Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The name I Loved, Segunda Oportunidad por NEY OTAKU

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

GENTE!!!! ME INSPIRE EN UNA CANCIÓN DE MIS AMADOS SHINee <3

no los  aburro mucho, solo quisiera que leen y entiendan el mensaje. Soy una chica Dramatica para escribir y aveces no se en que nado pensando en fin...en el titulo del fic esta el link para que escuchen la cancion mientras leennn y no pues es la de The NAME  I LOVED de shinee <3

¿que harias tu, si fuera la ultima tu ultima vez junto a la persona que amas?

Lean....

 

Notas del capitulo:

Un one shoot con amor para ustedes, desde hace mucho dije que lo subiria...bueno aquí esta...

SI LLORAN, LLOREN ...SI NO DISFRUTEN...

DEDICADO A : "a las personas  que aveces no tenemos el valor de decirle a la gente que  nos rodea y que  nos apoya en todo: TE AMO"

The name I loved

Segunda oportunidad.

“Las manos temblaban…”

 

No sabía cómo asimilar esto, como resolver este problema

“por favor despierta…”

Si tan solo hubiera sido más valiente. Más sincero.

“háblame…responde… ”

Si tan solo supieras…

“no lo hagas…no  me dejes…”

Cuanto te AMO.

 

Escuche a lo lejos el ruido de la ambulancia acercarse, el murmullo de las personas, voces llenas de temor y sorpresa. Todos hablaban con desesperación… ¿ésta muerto?  Traigan ayuda….

 Mis fuerzas se concentraban en ti, junto  a mí, tomándome del suelo y tratando de la forma que sea,  te hablara, que te mire, que sonría. Tu llanto, tu rostro  asustado, tus brazos rodeándome, apretándome fuerte para que tu calor me diera un poco más de vida.

Tus manos paseaban por mi rostro ensangrentado, trataba de corresponder tu abrazo pero mi cuerpo se negaba rotundamente. Tus suaves manos trataban desesperadamente hacer que reaccione, con suaves caricias y palabras dulces, me decías que habrá los ojos y te mire una vez más…pero, no podía,  no sentía nada, ni el frio o el dolor, mi conciencia  apenas me dejaba escucharte, llamándome desesperado. Tu voz poco  a poco fue distorsionándose…hasta que desapareció por completo.

 

Y todo se tornó a un color oscuro…

 

Nadie sabe cuándo la vida te pondrá en situaciones inexplicables, situaciones en las que perderás el control…en la desearas decirle  a todas esas personas que han  estado hasta el final de tus días junto  a ti, GRACIAS POR ESTAR  AMI LADO y decirle  a esa persona especial, la que te ha robado el corazón, la que ha  sido la luz de tu vida...simples palabras…o tal vez complicadas…

TE AMO…POR SIEMPRE…

 

“…cuando recuerdo las memorias frías del amor…”

 

Hace 2 años…

 

Tú eras estudiante de la universidad de Corea, estabas en tu último año. Yo estudiaba en una universidad prodigiosa, para ser productor musical.

Cuando te vi hice reconocimiento a tu belleza, a esa silueta tuya tan delicada y hermosa, tu cara fina, tus labios rosas y tu piel blanca. Aun siendo un chico te veías tan sexi, y no era el único en darme cuenta, todos a tu alrededor lo sabían, pero tú no hacías caso a sus palabras, ni miradas. Lo reconozco, a penas te vi y lo primero que pensé fue en la forma en llevarte a  mi cama y disfrutar de cuerpo como yo quisiera, necesitaba comprobarme  a mí mismo que era lo suficiente mente hábil para seducir a quien sea…

Ese fue mi error…mi dulce error…

Sin pena alguna camine hacia ti, quien sin preocupación alguna desayunabas solo en una de las mesas de esta cafetería, como cada mañana, a la misma hora y yo puntual para verte y poder emprender mi trabajo de  donjuán.

