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JUGANDO CON FUEGO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capítulo Shaka hace su aparición sorpresa y cuenta como se dieron los eventos de esa noche, espero que les guste 

Capítulo 5.- El testigo principal regresa a la ciudad

 

Shaka Mahan entraba muy nervioso a la estación de policía, los oficiales lo habían ido a buscar a su casa y a su trabajo, Milo lo había llamado así que era mejor ir él mismo a la estación, él era inocente de todo y lo probaría con esta muestra de buena fe, al entrar se anunció y preguntó por el Detective Shura, al identificarse lo hicieron pasar a la sala para interrogatorios y los oficiales se movieron, había que conseguir hasta debajo de la piedras de ser necesario a DM y a Dita, ellos serían pieza claves para la investigación

 

Shura miraba a través del cristal al sospechoso que estaba sentado con las manos sobre la mesa y lucía un tanto pálido, cuando llegaron los criminalistas y tomaron sus lugares tras el espejo junto a la cámara el detective entró con un café que le dio al rubio que lo tomó y dio un sorbo

- Mi nombre es Shura Omori, soy el detective a cargo de la investigación

- Soy Shaka Mahan, vine porque ustedes me han ido a buscar por todas partes y la verdad quiero esclarecer esto, yo no tengo nada que ver con la muerte de nadie – el joven hablaba muy rápido, se notaba que estaba nervioso

- Muy bien… dígame, conoce a este muchacho? – Shura abrió su carpeta y sacó una de las fotografías de Shun y se la entregó al rubio que la vio y abrió mucho los ojos, se llevó una mano a la boca y asintió, Afrodita detrás del vidrio no se perdía detalle, ellos tenían razón, Shaka Mahan tenía algo que ver con esto

- Así que… usted fue hasta la mansión la noche del Viernes de la semana pasada, contrató un poco de diversión y cuando el muchacho se negó a hacer lo que sea que usted le pidió, usted perdió la paciencia y lo estranguló – dijo Shura cruzándose de brazos y recostándose en la silla, su expresión era impasible

- Qué???, no no no, yo no lo hice, es cierto que estuve con él ese viernes pero cuando me fui él estaba bien, yo no tuve nada que ver con esto… se lo juro – Shaka había puesto sus dos manos en la mesa e hizo ademán de ponerse de pie pero Shura se enderezó en su asiento y le señaló la silla para que volviera a sentarse

- Y eso a qué hora fue? – dijo el pelinegro manteniendo su expresión serena, la calma con la que hablaba el detective era lo que mas nervioso ponía al rubio

- Como a las dos de la mañana – respondió el rubio casi en un susurro, el detective sacó una cajetilla de cigarrillos y le ofreció uno al rubio que lo tomó y lo encendió con temblorosas manos

- Esa fue la hora estimada de su muerte – aclaró el pelinegro venenosamente

- Pero yo no lo hice, se lo juro, yo no lo maté – dijo una vez mas el sospechoso con vehemencia

- Muy bien… empecemos desde el inicio, usted el viernes en la noche qué hizo?

 

***

Había sido una noche sumamente divertida, llena de risas y tragos, los mejores amigos habían salido a una noche por la ciudad, ellos eran compañeros de trabajo y para acabar con su estrés decidieron que lo mejor sería ir a dar una vuelta, fueron de bar en bar hasta que a uno de ellos se le ocurrió una muy deliciosa idea, Milo, Aioria y Shaka trabajaban en una multinacional en el Departamento de Ventas, eran muy buenos en su trabajo pero siempre estaban sometidos a presión por los plazos y fechas límites, Milo era el mas antiguo en el Departamento, era el que mas salía y le gustaba la vida nocturna, tenía los cabellos azules y largos, los ojos del mismo color y complexión atlética, Aioria su mejor amigo desde sus años de universidad era castaño y tenía los ojos cafés y Shaka era el recién llegado a la sección y aún estaba en proceso de familiarizarse con todos, había hecho una buena amistad con los dos muchachos, él era rubio y tenía los ojos azules y siempre tenía una actitud y expresión serena.

 

- ¿Estás loco Milo? ¡Yo no quiero ir allá! – Se quejó el rubio al escuchar la propuesta

- No seas aguado Shaka, te aseguro que ahí vas a encontrar algo que  te guste – Dijo el peliazul con una sonrisa toda pícara

- Yo tengo curiosidad, quiero ir a ver, si hay chicas ¿verdad?

