Volví a caminar por todo el pueblo buscando algo con que entretenerme. Pero el infinito monocromatismo de este lugar absorbió lentamente mis energías y de repente solo tenía ganas de dormir.
La risa del payaso
Había dejado el pico apoyado junto a mi pie mientras buscaba en mi bolsillo del pantalón para secar mi sudor. Moví el casco para pasar el pañuelo por mi frente y la luz que salía de su pequeña lámpara iluminó el techo del túnel. Mire un instante la figura que se formaba con las sombras sobre los cortes de la tierra y una figura familiar parecía formarse. Le mire un poco más hasta imaginar que aquel juego de luz y sombras lucía como el perfil de un payaso. Me sonreí pensando que era lo más entretenido que había visto en mucho tiempo.
Mientras observaba eso Baro, mi amigo, llegó a los gritos corriendo por los túneles de la mina.
_ Muchacho loco- le reprendió mi padre- ¿Por qué gritas tanto?
_ Unas hermosas señoritas han llegado y tienen un anuncio que hacernos.
_ ¿Qué señoritas?- pregunté.
_ Unas muy hermosas, Gong Chan, tienes que verlas. Te aseguro que jamás has visto algo así.
Aparentemente el anuncio entusiasmó a más de uno, Baro y yo salimos corriendo hacia el pueblo para ver a las hermosas señoritas y detrás de nosotros los demás mineros.
Cuando llegamos al pueblo las dos señoritas ya volvían al tren en el que había llegado.
_ ¡Señoritas!- exclamé y ellas torcieron hacia nosotros. Una era rubia vestía pantalones negros con botas altas, una camisa de bolados blancos y una chaqueta negra. Sobre su cabeza un gorro de piel. La otra era morena, tenía una falda entallada negra, botas y un saco con una capucha que tenía piel en el borde- ¿a qué han venido?- pregunté.
_ Nana- dijo la rubia.
_ Sooyoung- continuó la morena.
_ Hemos venido a anunciar al circo Exo- dijeron al unísono- que les visitará el próximo domingo en una única función.
_ ¡¿Un circo vendrá?!- exclamé lleno de emoción.
Ellas hicieron una pequeña reverencia y continuaron su camino hacia el tren.
_ ¡Sera muy divertido!- dijo Baro.
Yo vivía en un pueblo de economía minera, todos aquí se dedicaban a la actividad minera. Cerca del pueblo había una mina de carbón. Nada emocionante sucedía, se trabajaba, comía y dormía, todos los días igual sin ningún cambio, era algo deprimente.
Siempre había soñado con poder abandonar mi pueblo e ir a la ciudad, pero el dinero me faltaba. No quería quedarme para siempre ahí trabajando en la polvorienta mina, quería hacer algo emocionante con mi vida y el circo pareció ser la oportunidad.
El día que señalado para la llegada del circo, todos fuimos a esperarlo a la estación. Bueno, no todos, la gente mayor prefirió quedarse descansado. Iban a ser las doce de la noche y yo estaba ya muy impaciente. De repente el reloj dio la hora, yo lo miré y luego corrí a la orilla del andén para ver el tren que se acercaba. Volteé a mirar a los demás detrás de mí y pasé mi vista por el reloj que tenía sus tres agujas marcando el doce. Lo miré un instante y noté que el segundero no se movía, lo que me resultó extraño. Pero era muy viejo y probablemente ya se había roto de nuevo.
Mientras el tren se detenía repasaba en mi mente lo que diría al dueño para que me aceptara. Trabajaría de lo que fuera con tal de que me sacara de este horrible y aburrido lugar.
La puerta del tren se abrió y de él salió un hombre joven acompañado por las dos señoritas que bajaron al andén. Yo aproveché ese momento para entrar de incognito al tren.
Cuando crucé la puerta me pareció sentir un cambio en el ambiente, parecía que adentro estaba más frío que afuera.
Era muy elegante con alfombras color púrpura y ribetes dorados. Donde estaba la entrada había una pequeña sala comedor, hacia la izquierda comenzaba los compartimientos dormitorios. Me fui por el pasillo de los compartimientos silenciosamente para no ser descubierto.