 

-Disculpa ¿podrías darme tu hora? –pregunte sutilmente para iniciar, me miraste sin expresión alguna por algunos segundos…yo solo no podía dejar de verte y de repente soltaste una risita dejándome confundido…

- ¿Qué te parece tan gracioso? –lance otra pregunta indignado de tu comportamiento, nadie se reía en la cara de Choi Minho.

 

-M…es solo que… -paseas tus dedos sobre tu cabello rubio rizado  - siempre pensé que cuando te decidieras a  hablarme me pedirías algo más convincente…o indecente…

 

Sonreíste como niño travieso. Eso me gusto más.

 

 Y en ese momento lo comprendí, tu sabias que te miraba y como te miraba, sabias que  te deseo,  habías notado mi presencia y mis intenciones, niño listo además de ser tan hermoso eres todo un genio…

-          Entonces…-me senté junto a  ti, acerque mi rostro a tu oreja – ¿qué debería hacer?…si ya sabes que es lo que quiero…

Volteaste tu rostro quedando a milímetros del mío, nos miramos analizando las intenciones de cada quien –nada…porque se lo quieres y como terminara esto… -sonreíste 

Un ataque más a mi orgullo de hombre, pero lo suficiente para que me gustarás más.

Te desee más,  me desesperaste, me atrapaste…te necesite como no tienes idea.

 

“…Ahora esto se está poniendo extraño…”

Mucho  tiempo paso para que aceptaras hablarme, para permitirme acercarme más a  ti…

Siempre tentándome, haciendo que corriera hacia ti cada que te veía. Te volviste una necesidad en mí, cada día iba a  esa cafetería  solo por ti, para entablar una plática y hacer que confíes, después de todo la recompensa seria estupenda, solo necesitaba ser paciente. Paciente para tenerte en mis brazos.

El cometido se estaba cumpliendo, nuestros lazos se volvieron fuertes, porque te deje de ver como algo más que pasaría en mi vida, te empecé a ver con otros sentimientos.  No sé en qué momento deje vieras a través de mí, de esa máscara que creí tan fuerte para no romperse con su sonrisa.

Pero lo conseguiste.

Ahora quería protegerte de todo. Si te sentías triste te ofrecía mi hombro, como la vez que peleaste con la persona que según tu era tú mejor amigo. Riñeron porque él creyó que le estabas robando  a su novia. En cuanto me contaste, maldije a ese idiota por hacerte llorar de esa forma…

-Pero…es mi mejor amigo –decías con las lágrimas en tus ojos.

-Es un idiota por hacerte esto…-lo abrace –yo  jamás te haría sufrir con algo tan estúpido como eso…-revolví tu cabellos sedoso con mis dedos, y respire el aroma que se desprendía de tal acto –jamás créeme….

Si mis palabras ayudaban a  calmar tu corazón era feliz. Porque tú también lo habías hecho en mis días grises, de tristeza. Ibas a mí aun sin que lo pidiera y me consolabas, adivinabas con solo verme, la situación por la que pasaba. Me dabas palabras de apoyo y agradecimiento, por lo que te correspondía de la misma manera,  te daba mi voz diciendo…

“Todo estará bien…porque estoy contigo”

Entonces me aceptabas como algo más que un casanova en busca de su conquista. Te  quería demasiado, tanto como para  asustarme por todo el amor que generabas en mí. Me preguntaba:

¿Tú lo has notado?

 Sé que  tú no me odiabas  al conocerme, al contrario, sé que te agradaba mi presencia…y aunque nuestra situación de amigos mejoraba, cuando te daba muestras de querer decirte algo más halla siempre  me detenías diciendo:

“…No quiero rechazarte pero solo sé que…”

 

Y las palabras quedaban en el aire, en tu mirada cálida. Te ponías nervioso, cada que estaba cerca, cada que te hablaba; jugabas con tus dedos y te sonrojabas. Lo que más amo en ti. Mostrarme tus sentimientos sin darte cuenta.  Mostrarme cuanto piensas tú en mí.

Lo haces, piensas en mí yo lo sé.