- Chicos y chicas, es una especie de… ya van a ver cuando lleguemos – Milo ya había estado en ese lugar antes y le parecía una de las mejores opciones, el servicio era algo costoso pero brindaba seguridad, por eso había ido allá el peliazul en primer lugar

 

Fueron en el auto unos 10 minutos alejándose del centro de la ciudad hacia el norte, la parte lujosa… al llegar Shaka se sorprendió porque entraron a una propiedad inmensa en la que se podía ver una mansión tras unos jardines muy hermosos, Milo fue por el camino de piedritas hasta el parqueadero que estaba tras la casa, al bajarse había un muchacho que tomó las llaves del auto y se lo llevó luego de darle un ticket a su dueño

- Valet Parking? – preguntó Aioria arqueando una ceja

- Sorprendido?, a dónde pensabas que iba a traerte amigo? – dijo Milo con aire de autosuficiencia

- Conociéndote… pues este tipo de lugar está bien – respondió el castaño la broma

- Para luego es tarde, entremos de una vez que hace frío – dijo el rubio que aún no estaba convencido de que esto haya sido una buena idea

 

Los tres amigos siguieron por el camino de piedras y entraron por un angosto pasillo a lo que parecía ser una sala de recepción, había muchos muebles y en todas las mesitas se podían observar unos álbumes de fotos bastante grandes, dos en cada mesa, una muchacha muy hermosa con un vestido negro ajustado se acercó a ellos y tenía en una charola tres copas de champagne, con una sonrisa los muchachos aceptaron la copa y la siguieron hasta una de las mesas

- Qué les puedo ofrecer esta noche? – preguntó la elegante muchacha

- Necesitaremos un álbum más cariño, uno de chicos – dijo Milo mirando los que había en la mesa

- Enseguida señor…

 

Milo tomó uno de los álbumes de la mesa, lo abrió e inmediatamente se lo pasó a Aioria y luego de dio el otro álbum a Shaka sin abrirlo siquiera, el rubio lo abrió y era bueno que estuviera sentado, dentro había fotos de muchachos muy hermosos en posiciones sugestivas y ligeritos de ropa, bajo cada fotografía estaba el nombre del muchacho, su edad, peso, características físicas (color de ojos, de cabello y cualquier otra característica física), Shaka tenía en sus manos un catálogo… Un catálogo de…

- Me voy… si ustedes se quieren quedar es muy su problema, yo me voy – Dijo el rubio poniéndose de pie y dándole el libro a su peliazul amigo que lo tomó con una sonrisa y se puso de pie también.

- Lo siento Shaka pero lastimosamente no podrás salir de aquí, en un solo auto vinimos y así nos vamos a ir, estamos en las afueras de la ciudad y aquí no entran taxis, entonces tienes dos opciones, o escoges a alguien del catálogo para que te haga compañía o nos esperas aquí hasta que nosotros volvamos, vamos amigo… no te hagas el estrecho que no hay nada de malo en esto, los muchachos son sanos y aquí están bien cuidados, tú sólo tienes que tratarlos bien y te harán pasar la mejor noche de tu vida, no te estreses, que para eso precisamente vinimos, si no quieres acostarte con nadie puedes hacer que te den un masaje, que te la chupen o algo así, el acompañante que escojas será como arcilla en tus manos, puedes hacer con él lo que quieras, aprovéchalo amigo que esta noche invito yo.

- Es que todo esto me parece… extraño… - el rubio no se acababa de sentir cómodo con esto, así se lo hayan invitado como Milo le aseguró

- Te vas a divertir amigo, si quieres yo escojo por ti y así te sorprendes, yo sé que te gustaría, déjalo todo en mis manos, qué te parece? – el peliazul volvió a sentar al rubio que lo miró con desconfianza

- Te odio Milo – dijo el rubio a manera de broma

- No me odias, me amas , tu ya estás listo amigo? – Milo puso su mano en el hombro de Aioria que sonrió y señaló una fotografía

- 45A

- Fantástico…

 