Aunque sabía que era algo que no debía hacer, tenía mucho deseo de ver un tren lujoso de por dentro. Además así sabría en qué condiciones viven los artistas de este circo y me ayudaría a considerar si mi decisión era acertada.
Todo era muy lujoso asique seguramente todos vivían bien en este circo. Mientras avanzaba comencé a sentir murmullos desde uno de los gabinetes. Me acerqué sigilosamente para oír que decían. Era la voz de dos jóvenes.
_ Te quedarás cerca de mí, donde te pueda ver… No me mires así, sabes qué pienso y sabes que tengo razón- había algo con el pronunciamiento de las “s” que le daba un tono infantil a su hablar.
_ Sí no confías en mí ¿Por qué no me dejas?- dijo el otro.
_ ¡¿Cómo puedes decirme eso?!- exclamó y seguido se oyó un quejido- lo siento ¿te lastimé? Dime, ¿te duele?
_ Sehun, estoy bien.
_ Sé que estás enojado conmigo, pero fue tu culpa.
_ No estoy enojado contigo.
_ ¿Realmente?
_ Como podría estar enojado con mi lindo Sehun.
Mire por el hoyo de la cerradura y vi a los dos jóvenes sobre la cama. El rubio de facciones angelicales estaba sobre el otro de cabello un tanto más oscuro y le besaba.
Me quedé congelado con la escena y no me pude mover. Súbitamente comencé a sentir algo a mi lado, algo como una presencia. Cuando torcí a mirar a mi costado vi el rostro de un joven junto al mío.
Solté un grito de horror por la sorpresa y caí sentado. La puerta se abrió y ambos jóvenes salieron.
_ ¿Quién es este?- pregunto él más alto.
_ Un intruso- respondió el rubio angelical.
Miré al chico que estaba a mi lado y le vi sentado con las piernas cruzadas con una gran sonrisa.
_ Dos intrusos de hecho- continuó cuando le vio.
_ Luhan debió haberse dado cuenta- dijo este.
El chico angelical torció una sonrisa traviesa.
_ ¡¿Qué?!- exclamó el otro y se fue.
_ Sehun- intentó llamarle pero no le prestó atención- ¿Por qué no le has sacado, Chen?- preguntó al chico junto a mí.
_ ¿Por qué no le has sacado tú?
Ambos soltaron una risa cómplice.
_ Sehun le dirá a Kai, seguro que fue con él ahora a quejarse- dijo Luhan.
_ Diré que es mi invitado.
_ ¿Invitado? Le viste entrar ¿verdad?
_ Sí, no es posible que lo hiciera solo.
_ ¿Y si Tao está de mal humor?
_ No lo está. Está con Kris.
_ Yo- comencé a decir- no quise molestar a nadie. Solo tenía curiosidad de ver cómo era por dentro. Nunca había estado en un tren tan lujoso.
Ambos se sonrieron.
_ Iré a buscar a Sehun, si se sigue enojando así conmigo me quedaré solo- salió por la misma dirección.
Torcí a mirar al chico y este me sonreía.
_ ¿Quieres conocer el tren?- me preguntó.
_ Sí- respondí entusiasmado.
Él se levantó y luego extendió su mano para ayudarme a levantar. Cuando la tomé se sentía algo fría.
_ En este vagón están los dormitorios. Somos quince en total, doce somos artistas, hay dos asistentes y el presentador. La mayoría compartimos habitaciones de a dos. Menos el presentador que duerme solo… a veces. Todo depende del humor en que estemos.
_ Ellos…- comencé a decir.
_ ¿Los que espiabas?
_ Sí- dije avergonzado.
_ Ellos comparten habitación porque están juntos.
_ ¿Juntos?
_ Juntos- se me acercó al oído y susurró- tu sabes.
_ ¿Tú?
_ Que directo eres- río- me gusta eso. Yo también, no con ellos claro- río más- todos estamos con alguien- dijo más serio.
