Despierte, abrí los ojos, me estiré y sonreí por alguna razón sentí que hoy era un día especial, aunque no estaba seguro porque, me levanté y me puse lo primero que encontré. Salí de la habitación y vi a todos los miembros rondando al líder. Me quede estático mirando como todos le daban palmaditas en los hombros y algunos lo abrazaban, me decidí y lo abracé.
—¡Buenos días Kris!— Lo saludé y me alejé de él un poco, mi estómago había gruñido, tenía hambre.— ¿Qué hay de desayunar?
Kris me siguió silenciosamente, los demás miembros me miraban pero no sabía por qué ¿tendría algo en la cara? Me tallé los ojos y acomodé mi cabello, si tenía algo raro ya no debía estar. Tomé una tostada y la comí sin poner mucha atención a los demás.
El día comienza como todos los demás el manager ha venido a darnos nuestras tareas para el día: ensayos, unas apariciones cortas en tiendas y una que otra entrevista para algunos miembros. Todos le agradecemos cuando nos dice que tendremos un par de horas en la tarde libres para ir a cenar a algún lugar bonito y celebrar. Celebrar… ¿Celebrar qué?
Me encogí de hombros y seguí comiendo tostadas con canela, cenar en un lugar bonito es lo que nos hace falta, tenemos meses comiendo ramen instantáneo, de ese que se prepara en el microondas y sabe a poliuretano.
Llegamos al estudio, debimos cambiarnos para hacer nuestras apariciones. Sin darme cuenta de lo que hacía seguí al líder a los camerinos tomamos nuestras ropas y nos cambiamos.
—No sé quien invento esto de poner los botones en la espalda pero sea quien sea debo tener una conversación con él o ella— Comenté y llame al líder— Kris, ¿me ayudas?
Me observó y se alejó sin decir palabra alguna, sentí como mi corazón se detenía y se rompía en mil pedacitos que luego caía al piso donde pasarían hormiguitas trabajadoras y se llevarían un trozo cada una para resguardarlo hasta el invierno y para comerlo luego. Mi pecho se queda vacío y sentí como si fuera a llorar pero no puedo hacerlo porque soy “Tao, kung-fu panda” y soy fuerte y rudo. Tomé aire varias veces, hasta sentir los pulmones llenos y me sentí mejor, lo suficientemente mejor para salir y dar lo mejor de mí.
Me uní a los otros miembros en el escenario. El MC sonríe y saluda a todos, nos presentamos y el show comienza. Tenemos que jugar, hacer equipos y en vez de irme al lado de Kris me uno a Lay quien se sorprende pero sonríe amablemente, aceptándome como su pareja para el juego.
En la primera ronda perdimos y nos sentamos en las orillas a esperar que terminaran los demás equipos, reímos al ver a los demás haciendo el ridículo e internamente agradecimos haber perdido.
Al terminar nos dirigimos a un restaurante cerca del estudio, decidimos caminar y al salir del edificio un grupo de fans se acercaron a nosotros con un obsequio enorme. No preste mucha atención las fans solían hacer ese tipo de obsequios al líder por ser alto y atractivo.
—Feliz cumpleaños oppa. — Dijo la chica que cargaba el obsequio.
—Muchas gracias. — Agradeció Kris e hizo una reverencia corta. Mi quijada cayó hasta el piso, sino es que más allá, era el cumpleaños de Kris, del líder, ¡De Kris!
De todas las personas que podrían haber olvidado su cumpleaños yo, yo, “Tao el romántico panda kung-fu” era la última persona que podía hacerlo, me maldije, me odie, si pudiera me habría golpeado solo.
Camine alejado de todos escupiéndome mentalmente. Tenía que hacer algo para arreglarlo, Kris seguro me odiaba ¡Me había olvidado de su cumpleaños!
—¿Qué te pasa?— Preguntó Kris impidiéndome entrar al restaurante.
—Es tu cumpleaños.
—Sí, eso ya lo sé —Dijo Kris cortantemente.
—Lo olvidé, perdóname— Pedí.
— ¿Lo olvidaste? —Preguntó sorprendido— eso es aun peor de lo que creía. Pensé que solo estabas apático.
—Líder, por favor, perdóname— Hice una reverencia. Esperaba que dijera que si, conociéndolo no podía permanecer mucho tiempo enojado conmigo, soy su miembro favorito, somos TaoRis no podría enojarse con esta carita de panda triste ¿O sí?
—Los fans recordaron mi cumpleaños —Dijo molesto— me dieron un obsequio, ¡Me dieron una alpaca y tú no puedes recordarlo!
—Perdóname líder —Pedí nuevamente— te hare un obsequio, tu dime lo que quieras y lo comprare para ti ahora mismo.
—No, gracias. —Respondió e intento entrar al restaurante, ahora fui yo quien bloqueo la entrada.
—Por favor…
—No, Tao, ya déjalo así. Recuérdalo el próximo año.
—Por favor, te daré lo que quieras— Supliqué.
—¿Lo que sea?— Asentí. El líder lo pensó y dio un paso al frente decidido, puso su mano en mi cuello me beso lentamente, durante mucho tiempo, sintiendo cada movimiento disfrutando cada segundo. Cuando nos separamos sentía que la cabeza me daba vueltas.
—Necesitare unos veinte de esos— Guiño un ojo y comenzó a caminar al ver que me quedaba atrás volvió y me paso el brazo por los hombros tranquilamente, como si no hubiera estado enojado antes.
—¿Estás bien?— Asentí y caminamos al restaurante. Me sentía un poco tonto, a decir verdad demasiado como si no supiera nada del mundo real y no podía quedarme así.
—¿Líder —Preguntaría aunque muriera de la pena, pero era mejor un momento de sonrojo a una vida en la ignorancia— Que es una alpaca?