Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Chibi Avengers por Bell Birthday

[Reviews - 66]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hooooooollllllllllllaaaaaaaaaaaaa

Ya volvi y les traigo como se conocieron estos genios cuando eran bishitos.

Pd: faltaba uno XP

Un niño de ojos azules miraba a su reflejo con el ceño fruncido, nunca le había gustado usar uniformes pero le habían obligado ya que esa escuela era bastante estricta.

-Espero que valga la pena-murmuro tomando su mochila.

-Sherlock-se escuchó que le llamaban-, baja ya.

No contesto, tan solo inhalo una gran cantidad de aire antes de salir por la puerta y bajar las escaleras donde ya le esperaba su madre.

-Vamos cariño, ya verás que te divertirás-puso una mano sobre el hombro del pequeño, trataba de animarlo pues traía la cara que tiene un condenado a muerte.

-¿Cómo lo sabes?-replico curioso.

-Tan solo lo sé-revolvió cariñosamente los rizos negros del pequeño, luego subieron al auto que los llevaría a la nueva institución donde intentarían educar al crío.

“Claro madre, porque en la escuela me han enseñado todo lo que se y es donde más seguro me siento” pensó sarcástico pero esperando que ella tuviera razón.

><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>< 

-¿Cómo es ese lugar?-pregunto ausente mirando por la ventanilla del coche.

-Es un edificio muy grande con buenas instalaciones y maestros calificados. Está lleno de niños como tu cariño, bueno parecidos ya que tú eres único-rio la mujer sentada junto a el-. Pero, ¿Por qué lo preguntas? Pensé que no te interesaba eso.

-suspiro-Madre, hace un par de horas que me avisaron que hoy estaría en otra escuela; ¡claro que me importa! ¡No me dijeron nada hasta anoche!-aclaro un tanto enojado “¿Qué no me importa? Ja, se ve que no me conoces muy bien madre”

-Oh, ¿tu padre no te lo había dicho antes?-el niño negó lentamente con su cabecita- Supongo que lo olvido-dijo restándole importancia centrando su atención en un libro de medicina.

“Claro, que raro que el olvidara algo relacionado conmigo” pensó observando los edificios. “Un colegio para genios, que presuntuoso suena eso. Claro que no hay nadie igual que yo, ¡nadie tiene una copia!… seguramente los que están ahí son como los niños de la otra escuela: envidiosos de mi inteligencia y bravucones que solo quieren embarrar mi cara contra el piso”

-Tony-llamo la mujer pero el niño seguía pensativo-…te prometo que esta será diferente.

-¿Cómo lo sabes?-musito.

-Confía en mí, soy tu madre y lo sé.

“¿Qué tan confiables son las corazonadas?”

><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>< 

“En definitiva, no es como la imagine” un par de curiosos ojos azules miraba cada detalle de la imponente estructura que tenía enfrente. Un gran edificio rodeado por árboles y jardines, más parecía la mansión de una familia adinerada que una escuela; no quería estar ahí pero sus padres decidieron que era el mejor lugar para que desarrollara sus grandes habilidades mentales (nada tenía que ver que su padre fuera reasignado a un lugar peligroso y su madre quisiera mantenerlo apartado, nada).

-Greg, hijo. Aquí está un mapa del instituto-dijo su madre tendiéndole una hoja- ¿seguro que no quieres que vaya contigo?

-No, no es necesario-respondió agitando la cabeza-. Yo puedo solo.

-Está bien, vendré por ti cuando terminen las clases-se despidió dándole un beso en la mejilla-. Cuídate.

“¿Cuidarme? ¿Qué es eso?”-Sí, seguro-cuando la mujer desapareció de su campo de visión rompió en pedazos el mapa-. Claro que lo hare, como siempre lo he hecho.

><><><><><><><><><><><><><><><><><><><>< 

Tony recorría el lugar circundante a la escuela cuando de pronto noto como tres niños de aparentemente doce años intimidaban a una pequeñas de cuatro y cinco años. Cosa que para nada le gusto.

“Esos tipos están molestando a unas niñas pequeñas, ¿debería ignorarlo o ayudarlas? Mi sentido común me dice “vete son tres, más altos y pesados que tu”, pero mi conciencia dicta “ayúdales” ¿Qué hago?”. Todo ese razonamiento lo proceso la mente del niño Stark en dos segundos, no sabía que hacer pero se decidió en cuanto vio como uno de los grandulones alzaba el puño para golpear a la niña de cabello más largo. “Seguro que esto me va a doler mañana”

-¡Oye tú! Déjalas en paz y metete con alguien de tu tamaño-rápidamente se interpuso entre ambos frenando el puño del mayor a la altura de su cara por la diferencia de tamaños.

-Miren nada más, un enano que quiere hacerse al héroe.