Milo tomó los álbumes y fue a la barra, habló con el encargado que sonrió y aceptó la tarjeta de crédito de Milo y algo le dijo, Milo guardó su tarjeta y asintió, caminó de vuelta a sus amigos y no pasó ni un minuto que la misma muchacha que les trajo las bebidas los vino a buscar para llevarlos a las habitaciones designadas para ellos, Aioria se quedó en el primer piso en donde una muchacha peliroja que estaba usando un traje completo de cuero negro y tenía un látigo en la mano lo recibió con una pícara sonrisa, luego fue el turno de Milo que se quedó en el segundo piso en donde un muchacho rubio lo recibió en bata y con una sonrisa, de ahí fue Shaka acompañado de la muchacha que lo guió por el pasillo a una de las habitaciones en el otro extremo del piso en donde la chica abrió la puerta para que el rubio entrara, él lo hizo y a diferencia de sus compañeros a él no lo recibió nadie, la muchacha le dijo que tendría que esperar un ratito nada mas, que su acompañante estaba atascado en tráfico pero que ya estaba llegando, Shaka solo asintió y luego de cerrar la puerta empezó a caminar por el cuarto, tenía una cama de tres plazas, un baño bastante amplio con bañera incluida, un sofá que parecía bastante cómodo, un perchero en el que colgó su saco y un closet, al abrir las puertas el rubio se sorprendió, al parecer estaba vacío pero al abrir el primer cajón se encontró con un surtido variado de esposas, desde las sencillas hasta las afelpadas, habían pañoletas varias, una especie de látigo pero pequeño, cuerdas, correas y otras cosas de cuero que el rubio no sabía para que eran, estaba en estas observaciones cuando la puerta de la habitación se abrió, con torpeza Shaka cerró el cajón y las puertas del closet arrimándose a ellas, el muchacho que había entrado sonrió ante el hecho de haber sorprendido a su visitante.

 

- Siento el retraso, hubo un accidente en la vía de entrada y nos desviaron por un camino de tierra – Dijo el jovencito sacándose su abrigo y sonriéndole al rubio que lo miraba y parecía muy incómodo

- No… no hay problema…

- Ajá… estás bien? – se interesó el jovencito frunciendo el ceño, el asustado debería ser él y no al revés

- Si… por qué?

- Pareces algo… nervioso, es tu primera vez aquí verdad? – ahí el jovencito sonrió, hace mucho que no le tocaba uno de esos

- Se nota?

- Si… Pero no te preocupes, yo te cuidaré muy bien – El muchacho dijo esto con una sonrisa muy sexy, su cabello estaba recogido en una coleta pero se la zafó dejándolo caer libremente sobre sus hombros, Shaka estaba sorprendido, el muchacho era muy hermoso, tenía unos ojos verdes en un tono que no había visto antes, su cabello también era verde, su piel era muy blanca, era mucho más pequeño que él y era en apariencia delgado

- Cómo te llamas? – se interesó el rubio, pensaba que con una pequeña conversación se podría romper el hielo y rogaba a todos los dioses que se le pasara ese nerviosismo que sentía

- Ohhh… Tu puedes llamarme como quieras y hablando de eso… qué te gustaría hacer esta noche?

- Bueno… yo… ummm…

- Ok., mejor te digo lo que yo no hago, si estabas esperando cualquier cosa de sado masoquismo estás en el cuarto equivocado, eso no lo hago, no me gusta lo de los latigazos y esas cosas, pero si tenemos aquí quien lo hace, en lo que se refiere a juegos previos yo estoy dispuesto a lo que tú quieras siempre y cuando no atente contra mi integridad, yo soy lo que tú quieras y haré lo que tú quieras, así que… Qué te gustaría hacer? – El jovencito se acercó al rubio y acarició suavemente el pecho del mayor que no se movió no dijo nada

- Estás tenso cariño… te gustaría un masaje? O… de que manera te gusta relajarte?

- Un… un masaje… suena bien…

- Fantástico… por qué no te quitas la ropa y te acuestas, ya lo traigo todo

 

El muchacho sonrió y fue para el baño, Shaka suspiró y se empezó a quitar la camisa, luego se quitó los zapatos, las medias y los pantalones, no estaba seguro de quitarse la ropa interior y con esa duda estaba la cual se resolvió cuando sintió a su espalda unas cálidas manos en su cintura que tomó el elástico de sus boxers y los bajó acariciando sus piernas, Shaka no se volteó, solo cerró los ojos y se dejó llevar, pudo sentir la piel de su acompañante pegada a la suya, el muchacho de ojos verdes debía estar desnudo también y juntos caminaron hasta la cama, ahí el rubio se volteó y se encontró con la mirada divertida de su acompañante que lo empujó suavemente para que se siente en el borde de la cama

- Empiezo por tu espalda?

