_ Espero que entiendan- comenzó a decir al tiempo que se sentaba en una silla frente a todos los demás- que esto no puede volver a ocurrir…
Todos guardaron silencio fijando sus miradas en el suelo. Él único que lo miraba era Tao, como siempre, tomaba cada pequeña ocasión para admirarlo. No era algo que pudiera hacer con total libertad desde que Kris siempre le observaba y no soportaría ver que tuviera preferencia por el presentador.
Noto que no era el único que miraba a aquel hermoso hombre joven de cabellos oscuro y piel blanca como la porcelana. Suho, a tres sillas de él, hacía lo mismo.
Él pensó que el mayor no tenía que preocuparse porque D.O. nunca estaba cerca. Ni siquiera en aquella reunión ni en ninguna otra.
_ Habrá consecuencia si se repite…- la voz desganada de Jaejoong y su rostro cansado era en cierto punto conmovedor para los demás. Al punto de hacerles sentir un poco de culpa. Él no era alguien severo, pero si conocía los límites. Como el mayor y, en definitiva, quien había armado todo eso debía hacerse responsable.
_ No volverá a suceder- respondió Suho en tono seguro y Kris asintió.
Estaba sentado en el suelo de su habitación apilando papeles en distintos montones que luego ponía en cofres pequeños. Parecía muy entretenido en aquellas actividad hasta que sintió que una piedra golpeaba su ventana. Se levantó y la abrió para mirar hacia fuera.
_ ¡Ren!- exclamó Aron- ¡Ya llegó el circo!
_ ¡En seguida bajo!- dijo ansioso. Fue por sus cosas y bajo apresurado.
_ Apresúrate- le dijo cuándo lo vio salir.
_ Traje todo conmigo. Vamos a comprobar si ellos son los mismos que vinieron hace cien años.
Corrieron hasta la estación que no estaba muy lejos de ahí. Cuando llegaron vieron un montón de gente alrededor del tren y un grupo de personas que habían salido de él. Ellos fueron hasta un grupo de tres chicos que estaban junto a una cámara.
_ Me costó mucho conseguir que mi padre me prestara la cámara- dijo JR cuando llegaron- le dije que tomaría las fotos para el periódico.
_ Si son personas normales puedes publicar las fotos después- le respondió Ren- ahora debemos apresurarnos para obtener una foto antes que se den cuenta.
Todos estaban ahí mientras Jaejoong daba la bienvenida. Todos menos Luhan, Sehun y D.O; este último nunca salía.
_ Traje un espejo de bolsillo de mi mamá, me acercare para verificar si se pueden reflejar- dijo Ren.
_Yo te acompaño- dijo Aron.
Ambos fueron hacia un costado de donde estaban los artista del circo, trataron de posicionarse donde ellos no les vieran. JR y los demás tomaron la cámara para tomar una foto antes de que lo notaran.
Ren sacó de su bolso aquel espejo, pero en ese instante fue empujado accidentalmente por una persona provocando que dejara caer el espejo contra el piso y que este se quebrara.
Tao quien estaba a unos pasos de él sintió el sonido y se dio vuelta para ver que sucedía. Cuando Ren se levantó con el espejo en sus manos su mirada se cruzó con la de Tao. La impresión fue tal que dejo caer el espejo de nuevo al piso. Mientras que el otro dio un paso hacia atrás consternado y así choco a Kris que estaba parado junto a él.
_ ¿Qué sucede?- pregunto Aron mientras sostenía del brazo al menor.
Pero Ren estaba congelado mientras miraba hacia el joven parado frente a él.
Kris volteó a ver que le sucedía al menor y vio a Ren parado a pasos de él. En su rostro también se dibujó la sorpresa. Lo tomó de los hombros y lo acercó hacia él tratando de prevenir cualquier arranque del menor.
Ninguno podía cree el parecido que tenían en el otro. Eran pequeñas similitudes que le generaban tal aversión que apenas se controlaban.
Ren no podía tolerar verse reflejado en alguien del cual tenía tales sospechas ¿Qué significa eso? Se preguntaba y solo desconfiaba más.
Tao odiaba la idea de que hubiera alguien que se le pareciera aunque fuera un poco. Simplemente no lo podía tolerar. Lo único que podía pensar era en la posibilidad de que las personas que él quisiera lo reemplazaran con ese otro. Aquello lo asustaba y le molestaba.
