Jaejoong estaba sentado en su departamento viendo el televisor, esperándolos, porque veía ese programa simplemente porque sabía que ellos dos eran los invitados especiales y a pesar de todo, los extrañaba demasiado, de modo que estar ahí sentado, inmóvil en su amplio sofá, conteniendo la respiración porque se sentía nervioso sin motivo alguno, era lo más normal.
Desde la separación, no había hablado con ellos y después de tanto tiempo compartido, la distancia entre ellos le sabía amarga y le dejaba preocupado, tan acostumbrado que estaba a ser él quien cuidara de Yunho, mientras éste cuidaba de los otros tres y de él.
Se permitió una triste sonrisa melancólica y un paseo muy breve por sus recuerdos, a aquellos momentos en que los cinco, a pesar de lo repetitivo de sus rutinas, estaban tan nerviosos de aparecer ante las cámaras, porque seguían sin comprender cómo había sido posible que sin intentarlo, siendo ellos mismos, hubiesen conquistado a tantas personas. Fueron apenas unos segundos y después sacudió la cabeza y con eso los pensamientos de un pasado al que se rehusaba, lo mismo que Junsu y Yoochun, a volver.
El programa empezó con un resumen de lo que pasaría, una voz anunciando que después de un descanso muy prolongado, TVXQ estaba de regreso, a reconquistar el mundo, que habían aprendido mucho por todo lo que habían vivido, y mostraban secuencias de ellos dos, luciendo maduros y serios, demasiado serios, expresiones profesionales mientras la cámara los perseguía y ellos actuaban el vídeo musical que sería su retorno triunfal.
No lo negaba, era una buena canción, con ritmo pegadizo y demostrando que a pesar de poseer dos tonos tan distintos de voz, eran capaces de amoldarse uno al otro, y podía apreciar en la coreografía lo mucho que Changmin había crecido en el área del baile, podía ver como su cuerpo parecía moverse un poco más fluidamente, como si Yunho le hubiese dado de esas clases particulares de las que él tanto había disfrutado cuando estaba con él.
La punzada de dolor que estrujo su corazón le hizo contener un segundo la respiración y después volvió a enfocarse en la televisión, controlando su respiración, inhala, exhala, inhala, exhala, se repitió y no apartó sus ojos de las imágenes que le mostraba aquel canal.
Yunho sonreía mientras les preguntaban sobre su regreso, hablaba de lo determinado que estaba a demostrar que aún podían triunfar. Podía ver lo decidido que estaba a que la secuencia inicial del vídeo musical fuera un éxito, y sintió un escalofrío recorrerle de lleno al ver la concentración en sus ojos oscuros, la forma en que su cuerpo se movía, como manejado por la música, como las sombras que caían sobre su rostro lo hacían ver más varonil, más atractivo de lo que él lo recordaba.
Por su parte, Changmin se veía más relajado, sonriente, permitiéndole más a Yunho, que le tomara las manos en un roce breve que él no pudo ignorar; se reía de las bromas ridículas del líder y parecía feliz a pesar de todo, aún podía ver un resto del resentimiento que sabía que aún guardaba, que no había podido expulsar aún, pero dominando esa emoción negativa, estaba la admiración por Yunho, o quizás algo más, que hacía a sus ojos brillar en aquella sonrisa de ojos disparejos.
Su corazón volvió a doler, porque estaba celoso, no iba a negarlo.
Lo suyo con Yunho había tenido principio, y aunque él pensaba que no había tenido final, la forma en que el líder miraba a Changmin, con una adoración tan obvia que era ridícula, le confirmó lo que no había querido aceptar... desafortunadamente, sí habían tenido un final.
Lo pensó un momento, ¿acaso marcharse había sido un error? Una parte de sí estaba segura de esto, mientras que la otra continuaba diciéndole que había hecho lo correcto, porque ahí siendo parte de SM Entertainment, se sentía prisionero en una jaula de oro, obligado a servirle a alguien más, a desperdiciar su juventud.
Pero ellos dos, ellos dos a pesar de continuar en esa jaula cruel y despiadada, viendo como ellos volaban libres, pero aún atraídos a esa jaula, rodeándola, aleteando a su alrededor y jamás marchándose tan lejos, porque les extrañaban... ellos se veían felices, contentos de estar juntos.
Pasó saliva y cerró los ojos.
Yunho le había amado intensamente, pero se daba cuenta de algo, algo en lo que Changmin le había superado... no sabía si lo había hecho intencionalmente o no, pero lo había hecho. El amor intenso de Yunho hacia Changmin, además de ser fuerte y obvio, estaba cargado de gratitud y de amistad y de roces secretos, miradas compartidas y susurros entre ellos.
Cuando empezó el vídeo, con el corazón latiéndole acelerado, sintió como todo se derrumbaba ante él, aquella escena en que Yunho y Changmin parecían tener un enfrentamiento verbal, donde se empujaban mutuamente, había tanta pasión e intensidad, tanto fuego como el que había en la habitación en la que Yunho gobernaba, que se sintió frío y abandonado.
La secuencia final, cuando los dos se dan la mano y después caminan hacia la cámara, lado a lado, le dio el golpe final. Era un nada sutil, estamos juntos y podemos continuar sin ustedes, no los necesitamos ahora, no después de lo que nos hicieron.
Y un bastante sutil, éste es el final, Jaejoong, de parte de Yunho, acompañado con un Changmin es la nueva persona que guarda mi corazón.
Apagó el televisor y sonrió tristemente, estiró su mano y tomó su teléfono.
"Estoy aburrido, ¿quieres venir un momento?" le envió a Yoochun, y mientras esperaba, tarareó la nueva canción de TVXQ, después de todo, era una buena canción.