Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un brindis por cada estación. por bluejeans

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola. Lol xD Okay, este panpic será algo corto, no soy buena escribiendo mucho, y así. Nos vemos~

Notas del capitulo:

Quedo algo corto y raro, espero y les guste~ me lo hacen saber~ byebye^^

Morir. El no puede escuchar esa palabra. Se dice, según medicos y especialistas, que tiene "Ataques de pánico" o "Crisis de angustia" algo relacionado con esto le afecta, al pensar en el simple hecho de morir o ver a alguien muerto, lo hace estremecer, su piel se vuelve pálida y su rostro queda en blanco. Sin expresiones. Ha tomado un tratamiento, y quien sabe, puede hacerlo sentir mejor...

 

Hace un año, Kris lo conoció. Alto, cabello oscuro, nariz alargada y sonrisa timida. El supo, sin duda que se había enamorado del cliente frecuente. Segun el mesero y la nota en el cafe el se llamaba "Zi Tao". De vez en cuando Kris lo observaba desde el aparador, hasta ver que aquel chico terminara su bebida y se fuera con una sonrisa en el rostro, esto le hacía el día.

 

-Tendrás que reemplazar a Yixing hoy. Decía el gerente del lugar -Al parecer tiene un resfriado algo fuerte y, no queremos clientes enfermos, verdad? -Kris asintió y como cada día a las diez para las diez Zi Tao ya estaba en la barra pidiendo el cafe de díario. Allí estaba el, cruzando la puerta. Tal vez, quizá tal vez podía ser su día de suerte, tal vez podría significar mucho para los dos.

 

Entró, ordenó y fue a tomar su asiento. Kris tomo aire y preparó el americano que Tao había ordenado ya. Con las manos temblorosas lo entrego. -Gracias.. -Éste asintió y dio la media vuelta para ir de vuelta a la barra, donde debía estar. -Disculpe, -Kris pensó inmediatamente que había hecho algo mal con el cafe, tal vez había agregado algo que no debía.. -Ya no lo escribiste tú, verdad? -Tao apuntaba la etiqueta que llevaba el envase. Kris regreso hacía el lugar donde Tao estaba. -¿Como es que.. -Kris trató de terminar su frase, pero al momento de pasar saliva el chico de cabello oscuro ya estaba formulando la respuesta. -No es la misma letra, la tuya me gusta mas. Kris, no creía lo que escuchaba. -Tu "T" es mas larga y tu "Z" también, ¿No te gustaría sentarte un momento? -Lo que Kris no sabía era que al igual que el, Tao también lo observaba a díario. Tampoco sabía que Tao rechazaba el cafe que preparaban en su trabajo y caminaba un poco mas solo para ir a esa cafetería, no sabía que también estaba feliz de tenerlo como mesero ese día.

 

Fue solo una hora y los dos terminaron convencidos de que habían encontrado a la otra persona que la vida les tenía preparada. A su "media naranja". Al final de su platica interrumpida, ninguno de los dos recordaba todas las cosas que habían hablado -¿Mañana también estarás por aquí? -Kris respondió con un si y se despidió. Ambos intercambiaron sonrisas al momento de decir "Adiós". Así fue como el destino los unió, despues de unos meces los dos empezaron a salir oficialmente, como una pareja. La atención de Kris era totalmente de Tao, todos los días y horas eran exclusivamente para el.

 


Otoño. 4 de octubre. Primer mes.


Tao le había organizado una cena a Kris, por su primer mes juntos. De cierta forma, Tao lo tomaba todo de una forma muy importante, al pensar en el, Tao podía imaginarse hasta una vida juntos. Se veía como el hombre mas afortunado al tener a alguien como Kris a su lado. Kris llego y Tao se lanzó a sus brazos, lo abrazó tan fuerte que a los pocos minutos perdió fuerzas y se desoriento un poco. Esa misma noche, se desearon lo mejor uno al otro, principalmente, seguir juntos hasta lo que se les permitiera.


A ojos ajenos todo era rutina en su vida, pero para el, era lo mejor del mundo. Despertar y pensar en que iba a verlo era la mejor sensación. Solo pocas veces se le veía sonreir, pero desde que estaba con Tao, su cara cambiaba constantemente, pasaba de enojado o triste, a feliz. Todo era culpa de el y sus ideas. Y es que Tao era la persona mas creativa a los ojos de Kris, sabía del mundo y le fascinaba la geografía, soñaba con ir a varios países y probar de toda cultura existente, aunque no llevaban exactamente mucho de estar juntos, Tao ya le había dicho a Kris que quería ir a Paris con el, segun Tao, Paris era el lugar del amor y era perfecto para ellos dos. Kris, se prometió a el mismo que si llegasen a ir a tal lugar, le propondría vivir juntos, el resto de su vida. Sí, sonaba cursi y eso era completamente diferente a el, pero era lo que quería.