Ambos se miraron desafiantes, ninguno toleraba la existencia del otro. Desde aquel primer momento quedo establecido que este mundo solo tiene espacio para uno.
_ Vámonos- le susurró al oído Aron a Ren.
Pero este continuaba con su mirada fija sobre Tao inspeccionándole cada detalle de su cuerpo y su rostro.
_ Vamos- insistió y le llevo a jalones.
_ No hagas nada- le dijo Kris a Tao mientras le sostenía de la cintura.
Aron llevó a Ren con los demás que estaban detrás del todo.
_ No van a creer- les dijo al llegar- uno de los miembros del circo se parece a Ren.
_ ¿Se parecen?- replicó JR.
_ Bueno… no tanto cuando los miras bien, pero la primera impresión es muy fuerte.
_ No pueden haber dos personas iguales en este mundo…- murmuró Ren.
_ Ustedes no son iguales- replico Aron.
_ Debe ser una señal de que ellos están en error… son el mal.
Todos lo miraron.
_ No nos quedemos aquí, vamos a nuestro refugio en el bosque.
Mientras leía unos libros viejo recostado sobre uno de los sillones del vagón comedor sentía la constante mirada del menor sobre él.
_ ¿Qué te pasa?- le pregunto.
_ ¿Crees que él es más guapo?- pregunto Tao.
Kris esbozo media sonrisa y le respondió- deja de delirar.
_ ¿Entonces por qué lo defendiste?
_ ¿No escuchaste lo que dijo Sir Jaejoong?- le clavó una mirada- …apuesto a que sí.
_ Pero esto es diferente.
_ No lo harás y punto.
_ Pero…
_ Te estoy vigilando Tao, haz lo que te digo.
El menor se levantó para salir de ese vagón.
_ ¿A dónde vas?
_ A la recamara- dijo antes de salir.
Kris le siguió con la mirada hasta que desapareció entres los pasillos.
El menor fue hasta la última de las recamaras y se detuvo frente a la puerta. Él sabía que no tenía permiso de entrar pero ese día no estaba de ánimos de obedecer.
Al abrir la puerta lo vio recostado en un gran sofá, se admiró de ver que no había cama ahí. El hermoso hombre joven dormía profundamente ahí. Él miro un poco las cosas que había ahí; libros, baúles y algunos otros muebles. Cerró la puerta detrás de él y se acercó al presentador; era la primera vez que le veía así. De esa manera parecía un niño, indefenso y cansado. Tuvo de pronto el deseo de besarlo, era la primera única oportunidad que tendría para hacerlo. Kris nunca lo sabría y si lo hacía con cuidado el presentador tampoco. Se acercó hacia a él inclinándose, pero de inmediato los ojos negros del presentador se abrieron e iluminaron su rostro.
_ ¿Qué haces aquí?- preguntó.
_ Yo… solo…
_ Vete.
_ Quería preguntarte algo…
_ No quiero más conflictos aquí ¿sabes lo que Kris opinaría de que entres aquí?
_ Por favor, déjame preguntarte.
_ Habla rápido.
_ ¿Pueden haber dos personas iguales en el mundo?
_ Sí, pero esas dos personas jamás deben encontrarse.
_ ¿Qué sucedería si eso pasara?
_ No lo sé…
_ Ese otro intentaría tomar lo del otro pensando que es suyo…
_ ¿De qué hablas?
_ ¿Puedo salir un momento?
_ No, no puedes.
_ Por favor…
_ Suficiente. No sé en qué andas pero no quiero que hagas nada. No quiero castigarte.
_ Hay gente extraña aquí y no sabemos que traman porque Luhan está inhabilitado.
_ Está castigado, debemos apañarnos sin él. Además, no vi nadie sospechoso.
_ ¡Yo sí! Era igual a mí, pero diferente.
_ ¿Qué quieres decir?
_ Que era igual a mí, pero distinto al mismo tiempo. Me da miedo, sé que me hará algo.
_ No vi a nadie así y yo veo todo.
_ Kris lo vio.
Se levantó y tomo de la mano al menor y salió con él.
_ Reúnanse- murmuró al salir.
Kris los estaba esperando en el vagón con el libro abierto sobre su regazo. Al verlo llegar con Tao clavó una mirada de reprobación en el menor.
