Sólo un minuto. por NeekoElric

    Ya voy por la segunda semana sin ir a hospital, supongo que adelgace, mi ropa la siento mas suelta, me levante con una mala espina, pero de todas formas fui a afeitarme, suena mi celular, al mirar veo ‘Llamada entrante: Eiji’ desde ahí estuvo llamándome estas semanas la señora Kikumaru.
-¿Moshi? –Sentí llantos ahogados, me dio una puntada en el pecho- ¿Qué pasó? Señora, ¿Qué pasó con Eiji? –Ya me había alterado, era raro que me llamara a las 11 am. Lágrimas caían abruptamente a lo que justo entró mi madre  mi cuarto-
-Hijo, ¿Qué…?-La callé cuando la madre de Eiji comenzó a hablarme-
-E-eiji empeoró… -Llorando corté la llamada, tenía que estar con Eiji ahora, o sería la segunda cosa que nunca me perdonaría- Mamá, juro que llamaré –La tomé del hombro y encaré al hospital- No Eiji, no por favor…

    Al llegar al pasillo noté a las hermanas de Eiji llorando, me vi venir lo peor, la Madre salió del cuarto llorando-
-Eiji está conectado, no respira –Se abrazó a ella misma quien luego fue abrazada por su hija mayor, mientras que la del medio me miraba mal. Definitivamente estaba muy incómodo, pero lo aguantaría, ya que todo esto es por culpa de mi poca valentía.
-Señora, pasaré a ver a Eiji –Ella asintió llorando, pero su hermana me lo prohibió.
-¿A dónde vas? No le harás más daño a mi hermanito –Sus ojos se veian notablemente inchados con el entrecejo fruncido.
-Yo…
-Todo esto es tu culpa, él tanto te quería ¡Y tú así le pagas, de la peor manera! –Lágrimas caían, ella tenía razón, todo esto era mi culpa, pero quería despedirme de Eiji, si, eso quería y haría.
-Si me dejas, prometo que… -No, no quería prometerlo- Que no volveré a verlo, por favor –Mi voz quebró.
-No. –Dijo en tono autoritario, ahora entendí porque Eiji no desafiaba a su hermana.
-Prometo no volver, Eiji es mi mejor amigo –Yo lo amo- y solo quiero verlo feliz –Junto a mí- pero si tiene que ser de lejos -¿Qué carajo estás diciendo?- … Que así sea.
-Anda, que sea la última –Me dirigió su última mirada desafiante, para luego taparse la cara y llorar.

     Ya dentro, abrí los ojos grandes y lágrimas no dejaban de caer, no puede ser que Eiji este así, yo debería estar ahí, conectado a cables al borde de la muerte y no él, Eiji no merecía pasar por estos momentos, él era tan… Inquieto, y verlo así… No, mucho no soportaría.
 -Eiji… -Me decidí a hablar, y ojalá que desde algún lado me escuche- Por favor, despierta mi neko, te necesito en mi vida, por favor Eiji, fui un completo idiota, no debí negarte mi amor así, yo te amo, –No me había percatado que una enfermera estaba ahí parada, del otro lado de la camilla escuchando todo, pero ya nada importaba, yo quería que Eiji me escuche- Yo… lo hice por miedo, pero ahora mi miedo es perderte.
   
    Eiji seguía inmóvil, lo que causó que lágrimas aún brotaran de mis ojos, ¿Todavía tenía lágrimas? – Eiji escucha, prometo llevarte a tomar helado hasta que te empaches, pagaré tu entrada para Las Chocolates, le patearemos el trasero a Gakuto y a Oshitari, no sé, te llenaré del amor que tengo para darte, te cuidaré, ¡EIJI POR FAVOR DESPIERTA! –Ya no era yo, unos enfermeros me sacaron de la habitación -¡NO ME SEPAREN DE EIJI, EIJI, EIJIIIIIIIII! ¡DESPIERTA, YO TE AMO EIJI! –Al apoyarme en la pared, me percate levemente de que las hermanas y la madre de Eiji, lloraban y a la vez me miraban sorprendidas, pero mucha importancia no le di, atiné a agarrar mi cabeza- No puedo creer que me este, que nos esté pasando esto –Susurré, pero de lejos sentí la voz de Eiji, llamándome, al entrar a la habitación veía el esfuerzo de Eiji para levantarse, a lo que fui corriendo al lado de la cama-

-Oishi… -Se notaba en su cara, dolor, lágrimas, sonrojo y un pucherito típico de él-
-No, no ha… -Me chitó-
-Oishi, ¡Yo te amo! –Sentí el grito con más fuerza y reaccioné para ver a un Eiji parada frente a mi, vestido del uniforme escolar, y lo más raro, estábamos en el cambiador- ¡Hey, Oishi! ¡Oishiiiii! –Sentía a Eiji maullarme pero seguía atónito, todo eso había sido real, ¿Lo había sido? – Oishi, no sientes lo mismo… ¿Verdad? –Reaccioné esta vez para bien, sólo me salió sonreírle, nunca hubiese estado más feliz de verlo frente a mi con sus ojos llorosos-
-Disculpa, ¿Qué dijiste Eiji? –Él solo hizo su pucherito, por lo que sonreí más aún y lo abracé-
-Yo… Te amo~nya –Lo abracé mas fuerte-
-Yo también Eiji, yo también…
       Ya listos para irnos, Eiji habló.
-Oishi, ¿Qué te pasó? Hasta lágrimas te salían, ¿Con qué soñaste?
-¿Cuánto estuve?
-Un minuto… Supongo.
-En Sólo un minuto, soñé la desastrosa situación que pude haber traído. –Lo tomé de la mano-
-Ore? Nyaa~No entendí.