumi le había dicho que todos los muchachos estaban allí y que todos habían tenido clientes esa noche, había habido mucho movimiento en aquel local
- No… yo… tengo un cliente regular pero a él no le gusta ir allá, entonces arregló con Tatsumi y los viernes envía un auto a recogerme a las siete, yo regreso usualmente tarde, ni siquiera me había acostado cuando el alboroto se armó y llegó la policía
- Ok., háblame de Ikky, cómo era su relación con Shun?
- Ikky quería mucho a Shun, hizo muchos intentos para sacarlo de la mansión, que no daría yo por tener un hermano así…, Ikky trató por todos los medios de sacar a Shun de allí pero Shun nunca quiso – dijo el castaño con un suspiro
- Ikky nos dijo lo mismo pero… por qué Shun querría volver allí?
- No lo se… si yo pudiera irme lo haría sin pensarlo dos veces – el semblante de Seiya cambió significativamente, pasó de la pena a la ira
- Espera espera espera… los mantienen allí en contra de su voluntad?
- Si… pero no, es complicado, lo que pasa es que… fuera de allí no tenemos modo de vida, si nos vamos nos lanzamos a Mitsumasa Kido en contra nuestra y además está el hecho de que accidentes extraños han ocurrido a aquellos que se han ido, coincidencia verdad? – Seiya sonrió una muy triste sonrisa y bajó la mirada, Shura en cambio se acomodó mejor en su asiento, esto no lo había escuchado nunca, con qué tenía amenazados a estos chicos aquel gánster?
- Accidentes? – insistió el detective
- Ha habido muchos chicos antes de nosotros que vivían en la mansión que al irse antes de lo acordado han tenido una racha de mala suerte y acaban muertos o presos
- Lo acordado?, hay un trato con Mitsumasa Kido?
- Bueno… si, en apariencia el trato es simple, tenemos que cumplir una “cuota”, $500.000,00 dólares americanos en ganancia y podremos irnos, el anciano nos paga la Universidad entonces salimos con una carrera y según él, con muchos contactos para poder conseguir un buen trabajo luego, eso si es cierto pero… es un precio muy alto, yo… estoy harto, lo siento… usted no quiere saber de esto – Seiya bajó la mirada y suspiró con cansancio
- La verdad si quiero saberlo, cómo fuiste a caer allí? – se interesó el policía
- Eso no es importante – el muchacho meneó la cabeza
- No me lo puedes contar?
- No es eso… es que toda la triste historia de como somos lo que somos no tiene nada que ver con la muerte de mi amigo
- De acuerdo… Shun no tenía ningún amigo especial además de ti?, alguien de la Universidad?, algún cliente posesivo?, algún enemigo?
- Que yo sepa no, tenemos prohibido relacionarnos románticamente con los clientes por obvias razones, con un compañero de la Universidad no, ya me lo hubiera contado, pero Shun si tenía a alguien pero nunca me dijo quien
- Alguien de la mansión?
- Si… pero no se quien, eso nunca me lo dijo, habían noches en las que se desaparecía y no llegaba, lo mas extraño de todo era que nunca tenía problemas por eso, si nosotros nos atrasamos o nos desaparecemos, Tatsumi nos reporta y nos descuentan el día o nos mandan a la otra ala – cuando el joven castaño dijo esto se estremeció
- La otra ala?
- Shun y yo trabajamos en el ala norte, esos son clientes adinerados que vienen a buscar diversión y placer pero que no proponen cosas raras o extremas, el ala sur tiene las otras cosas, usted sabe… sadomasoquismo, fetiches, pedidos “especiales”, latex y muchas muchas cosas mas – Seiya cerró los ojos cuando dijo esto
- Vaya… - todo lo que este muchacho le estaba diciendo era en verdad grave y complicado, era una red de prostitución pero de ser cierto todo lo que el testigo estaba diciendo se podría decir que había extorción, maltrato físico, psicológico a los muchachos y finalmente homicidio
- Es todo?, me puedo ir? – la voz del joven castaño sacó de sus pensamientos al policía que asintió
- Si… te puedes ir, no salgas de la ciudad por si necesitamos hablar contigo otra vez
- Ok., gracias detective Omori y ha sido una pena conocerlo en estas circunstancias
- Por qué lo dices?
