Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Después de No. 6 por kenjin

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes le pertenecen a no sé quien haya escrito el manga de No. 6, pero que de seguro ha de ser un Señoron!!! 

La historia narra lo que, segun yo, pasa 3 años despues del adios entre Nezumi y Sion.

Notas del capitulo:

Perdon!!!! jejeje... sé que los que han leido mi fic de Naruto han de preguntarse cómo demonios publico uno nuevo sin haber terminado el otro, menos aun despues de abandonarlo quien sabe cuantos meses... por eso, perdon!!! En vacaciones lo reanudare, pero de momento tuve un arranque de inspiración sobre este manga y anime q releí y reví, así que aqui esta... n.n

   Habían pasado 3 años. Tres insoportables años. Y lo unico que pensaba es en lo que Nezumi diría sobre lo que había pasado. Por fin No. 6 ya no era un impedimento. Adentro y afuera. Bien y mal. Todo había quedado borrado aquel ultimo día en que se vieron, de la misma forma que su relación. Nunca habían llegado a ser enemigos, pero, ¿se amaban? Él había partido antes de poder llegar a saberlo, y aunque el beso que le dio, no fue un beso de despedida,  pues sabía que lo volvería a ver, ignoraba el donde, el como, el hasta cuando.
   Él lo había prometido despues de todo, ¿no? No más despedidas. Mas tambien había dicho que si se empeñaba a salvar la cuidad serían enemigos. No. 6 ya no existia, pero aun así Sion había intentado resctararla. De su inmundicia. De su condición parasita. Pero sobre todo de la venganza de Nezumi. Había intentado ser él sobre quien recayera el odio, y aun así Nezumi había partido, ¿a caso había conseguido que Nezumi desisitiera de su venganza teniendo esto como costo que ahora lo odiara a él? No lo creía. 
   No podía evitar llorar por las noches. Entre los estantes llenos de libros, sobre todo cuando leía Shakespiare. O cuando veía a Inukashi. O cuando el viento le traia una inconfundible voz cantando una melodía, y sabía que en esos momentos Nezumi ayudaba a alguien a partir en paz. ¿Donde? ¿Qué más estaría haciendo? ¿Nezumi? Nezumi. ¡Nezumi!
   De nuevo las lagrimas se le habian escapado sin permiso, cuando bañando a los perros, el pequeño niño, con su mismo nombre, permanecia atento a sus movimientos. Fue por más agua, y de repento todo se detuvo. En la entrada del renovado hotel pudo distinguir una sombra demasiado familiar, que así como había distinguido, se había esfumado. Corrio hacia Inukashi, con su pulso acelero. Las lagrimas permanecian como una delgada pelicula acuosa en sus ojos, aun no los podían abandonar, ¿qué diría él si lo veía así? 
   -Inukashi. ¡Inukashi! ¿Ese era Nezumi, verdad? ¿Por qué se fue? ¿Por que no me fue a ver? -dijo llegando frentea él. Ahora ambos habían crecido y apenas le llevaba unos pocos centimetros. Inukashi le huyo la mirada, no sabía que contestar. 
   -Eh... Veras... ¿En qué demonios estas pensando Sion? Claro que no era él. ¿Crees que si hubiese venido aqui sería a verme a mi? ¡Tsk! Si de seguro lo primero que haría el teme sería ir a buscarte a tí -respondió entornando los ojos. 
   -Pero, yo lo vi. No me pude haber confundido. Era Nezumi. Por favor, Inukashi dime qué es lo que hacia aqui. ¿Por qué no me fue a ver?
   -No seas necio, y mejor ponte a trabajar, que esos perros no se van a limpiar solos- respondio determinante, dandose la vuelta e ingresando en el local.
   Sion, sin embargo, no le hizo el menor caso. Gritando que le encargaba al paqueño Sion, corrio como poseso hacía su casa. Tenía que estar ahí. Tenía que estarlo. De seguro había ido a ver a Inukashi para pedirle que lo entretubiera un rato en lo que él preparaba alguna sopresa. Pero al diablo con la sorpresa. Lo unico que quería era volver a verlo. Volver a ver sus grises ojos. Volver a sonreir para él y que le correspondiera, no solo a su sonrisa, sino a todo. 
   Con el alientoa tope llego barriendose hasta la puerta. Desesperado, con el latir de su corazón desvocado, no tanto por la carrera, sino por la mas de incontenibles sentimientos que le embargaban. Solo ese pequeño lapso de tiempo le había bastado para decidirse. Por supuesto que jamas lo dejaría ir de nuevo, y de ser necesario, o bien lo encerraba, o bien iría hasta el fin del mundo de ser necesario, con tal de nunca más estar separados. 
   Ese tiempo, el tiempo sin Nezumi, ahora por fin lo entendía en completud. Había sido desesperante. Desgarrador. Como si más de la midtad de su cuerpo estuviese ausente. Apenas y era un maltrecho ojo, una cansada mano, y la mitad de un corazón que día a día se cansaba de latir, teniendo como animo solo la esperanza, esa misma que ferfientemente deseaba encontrar concretada al otro lado de ese pedazo de madera. 
   Un beso. Eso sería lo primero que le daría. Despues le diria "Okairi" y nunca más se separarían. Sintiendo el temblor de sus manos, abrio de un solo movimiento la puerta, soprendiendo a quien estaba del otro lado. 
   Un vacio lo lleno. Solo estaba su mamá, desconsertada, por la repentina intrución de su hijo, que con el sudor peraldno su rostro, ahora tenía la vista gacha, y lo poco que relucia de sus ojos, estaba segura, era por las lagrimas que de nuevo volvían a acumularse en sus rojos ojos, como tantas veces ya habia pasado, cuando pensaba en Nezumi. ¿Qué habría pasado? No le dio tiempo de preguntar, porque así como llego, como un tormentoso remolino de nerviosismo y esperanza, ahora se marchaba, mas como una renegrida nube ahora en colapso. 
   A ella también se el aguaron los ojos. Pero no podía hacer más. Nezumi había pasado antes por ahí, para explicarle su misión en esa nueva ciudad sin nombre, y ella había prometido no revelarselo a Sion sino hasta qye el mismo Nezumi así lo quisiera. No era justo para Sion, pero lo entendía. 
 
