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Lección de Ruina por DasHerz

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Notas del fanfic:

ADVERTENCIA: Violencia y Sexo explícito… supongo.

Notas del capitulo:

Bien, este es mi segundo Fic de Invasor Zim y el primer ZADR que es sin lugar a dudas mi pareja favorita. Amo a Zim y adoro a Dib, por lo que no pude evitar escribir esto y no será lo último que lean de mí en cuanto a IZ concierne. (Por cierto,  si alguien sabe cómo poner imágenes en las notas, háganmelo saber por favor).

Pasaron 3 años terrícolas en los que Zim había estado varias ocasiones a casi nada de lograr su objetivo, conquistar la sucia bola de tierra. Lo único que se lo impedía era la presencia de ese… ese estúpido mono-humano llamado Dib que continuaba con su papel de defensor de la Tierra. ¿Por qué no lo había matado? Es decir, si quisiera ya lo habría hecho ¿o no? Su debilucho cuerpo humano no era nada que no pudiera atravesar con alguna de sus patas robóticas o bien con alguna de sus armas letales.


-Riiiing- Sonó el timbre que marcaba el final de la clase, y a su vez le había sacado de sus pensamientos. No terminó de escuchar lo que decía el maestro, simplemente tomó sus cosas y se marchó de ahí, aún tenía una clase más antes de la ansiada salida.


Caminaba sin prestar atención a su camino, no tenía muchos ánimos en sí, sólo deseaba regresar a su base y trabajar en su más reciente plan que traería ruina al mundo. Tan ensimismado iba en sus pensamientos que no notó al chico que se dirigía al mismo punto que él, inminentemente chocaron.


-¡Fíjate por dónde caminas estúpido humano!- Atacó sin importarle fuera su culpa. Estaba a punto de empujar al humano idiota cuando notó que se trataba de Dib.


-¡Tú fuiste el que chocó conmigo!- Respondió Dib alterado ante lo obvio, el Irken le miraba con ira; Dib sabía la verdadera razón de su enojo y lo disfrutaba. Si bien la gravedad de la Tierra le había sido benéfica a Zim que había ganado unos buenos centímetros de estatura, no era suficiente ya que a penas y le llegaba a la barbilla, por lo que el alienígena se veía forzado a alzar la mirada para confrontarle.


-¡Mientes!- Contestó finalmente y se adelantó a entrar al salón de clases donde el profesor ya esperaba. Se sentó hasta el frente como era su costumbre, donde no apestaba tanto a humano y podía escuchar las clases a la perfección pero para su sorpresa Dib que usualmente se sentaba atrás o del otro lado, esta vez había optado por sentarse a su lado, cosa que asustó a sus viejos compañeros de la primaria que esperaban que en cualquier momento comenzaran con alguna de sus discusiones. Zim tenía los puños fuertemente apretados esperando algún movimiento por parte del chico pero esto no sucedió, finalmente se relajó en su asiento, Dib no le prestaba la menor atención.


Física, una de las pocas clases que compartía actualmente con el Dib y que le resultaba en extremo aburrida, nada que él no supiera, incluso su conocimiento era mucho mayor que eso que trataban los humanos hacer pasar por "física".


Pero…ahora que lo pensaba, ya casi no veía a su némesis, más que en las tres clases que compartían en toda la semana, ni siquiera les tocaba el receso juntos.


-Pss… pssss…. Pásalo- Lo sacó ahora de sus pensamientos el humano que se sentaba atrás de él, le ofrecía un papelito; Zim lo miró con desconfianza pero terminó tomándolo.


-Se lo mandan a Dib- Le dijo su compañero en un susurro manteniendo la identidad del remitente en completo secreto. Zim en lugar de pasarlo desdobló el pequeño pedazo de papel y leyó su contenido.


- "Dib quería decirte que me gustas mucho, besos"- Hizo una mueca de disgusto, lo dobló de nueva cuenta y lo arrojó al piso.


Nuevamente abordó sus pensamientos, miró de reojo a Dib que no despegaba su vista del profesor y tomaba notas. Las chicas le consideraban atractivo, la adolescencia le había sentado bien al chico que era alto, delgado… no podía apreciar bien su cuerpo pues siempre vestía su gabardina negra y ni Educación Física tenían juntos pero eso sí, seguía con su gran cabezota y sus anteojos; pero sus facciones eran increíblemente finas y poseía unos grandes ojos color miel que en conjunto con su tés pálida resaltaban intensamente.


Dib pareció sentirse observado y volteó a verlo, Zim simplemente fingió estar viendo a la ardilla que jugueteaba frente a la ventana y no prestarle atención. El terrícola le ignoró y se concentró de nuevo en sus apuntes.


