Pov. Chunji:
El nuevo profesor era el más deseado por todos, por así decirlo, e escuchado comentarios como “Como me gustaría estar en su cama” “¿Tendrá novia?”, reconozco que es lindo, tiene una hermosa sonrisa y su mirada cautiva a cualquiera, pero no puedo creer que tanto hombres como mujeres lo deseen, digo, es el profesor y hay una regla sobre ese tipo de relaciones, lo se fue un poco nerd lo que dije, pero la triste realidad… Es que lo soy, soy el chico más estudioso de toda la universidad y todos por eso me tienen algo de mala por ser el “favorito” de los profesores, aunque no me preocupo por eso ya que yo no vine hacer amigos solo vine a sacar mi profesión para trabajar en el extranjero y ayudar a mis padres.
-Chan Hee tome atención en clases por favor –Mire al profesor que estaba en frente de mi mirándome de brazos cruzados, me levante rápidamente e hice una reverencia todo sonrojado, era la primera vez que me llamaban la atención.
-Lo siento mucho, no volverá a pasar –Me miro por ultima vez para luego seguir leyendo el libro que tenia en manos, me senté tratando de tomar atención, pero todo eso del nuevo profesor me frustraba de sobre manera.
-Profesor Lee, disculpe que lo interrumpa pero necesitamos hablar con usted –Dijo la directora parada en el marco de la puerta. El profesor cerró el libro y camino fuera de la sala. Todos comenzaron a conversar sobre el profesor o cualquier cosa que a mi no me interesaba, mire mi cuaderno y comencé hacer garabatos. Todo esto me molestaba ¿Por qué tanto interés por el profesor? Es un profesor nada mas, no pasara más allá como creen algunas chicas, mire hacia la puerta donde venia entrando el profesor.
-Alumnos los dejare con otro profesor, surgió un problema y no se hasta cuando vuelva –Todos se miraron preocupado ¿Qué le habrá sucedido? Es el mejor profesor en toda la universidad muchos habían subido sus notas, eso era verdad pero a la vez me aliviaba ya que no escucharía otra vez esos comentarios algo subidos de tono por los alumnos, el profesor tomo sus cosas y salió de la sala para luego ver entrar a un hombre mayor.
Ya había pasado una semana desde que no vemos al profesor y por lo que escuchado en esos cuchicheos de las chicas, es que un familiar estaba grave en el hospital, debo admitir que eso me preocupo, se lo que se siente tener a alguien querido grave en el hospital, lo viví con mi madre cuando supimos que tenia cáncer al estomago y no vivió mas de dos meses, fue el día mas horrible de mi vida, ella era como mi mejor amiga, no me quejo de como me educo por algo soy así, porque gracias a ella tengo o lo que tengo y soy como soy.
Ya era lunes y un nuevo día comenzaba, me encamine hasta la universidad y en la entrada vi al profesor hablar con la directora, tenia curiosidad pero no me debía meter en lo que no me importaba, entre a la sala y en la pizarra vi escribo “Fighting” sabia que estaba dirigido hacia el profesor Lee Byung Hun, me senté donde siempre hasta que tocaran el timbre de entrada, ya cuando por fin sonó entro el profesor junto con varias alumnas y alumnos saludándolo. La clase comenzó y podía ver que el profesor estaba algo distraído, de vez en cuando se equivocaba y no prestaba mucha atención a lo que hacia, el timbre sonó para el receso y todos salieron como animales enjaulados, me levante lentamente mientras guardaba mis cosas y salía de la sala hasta mi casillero, ya cuando guarde todo camine hacia el patio trasero donde muy poco aparecían por ahí, me gustaba leer y aquí no podía ya que los “populares” eran muy ruidosos y molestaban a cualquiera que se le cruzara, ya había pasado por eso y no lo quiero volver a pasar, camine hasta llegar a un árbol que daba sombra y senté bajo de esta. Estaba tan sumido al libro que no sentí que alguien estaba al otro lado del patio hasta que sentí un sollozo, levante la cabeza y vi al Profesor sentado en una banca con la cabeza agacha y se notaba que estaba llorando, no sabia si ir o no, no me gusta ver a la gente llorar aunque me cayeran mal o no les hablara. Me levante lentamente limpiando el pasto de mi ropa y camine algo nervioso hacia él, cuando ya estaba cerca pude ver que su cabellera rubia estaba algo despeinada y algo dejaba ya que se podía ver las raíces negras aunque le quedaba bien, me senté a su lado y toque levemente su hombro, el me miro sorprendido para después secar sus lagrimas y colocar sus lentes.