 

Otoño. 17 de octubre.


-Hoy le platiqué a mis padres sobre ti -dijo Tao con cierta seriedad en su voz. El rubio no se veía muy feliz con la noticia, sentía que contarle a sus papás al respecto era un gran paso y apenas había pasado un mes de relación. -Les parece bien la idea, creen que eres un buen partido y por lo que les conté si te aceptaron como su yerno -Al parecer la cosa iba seria.


-¿Ah, si? -Kris suspiró. -¿Cuando fue eso?


-Hace días por telefono, ellos no viven conmigo, de hecho no vivo con ellos desde que tengo 16 -A Kris le había sorprendido ésta declaración por parte de Tao, ya que no solía hablar de su familia, menos de las situaciones que había tenido en su pasado. Despues de esto hubo una larga pausa, algo incomoda. -No pareces muy emocionado con esto, tal vez no debí decirtelo.


La noticia llego de golpe, casi sin señales de caída. El mayor no supo que decir ante esto, solo calló. No quería decepcionar más a Tao con palabras erroneas. Sin mas que decir para remediar la situación Tao tomo los libros rojos que había dejado regados por el escritorio de Kris y se fue.
"¿Quedarte callado, eso era lo mejor que podías hacer? Eres un tonto ¿Como es que no se te ocurrio nada bueno que decir? ¡Siempre tienes algo que decir! ahora, quien sabe cuando el quiera volver a verte ¡lo echaste a perder, lo tiraste todo a la mierda, eres un tonto Kris, un tonto!" Ya habían pasado horas desde aquel incidente y el rubio no dejaba de darle vueltas en su cabeza, tenía esa mala costumbre de no olvidarse de "sus pequeños errores" por mas insignificantes que fueran, el siempre sentía ese raro remordimiento en su interior aún así hayan pasado horas y horas.

 

Otoño. 22 de octubre.


Eran las 7:46 y se suponía que Kris entraba a su trabajo a las 8 en punto. Se le hacía tarde, otra vez. Otro día.
Y no era por flojera ni por perder la noción del tiempo.


El día anterior Tao no fue a la cafetería.


El día anterior a ese, tampoco.


Por mas que Kris lo intentara, Tao no respondía el telefono, no abria la puerta de su casa, tampoco contestaba sus e-mails.


"Seguro sigue molesto conmigo por lo del otro día..." Pensaba Kris.


Como tigre enjaulado, Kris no dejaba de dar vueltas a su casa, de un lado al otro, sin dejar de pensar en lo mismo.
Volvió a llamarlo sin conseguir nada. El ambiente a su alrededor era triste, se sentía desde lejos que las cosas no estaban bien.

 

 

Otoño. 30 de octubre.

 

Éste, frustrado con la idea de que Tao lo odiaba, se dejó olvidado, solo vivía de café para seguir despierto con algun tipo de esperanza. Sonaba loco, pero Tao era el amor de su vida, y estar así con el no era nada lindo. Su preocupación se convirtió en tristeza, la tristeza en ira y la ira lo puso mal, muy mal.


Era aún de día.


"Tal vez si muevo algunas cosas mi mente empiece a despejarse..." Pensó.


Comenzó barriendo, luego trapeó y al final comenzó a mover las cosas que estaban en el escritorio. Quitó las cajas de comida rápida y también leyó algunos escritos que había dejado regados por ahí. Había uno que no estaba escrito con su letra.


"Por mas que he intentado no puedo alejarlo de mi, y debo empezar a hacerlo ya. Debo empezar a tomar las cosas con madurez, al menos, intentarlo... debo hacerlo por el, por Kris."


Ésto estaba escrito en la parte de una hoja rota, como si fuera algun tipo de recordatorio. Kris, solo enfocaba su atención en una parte "Por mas que he intentado no puedo alejarlo de mi" La angustía que había sentido hace días volvió.


Sin duda, era la letra de Tao.


Otra vez, ya despues de analizar la nota entera y de memorizarla, llamó a Tao, con esperanza de que éste contestara. Con suerte, contestó.


-Kris, bebé, como estás? -contestó Tao. -Te he extrañado tanto...


-¿Donde has estado? Te he llamado como loco, día y noche. ¡Día y noche! me preocupas, lo siento, perdoname, no fue mi intención ponerme así con la noticia, es algo bueno, lo se, pero no sabía que hacer -No podía contener sus emociones, que por cierto iban encontradas y de vez en cuando chocaban. -Yo, Tao... yo te amo, no me hagas esto... es una tortura no saber de ti.


-Kris, tenemos que hablar. -Un silencio debastador se apoderó de la linea telefonica. Kris, aceptó y Tao lo citó en un restaurant que estaba cerca del café de siempre.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).