_ ¿Por qué?
_ ¿Por qué tú estarías con alguien?
_ Claro… Solo que…
_ ¿Solo que lo normal es estar con una hermosa señorita?- sonrió.
_ Sí, supongo.
_ Verás… nuestras hermosas señoritas, Nana y Sooyoung, no nos dejan mucho espacio para el cortejo. Además, acá nada es normal…
Le miré.
_ Los otros vagones- continuó- son de almacenaje y ahí viven los gitanos que nos acompañan. No querrás visitarlo. ¿Te gustó el paseo?
_ Sí, muchas gracias.
_ De nada. No nos hemos presentado de manera oficial. Soy Chen, el líder de los payasos.
_ Mucho gusto, soy Gong Chan.
_ Ha sido un placer. Espero verte en el show.
_ ¡Claro!- sonreí- yo… yo, en realidad…
_ ¿En realidad qué?
Una puerta se abrió y el chico rubio apareció nuevamente. Desde el marco de la puerta miró fijamente a Chen con una expresión seria como si le dijera algo.
Chen le miro y sonrió como si se entusiasmara.
_ Dime ¿Qué es eso que quieres decirme?- insistió entusiasmado.
_ Kai…- murmuro Luhan y detrás de él apareció un chico moreno.
_ No puede estar aquí- dijo este.
_ Pero déjalo terminar de decirme eso que quería decirme- continuó insistiendo.
El rostro de los otros dos era de desaprobación.
_ Que chico travieso- dijo una voz en mi nuca a la vez que alguien ponía sus manos sobre mis hombros.
Torcí a ver estrepitosamente y vi al presentador acompañado de las dos damas.
Chen dio un paso hacia atrás disimulando su gran sonrisa, mientras que Kai tomó de la mano a Luhan y volvieron a entrar a la habitación.
_ Lo siento mucho- dije algo asustado.
_ No se preocupen- dijo moviendo las manos con una sonrisa realmente hermosa- Tenemos un show que preparar así que te pediré que te retires. Te esperamos esta noche. Nana, por favor.
La rubia me señaló el camino de salida.
Yo me despedí y salí con ella.
Por la mañana procuré despertar temprano e ir a verle. Baro me había contado que se había decidido hacer el show en el pequeño teatro del pueblo. Que en sí era un salón pequeño con un escenario. Pensé que esa sería mi oportunidad para hablar con ellos y pedirle que me aceptaran en el circo.
Cuando llegué vi a los gitanos rondando la entrada del teatro. Si iba a entrar solo podía hacerlo por la puerta principal, así que debía conseguir que me dejaran entrar.
_ Hola- dije- Soy Gong Chan y busco a uno de los payasos, Chen.
Se miraron entre ellos y me volvieron a mirar.
_ ¿Entienden lo que digo? Busco a Chen, el payaso.
Entonces la puerta se abrió detrás de ello y Chen apareció sonriente. A su lado estaba Luhan que le sostenía del brazo.
_ No te lo dije para que salieras- le decía Luhan.
_ Hola Gong Chan- dijo Chen.
_ Hola ¿cómo estás?
_ Muy bien- torció hacia Luhan- ¿por qué no vas con Sehun? Sé que sigue enojado. No vaya a ser que te cambie por Kai.
_ Eso no va a pasar- se dio vuelta y se fue.
_ Dime. Viniste a decirme eso que querías decirme ¿verdad?
_ Parece que ya lo supieras.
_ Soy muy perceptivo. De hecho, Luhan lo es. Ven entra.
Los gitanos lo miraron. Yo pasé entre medio de ellos.
_ Entonces ¿Es posible que me acepten?
_ Claro, pero tendrás que pasar una prueba antes.
_ ¿Qué prueba?
_ Una audición.
_ No se me ocurre que podría hacer, pero puedo aprender cualquier cosa.
_ ¿Cualquier cosa?
_ Lo que sea.
_ Bien- sonrió.
_ ¿Crees que lo demás estén de acuerdo?