Jaejoong lo soltó al llegar y se fue a sentar mientras los demás llegaban. A los pocos segundos todos se reunieron menos Luhan, Sehun y D.O.
Tao se fue a sentar junto a Kris con mirada preocupada, cuando lo hizo este le profirió una mirada voraz.
_ Estas acabando con mi paciencia…- murmuró.
Un escalofrío recorrió la espalda del menor.
_ ¿Puedes confirmar lo que Tao me dijo?- le pregunto Jaejoong.
_ Sí es sobre el chico que se le parece… sí lo confirmo.
_ ¿Alguien más lo vio?
Los demás se miraron entre sí y negaron con la cabeza.
_ Solamente se le parece, no hay de qué preocuparse. Tao exagera- continuó el rubio.
_ ¡¿Cómo puedes decir eso?! –exclamó Tao- ¡¿Es que ya has decidido cambiarme por él?!
_ Suficiente- dijo Jaejoong en tono severo. Luego hizo un gesto con la mano para levantar la reunión y se retiró.
_ Yo no lo he visto- dijo Chen a Xiumin- ¿Realmente se le parecerá tanto?
_ No sé, pero yo lo quiero ver- dijo con entusiasmo.
_ Otro Tao en este mundo ¿Qué hemos hecho para merecerlo?- dijo Lay entre risas.
Esos comentarios le ponían nervioso por demasía al menor. Nadie ahí entendía lo que cruzaba por la mente del joven. Kris era el único que podría haberlo entendido estaba demasiado enfadado con los résbalos del menor. La oscuridad que habitaba en él podía muy fácilmente tomar control. Solo en la confusión de su mente no tenía defensas.
_ ¿Trajiste las fotografías?- pregunto Baekho a JR mientras entraba a la cabaña donde estaban reunidos.
_ Las traje- respondió.
Todos se levantaron y fueron hasta la mesa donde las estaba colocando.
_ Es muy raro…- comenzó a decir- miren esta foto- les indico una con el dedo- aquí se ven todos ellos pero la gente del pueblo que estaba allí no aparece en la foto, como si estuvieran solos. Ahora miren esta- les mostro otra- está la tome desde un ángulo para tener una panorámica de la estación, pero si intenta mirar donde ellos se supone que estaban el espacio está vacío.
_ ¿Qué significa esto?- pregunto Myun Hyun.
_ Tengo mis dudas… pero yo creo que cuando es mi intención sacarle una foto a ellos, las foto los retrata sólo a ellos. Pero cuando quiero sacar una foto en general, ellos no aparecen. Es como si no pudieran aparecer en la misma foto.
_ Su mundo no compatibiliza con el nuestro- dijo Ren.
Todos lo miraron.
_ No son de este mundo…
_ tenemos que decirle a tu padre lo que descubrimos- dijo JR.
_ Sí, el reverendo Choi sabrá que hacer- continuó Baekho.
_ No, no le diremos a mi padre todavía. No sabemos que podrían hacer y no queremos alertarlos. Debemos armar un plan y actuar con cautela.
_ ¿Qué dicen los libros? ¿Qué crees que sean?
_ Las escrituras hablan de humanos sin vida; los “malditos”. Los que viven en los arrabales del tiempo y el espacio- fue y tomo el libro que antes leía- “el que pretende lo prohibido y vas allá del deseo y el acto pacta con la oscuridad un cambio equivalente de las partes que nunca se concilia. Tras sellar el pacto con el más profundo deseo el intercambio se efectúa y el sujeto recibe aquello que pretende en la medida de lo que entrega”. Luego dice “Lo que Dios no admite será pecado y el pecador por siempre maldito”
_ Malditos… ¿Cómo lo haremos?
_ Les tenderemos una trampa. Dibujaremos un círculo alrededor de la estación con crucifijos y hojas con la palabra de Dios en ella. Los encerraremos, entonces llamaremos a mi padre y al resto de los obispos para quemar el tren en el nombre de Dios y acabar con su maldición.
_ El intercambio equivalente… -decía mientras miraba el reloj entre sus dedos- yo no estaré solo nunca más… -levantó su mirada y miró hacia un punto perdido en la habitación- faltan sólo tres horas para el show… lo solucionaré yo mismo- se levantó del sillón tomando el reloj con fuerza y las manecillas de este se detuvieron. Luego fue hacia la puerta y abandonó el tren.