 

“…No importa cuán cerca estemos…”

 

Un día me decidí. Decidí dejar de jugar, dejar de aparentar frente  a los demás que te seguía persiguiendo como mi trofeo. Ahora todo el mundo se enteraría que entre tú y yo hay algo más. Aunque no hayas dicho nada, yo sería el primero en hablar.

Un día de lluvia llegue  a  la cafetería. No quería esperar más. Estaba ansioso de verte, de decirte de una buena vez lo importante que eres en mi vida.

Entre al lugar, empapado, con frio temblando por la humedad. Con las manos en los bolsillos y las gotas de lluvia cayendo por cabello, rostro, manos, por todos lados, haciendo un camino de agua mientras permanecía de pie;  camine hacia ti como la primera vez que lo hice,  mis dientes chocaban uno contra el otro produciendo un extraño y sonoro ruido. La gente me miraba como a un mendigo que venía a pedir limosna.

Y si, mendigaba, mendigaba tu presencia y tu sonrisa tierna y seductora.

-P…pero mira como estas –te levantaste de tu asiento en cuanto me viste, preocupado ¿por mí?

-Y…yo…s…so…solo…-mi cuerpo estaba  entumecido, y mis labios no lograban una pronunciación adecuada de las palabras…

-Eres un tonto, pescarás un refriado…vamos…

Me dedicaste una tierna mirada, me tomaste de la mano, y sentí tu calor recorrer desde la punta de mis dedos hasta la última fibra de cabello, una sensación tan agradable. Tomaste tu sombrilla y caminamos hacia la salida. A paso lento íbamos, lentos y agradables.

Y me llevaste  a tu casa. En todo el recorrido estabas tratando de darme calor disimuladamente. Debes en cuando me tocabas la frente para saber ni había algún cambio de temperatura. Me agradaba la suavidad de tus manos, tu tacto suave en mi piel.

 

Ya en tu habitación, me diste una toalla para secarme y en tus cajones buscabas algo de ropa limpia para mí.

-Solo espero encontrar algo de tu talla –me dijiste mientras revolvías las prendas de tu armario.

Yo solo quería  abrazarte y decirte todo.

Desahogarme, salir  de mi prisión.

Antes de que voltearas corrí hacia ti,  rodee tu  cintura con mis brazos y mi mentón descanso en tu hombro. Diste un pequeño brinco por la impresión.

 – ¿Qué pasa…? -volteaste y me miraste a  los ojos, era la primera vez que lo hacías tan dedicada mente… desde  hace mucho.

Yo sonreí. Te bese sin aviso. Profundo, robando tu aliento y tus suspiros. Todo discurso preparado paro en el olvido, ya no pensaba, solo actuaba de acuerdo a mis sentimientos. Me hizo feliz robarte un beso y ver que me correspondiste.

-Te amo… -fue lo único sensato que articularon mis labios.

Abriste los ojos en par y vi como empezaste a llorar. Tome tus ya rosadas mejillas y trataba de comprender tu reacción ¿No te ha gustado?  ¿Te asuste? ¿Me odias por esto? O simplemente no me correspondes.

-Lo siento… -me disculpe agachando la mirada “estúpido, lo has lastimado” pensé. Me di media vuelta y me dirigí a tu puerta con dolor. Pero no pase más  allá de los límites del marco de madera, porque ahora eran tus brazos los que rodeaban mi cuerpo para detenerme.

-¡Yo también te amo!

Gritaste. Mi corazón dio un brinco –yo también te amo –sollozaste. Y no resistí más. Te jale y lleve hasta tu cama, me recosté sobre ti, aprisionándote de tus muñecas.

-Taemin…

-Es verdad, te amo…

Sentí ese cosquilleo en mi vientre, esa sensación tan agradable de estar enamorado.

Empecé a besar tus labios, tu cuello. Mis manos iban y venían sin parar sobre todo tu cuerpo…

-¡Ah!...  –gemiste cuando mordí tu blanco cuello.

Nuestras entrepiernas se frotaban con fuerza, los roces, trataba de hacerlos profundos y con  cuidado de  no lastimarte, no sabría explicarlo bien, pero entre cuidarte y desearte...que más podía hacer…

 

“…Sé que ya no puedo amarte más…”

 

Susurre sobre tu oreja y temblaste –yo tampoco –me respondiste con tus mejillas encendidas por el pudor y la excitación.