_ Claro, por qué no. Es divertido tener nuevos miembros. Podrías unirte al cuerpo de payasos. Somos tres en total, ya conoces a dos de nosotros; Luhan y yo. Aunque Luhan, en realidad, es un arlequín. El tercer payaso es Xiumin, mi compañero.
_ ¿Qué es un arlequín?
_ Un personaje de la comedia del arte. Tiene algunos atributos distintos al del payaso del circo.
Fuimos por el pasillo de los camerinos hasta llegar al salón. Cuando cruzamos la puerta los vi a todos ahí.
Las demás estaban sentadas en un rincón con un gran reloj de arena entre ellas. Parado en la mitad del salón estaba el presentador a su lado estaba un joven de cabellos rojizos. Luhan estaba sentado entre las piernas de Sehun en el borde del escenario.
Todos torcieron a vernos cuando entraron y la expresión no pareció grata.
_ Hola a todos- saludó- traje conmigo a un joven que quiere unírsenos.
Se miraron entre ellos con expresiones contrariadas, excepto Luhan que mantenía su sonrisa calma mientras movía su cabeza de un lado al otro, y un chico que estaba a pasos de ellos semi arrodillado que se sonrió.
_ ¿Bromeas?- preguntó con una sonrisa nerviosa el presentador.
_ ¿Esta prohibido?- preguntó sonriente mirando a la damas.
_ No lo está- contestó la rubia.
El presentador se acercó a Chen y pasó sus brazos por su cuello y le hablo al oído.
_ Sabes que está fuera de discusión.
_ Que sea payaso- dijo el chico que se había sonreído levantándose y saltando del escenario.
_ Ese es Xiumin- dijo Chen.
_ ¿Por qué quieres hacer esto, Chen?- preguntó un joven alto y rubio.
_ Porque es divertido, Kris.
_ No sucederá nada- dijo Luhan a la vez que hundía su cabeza en el pecho de Sehun con su habitual sonrisa.
Algunos parecieron perder el interés cuando oyeron eso, otros le dieron una mirada de reprobación a Chen pero enseguida volvieron a lo suyo.
_ Va siendo la decimocuarta vez- murmuró un chico alto y rubio que al levantarse de donde estaba pasó y se chocó una pila de sombreros que se desmoronaron.
_ Ese es Chanyeol. No puede hacer dos cosas a la vez. O habla o se levanta- rió.
Chanyeol se sonrió avergonzado mientras apilaba los sombreros ayudado por un joven de cabellos oscuro algo más bajo que él.
_ Esta es tu galera Kai- dijo Chanyeol mientras le sacudía el polvo - Kai- le llamó al ver que no obtenía respuesta.
Miré en la dirección que este miraba y vi a Sehun y Luhan muy cariñosos entre ellos. Volví mi vista al rubio alto quien agacho la mirada y dejo la galera a un lado. El joven que le ayudaba le miró fijamente un instante. Hasta que este lo notó forzó una sonrisa y dijo- ¿vamos al camerino, Baekhyun?
_ Sí… - respondió este y ambos salieron del salón.
_ Vamos- me dijo Chen- te llevaré a cambiarte de ropa.
Había varias cosas sobre esta gente que no parecía terminar de cerrar. La actitud que tomaban no era del todo normal. Aproveché cuando nos quedamos solo para preguntarle, él era el único que me despertaba confianza.
_ ¿Por qué no le gustan los nuevos miembros?
_ Es que la vida en este circo es difícil y ellos son tan buenos. No quieren atraer a nadie a esta vida.
_ Pero ustedes parecen vivir bien.
_ Claro…
_ ¿A qué se refería Chanyeol con la decimocuarta vez?
_ Seguro contaba las veces que se ha tropezado en el día- rió.
De repente comencé a sentir un olor extraño, como a humo. En ese instante la sonrisa de Chen se desdibujo y salió estrepitosamente de la habitación.
Yo le seguí hasta un cuarto cercano que estaba envuelto en llamas.
_ Chanyeol es tan sensible- murmuró.