Sí, era atractivo aunque en el fondo no había cambiado en nada, seguía con su increíble obsesión por lo paranormal y eso a su vez alejaba a las chicas que a pesar de considerarlo atractivo pensaban que había algo malo con su persona, en conclusión… que estaba loco. Eso era bueno, que siguiera siendo su mismo enemigo de siempre, a pesar de que su relación de enemistad había cambiado tanto; a su vez le molestaba puesto que si bien se había cansado de tratar de demostrarle a los estúpidos humanos que él era alienígena, aún seguía esforzándose por estropear sus brillantes planes de conquista.


El timbre sonó nuevamente, la clase había acabado y todos comenzaban a guardar sus cosas para retirarse, todos a excepción de Dib al que Zim sólo vio salir corriendo.


Caminó hasta su base como siempre, al entrar esperaba encontrar algún desastre hecho por Gir pero todo estaba en calma. Cerró la puerta tras de sí, y se fue a la cocina para dirigirse a su laboratorio a través del conducto del bote de basura. Una vez ahí miró satisfecho los monitores comprobando que su reciente experimento se mantenía estable, era cuestión de días para poder llevar a cabo su plan.


-¡INTRUSO! – Alertó su computadora mientras desplegaba frente a él el monitor que mostraba el campo de gnomos. Zim miró curioso al notar que no se veía nada en escena, ni los gnomos se movían.


-¿Es una broma?- Preguntó a su computadora mientras desplegaba otra serie de monitores frente a él que mostraban todo el diámetro del patio delantero, una vez más no vio nada, ni siquiera ardillas.


-No amo, estoy seguro de que algo violó el perímetro.


-Bien… ¡GIR ven enseguida al laboratorio!...


-¡GIR!- No obtuvo respuesta, finalmente sacó el comunicador de su PAK e intentó llamarlo, una vez más no obtuvo respuesta.


-¿Qué acaso tengo que hacerlo todo yo? - Se dirigió con fastidio al ascensor, iría a comprobar el perímetro el mismo, de seguro GIR se había largado a alguna fiesta como acostumbraba o estaría en algún puesto de comida chatarra, suponía más bien lo primero porque no le había contestado, probablemente por el ruido de la música.


-¡Llévame a la casa!- Salió por el inodoro y se encaminó hasta la entrada, abrió lo puerta de golpe esperando encontrarse con alguna sorpresa, pero como era de esperarse no encontró nada extraño todo en calma.


-Extraño, muy extraño- Dijo en voz baja antes de gritar su siguiente orden y cerrar la puerta -¡Computadora! Creo que tu sistema de vigilancia está fallando… ¡Inicia el escaneo en busca de errores!


-Pero amo- Trató de defenderse…


-¡No cuestiones a Zim!- Gritó furioso a la computadora que no le quedó de otra más que acatar lo que se le pedía. El Irken estaba consciente de que dicho procedimiento dejaría vulnerable su base al menos el tiempo que durara el escaneo del sistema, puesto que precisamente sería el sistema de seguridad el que estaría en reparación, una hora aproximadamente.


Volvió a su laboratorio, suficientes distracciones era hora de trabajar. Comenzó a revisar sus últimas notas para estar seguro de como proceder, en eso estaba cuando se sintió observado.


Trató de ignorarlo y continuar pero la sensación se hizo más fuerte, miró a su alrededor con sumo cuidado pero nada parecía fuera de lo normal. Miró el monitor que mostraba el avance del escaneo, apenas llevaba un 15 por ciento completado, maldijo por lo bajo.


Sintió sus antenas vibrar debajo de su peluca, había escuchado movimiento estaba seguro de ello. Se mantuvo alerta, nuevamente sintió sus antenas vibrar.


-¡No lo harás Dib!- Sacó apenas los extremos de las patas biónicas superiores de su PAK y disparó un rayo de plasma hacia una de las paredes.


Enseguida pudo ver a Dib, había logrado rozar con su rayo un dispositivo en su espalda, lo suficiente para afectar su funcionamiento, aparentemente un nuevo sistema de camuflaje.


-¡No me detendrás Zim! Tengo fotos de tus experimentos humanos y de tu laboratorio- Decía esto mientras se movía con agilidad hacia el ascensor, esa sería su huida


-¡No esta vez!... ¡No lo harás! - Gritó furioso sin perder detalle de sus movimientos, afinó su puntería y se adelantó a su siguiente movimiento, disparó su rayo una vez más hacia una de los tubos del techo, este se desprendió y cayó sobre el humano frustrando su escape. Sólo hubo silencio.