-¿Qué haces aquí? Debería estar con tus amigos –Su voz sonaba algo ronca por el llanto, baje mi cabeza algo pensativo, lo mire y hable.
-No tengo amigos, y lo siento mucho, supe que tenia un familiar en el hospital –El me miro sorprendido.
-¿Cómo lo sabes? –Aun tenia lagrimas en las mejillas y eso me hacia sentir mal.
-Ya sabe, rumores. Desde que llego aquí a sido el centro de atención –Me sonrió algo triste para luego bajar la mirada, toma aire por la boca algo fuerte para después reír.
-Si me e dado cuenta sobre eso, e escuchado comentarios –Me miro secando sus lagrimas. –Eres el único a quien no e escuchado decir algo de mí –Baje la cabeza algo sonrojado, no sabia que podía ponerme así al estar cerca de él, pero debo admitir que entre más cerca, más lindo es. Es raro que diga esto, lo se, pero yo se mis gustos desde mis 15 cuando mi mejor amigo se me confeso y yo sin saberlo sentía lo mismo que el, desde hay supe mi preferencia sexual.
-Se lo que se siente tener a alguien grave en el hospital –Dije para cambiar el tema, eso me calaba nervioso y no quería saber que el profesor me colocaba así y mas con su mirada clavaba en mi.
-¿Quién estuvo en el hospital? –Me pregunto curioso, era extraño hablar abiertamente con el, pero me inspiraba confianza, en todo caso, por algo era el profesor.
-Mi madre, tenia 18 años cuando callo al hospital y a los 2 meses después murió de cáncer al estomago y desde ese día quede solo –Me miro sorprendido, a lo mejor no esperaba que dijera eso, bajo la mirada.
-Lo siento, no estaba eso
-Lo se, nadie lo sabe hasta ahora –Dije mirando los arboles que bailaban junto al suave viento.
-¿Por qué quedaste solo? –Al parecer quiere saber más de mi, ya que no e sido grosero con el como los demás, hablando de eso no sabia que hora eran, pero en este momento no me importaba, estaba bien aquí hablando con el, necesitaba a alguien con quien desahogarme, porque no tenia amigos ni aquí ni afuera.
-Porque mi madre se alejó de todos al saber que estaba embarazada a sus 17 años, no quería que nadie la juzgara por ser madre joven y soltera –Suspire dolía un poco hablar de eso, el me miraba atentamente sin dejar de tomar atención a todo lo que yo decía –No conozco a nadie de mi familia y tampoco quiero saber, porque con mi madre estaba bien, ella era todo en mi vida –Baje la mirada tratando de contener las lagrimas, dolía demasiado .
-Tranquilo, si no puedes no te preocupes, con eso ya e sabido demasiado y se cuan difícil es tu vida –Paso su brazo por mi hombros y me atrajo hacia él, pase mis manos por lo ojos secando algunas lagrimas que habían salido.
-Gracias, en realidad necesitaba desahogarme –El me sonrió y acaricio mi brazo tratando de tranquilizarme.
-Mi madre tambien falleció pero hace 2 días, fue un golpe duro, aunque ella cumplió su sueño de verme hacer lo que me gusta hacer –Lo mire algo apenado, que me hablara eso era algo muy importante, porque no todos hablaban así y menos si es profesor, pero al parecer encontré a alguien en quien puedo confiar.
-Lo siento –El me miro con una sonrisa para después revolver mi cabello castaño.