_ Iré por ayuda- dije disponiéndome a salir corriendo. Pero Chen me sostuvo del brazo y le hablo al chico moreno que llego en ese instante.
_ Tao ¿Se peleó con Baekhyun?
_ Le dejó por lo de hace un rato.
_ Baekhyun es también muy sensible.
_ Todos ustedes están muy alterados últimamente- dijo Sooyoung apareciendo detrás de mí.
_ ¿Él está adentro?- dije tapando mi boca por el humo.
_ Claro- respondió Tao- no habría fuego si no estuviera ahí.
_ ¡Hay que sacarlo!
_ No hace falta- dijo el joven pelirrojo que estaba junto al presentador.
_ Oh Suho- exclamó Chen- has venido a salvar el día.
De las paredes el agua comenzó a filtrarse como si brotara de ella. Poco a poco el fuego se apagó y sobre el piso un charco de agua se formó.
_ ¿Qué está sucediendo?
_ Apago el fuego- murmuró Suho.
_ ¿Cómo?
Me miró.
_ ¿Cómo se formó el fuego?
_ Chanyeol lo hizo, lo hace cuando se siente mal. No le pasa nada porque es su fuego- dijo Chen.
_ ¿De qué hablas? Eso imposible.
_ Pierdes tu tiempo tratando de recolectar gente- le dijo Suho- ninguno querrá quedarse después de saber quiénes somos.
_ ¿Quiénes son ustedes?
_ Ya no se va a quedar- replicó Sooyoung.
_ Tampoco se puede ir ahora- dijo Nana al llegar del brazo del presentador.
_ Te dije que estaba fuera de discusión- dijo este.
_ Todos ustedes están locos- me di vuelta y salí corriendo- pero cuando legue al final del pasillo donde se suponía había una puerta solo estaba la pared. Torcí a verlos y vi a Tao sosteniendo un reloj en sus manos.
_ Por favor, déjenme ir.
_ Ya estas adentro del circo, nadie puede salir de él.
_ Es curioso que digas eso, Chen- le dijo Suho- con esto ¿no has tratado de liberarte?
_ El intercambio equivalente no funciona así- dijo Nana.
_ Chen solo quería revivir un recuerdo- dijo Xiumin abrazándole por la espalda. Chen tenía una expresión triste en la mirada.
_ ¿Así fue verdad?- preguntó Suho- todos tenemos esa clase de recuerdos. Por eso estamos aquí.
_ ¿Por qué quieres irte ahora?- me pregunto Chen.
_ Ustedes me dan miedo.
_ ¿No te da más miedo quedarte aquí para siempre y ser sólo un minero por el resto de tu vida?
_ Para recibir algo siempre hay que entregar algo a cambio, es el intercambio equivalente- dijo Nana.
_ ¿Qué debo entregar?
_ Si quieres librarte de este lugar debes librarte del mundo en general ¿Puedes renunciar a tus vínculos?
_ Deseo irme de aquí, pero ustedes me dan miedo ¿Cómo es posible que ese chico ocasionara el fuego?
Entonces Chen comenzó a reír a carcajadas. Todos lo miraron extrañados.
_ ¿Realmente crees que Chanyeol hizo el fuego con magia?- rio- No haría un fuego ni para calentar su té.
_ ¿Qué?- dije confundido.
_ Eres muy fácil de engañar- continuó riendo.
_ Chen…- murmuro el presentador mirándolo seriamente.
_ Gong Chan se creyó nuestro show y ahora está asustado- continuó Chen- no tengas miedo, son solo trucos de magia. Como deseas unírtenos quisimos sorprenderte.
El presentador le dedico una última mirada severa y se fue.
De repente me sentí muy tonto por haber sido engañado de esa manera ¿Cómo lo pude creer? Esas cosas son imposibles.
_ Bien… - dejo de reír- ¿te unirás ahora?
_ Claro- reí.
El me miro y sonrió.
Nana iba a empezar a decir algo pero fue interrumpida por Chen.
_ Él será mi aprendiz. Utilizará una extensión de mi contrato- sonrió.