Estaban reunidos a dos cuadras de la estación en la puerta de la iglesia. Aunque los cinco se veían algo atemorizados, había cierta decisión en sus miradas.
_ Son cinco puntos que he dibujado alrededor del tren cada cuál irá a un punto y dejara el crucifico con las santas escrituras- indicó Ren- le he dejado una nota a mi padre en su escritorio, cuando la vea acudirá de inmediato y será el momento en que los tengamos apresados. Min Hyun ¿trajiste el querosén y los fósforos?
_ Sí, también le deje una nota a mi padre para que venga.
_ Seguramente si le dijéramos no nos creerían, pero cuando vean con sus propios ojos que están apresados lo creerán y nos ayudaran- comentó JR.
Tao había intentado aventurarse en el bosque para buscar a aquel joven, pero no lograba avanzar, siempre terminaba dando vueltas en círculos. Finalmente decidió que debía buscar en el pueblo y regreso. El tiempo corría para él aunque no para sus compañeros, sabía que un descuido podía ser fatal.
Luego de dejar las cosas en los lugares indicados se reunieron por fuera del círculo frente a la estación.
_ Bien lo hemos logrado- murmuro Ren- ¿Qué hora es?
_ No lo sé- respondió Aron- mi reloj está parado desde ayer en la noche.
_ No, importa. Hagámoslo- tomó fósforo y lo encendió.
_ ¡¿Qué haces?!- exclamó Tao al llegar.
Los cinco se dieron vuelta sin creer lo que sucedía.
_ ¡¿Cómo lograste escapar?!- preguntó JR.
_ Ya verás…- murmuró a la vez que profería una mirada asesina sobre Ren que había enmudecido de la impresión. Sacó una de sus dagas y las aventó contra el rubio, pero al llegar esta se hacían polvo- ¿Qué demonios está pasando?- se preguntó y volvió a lanzar otra daga, pero ocurrió lo mismo con esta.
_ ¿Qué fue eso?- murmuro Aron.
_ ¿Por qué mi poder no funciona?
_ Realmente tu eres…- murmuro sin salir de su impresión Ren. Comenzó a caminar hacia él, Aron intento detenerlo pero él se zafó de su mano.
Tao se quedó inmóvil mientras el joven rubio iba hacia él.
_ Incluso si está mal… no puedo salir de la fascinación de tenerte en frente…
_ ¡Ren!- le llamó JR.
_ Es como mirar el reflejo sobre aguas turbias y oscuras, como pareces frente a un abismo… un sentido de vacío que te absorbe y embriaga- colocó su mano sobre el rostro del mayor- ¿será un pecado muy grande?- le miro a los ojos y le beso de repente.
_ ¡Ren, no!- exclamó Aron a la vez que le jalaba hacia atrás cayendo al suelo con el menor sobre él.
_ ¡¿Te volviste loco?! ¡Te irás al infierno con él!- exclamó Baekho mientras encendía un fósforo y lo aventaba sobre el charco de querosen que había arrojado sobre la estación.
_ ¡No!- exclamó Tao y volvió a sacar una daga que fue direccionada hacia Baekho y esta vez sí dio en el objetivo.
El joven la recibió en su pecho a la altura del corazón y cayo de rodillas al suelo de inmediato.
_ ¡Baekho!- Ren y los demás se abalanzaron hacia el para socorrerle pero su muerte llego en pocos segundos.
_ ¡Yo lo sabía!- empezó a decir Tao- ¡Sabía que querías arruinarme! ¡Pero no te dejare! ¡No dejare que me lo arrebates!- sacó el reloj de bolsillo- Los liberaré de la curvatura del espacio-tiempo y ya nada te podrá ayudar.
_ ¡No te dejaré! ¡Demonio!- Ren corrió hacia él y trato de quitarle el reloj. Él no lograba entender porque sus poderes no funcionaban con el menor, y porque tampoco su fuerza.