-Sera mejor volver, el timbre esta por tocar –Se levanto arreglando su ropa y acomodándose sus lentes, me levante tomando mi libro que estaba en la banca.
-Gracias profesor, fue un gusto hablar con usted –Le sonreí para luego comenzar a caminar hacia el patio delantero, pero el tomo mi brazo asiendo que me le mirara.
-No me trates de usted, solo dime L.Joe, no creo que la edad sea mucha diferencia –Me sonrió soltando lentamente mi brazo.
-No lo se, yo tengo 21
-¿Vez? La diferencia no es mucho, tan solo son 3 años, tengo 24 –Nos miramos sonriendo hasta que sentimos el timbre sonar, camine hacia el patio delantero para después entrar a la sala, el día paso rápido y la verdad estaba feliz, había logrado desahogarme después de mucho tiempo y creo que había conocido a alguien muy bueno y simpático, era cierto eso de que no hay que juzgar por la portada del libro.
La semana había pasado y L.Joe y yo cada día nos conocíamos aun mas, había descubierto que le gustaba rapear y me hizo una pequeña demostración donde me quede impresionado, jamás pensé que el profesor tenia un gran talento, yo le había dicho que me gustaba cantar cosa que tuve que demostrar, claro que con una gran vergüenza, él me había dicho que era un gran talento para tenerlo guardado por lo que me puso “Power voice” ya que dice que tengo una poderosa voz, tambien supe que desde pequeño se había ido a Los Angeles para después volver a sus 15 años, era muy interesante todo lo que me contaba, había vivido muchas cosas a comparación conmigo.
Una tarde después de la universidad decidimos salir a caminar para poder conocernos un poco mas, debo decir que eso me gustaba, el profesor me gustaba. Después de que dije que todos los que gustaban al profesor por pensar que iban a tener algo con el, eran unos tontos, ahora me arrepiento. Porque caí al igual que ellos, caí a su sonrisa, su mirada, y su sentido del humor.
-¿Qué piensas? –Me pregunto mientras comía un poco de helado, estábamos sentados en una banca en el parque que estaba cerca de mi casa, pero eso no se lo diría.
-Nada, solo que esto se me hace extraño
-¿Qué cosa? -¿Siempre era tan preguntón? Pero eso me gustaba porque pensaba que le interesaba.
-Que estemos los dos aquí, porque sé que esto no se puede hacer –Mire el helado que estaba en mis manos para después lamer un poco sintiendo el frio de este.
-¿Qué un alumno y un profesor salgan? Bueno este es tu ultimo año, no creo que te digan nada –Me guiño el ojo y eso me sonrojo ¿A que se refería con eso? ¿Quería que pasara a algo más? Eso me colocaba feliz.
-Eso creo –Dije tratando de mirarlo a los ojos porque me colocaban nervioso, sus ojos cafés eran tan intensos que me intimidaban.
-¿Vallamos a mi casa? Hace un poco de frio y tengo ganas de ver una película.
-Pero para eso esta el cine –Le dije nervioso, ir para su casa y además que me preguntara con tanta naturalidad, me acongojaba.
-Pero hay ahí mucha gente, y no me gusta escuchar voces mientras ves películas –Tenia razón, a mi tampoco me gustaba, porque si ibas a cine era para ver la película no para hablar.
-Esta bien, pero pasemos por mi casa que necesito cambiarme –El asintió y se levanto junto conmigo y caminar hacia donde yo lo guiaba mientras hablábamos, al llegar el quedo mirando la casa fascinado.
-Tu casa se ve acogedora, me gusta –Me dijo mientras miraba las fotos que tenia en la sala.
-Me iré a cambiar, vengo enseguida –Entre a mi habitación sacándola ropa que usaría, ya estaba algo fresco así que usaría algo para no pasar frio.
Ya cuando estaba listo, salí e la habitación y me encamine a la sala donde estaba L.Joe mirando detenidamente una foto donde estábamos mi madre y yo, en esa foto yo tenia 15 años.