-Quizás sea un enano pero…-tomo impulso con los brazos y lo golpeo en la mandíbula-¡Combo en el hocico!-el otro niño cayó de espaldas.

Los otros dos atacantes se acercaron a Tony por la espalda con palos, pero cuando lo iban a agredir otros dos niños de ojos azules aparecieron dándoles una patada en…-¡Patada en las bolas!-gritaron al atacar.

-Ugh… huir como marica-gruñeron los tres pendencieros  yéndose adoloridos.

-Ajaja, cuando sea grande seré un gran superhéroe-dijo entusiasmado Stark.

-Acabo de ayudar a dos niñas… ¿eso no va en contra del código pirata?-se preguntó contrariado el de rizos negros.

-Sí, si dejando a un lado sus ambiciones y conflictos; ¿no deberíamos revisarlas?-cuestiono el otro ojiazul.

-¿A quiénes? Oo

-¡A las niñas que acabamos de salvar!

-Oh claro, las indefensas doncellas-dijeron melodramáticamente el Holmes y el Stark.

-Doncella indefensa tu mamá-dijo la de cabello largo enojada a Tony.

-Nop, ella es cinta negra tercer dan-dijo enseñándole la lengua.

-¡Tu abuela entonces!

-Ella también era cinta negra-aclaro orgulloso.

Decepcionada, volteo con el otro niño y le dijo:-Tu mamá es la doncella indefensa.

-Cierto… ¡oye! ¿Cómo lo sabes?

-Te pareces a ella.

-¿Cómo sabes eso?

-Te vi esta mañana con ella-respondió desinteresada-. Se parecen mucho, tanto que si fueras mujer cuando crezcas serias idéntico.

-Bueno niñas, ¿están bien?-pregunto el de cabello cobrizo.

-Ahm yo sí.

-Disculpen, pero yo soy niño-aclaro con voz dulce, pero seria la otra “niña”.

-¡NO INVENTES!-los otros se llevaron una mano al corazón asombrados-¡CREI QUE ERAS UNA NIÑA!

-Errr… no, soy niño.

-¿Cómo te llamas?

-Spencer.

-Cabello de niña, voz de niña, NOMBRE de niña-enlisto el pelinegro-¿Por qué mientes? Eres niña.

-¡Que no!

-Y yo que venía a pedirte una liga para agarrarme el cabello porque la mía se rompió-murmuro la castaña.

-Pues no tengo porque soy niño-replico frunciendo el ceño.

-¿Seguro?

-Sí.

-¿No me mientes?

-No.

-¿De verdad?

-Sí.

-¿No eres hermafrodita?

-¡NO! ¡SOY NIÑO!

-Ejem… ok vamos a creerte, ¿cómo se llaman ustedes?-pregunto el castaño tratando de disminuir el aura oscura del… ejem… niño.

-Gregory House.

-Sherlock Holmes.

-Temperance Brennan.

-Spencer Reid.

-¿Y tú?

-Anthony Edward Stark.

Todos se saludaron de mano, algo raro pues no les encantaba el contacto físico; pero extrañamente se sentían bien con esos niños.

-Bueno, no sé si lo notaron pero hace cinco minutos que empezaron las clases-comento Temperance.

-¡Rayos! ¡Ni siquiera sé dónde es mi salón!-dijeron todos un poco alterados.

-¡Ja! Yo tengo un mapa-dijo Gregory… pero luego recordó-. Oh cierto, lo rompí.

-Maldición… entremos, ya veremos que hacemos-sugirió Sherlock.

Los cinco se adentraron al edificio esperando poder encontrar sus aulas, sin embargo se toparon con un problema: el vigilante de pasillo. El sujeto en cuestión tenía una cara de pocos amigos y se encontraba a unos tres metros de ellos mirándolos como si quisiera comérselos.

-Hey ustedes, ¿Qué hacen fuera de clases?

Los más pequeños se asustaron pero Tony salió al rescate.-Síganme la corriente-les susurro-. D-disculpe pero somos nuevos y-y nos perdimos-puso una carita inocente con los ojos humedecidos-. No sabemos dónde están nuestros salones, ¿podría ayudarnos?

-Si bueno yo… un momento ese no es mí…

-Por favor-intervino Temperance-. Ayúdenos, no sea malo.

El resto de los niños lo miraba con una expresión asustadiza adorable, tan tierna que no dudo en llevarlos personalmente a sus salones. “¡Ja! ¡Siempre funciona!” pensó Tony mientras caminaban junto al guardián. Antes de que se separaran quedaron en reunirse en el mismo lugar donde los tres mayores habían apalizado a los bravucones.

Desde entonces se reunían ahí siempre que podían, en la cafetería igual; incluso fuera de la escuela para sorpresa y alegría de sus padres que siempre creyeron que serían antisociales de por vida.

Notas finales:

Comenten si quieren que esta locura continue


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).