                                               _-_
 
   Sion ahora vagaba sin rumbo por los lindes del muro destruido. No había querido regresar a la que fue su casa junto con su madre por 4 años. En parte porque lo que anteriormente había sido el Sector Oeste en verdad le gustaba, y en parte, en mayor parte, por no poder separse de aquel lugar que se había convertido en su santuario. Su olor aun impregnaba alguna ropa raida que había dejado. Su esencia aun se sentia entre las amarillentas paginas de los raidos libros, y leyendolos, podía aun escuchar perfectamente algunas de las partes que en antaño Nezumi le había recitado. Y por eso, mejor había llevado a su madre a vivir con él. Ella aun trabajaba en su vieja panaderia, y solo los fines de semana, como ese, lo visitaba. 
   No había dejado de verter su llanto ni un solo momento desde que salio apresuradamente de su casa. Estaba demasiado cansado ya. Cansado de fingir que todo estaba bien. Cansado de no poder estar a su lado. Pero sobre todo cansado de no poder vivir lo que sentia. Poco le importaba que la caida del muro no hubiese resuelto todo. Había crimenes, inseguridad. Nezumi no le había mentido y en cuanto hubo la posibilidad los saqueos no se hicierón esperar.
   La ilusión de Utopia, que había sido No. 6, se había mantenido gracias a la misería de un gran numero de personas. Pero ahora, ¿qué quedaba? Ya ni siquiera había una pequeña parte de la humanidad que viviese bien, al menos no ahí. La corrupción, hasta el tuetano de todo, infestaba todos los aspectos de la vida comun. Y ahora se cuestionaba si había hecho lo correcto. 
   Se dejo caer ya rendido, justo en el mismo lugar donde lo había visto por vez ultima. De verdad que la suerte era despiadad con él. Su pobre corazón no soportaría las desoladoras oleadas de sentimientos que en pocas horas, lo asediaron, desde que lo vio, y luego penso que había sido solo una ilusión, hasta lo que ahora se le materializaba frende a él. Nazumi.
   No dijo nada. Ni dejo de llorar en ningun momento, hasta que el ojigris se arrodillo frente a él. Y lo beso. Lo que tanto había anhelado, por tres miserables años, por fin podiá sentirlo y no solo como un sueño: un beso de saludo, un beso que le decia que no se iria jamas. "Perdon" le haía susurrado entre cada beso, cargado de una ternura que le demostraba que Nezumi había sentido lo mismo que él por ese largo tiempo. 
   -Perdon -repitio un poco más fuerte-. Se supone que no debia verte aun, pero cuando te vi salir de tu casa en ese estado, no me pude contener. No digas nada aun -apresuro a decir viendo como la ira crecía dentro de Sion, seguramente con unas ganas incontenibles de darle un merecido golpe y reprocharle en gritos el no haber ido a verlo desde el primer momento en el que estuvo ahí-. Aun no puedo estar contigo. Tengo algo que hacer y te juro, que despues de esto, me daras ese golpe que de seguro estas conteniedo, escuchare todos tus gritos y reclamos, y por fin te respondere.
   Sello de nuevo sus labios con un nuevo beso. Se levanto y se fue. Y ese beso, Sion, no supó a que le sabía. No era de adios. Tampoco como un saludo. Era algo nuevo, mas no pleno. Regreso a su casa y durmio todo lo que quedaba del día. Nezumi estaba de vuelta. Había regresado. Y sin poder evitarlo, ni quererlo, una sonrisa se poso en sus labios, junto con el aun calido tacto de los labios de Nezumi. 
 
 

Notas finales:

Bueno, espero les guste!!! Onegai!!! 

Y como siempre perdon por los horrores ortograficos, eso nunca ha sido mi fuerte, y estoy intentando superarlo, pero bueno, voy a paso de tortuga, jejeje... 

Sus RR seran muy bienvenidos, y me gustaría preguntar ¿a quien consideran, en esta pareja, como el más uke y el más seme? 

Para mí, Nezumi es seme y Sion Uke, aunque simpre me gana un no sé que que prefiero a los Sukes, n.n pero bueno, espero sus comentarios...

ciaito n.n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).