JR tomó una piedra y golpeo a Tao en la cabeza, pero por más fuerte que fuera el golpe ninguna herida se abría en su cabeza. Ren aprovecho la ligera distracción para arrebatarle el reloj. Tao se levantó enfadado y lanzo sus dagas sin compasión sobre los otros tres chicos. Ren vio ante sus ojos como sus amigos eran atravesados por las múltiples dagas que el mayor lanzaba poseído por la furia y la desesperación ante las llamas que se expandían amenazando llegar hasta el tren donde los demás estaban atrapados gracias a Tao.
_ Min Hyun… JR… Baekho… Aron… -las lágrimas se vertían sin control de sus ojos.
_ Solo faltas tú… -le miro y fijo y avanzó hacia él- salvaré a Kris.
Ren estaba tan trastornado por la situación que no se pudo mover. La pesadilla había dejado de ser fascinante para él.
Tao iba dispuesto a clavar la daga en su pecho, pero por alguna razón cuando lo intentaba no lo lograba; le faltaban fuerzas para hacerlo. Se irritaba cada vez más al darse cuenta de que no podía dañarlo.
Sin poderse herirse mutuamente ambos cayeron de rodillas al suelo, apoyándose mutuamente.
_ Mi padre… ¿Por qué no viene?
_ Estas encerrado en mi curvatura del espacio-tiempo que cree… no te dejaré ir.
_ Ninguno saldrá de aquí… todos vamos a morir. Tus amigos se irán al infierno contigo.
_ ¡Maldito!- exclamó.
_ Mi tragedia comenzó cuando te conocí…- una lágrima surco su rostro.
_ Debiste haber huido ¿Por qué me enfrentaste? ¿Acaso no tenías miedo? ¿Acaso el escalofrío que recorrió tu espalda cuando me conociste no fue advertencia suficiente?
_ ¿Me hubieses dejado ir?
_ Por más que quiera no te puedo hacer daño. Siempre le hice daño a las personas que amaba, pero a ti que te odio no puedo dañarte. Que desgraciado soy.
_ Te veo y te odio, te veo y te amo ¿es eso un pecado? Buscarte para destruirte, buscarte para verte. Quise verte una vez más, incluso si era ardiendo en ese fuego. Soy un mal cristiano.
_ Lo honestidad llega muy tarde para nosotros… no soltaras ese reloj y yo jamás te dejaré ir… somos muy testarudos, en eso nos parecemos.
_ El precio de nuestras acciones caprichosas lo pagaron ellos.
_ Todavía podemos arreglar esto… dame el reloj y te liberare, tu rompe ese círculo y déjanos ir.
_ Ellos están muertos por tu culpa. No te devolveré este reloj. No hay vuelta atrás.
_ ¿Realmente quieres permanecer aquí? Toda la eternidad… te mostrare lo que se siente- se posó sobre él lentamente provocando que cayera recostado de espalda al suelo y le beso.
Los ojos de Ren parecieron desorbitarse como si estuvieran viendo algo, sintiendo algo que no era aquel beso. De repente, comenzó a querer desprenderse del mayor. Pero Tao le sostenía con fuerza y no le dejaba zafarse. Le menor cerraba sus ojos con fuerza buscando escapar pero de aquello pero no lo lograba. Finalmente el mayor le soltó y este esbozó un grito de horro a la vez que soltaba el reloj y se largaba a llorar desconsoladamente.
Tao tomo el reloj en sus manos y este comenzó a funcionar de inmediato. Las puertas del tren se abrieron y de allí salieron los demás. Chanyeol logró controlar el fuego aunque con dificultad. El círculo seguía intacto y todavía no podían salir de él.
_ Rompe el circulo- le dijo al menor, pero este todavía no se recomponía- si no lo haces te hundirás conmigo en la oscuridad…
Ren se levantó y corrió hasta uno de los puntos, tomo el crucifijo y el pedazo de papel y lo aventó lejos.
_ ¡Dios, perdono mis pecados!- exclamaba aun llorando desenfrenadamente.
_ Hay un costo que cubrir- le dijo Nana a Tao.
_ Yo lo cubriré…- respondió este.
_ Has acabado con mi paciencia…- murmuró Kris mirándole fijamente, hizo sonar sus dedos y las llamas cubrieron a Ren.
_ ¡No lo hagas!- exclamó queriendo ir a socorrer al menor, pero Kris le sostuvo con fuerza.
_ ¡Todo tiene un costo! ¡Tus acciones también!- le dijo- ¡Este es el punto sin retorno!