Se acercó hasta el humano, el tubo era pesado y le había caído encima; había algo de sangre en su enorme cabeza y permanecía inmóvil. Le hizo un escaneo rápido, la herida no era grave y tan sólo se encontraba inconsciente. Consideró seguro retirar el tubo para esto se ayudó con las extremidades biónicas de su PAK.


-Estúpido Humano… ¡Victoria para Zim! – Gritó orgulloso al tiempo que alzaba los puños y una de sus extremidades biónicas pisaba fuerte la cámara fotográfica hasta destruirla.


Su festejo duró poco, miró de nuevo al humano y la misma pregunta que se había hecho horas atrás volvió a su mente… ¿Por qué no lo había matado? , pudo dispararle directamente y acabar con su vida, bueno… ¿Por qué no acabar con su vida ahora? Quizá podría poner sus débiles órganos humanos sobre su mesa de autopsias o realizar un experimento sumamente doloroso con él. Sí, era buena idea.


Lo levantó sin mucha delicadeza y se sorprendió al sentirlo pesado, recordó el dispositivo en su espalda y lo retiró; lo examinaría más tarde. Se alzó en sus extremidades biónicas y llevó al humano a otra parte del laboratorio, ahí lo colocó en una silla reclinable, manipuló los controles para que esta se inclinara hacia atrás dejando a Dib recostado completamente a su "disposición", esa sería su mesa, el humano seguía inconsciente con la cabeza de lado, Zim contempló su rostro que era iluminado por una tenue luz violeta.


-Bien, empezaré sacando tu corazón- Zim estaba satisfecho, al fin tenía al humano como siempre había querido, vulnerable y a su merced. Tenía pensado hacerle tantas cosas, tantos experimentos, se preguntaba por qué no lo había hecho antes, por qué le había permitido llegar tan lejos tantas veces. Pero no más, le enseñaría una lección definitiva, Dib jamás desearía volver a entrometerse en sus cosas, en sus planes y mucho menos en su base.


Tomó una de las herramientas que se encontraba al lado de algunas otras sobre una charola metálica, esta asemejaba la forma de un escalpelo. La acercó lentamente al pecho de Dib, con gran precisión cortó su playera dejando al descubierto el blanco pecho del chico. Este se movió un poco, Zim no prestó atención a sus movimientos, se concentró en observar la anatomía del humano. Colocó su mano enguantada sobre su pecho, sintiendo su respiración, este subía y bajaba con ritmo, observó sus pezones que se habían endurecido cuando tuvieron contacto directo con el aire. Dib susurró algo incomprensible o quizá nuevamente no le había prestado atención.


Nuevamente sintió sus antenas vibrar bajo la peluca, esta vez en busca de un aroma, retiró la peluca y sus lentillas, arrojó su disfraz al piso sin cuidado alguno, se acercó al humano dejando que sus antenas lo exploraran desde su cabeza , bajando por su pecho…


-¡El humano no apesta!… al menos no de forma desagradable como los demás- Afirmó Zim sorprendido mientras sus antenas continuaban con su exploración, la piel era suave y se veía… tentadora, luego ese aroma…Finalmente no pudo contenerse, dejo que su lengua serpenteante hiciera contacto con la piel del chico, desde su pecho hasta su cuello.


-Ahhhhh- Ante el cosquilleo Dib salió de la inconsciencia soltando un grito, se asustó enormemente al ver los brillantes ojos carmesí que le miraban, el extraño objeto que Zim sostenía, su pecho descubierto. Trató de levantarse suponiendo que las intenciones del extraterrestre no eran nada buenas pero una vez más el Irken se le adelantó, se subió sobre él y lo sostuvo por pies y brazos con las extremidades de su PAK. Finalmente dejó caer su peso sentándose en su entrepierna. Dib seguía forcejeando bajo Zim inutilmente, finalmente se detuvo al sentir un cosquilleo en su zona sur, su pequeño esfuerzo había logrado una interesante fricción. El calor se le subió a las mejillas, miró al Irken que igual permanecía inmóvil mirando hacia abajo, aparentemente Zim también se había percatado de esa "interesante fricción".


Comenzó a moverse esta vez él sobre Dib buscando de nuevo esa sensación, una gran y siniestra sonrisa se formaba en el rostro del Invasor…


CONTINUARÁ…

Notas finales:

Espero sea de su agrado, decidí dividirlo en dos capítulos para que no quedara muy largo. Correcto, el siguiente trae el Lemon, dejen su comentario, me harán feliz y lo subiré con gusto. Ahora me retiro a dibujar algo para esta historia  ¡Saludos!


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