- Por nada… adiós…
Shura vio salir con profunda pena a este jovencito de mirada tierna pero sumamente experimentada y suspiró, lo que pasaban esos muchachos no tenía nombre, era obvio por la conversación que acababa de tener que ellos eran forzados a llevar esa vida, a Seiya se le había escapado decir que estaba harto de todo y se notaba que tenía miedo, su amigo Pietro tenía razón al hablar con ese tono de rabia e indignación de Mitsumasa Kido, el anciano como Seiya le llamaba los usaba de la peor manera, se aprovechó de su desgracia y los convirtió en sus esclavos, al criterio del policía desgraciados como ese no merecían vivir, el detective Shura tomó un poco de agua para aclarar un poco su mente antes de llamar a la próxima persona, era una muchacha que se llamaba Marin la joven que entró a la salita de interrogación, tenía el cabello en tono rojizo, los ojos verdes y era muy hermosa, el policía suspiró una vez mas y se dedicó a su interrogatorio, este caso estaba llegándole al detective Shura, nada le daría mas gusto de rescatar a todos estos muchachitos pero… las leyes no estaban a su favor, estaba atado de pies y mano en este caso
Pietro estaba en el laboratorio leyendo los resultados obtenidos de ADN del caso, los preservativos encontrados en el cesto de basura todos contenían dos muestras diferentes, la una era de la víctima y la segunda eran de un hombre aún no identificado, según Saga y Afrodita ese sería Shaka Mahan pero necesitaban obtener su muestra de ADN para comparar sus resultados y confirmar su identidad, aunque esto sería mero formalismo porque con las declaraciones de sus propios amigos lo ponían en la habitación de la víctima, el informe de toxicología había regresado y lo extraño en todo esto es que la víctima no tenía ninguna sustancia en la sangre salvo aspirina que según el forense debió haberla tomado cerca de las diez de la noche, pero no se encontró nada mas en su organismo, esto era por demás inusual y no encajaba en el perfil que ellos estaban haciendo porque según DM esto no tenía sentido, por qué no se defendió si no estaba incapacitado?, este caso presentaba mas preguntas que respuestas
Mu llegaba y fue a buscar a su jefe, lo encontró perdido entre papeles pero al oírlo llegar alzó la mirada y puso todo a un lado
- Qué tal les fue?
- Es extraño, me gustaría saber que es lo que pasa a puerta cerrada en ese lugar, hay algunas habitaciones que presentan señales de todo un poco, tu sabes… huellas de una noche salvaje, pero en otras no había huella de nada, al preguntar si fueron ocupadas me dijeron que si, es en verdad extraño
- Sabemos quienes fueron los ocupantes?
- Si… hablamos con los chicos, el uno se llama Sorrento que dijo que el atendió a un hombre algo mayor que no pudo mantener una erección y se dedicó a manosearlo a él pero que no utilizaron nada de la habitación porque no tuvieron sexo, el otro muchacho se llama Shyru, él me dijo que tiene una clienta que se conforma con hablar con él y tomar champagne, que hacen esto por horas y horas, Pietro… las historias que tiene esos chicos me erizan la piel, no sabes las ganas que tengo de ducharme, el estar ahí… ugggghhgh – el pelilila se estremeció todo solo de acordarse lo que había visto los últimos días y el peliazul sonrió, Mu era el mas joven de su equipo, aún era impresionable a su criterio pero eso no le quitaba mérito profesional
- Pues ve a ello – sonrió el super jefe tomando su lápiz nuevamente para volver a sus papeles
- Si… y qué pasó Camus y Shura… ya acabaron de entrevistar a todos?
- Si… quiero hacer una reunión mas tarde cuando estemos todos, Afrodita y Saga aún no regresan
- Ok., me voy a los vestidores, me avisas ok.? – el jefe solo asintió y volvió sus ojos a las fotografías de la autopsia, las miraba con detenimiento y una lupa, estaba analizando los moretones en el cuello de la víctima, ya las había visto pero estaba convencido de que algo se le estaba pasando y en sus años de experiencia si algo había aprendido era a confiar en su sexto sentido oculto cuando a sus casos se refiere, por ello sonrió cuando en su enésima examinación de las fotografías en el lado derecho del cuello de la víctima notó algo extraño, el peliazul tomó la fotografía de mejor manera y se acercó hasta la lámpara encendida para iluminar la imagen, con la lupa la miró detenidamente, había una marca muy particular que no había tomado en cuenta pero ahora… aparentemente el asesino usaba un anillo en el dedo anular de la mano izquierda.