Te quite la camisa, y mi legua empezó un recorrido sobre tu torso desnudo. Llegue hasta tus pezones erectos y los chupe –ah  Minho! –gemiste fuerte. Lo que me provoco  a que quisiera más,  más, más. Mordisqueé sin apuros tu piel blanca. Me perdía en tu aroma, en tu calor corporal, en tu suavidad y delicadeza.

-Taemin… -mi voz resonó en la habitación. 

Y tú cerraste los ojos

-Me enloqueces –y te bese de nuevo.

La lluvia se intensificaba como queriendo refrescar el ambiente y que nosotros nos aferráramos más uno al otro.  No necesitábamos cobertores, ni sabanas o abrigos, porque podíamos  abrazarnos y quitarnos el frio.

Te quite los pantalones y tu ropa interior. Simplemente me perdí, para mi brillabas, eres una hermosa criatura que me veía con vergüenza, tan frágil; yo era un lobo hambriento, un  desesperado por encontrar el amor, un degenerado  por querer hacerte gemir mi nombre, por querer que me pidas más, como lo hago  ahora yo…con cada beso…te explicaba lo mucho que te necesitaba.

Te  sentaste sobre mí, desnudo dejando que mis manos recorrieran tu espalda – hazme tuyo –dijiste cerca de mi oído. Haciendo que me erizara por completo.

 

“..No puedo extrañarte, esperando porque me canses

…No puedo soportar más y no puedo darme cuenta de esto…”

 

¿Cómo puedes hacer que te desee tanto?

Me quite de inmediato la ropa que ahora me estorbaba, quedando igual de expuesto que tú. Nos besamos hasta que  nuestros  labios estaba rojos de tanto probarnos. Te recosté sobre la cama y abrí tus piernas –como desees –sonreí emocionado.

Acaricie tu mejilla y te bese lento. Metí mi dedo en tu entrada, gemiste por la intromisión. Te volví a besar, mientras metía un segundo dedo. Los movía lento para acostumbrarte.

–Hazlo ya –suplicaste. La verdad yo tampoco aguantaba más.

Introduje mi miembro en tu entrada –ah~~Minho…ah~ m…muévete… -te  embestía lento al principio, pero después de unos segundos,  me volví frenético, con muchas ganas de comerte.

Estaba extasiado de ti, mis sentidos se apagaron y solo podía verte bajo mi cuerpo, rogando, entregándote a mis impuras intensiones. Me mirar con amor, ahora lo sé, que estás dispuesto a seguirme sin importar nada.

A entregarte a amor, sin importar nada.

 

“…El nombre que amé una vez en esta vida

…estoy escribiendo tu nombre en un papel y lo llevare por siempre en mi corazón…”

Llegamos al punto de placer, ambos temblamos por la acción y nos corrimos juntos.

-Te amo…te amo Taemin –te repetía para que te lo grabaras en tu mente…

-Yo Te Amo Minho…te  amo mucho –y me besaste. Con tu cuerpo me envolviste, asegurándome que no querías alejarte y que querías que te protegiera.

“siempre contigo amor…”

 

“No puedo soportar lo recuerdos del  amor y sentimientos de soledad”

 

Empezamos a vivir juntos…Bellos recuerdos…ha de admitir…

Pero pasado un tiempo, las cosas se complicaron sin pensarlo. Me ilusione tanto de que  me aceptaras que no había más razón en mi vida que esa y no deje espacio para renovar nuestro a mor cada día.

A veces me aburría de ti,  pero era incapaz de  dejarte “porque te seguía  a mando.”

Yo me preste a  la  monotonía; salíamos a donde siempre, íbamos donde siempre y ya. Tú  me incitabas a hacer algo diferente, a conocer nuevos lugares y viajar, pero yo  siempre me negaba.  Los días pasaban, y tus insistencias cesaron. Pero yo no me di cuenta. Te deje a un lado como a un objeto.