- Está bien – asintió el rubio con una sonrisa, no lo iba a decir nunca pero el maldito de Milo tenía razón, ahí estaba esta sexy criatura dispuesta a hacer todo lo que él quisiera, un jovencito hermoso y muy muy deseable, ok., le debía a Milo una botella de algo

- Ok., acuéstate boca abajo en medio de la cama

 

El rubio lo hizo y enseguida sintió como delicadamente el muchacho acomodaba su cabello a un lado dejando su espalda descubierta, luego escuchó la tapa de algún frasquito saltar y luego el suave toque de unas enaceitadas manos que empezaron a acariciar sus hombros, hubo un cambio de pesos en la cama y ahora sintió el rubio como el menor se acomodó totalmente sobre él para poder masajearlo de mejor manera, prácticamente se sentó en sus caderas

- Dime como te llamas, tu nombre real, yo me llamo Shaka – la voz del cliente era suave, le estaba gustando todo esto y se sentía mas cómodo

- Ok., eso no es que esté prohibido sino que no me lo habían preguntado antes, pero yo me llamo Shun

- Shun… es un nombre hermoso, como tu…

- Gracias, tu también lo eres… pero relájate cariño, si aflojas los músculos te sentirás mucho mejor, te lo garantizo, mis masajes son mágicos

- Lo siento… Es que... No había hecho nada como esto antes

- Mmmm…  Un virgen para mi… Muy sexy…

 

Shaka rió ante esto y Shun también, con cuidado el peliverde siguió trabajando el cuerpo del estresado rubio que se fue relajando ante los sensuales toques del mas joven que masajeó primero su espalda, luego fue por sus piernas, y pies, ahí lo volteó. Shaka se sentía expuesto  porque estaba desnudo pero al parecer a Shun no necesariamente le importaba porque estaba en igualdad de condiciones y trabajó el pecho del mayor, sus brazos, sus piernas… Shaka en verdad ya estaba relajado cuando sintió a Shun sentarse en sus caderas y empezar a besar su pecho y su cuello, por primera vez en toda la noche movió sus manos para acariciar los muslos de Shun y sus caderas y tocarlo, su piel era muy suave y tenía un aroma muy invitante

- Quieres jugar un ratito o te sigo masajeando? – preguntó el joven directamente en la oreja del mayor luego de lamerla y morder suavemente su lóbulo

- Qué me vas a masajear ahora?

- Qué te parece por aquí?

 

Shun movió su mano hasta acariciar el miembro del mayor que sonrió y asintió, Shun se bajó de la cama y jaló a Shaka de los tobillos hasta acomodarlo en el borde del colchón, ahí de rodillas el menor entre las piernas del rubio empezó a acariciarlo y besarlo mientras éste se retorcía impresionado por la habilidad de su acompañante de devorarlo todo, sentía esa lengua que hacía maravillas en su piel, Shun lo lamía y chupaba con maestría además de acariciaba la parte interna de los muslos y el estómago, Shaka se sentía en las nubes y llegó al orgasmo en la boca del mas joven que no tragó nada y utilizó unos pañitos húmedos para asearse a si mismo y a Shaka, sin decir nada Shun se levantó y se fue al baño, cuando regresó Shaka se había acomodado en la mitad de la cama nuevamente y vio con una sonrisa como Shun se acercó gateando hasta sentarse nuevamente en sus caderas

- A dónde fuiste?

- Solo al baño un ratito, y ahora dime… cansadito o quieres seguir jugando?

- No… No estoy cansado pero no se si mis amigos me estén esperando…

- No te preocupes por eso, si tienen que esperarte pues que te esperen, yo soy tuyo toda la noche

- Genial…

- Entonces… cómo me quieres? – dijo el menor con una sonrisa muy sensual acariciando el pecho del mayor

- Cómo te gusta hacerlo? – Shaka acariciaba el joven cuerpo con suavidad, subía sus manos por los muslos de su acompañante, llegó a sus caderas y luego pasó al muy bien formado trasero del chico que sonrió

- De cualquier manera, espera un minuto… - Shun se levantó y fue hasta el cajón de la mesa de noche y regresó a la cama con un tubo de lubricante y varios paquetes de preservativos, Shun se sentó en la cama y Shaka se incorporó un poco sonriendo divertido