Las dos damas se miraron entre sí y luego dieron un gesto de aprobación.
_ Dentro de media hora en el salón- dijo Suho y luego se marchó con el resto.
_ Ven conmigo- me dijo Chen y volvimos al camerino.
Fuimos y nos sentamos en el sillón que había ahí. Chen tenía una sonrisa en su rostro todo el tiempo, cuando nos sentamos me tomo la mano.
_ ¿Qué piensas sobre mí?
Le miro casi en shock.
_ ¿Qué pienso sobre ti?- repliqué nervioso.
_ No estás enojado por la broma ¿verdad?
_ No, claro que no- forcé una sonrisa.
_ No te enojarías conmigo…
_ Claro que no.
Me miro fijo con una sonrisa.
_ Yo no… yo no… no me gusta…- intentaba decir.
Entonces él explotó en risas.
_ Yo estoy con Xiumin no te preocupes. Pero deberías ver la cara que pusiste- rio.
Me reí con pocas ganas- Te gustan las bromas- dije.
_ Es una manera de sobrellevar la vida. Además, soy un payaso- sonrió- ven, vamos.
Fuimos al salón y encontramos a todos ahí sentados en círculo. Las dos damas estaban paradas una de cada lado de una pequeña mesa redonda que tenía un libro abierto que parecía muy antiguo.
_ Que rápidos- exclamó Chen.
_ No tenemos todo el día para esto- murmuro Tao.
_ Yo también puedo querer algo de vez en cuando. Tú quieres algo todo el tiempo.
_ ¿Estás seguro?- me pregunto el presentador.
_ Sí- sonreí.
_ ¿Seguro de qué?- me preguntó Luhan.
_ Sooyoung dile donde firmar- apresuró Chen.
_ ¿Aceptas ser parte del contrato de Chen?- me pregunto.
El presentador se paró y se fue. Chen me miró expectante.
_ Si…- respondí.
_ Firma aquí- me señalo la parte inferior de la hoja.
Cuando me acerqué a ver; vi que la página estaba escrita en un idioma que no entendía.
_ Así seré tu aprendiz ¿verdad?
_ Claro- sonrió.
Tome la pluma que ella me dio y sentí un escalofrío, pero firme igual.
_ Bienvenido al circo- dijo Xiumin con una sonrisa.
_ Gracias- sonreí.
_ Bien ¿Qué quieres por él?- preguntó Nana.
_ Lo de siempre.
_ No es equivalente- respondió ella.
_ ¿Por qué no?- preguntó enfadado. Era la primera vez que lo veía así.
_ ¿Estas bromeando de nuevo?- pregunté.
_ Debe ser equivalente y este intercambio no lo es.
_ ¡Tampoco lo fue la primera vez!- exclamó furioso.
_ Nunca lo es- murmuró Kai.
_ ¡¿Cuánta gente más debo reunir?! ¡Díganme!
Las damas se miraron entre sí, yo ya estaba muy asustado y pensaba en salir huyendo.
_ Chen…- dijo Xiumin- debes olvidarlo. No sucederá.
_ ¡No! ¡No lo olvidare! ¡Estoy aquí por eso!
_ Todos estamos aquí por lo mismo- dijo Baekhyun.
_ ¡No! ¡No es justo!- continuó diciendo Chen.
Xiumin lo tomó de los brazos con ayuda de Tao y se lo llevaron del salón.
_ ¿Qué sucede?- pregunte aterrorizado- ¿Por qué dice eso?- empecé a retroceder hacia la puerta- Si no me quieren aquí, tan solo me iré. Por favor, déjenme ir.
_ Ya no puedes irte- me dijo Luhan.
De repente choque con algo, sentí un dolor muy agudo y punzante en mi espalda. Como si fuese apuñalado justo detrás del corazón. El dolor era tan intenso que me caí y sentí que alguien me sostenía.
_ Créeme, esto es lo mejor para ti… - susurró el presentador junto a mi oído cuando presionaba hacia mi corazón la daga.