Cuando salía incluso medaba el gusto de seducir chicas, porque “me sentía solo y aburrido”,  pero me acostumbre tanto a ti que me hice  a la idea de que jamás me abandonarías. Que por más que  hiciera mis desmanes por donde sea. Estarías ahí para mí. Cobijándome en tus brazos y tus dulces besos.

Abusaba de tu amor.

Me sentía orgulloso. Presumiendo con quien sea… “yo estoy con Lee Taemin” me llenaba  la boca, de egolatría. Me sentía poderoso. Y tú solo me mirabas con tristeza, intentabas decirme algo pero no lograba comprender que era. Me hacia el sordo, el ciego, el necio.

Pasamos así alrededor de 5 meses. Rutina tras rutina. Hasta que no soportaste más de esto y  decidiste dejarme.

-¿Es que ya no me amas? –te reproche con gritos.

-¡Estoy cansado Minho! –me sorprendí de tu reacción. Nunca te había visto tan molesto – ¡esto se  ha acabado, lo único que hay entre nosotros es dependencia!  … ¡tú no me amas!…además ¡¿Crees que no sé qué te encuentras con mujeres por dónde vas?!…

Entre en pánico. Adivinaba lo que venía a continuación, pero me negaba a entender. Te quería con migo, a mi lado por siempre.

-Esto se a cabo…TERMINAMOS…-soltaste tu llanto si más.

Tu rostro reflejaba tu dolor. Saliste por la puerta y yo no pude detenerte. Por orgullo. Porque no sabía cómo correr hacia ti y pedir perdón.

 

“…No puedo soportar lo recuerdos del  amor y sentimientos de soledad…”

 

Después de ese día, viví solo por un tiempo. Preferí cegarme diciéndome que tú realmente no me amabas como decías.  Y que la víctima aquí era yo.

Sin embargo, no podía dejarte, adonde quiera que fuese te encontraba, tu no me notabas, ya que siempre lograba esconderme. Ya conocía tu lugar de trabajo, las personas  que frecuentabas.  Por eso siempre terminaba donde estarías.

Te acoso y no me reconozco. Me volví un enfermo que ruega por más y añora lo perdido.

Pero…no sabía nada más. Nunca te pregunte, de donde venias, tu color favorito, tu comida favorita. Como se llamaban tus padres, si tenías hermanos, primos…o más de un  mejor amigo. Tu tipo de sangre.  Tus hoves, tus películas preferidas. Si te sentías bien…si estabas enfermo…si necesitabas de mí…

Tus aspiraciones, tus sueños…

Nuca te pregunte…si…me   amabas…porque tú siempre eras quien me lo decía  a mí. Te había prometido amarte y nunca dejarte solo pero fue lo primero que hice.

 

“…No puedo empezar esto, solo puedo extrañarte secretamente en mi corazón…”

Pasaban los  días y te extrañaba cada vez más. Mi cuerpo te extraña. Quería volver a ti. A tu sonrisa y cálidos brazos…contigo con tu amor solo para mí.  Llenándome de vida con solo una sonrisa y un “buenos días amor…”

“…Mi corazón solo olvidó la fragancia de tu cuerpo que extrañé y siempre amé…” 

Pero un día pasó lo inevitable. Te vi de la mano con alguien más. Un chico que  a simple vista emanaba amor por ti. Lo mirabas como en una época  me mirabas, con inocencia y esperanza,  le sonreías como a mí, al inicio de nuestra amistad. Tenía tu atención…MALDITO PRIVILEGIADO, MALDITO SEAS DE ROBARMELO, MALDITOSEAS POR  TOCARLO…

Me enrabiaba que alguien más te tuviera, que te  tocara como si tuviera  derecho. Muchas noches me atormentaba diciéndome lo idiota que fui al destruir nuestra relación. Lloraba por tu ausencia. Pero siempre tenía miedo de acercarme. Porque tu respuesta tal vez no era lo que yo esperaba.

Sí,  el miedo me atrapo, la solo idea que pudieses estar enamorado me destrozaba, de que me hayas olvidado, de ser ahora solo un recuerdo.