-Cuál te gustaría?, estos son de sabores, estos son estimulantes, estos retardantes, bueno… Tu entiendes…

- Ok. Estos están bien, ven acá… - Shaka tomó a Shun de la cintura y lo volteó en la cama, le besó el cuello y lo estaba acariciando con suavidad mientras se acomodaba entre sus piernas, la piel del muchacho era fantástica, muy tersa y al parecer era sensible porque no necesitó mucho para retorcerse en la cama, el rubio buscó los labios de su acompañante pero Shun lo esquivó y no se dejó besar, escondió su rostro en el hombro del mayor y le lamió la oreja

- Lo siento… no besos – dijo el menor todo juguetón

- No hay problema… ponte… en cuatro

- Lo que tú quieras

 

En joven gateó por la cama hasta darle una visión panorámica de su trasero al rubio que sonrió y tomó el tubo de lubricante, lo abrió y empezó a aplicarlo introduciendo sus dedos en la estrecha entrada del muchacho que movía las caderas y gemía para el deleite del rubio que se acomodó a sus espaldas y le acariciaba el trasero

- Póntelo… No lo puedes hacer si no te lo pones, si quieres yo te ayudo

- Chico seguro ah?

- Con la salud no se juega… vamos póntelo… - Shun regresó a ver al rubio y le sonrió todo pícaro

 

Shaka le dio uno de los paquetes al joven que lo abrió, con una habilidad impresionante se puso el condón en la boca y con sus labios lo fue colocando en el erguido miembro del mayor, aquello le pareció lo mas sexy que haya visto jamás, luego Shun se volvió a poner en cuatro en la cama y se volteó para dedicarle una sonrisa muy sensual a su acompañante, Shaka no esperó mucho y se colocó a su espalda y lo empezó a penetrar, Shun gemía y agarraba la colcha tratando de relajarse cuando Shaka empezó a moverse en su interior

- Shaka… más… más adentro… Así… Ohhh…

- Te gusta?

- Si… Dale… Con fuerza… Así… Así…

- Eres… Delicioso…

- Sigue… Sigue…

 

Shaka tenía ambas manos en las caderas del joven mientras lo embestía, Shun se estaba masturbando  y gemía con ganas, movía sus caderas y llamaba al rubio por su nombre, los movimientos eran vigorosos, entre gemidos ambos llegaron al clímax y cayeron en la cama, Shaka se movió y se separó de Shun que no se quejó, solamente le pasó una caja de kleenex que el rubio utilizó para asearse luego de botar el preservativo en un cesto de basura que estaba junto a la cama.

 

Después de unos cinco minutos de estar acostados sin hablar Shaka se empezó a mover para juntar su ropa, Shun estaba inmóvil en la cama, tenía los ojos cerrados pero no estaba dormido

- Shaka… Cuando quieras volver, pregunta por mí – dijo el peliverde volteándose para recostarse sobre su espalda y mirar al rubio que se estaba vistiendo con prisas

- Gracias Shun… pero no lo se, la verdad no lo se

- Es una pena, eres muy buen amante

- Nos vemos, tengo que irme

- Ok.

 

Shaka se acabó de vestir y salió de la habitación cuando Shun se acomodó de mejor manera en la cama y se cubrió con una manta, al rubio le dio la impresión de que jovencito se quedaría a dormir allí, al verlo así la verdad al rubio le dio mucha pena, el muchacho era muy joven, no podía tener mas de 19 años y ahora él se sentía culpable, si se inició en esta vida no debería haber sido hace mucho, vaya… al salir, en la sala de espera estaba Aioria tomándose un trago, el castaño lucía somnoliento pero sonrió al ver al rubio acercarse, luego de un rato bajó Milo y cerca de las 2 y media de la mañana los tres amigos salieron de la mansión

 

***

- Y esa es la última vez que lo vi, estaba vivo y bien, solo algo… cansado, se lo prometo oficial que yo no le hice daño – el rubio hablaba con desesperación, la situación estaba complicada

- Eso Sr. Mahan… está por verse… - respondió el detective muy serio mirando de reojo al espejo en donde los criminalistas lo habían visto todo

 

Notas finales:

Y ahora???, en serio eso pasó?, pero de ser así quién mató a Shun?, eso es en los capitulos que siguen

Muchas gracias por leer y comentar, saludos, bye


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