P o s e s i ó n.
Las sabanas de la cama lo envolvían con tanto esmero y su almohada se hundía debido a los movimientos tan bruscos. La visión de su cuerpo era tan exquisita para un par de ojos negros, que lo único que hacían era mirarlo con lujuria, los gemidos de su presa eran música para sus oídos, una melodía de la que él se estaba dando el privilegio de escuchar.
“No te resistas, sé que quieres más”
El cuerpo de HyukJae era una bomba de tiempo, el sudor en su frente y la respiración descontrolada eran indicios de que estaban logrando una gran labor en su mente. Los besos repartiéndose por todo su ser, las manos acariciando su torso desnudo, todo parecía tan real y sin embargo él sabia que este era otro de los juegos de su amante. Comérselo con lentitud le parecía tan delirante y a la vez tan atractivo.
“Me fascina hacerte el amor de esta forma… a ti ¿no?”
Impotencia, no era justo que recibiendo todo ese placer no pudiera tocar ni una sola parte de su novio. Estaba a su merced, sí, pero él quería más, quería besar, quería sentir, quería tocar; y no podría hacerlo hasta que Yesung decidiera apiadarse de él.
“Quiero jugar contigo un rato más. Nunca debiste subestimarme”
Yesung, siempre tenía una manera diferente de hacerle el amor, de hacerlo tocar el cielo, volar y perderse entre las nubes. Por eso, siempre le gustaba desafiarlo… tentarlo. Sin embargo, esta vez había ido demasiado lejos.
La desesperación estaba por derrumbarlo, quería tenerlo, ¡lo quería ya!, en ese mismo instante.
r13; ¡B-Basta! Deja de torturarme. r13; logró articular apenas Yesung lo había liberado de su “tormento”. Sus ojos se iban abriendo de a poco reflejando la pasión que quería desatar en ese momento, quería saciarse, perderse y volver a encontrar de nueva cuenta ese cielo.
Claro, ahora ya consiente. El mundo real siempre seria mil veces mejor que lo que pueda presentarse por medio de sueños.
Dispuesto a renunciar a su juego que le resultaba tan placentero, Yesung se levantó de su lugar para dirigirse a donde su amante lo llamaba a gritos, rogando y exigiendo placer.
Fin.
A r e Y o u S a t i s f i e d ?
Descanso. El anhelado y adorado descanso, que siempre se veía ensombrecido por situaciones inesperadas. Repentinamente en ocasiones, algún manager llamaría a sus teléfonos informándoles que ha surgido un imprevisto y que tendrán que salir a trabajar. Pero hoy no, el bendito teléfono no ha sonado en toda la mañana, y parece ser que el destino se puso de sus lados. Descanso, sólo un maldito descanso y nada más.
La idea no ha sido tan mala, después de todo haber aceptado el “medio de relajación” por parte de su novio, lo ha liberado del maldito estrés. Las caricias que Kyuhyun repartía por todo su cuerpo, siempre serian mejores que las de un profesional en un Spa. Una buena dosis de amor, mezclada con el deseo y la lujuria siempre le ayudaría, no había algo mejor, más que eso. Después de todo, el menor se había apiadado de él, sabia muy bien las semanas ajetreadas que tuvo y que apenas hasta ayer pudo mantenerse en pie. Gracias a dios, Kyuhyun no le había pedido una sesión de sexo salvaje, porque últimamente el Maknae del grupo se había vuelto más exigente e ideático en cuanto a sus encuentros.
Lento y placentero, era perfecto para su relajación.
r13; ¿Estas satisfecho? r13; le preguntó curioso, sabia muy bien que esta vez se habían hecho las cosas a su “manera”. Por falta de tiempo, llevaban semanas, sí, semanas sin poder hacer algo que durara más de cinco minutos, amarse con dedicación...
r13; No tendría porque responder, sabes muy bien la respuesta. r13; No cabía duda, Kyuhyun nunca cambiaria, ni siquiera lo hacia cuando estaban a solas. Y mucho menos dejaría aun lado su valioso orgullo como para aceptar que aún no estaba satisfecho, que quería tenerlo dentro de él hasta hartarse, hasta perder el aliento.
r13; Entonces, creo que sé como arreglarlo. r13; Sin esperar algún comentario, o reproche. Yesung se giró al lado de su novio, subiendo por su cuerpo hasta tenerlo de nueva cuenta debajo de él, comenzando a besarlo de una forma más apasionada, más ruda, tal y como a Kyuhyun le gustaba.
F i n