Pero estaba harto, harto de esta situación, harto de mí y de mis remordimientos. No pretendía soportar un día más  viendo como andabas tranquilamente  con alguien que estaba seguro no te amaba como yo lo hago. Porque te sigo amando y mi corazón guardaba la esperanza de que tú también me amaras.

-Se valiente -Me repetía.

 

Una tarde te espere a donde trabajabas. Recostado sobre la pared del edificio. Saliste puntual. Vi tu silueta aparecer, tu hermosura nunca desaparecía, te veo y no creo ser merecedor de tu perdón, pero debía intentarlo.

-¡Taemin! –te llamaron y volteaste. Era ese chico. Corrió hasta ti y te tomo de la mano.

Mi furia se encendió y camine hacia los dos.  Te jale de la muñeca

 –M…Minho… ¿Qué haces? –me miraste asustado. Trataste de zafarte del agarre pero apreté tu muñeca más fuerte.

-¡Me estas lastimando! –gritaste.

-Taemin yo…todavía… -me diste una cachetada fuerte. Mi mejilla estaba roja por tu golpe.

-Déjalo que no entiendes que no quiere ir… -se había metido entre nosotros, lo que hizo que desatara mis frustraciones con él. Lo golpee tan fuerte en la cara que cayo lejos de nosotros.

-¡Eres un idiota! –me golpeaste en el rostro, corriste hacia aquel chico que re reincorporaba en el suelo. Lo ayudaste…como lo una vez lo hiciste con migo.

-Taemin –camine hacia ti, fui golpeado de nuevo por el tercero, esta vez en el estómago…

-¡Déjalo…! -grito fuerte, yo me le abalance. Mis golpes fueron frenéticos, uno tras otro, tras otro, necesitaba sacar mi furia, mis miedos, mis errores…todo lo malo, pero me estaba desquitando con quien era el menos culpable.

Ese era yo, un animal peleando por tomar lo que pensaba lo pertenecía y fue osado de robar.

La gente empezó a rodearnos, curiosos. Escuche a  alguien decir que llamarían a  la policía.

-¡Minho ya suéltalo! –ordenaste pero yo me negaba. Te acercaste  a mí y jalaste mi brazo, pero estaba tan perdido que sin querer te empuje –ah!! –gritaste al caer… y fue tu voz la que me regreso a  la realidad, la MALDITA, FRIA Y CRUEL  REALIDAD…

Al ver lo que había hecho camine hacia ti, pero tu retrocediste en cada paso que daba –p...perdóname – te dije, tú me miraste con miedo…

-¡aléjate…vete! –gritaste. Te pusiste de pie –ya no me busques…

-Pero yo te amo… -mis lágrimas salieron –perdona me Taemin….

 

“…El nombre que amé una vez en esta vida,

…Se ha estado alejando aún  más y más de mí…”

-Tu…tu no me a amas… -dijiste.

Caminaste despacio hacia la calle, marcando tu distancia, por temor a que te tocara de nuevo.

-No es verdad te amo, siempre lo hice…pero no te lo demostré adecuadamente… por favor perdóname…

-¡no! –Lloraste también –deja de hacerme daño…

-Taemin….por favor…-había llegado a mis límites.

Llegue al punto en donde te rogué que volvieras, en donde  no me importo humillarme para que vieras lo arrepentido de no haberte amado como debiera. En donde suplique con voz temblorosa “ama me”

-Yo...yo…no… -te vi caminar en dirección  hacia la calle, apresurado, sin mirar  a  tu alrededor. Sin mirar la luz verde que se encendió en el semáforo para dar permiso  a los autos de avanzar.

El ruido de una bocina te hizo ver tu ubicación. Tú, en medio de la calle, apunto de ser embestido por un auto

- ¡TAEMIN¡ -grite…

“…Estoy escribiendo tu nombre en un papel y lo llevare por siempre en mi corazón…”

No sé cómo, o en qué momento, había empezado a correr hacia ti, mis piernas se movieron lo más rápido que pudieron, mis manos alcanzaron tu camisa lo más pronto posible y te halaron hacia un hacia mí, mis brazos te rodearon con fuerza y miedo. Miedo de que te pasara algo y ya no verte nunca más.