-Te ves muy lindo en esta foto –Me dijo cuando estaba a su lado –Tu madre era muy hermosa, ya se de donde sacaste esa belleza –Me miro sonriente mientras yo me sonrojaba como tomate.
-G-Gracias supongo –Dije tratando de desviar mi mirada.
-Vamos antes de que sea mas tarde –Me dijo tomando la mano y caminando hacia la salida.
L.Joe me dijo que su casa no quedaba muy lejos así que nos fuimos caminando en todo caso no teníamos otra opción porque había dejado el auto en su casa, porque pensaba que no lo necesitaba. Cuando llegamos a su casa me quede asombrado, era muy grande a pesar de vivir solo, entramos en esta y la sala era el doble de grande que la mía, por algo dijo que la mía era acogedora.
-Iré a buscar las películas, espérame aquí –Dijo desapareciendo por una puerta, mire la sala y esta estaba adornada modernamente, era hermosa, lo vi salir por la misma puerta que lo vi salir con varias películas en mano y una ¿Cobija? Bueno así no pasaríamos frio por la tarde –Aquí están las películas, elije una mientras yo iré a colocar las palomitas –Me sonrió para después desaparecer por otra puerta, supuse que era la cocina, mire varias películas y me atrajo una que quería ver hace tiempo, así que la deje sobre la pequeña mesa que estaba en el centro y fui hacia la cocina a ver si necesitaba ayuda, al entrar a la cocina lo pude ver sirviendo un poco de bebida en unos vasos.
-¿Te ayudo? –Le pregunte, el volteo y me sonrió, se veía extraño sin gafas, pero igual de lindo como siempre.
-¿Puedes llevar los vasos? Mientras yo saco las palomitas –Recibí los vasos y camine hacia la sala mientras sentía los pasos de L.Joe detrás de mi, deje los vasos sobre la mesa y tome la película mostrándosela –Esa se ve muy buena, hace tiempo la quería ver –Le sonreí feliz, porque teníamos algo en común, era una película romántica, me gustaban las películas así, eran tan hermosas y la mayoría se trataba de un amor imposible, como ahora.
L.Joe transformo el sofá en un sofá cama, coloco la película y se recostó golpeando su lado para que yo lo hiciera y así lo hice, era algo incomodo estar a su lado así, porque no teníamos tanta confianza pero al parecer él lo siente así, bueno me tengo que acostumbrar porque por lo que me dijo L.Joe le gustaba estar bien con sus “amigos”
La película comenzó y ya a la mitad estaba tan interesante que no me di cuenta que L.Joe me había abrazado desde la cintura, me di cuenta cuando me apego a su cuerpo provocando que lo mirara a los ojos algo sorprendido y sonrojado. Acaricio mi costado, mi respiración se había acelerado, sus ojos tenían un brillo hermoso.
-Chunji –Así me había puesto el, la mayoría de mis sobrenombres me lo había puesto el. Sus ojos estaban intensos y pude notar que miraba mis labios entre abiertos por la impresión de estar tan cercas –Me gustas mucho –Dijo para después acercarse un poco mas, me sorprendí ante esa confesión, me correspondía. No lo podía creer, me correspondía, sonreí algo avergonzado por lo que iba hacer, pero sabía que estaba correspondido así que me acerque y lo bese. Mi primer beso con el hombre más hermoso de la tierra, quizás estaba exagerando pero así lo sentía, el beso era lento y melodioso, los dos llevábamos un vaivén lento, sin prisa, sin fuerza.
-Tambien me gustas L.Joe –Dije cuando nos separamos para tomar aire, el me sonrió y me volvió acercar de la nuca para volver a besarme, esta vez mas intenso, mas pasional.
Esa noche fue el mejor de mi vida, había encontrado al amor de mi vida y aunque al principio lo odie por ser el mas “deseado”, ahora lo amo con todas mis fuerzas, él había sido el primero en todo y el ultimo en besarme, porque no me separaría jamás de él, aunque no quisiera, pero sabia que el jamás querrá porque nos amamos de igual manera y se que su amor es sincero al igual que el mio.