Un golpe certero  a mi cuerpo. Y todo se detuvo.

Caímos lejos, y por absurdo que parezca, me sentí feliz. Feliz de haber hecho lago por ti, por devolverte tus cuidados, por tus horas interminables de amor.

Me sentía feliz de que fuera yo quien tuviera estos dolores, quien estuviera en el pavimento, con huesos rotos y heridas con sangre alrededor.

Me sentía feliz de que no te haya pasado nada. Feliz de que VIVIERAS…y me sentía  aliviado de que ya no te atormentaras con alguien como yo…

 

“…Desde aquel día me di cuenta que solo te  amare a ti por siempre…”

TE  AMO, LO HARE SIEMPRE…

“…Amor en el que no pueden estar juntos, también puede ser conocido como amor…”

 

Esto es lo que merezco, ¿no? ¿Merecía que me amaras? Tal vez si, tal vez no. La realidad es…que ya no estaré aquí para saberlo, para saber si realmente me odias y si nunca dejaste de  amarme como yo lo hice

Mis preguntas fueron respondidas en el momento menos esperado…

“YO TE AMO”

Te escuche gritar. No podía creerlo, pero salió de tus labios, con tu voz. Mi corazón se sentido aliviado, los dolores iban  y venían, pero ya no importaba, porque a pesar del dolor, la calidez de tu amor me envolvió…

Trate de responderte, pero ya nada podía hacer, ni moverme, ni hablar…ni respirar.

Una lágrima se escapó de mí, sostuviste mi cabeza lo suficiente para mirarme y nuestros ojos hablaron en complicidad, estoy seguro de que entendiste que te amo de igual manera.

Sonreí con lo último que de fuerza que  me quedaba y mi conciencia se apagó.

Quisiera quedarme contigo más tiempo si al solo tuviera una segunda oportunidad…

“Sigo recordando la primera vez que te vi caminando hacia mí”

Adiós mi amor…Adiós mi vida…Adiós Taemin…

 

 

 

Cuatro meses después…

 

Abrí los ojos con cuidado, los cálidos rayos  del sol daban hacia mi rostro, frote mis ojos con mis manos para ir aclarando la visión. Un cuarto gris y demasiado limpio es donde me encontraba. Al querer respirar me asuste, pues un tubo estaba conectado a mi boca, haciendo que me  atragantara, lo fui sacando poco  a poco, sentí como raspaba mi garganta haciendo me llorar por el dolor y la incomodidad.

Me mire, tenía la intravenosa pegada  a mí brazo.

Sentía el cuerpo pesado y débil...trate de articular las palabras para pedir por ayuda, pero no pude, me desesperé  tanto que intente levantarme de  la cama donde yacía, pero las fuerzas no llegaban  hacia mí. Caí al suelo frio.

Tire un par de objetos que no estaba seguro de lo que se trataban…

Escuche ruidos fuera…y a alguien acercarse…la puerta se abrió…

Un chico de complexión delgada estaba parado frente  a mí. Me miraba absorto, estaba inmóvil,   tiro el café que traía en la mano y me asuste. No sabía quién era y por qué estaba  ahí sin decir nada.

-Minho… -dijo. Un dolor agobiante se produjo en mi cabeza. Y la apreté por inercia. Varios segundos pasaron…

Y a mi mente regreso aquella imagen tan triste, tan desolada, el rostro lleno de lágrimas de él, de mi persona especial.  De aquel que me llevo  hasta los el punto de arriesgar mi vida por la suya.

Mi boca se abrió pero como en un principio no salió algún ruido.

Corrió hacia mí y me miro. Pude ver sus lágrimas recorrer sus mejillas sin control. Llevo sus manos a mi rostro, acariciándola con cariño.

-Despertaste… -dijo y me abrazo. Su voz extrañaba  su voz.

-T…Ta…. –trataba de llamarlo, respire profundo…-Tae…

Llore, llore de la emoción… -TAEMIN…

Te aferraste más  a mí, llorando… -Minho te extrañe tanto…

-T…Te…Te  Amo…Tae…min…

-Lo sé… -me besaste desesperado…y como podía te seguía…

-Lo cumpliste  amor… -me dijiste con una gran sonrisa…yo no entendía  a lo que te referías.  Un beso fugaz y dejaste ver tus ojos humedecidos…

-No me dejaste…no me abandonaste…ME AMAS… POR SIEMPRE…

 

Y es ahí donde había recordado  todo. Te envolví entre mis brazos y llore, llore de felicidad…

 

“…Y robaste un borde de mi corazón sin avisar…”

 

Seis meses después…

Luego de ese accidente. Me explicaste, los meses tan agobiantes que pasaste en el hospital, pensando en que no despertaría jamás. Pero yo seguía algo aturdido por todo, en mi cabeza seguía ese día, con ese chico, tan cerca de ti.

-Intento ser más que mi amigo…ese día lo rechace, justo antes de que aparecieras…, el no lo toma a mal, simplemente sonrío y respeto mi decisión.

-Yo seguía enamorado de ti -soltaste con tus mejillas rosas.

Y me sentí más idiota de lo que ya estaba.

Pero no podía, no te deje y nunca te dejare.

Ahora volvimos  a estar juntos. Viviendo en el mismo techo. Yo trabajaba una de las grandes empresas musicales de Corea y tú un como un excelente maestro de baile. Todo iba para bien.

Pasado un par de meses más, decidimos casarnos, para estar justos para toda la vida.

 

Estamos en casa haciendo limpieza. El trabajo nos  absorbe en ocasiones no nos dejaba tiempo para dejar ordenada esta gran casa. En la sala, yo sacudía los muebles mientras  tú limpiabas las repisas.  Estábamos por acabar.

Te vi tomar una silla para alcanzar el  lugar más alto con el trapo mojado y retirar el polvo.

-Déjame  hacerlo… -te dije, pero como el testarudo que eres…

-Yo puedo hacerlo… -me sacaste la legua…

Subiste   a la silla, y te paraste de puntitas, pero vi tambalear tus piernas y caer en al aire. Corrí hacia ti para  atraparte, no pensaba dejar que te lastimaras. Te protegí con mis brazos y mi cuerpo, terminamos en el suelo.

-Tonto, te dije que me dejaras hacerlo…-te recrimine…

-Lo siento fue un mareo… -soltaste una risita… - el doctor tenía razón…- susurraste. Pero te escuche fuerte y claro.

-¿Qué  doctor?...

-Ah…es que… -vi que te sonrojaste…y me miraste ya con un color rojo intenso… -desde hace días me había sentido extraño…con mareos y nauseas…y mucho dolor abdominal…y…y…

-Dime, por favor… ¿estas enfermo de algo? ¿Qué pasa? –entre en pánico. No soportaría una noticia a sí.  No cuando estoy más  feliz que nunca…

-Bueno es que nosotros… - tomaste una de mis manos y la llevaste  a tu vientre. Yo cada vez  entendía menos… -vamos a ser padres…

Abrí los ojos en par  -tendremos un bebe…-afirmaste.

Que congele, luego sentí calor, después de eso, solo sonreí.

Ambos lloramos. Te abrace fuerte.

-Gracias gracias…Taemin…- te llene de besos -Te amo mi amor…gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo…

 

-TE AMO TAEMIN…

-TE AMO MINHO…

 

Nos estregamos al amor.

Y t0do fue felicidad.

Te bese como no lo había hecho antes. Agradecí que  me fuera concedida una segunda oportunidad para vivir muchos años más junto a ti.

 

“…Estoy escribiendo tu nombre en un papel y lo llevare por siempre en mi corazón

Desde aquel día me di cuenta que solo te  amare a ti por siempre…”

 

*…Fin...*

Notas finales:

Hoy ando algo extraña pero eso me hizo crear este fic ^^

Si el amor les da, manden review si no, esta bien espero de todo corazon le haya gustado bye

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).